jueves, 10 de octubre de 2024

 

MARTÍN LUTERO Y LA REFORMA DE LA IGLESIA CATÓLICA

Amadeo Albuquerque Lara

Octubre es el mes de la Reforma Protestante, para las iglesias evangélicas. El 31 de octubre de 1517, el monge y teólogo agustino, el alemán Martín Lutero (1483-1546) expuso ante el público su propuesta de reforma a la Iglesia católica, a la cual pertenecía. Ese día, 31 de octubre de 1517, Lutero clavó 95 propuestas de reforma, las que se han conocido como “las 95 tesis”. Lutero nunca quiso abandonar la iglesia católica, sino que la iglesia fuera reformada por la autoridad papal y su séquito. Que dejara de vender indulgencias por dinero para salvar el alma; que se dejara de enseñar la doctrina del purgatorio; proponía que la salvación no es por obra, sino que la justificación es por la sola fe en Cristo. También proponía que el único intermediario entre Dios y los hombres es Jesucristo, y que todos los creyentes en Cristo poseen el sacerdocio universal. Proponía que la Biblia es la única norma de fe, y que sólo Dios merece la gloria y la honra.

Naturalmente, estas propuestas de Lutero incomodaron en extremo al Papa León X (1475-1521), el cual estaba de turno en el Vaticano. De inmediato promulgó una bula o documento papal (Exsurge Domine), llamando a Lutero a que se retractara; pero cómo éste se negó, el Papa promulgó otra Bula (Decet Romanum Pontificem) en 1521, año de su muerte, por la cual excomulgaba (expulsaba) a Lutero de la Iglesia católica; pero Lutero destruyó la Bula en público. Este acto de Lutero inició la persecución para condenarlo y quemarlo en la hoguera de la llamada “Santa Inquisición”. Afortunadamente, Federico III de Sajonia (1463-1525), fingió un secuestro de Lutero y lo refugió en el Castillo de Wartburg, tiempo que Lutero utilizó para traducir el Nuevo Testamento del griego al alemán popular, llamado vulgar.

La invención de la imprenta por Johannes Gutenberg (1440) y la traducción del Nuevo Testamento al alemán del pueblo;  más la difusión de las tesis de Lutero por toda Alemania y resto de Europa, se pusieron a favor de la Reforma que Lutero le proponía a las autoridades de la Iglesia. Desafortunadamente, ahora los católicos creen que los protestantes somos seguidores de Lutero; como si en vez de Dios tuviéramos en primer lugar a Martín Lutero. Sin embargo, esta postura más bien refleja el completo desconocimiento de los motivos de la Reforma Protestante, y la mal intencionada información de parte de las autoridades de la Iglesia católica. Hubo un ingente motivo doctrinal para que se generara el descontento de Martín Lutero y para su deseo de reformar a la Iglesia, no rechazarla. Fueron las doctrinas erróneas de la Iglesia católica las que Martín Lutero propuso que se reformaran. Por esos errores cometidos el actual Papa Francisco ha pedido perdón, pero la mayoría de feligreses no lee esas importantes declaraciones, y sigue creyendo en los antiguos dogmas.

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