MARTÍN LUTERO Y LA
REFORMA DE LA IGLESIA CATÓLICA
Amadeo Albuquerque Lara
Octubre es el mes de la
Reforma Protestante, para las iglesias evangélicas. El 31 de octubre de 1517,
el monge y teólogo agustino, el alemán Martín Lutero (1483-1546) expuso ante el
público su propuesta de reforma a la Iglesia católica, a la cual pertenecía.
Ese día, 31 de octubre de 1517, Lutero clavó 95 propuestas de reforma, las que
se han conocido como “las 95 tesis”. Lutero nunca quiso abandonar la iglesia
católica, sino que la iglesia fuera reformada por la autoridad papal y su
séquito. Que dejara de vender indulgencias por dinero para salvar el alma; que
se dejara de enseñar la doctrina del purgatorio; proponía que la salvación no
es por obra, sino que la justificación es por la sola fe en Cristo. También
proponía que el único intermediario entre Dios y los hombres es Jesucristo, y
que todos los creyentes en Cristo poseen el sacerdocio universal. Proponía que
la Biblia es la única norma de fe, y que sólo Dios merece la gloria y la honra.
Naturalmente, estas
propuestas de Lutero incomodaron en extremo al Papa León X (1475-1521), el cual
estaba de turno en el Vaticano. De inmediato promulgó una bula o documento
papal (Exsurge Domine), llamando a Lutero a que se retractara; pero cómo
éste se negó, el Papa promulgó otra Bula (Decet Romanum Pontificem) en 1521, año
de su muerte, por la cual excomulgaba (expulsaba) a Lutero de la Iglesia
católica; pero Lutero destruyó la Bula en público. Este acto de Lutero inició
la persecución para condenarlo y quemarlo en la hoguera de la llamada “Santa
Inquisición”. Afortunadamente, Federico III de Sajonia (1463-1525), fingió un
secuestro de Lutero y lo refugió en el Castillo de Wartburg, tiempo que Lutero
utilizó para traducir el Nuevo Testamento del griego al alemán popular, llamado
vulgar.
La invención de la
imprenta por Johannes Gutenberg (1440) y la traducción del Nuevo Testamento al
alemán del pueblo; más la difusión de
las tesis de Lutero por toda Alemania y resto de Europa, se pusieron a favor de
la Reforma que Lutero le proponía a las autoridades de la Iglesia.
Desafortunadamente, ahora los católicos creen que los protestantes somos
seguidores de Lutero; como si en vez de Dios tuviéramos en primer lugar a
Martín Lutero. Sin embargo, esta postura más bien refleja el completo
desconocimiento de los motivos de la Reforma Protestante, y la mal intencionada
información de parte de las autoridades de la Iglesia católica. Hubo un ingente
motivo doctrinal para que se generara el descontento de Martín Lutero y para su
deseo de reformar a la Iglesia, no rechazarla. Fueron las doctrinas erróneas de
la Iglesia católica las que Martín Lutero propuso que se reformaran. Por esos
errores cometidos el actual Papa Francisco ha pedido perdón, pero la mayoría de
feligreses no lee esas importantes declaraciones, y sigue creyendo en los
antiguos dogmas.
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