viernes, 30 de julio de 2021

 

MUJERES EN LA GENEALOGÍA DE JESÚS

(Parte 3) Josué 2 y Mateo 1:5 y Números 22

 Rahab

Amadeo Albuquerque Lara

Rahab es el nombre de una antigua prostituta que vivía en la ciudad cananea de Jericó. La historia e importancia de esta mujer se encuentra en el libro de Josué, capítulo 2 en el Evangelio de Mateo 1:5, la Epístola a los hebreos 11:31 y la Epístola de Santiago 2:25.

Los israelitas comandados por Moisés, y posteriormente por Josué, habían pasado cuarenta años en el desierto, debido a su desobediencia y rebeldía; por tanto, Israel ha sido hasta ahora un pueblo nómada, sin enfrentamientos significativos con pueblos vecinos, con la excepción de la derrota de los amorreos; pero sin experiencia militar.

Después de la muerte de Moisés, ahora Josué, al frente de la jefatura del pueblo de Israel, se encuentra con su gente en la ciudad cananea de Sitim. Aunque en Números 22 el escritor afirma que el pueblo de Israel acampó en los campos de Moab, frente a Jericó. De cualquier manera, era el último campamento del pueblo de Israel, antes de cruzar el Jordán, para entrar en la Tierra Prometida.

Josué, por tanto, se disponía a conquistar la ciudad de Jericó, la más fuerte por sus gruesas murallas y estructuras de hierro; por eso, Josué considera necesario enviar en silencio dos espías con el fin de investigar las defensas de esa ciudad. Al llegar los dos espías de Israel a evaluar las defensas de la ciudad, el rey de Jericó, al darse cuenta de la presencia de espías israelitas en casa de Rahab, le ordena que los entregue a sus soldados para capturarlos y ejecutarlos sin piedad. Pero Rahab, en cuyo hospedaje estaban los dos espías israelitas, decide esconderlos en la azotea de la casa, bajo  manojos de lino, porque ella comerciaba con lino, usaba su casa como hospedaje y ofrecía sus servicios como prostituta para los extranjeros y con las caravanas de comerciantes que pasaban por la ciudad. Estas ventajas fueron aprovechadas por los dos espías israelitas, para hospedarse en casa de Rahab, pero sin el servicio como prostituta.

Cuando Rahab recibe el mensaje del rey de que saque a sus visitantes, para matarlos, ella les dice a los mensajeros del rey que es cierto que esos hombres estuvieron en su casa, pero que salieron de la ciudad, antes que se cerraran las puertas. Entonces, ella procede a preparar el escape, bajándolos por el muro e indicándoles el camino que deben tomar hacia las montañas, y que esperen allí tres días, mientras sus perseguidores se regresan a la ciudad.

Como su casa quedaba pegada al muro de la ciudad. A la media noche, Rahab les ayuda a escapar de los enemigos con la condición de que ella y su familia no sufran daño, si caía la ciudad en manos de los israelitas; Rahab protege a los espías, porque sabe que su pueblo teme a los israelitas.  Sabe que el pueblo de Israel había cruzado el Mar Rojo, cuando huía del ejército de Faraón y había destruido a los amorreos, en su avance hasta esta ciudad. Por eso, Rahab demuestra su fe en el Dios de Israel:

“Oyendo esto, ha desmayado nuestro corazón; ni ha quedado más aliento en hombre alguno por causa de vosotros, porque Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra”.

Esta declaración de Rahab ha quedado en la literatura bíblica como clásica, porque demuestra que Dios ya la había preparado para que hospedara y defendiera de la furia del rey de Jericó a los dos espías israelitas.

Al ver la acción de Rahab en favor de ellos, los espías por su parte convienen en que Rahab y su familia se salvarían de la destrucción, una vez que ellos tomaran posesión de la ciudad y la destruyeran. Pero ella debe hacer colgar un cordón escarlata desde su ventana, como señal de que su casa y su familia no serían destruidos. De esta manera, Rahab y su familia quedan a salvo, gracias a las acciones de ella.

Después que la ciudad ha sido destruida, Rahab y su familia habitan junto con el pueblo de Israel y posteriormente, Rahab se une en matrimonio con Salmón; y de esa unión, nace Booz quien se casaría con Rut, la moabita. De esta unión nacería el continuador de la genealogía de Jesús.

La hazaña de Rahab ha sido reconocida por escritores del Nuevo Testamento, como el escritor de los hebreos.

Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz” (11:31)

También el apóstol Santiago se refiere a Rahab, así:

“Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino?” (2:25)

De manera que Rahab es reconocida tanto en el Antiguo, como en el Nuevo Testamento. Mientras el escritor de los hebreos destaca su fe, el apóstol Santiago reconoce las obras de su fe, en favor de los planes de Dios.

También la acción de Rahab ha inspirado a escritores de la literatura clásica, como a Dante Alighieri, en la Divina Comedia, Canto IX de El Paraíso, en donde se lee:

“con la ayuda del líder judío Josué en la conquista de la ciudad, merecía la salvación eterna. Se encuentra en el cielo de Venus, donde se asumió antes que cualquier otra alma, y de ese cielo es el más brillante”.

También, Flavio Josefo, historiador romano-judío se refiere a Rahab y los espías, en sus libros Antigüedades de los Judíos, en donde dice que los espías israelitas “pasaron como extranjeros curiosos”

Los críticos rechazan este reconocimiento de Rahab, por cuanto ella mintió a las autoridades de Jericó, y que además, era prostituta; pero lo que hizo Rahab fue servir de instrumento de Dios para preservar la vida de los dos espías israelitas y de esta manera lograr el avance hacia la Tierra Prometida y que se cumpliera la promesa de Dios a los patriarcas Abrahán, Isaac, Jacob y al legislador, Moisés.

CONCLUSIÓN

Estamos aquí ante temas difíciles de comprender para nosotros los humanos; pero fueron necesarios para el cumplimiento de las promesas de Dios a los patriarcas, y para el avance de su pueblo hacia la Tierra Prometida.

La Biblia reconoce la obra de Rahab y permite el matrimonio con Salmón, de quienes nace Booz, para ser los continuadores de la línea genealógica del Mesías. ¡Qué incomprensibles son los planes del Altísimo! Cómo a través de la historia tan complicada, bajo la amenaza de los enemigos de Israel, y con la intervención de personajes de raras conductas, conserva la línea genealógica de nuestro Redentor, a través de la historia, y despúes de tantas generaciones.

 

 

lunes, 12 de julio de 2021

 

MUJERES EN LA GENEALOGÍA DE JESÚS

(Parte 2) Mateo 1:1-3, 1º Crónicas y 2do Samuel

 TAMAR

Amadeo Albuquerque Lara

En este artículo me voy a referir a Tamar que menciona el evangelista Mateo en la genealogía de Jesús, quien es la primera mujer de las cinco incluidas en su genealogía de Jesús. Pero en este artículo solamente me voy a referir a Tamar, a Rahab, Rut, y Betsabé, pues María es la madre de Jesús, el Cristo y no necesita de presentación.

Tamar, la nuera de Judá no es la misma Tamar hija del rey David. En la Biblia encontramos personajes con el mismo nombre; por lo cual no debemos confundir a uno con el otro. La Tamar hija de David fue violada por su medio hermano, Amnón. Pero fue su hermano de padre y madre, Absalón, quien tomó la venganza en vez de su padre David. Tamar, al verse deshonrada, entró en una profunda depresión que la condujo al suicidio por ahorcamiento (2do Samuel 13). Por tanto, esta Tamar no dejó descendencia, como sí la dejó Tamar, nuera de Judá, de quien me ocuparé a continuación.

La historia de Tamar, nuera de Judá, comienza cuando Judá se separa de sus hermanos, después de que estos habían vendido a José como esclavo a los ismaelitas, los cuales lo vendieron a Potifar, oficial de Faraón (Gén 39:1).

Judá, al separarse de sus hermanos se acercó a Hira, varón adulamita, y por medio de él, conoce a una mujer cananea de nombre Súa, con quien tuvo tres hijos: Er, Onán y Sela. Entonces, Judá escoge a Tamar como esposa para su hijo Er. Pero Dios lo mata por ser malo. Por tanto, por la ley mosaica de Levirato (Levítico 25:5-6 y Mateo 22:23-33), obliga a Onán a casarse con su cuñada Tamar para dejar descendencia, pero Onán no quiso dejar descendencia correspondiente a su hermano Er. La Biblia dice que cada vez que se llegaba a Tamar, Onán vertía en tierra. O sea que se aferró al coitus interruptus. Sólo quedaba Sela, el hijo menor de Judá, pero no tenía la edad para el levirato. Por tanto, Tamar pasa unos días con sus padres, hasta que Súa muere. Tamar, al saber la noticia, se disfraza de prostituta y queda embarazada de su suegro Judá, sin saber éste la realidad. Tamar queda embarazada y tiene gemelos: Farés y Zara.

Esta acción de Tamar, aunque de poca castidad, la convierte en merecedora de ser nombrada en la genealogía de Jesús, por el apóstol Mateo. Aunque Farés aparece en la genealogía de Mateo y Lucas, sólo Mateo incluye a Tamar en su genealogía de Jesús; por eso, me he ocupado de esta mujer.

Judá, sin estar consciente, se acuesta con su nuera, creyendo que era una ramera. Pero ella le pide prenda por el servicio; él le promete un cabrito, pero ella le exige las prendas que él andaba:

“Entonces Judá dijo: ¿Qué prenda te daré? Ella respondió: Tu sello, tu cordón, y tu báculo que tienes en tu mano. Y él se los dio, y se llegó a ella, y ella concibió de él”. (Gén 38:18)

Estas prendas fueron las que salvaron a Tamar de ser quemada viva por las órdenes de su suegro, cuando a los tres meses de su embarazo, los vecinos la acusaron de ser fornicaria. Entonces ella le muestra las prendas a Judá y le dice: de quien son estas prendas estoy embarazada. Judá reconoce sus prendas y exclama: “más justa es ella que yo, porque no le he dado a Sela, mi hijo” (Gén 38:26).

De esta relación de Tamar con su suegro Judá, vinieron al mundo los gemelos, Fares o Farés y Zara o Zerah (Gén 38). Farés, Phares o Pיrez, es el continuador de la genealogía de Jesús, según Mateo capítulo 1:1-3 y Lucas 3:33. Aunque el nombre Zara o Zerah pareciera de mujer, es el mellizo de Farés.  De esta polémica relación entre suegro y nuera, se conserva la línea genealógica de Jesús, por medio de Fares o Farés.

CONCLUSIÓN

En varios pasajes de la Biblia, la conservación de la línea genealógica de Jesús tiene muchas interrogantes para nosotros los humanos; pero Dios ha usado a diferentes personas, en diferentes épocas y circunstancias, con distintos actos de su pasado, aunque éstos hayan sido pecaminosos, con el fin de conservar la genealogía de Jesús. Porque Dios mismo había dictado leyes respecto a la importancia de conservar la línea genealógica de las familias que conformaban la nación de Israel, según la ley del Levirato (Levítico 25:5-6).

Sin embargo, Tamar, a pesar de sus ardides, no cometió pecado, porque lo hizo con el fin de conservar el plan de Dios, aunque sin saberlo (1ro Crónicas 2:4). Tanto Tamar, como su suegro Judá, lo hicieron inconscientemente como humanos, como  instrumentos del plan divino, al igual que el barro en manos del alfarero.


lunes, 5 de julio de 2021

 

MUJERES EN LA GENEALOGÍA DE JESÚS

Mateo 1 1-17 y Lucas 3:23-38; 1º Crón 1-8

Amadeo Albuquerque Lara

GENEALOGÍA DE MATEO

Sin duda que cuando empezamos a leer el evangelio del apóstol Mateo, nos resulta aburrido leer tantos nombres que aparecen en el primer capítulo, comenzando con el segundo versículo, hasta el 17. Es la genealogía de Jesús que el apóstol presenta. Sin embargo, debemos reconocer que el propósito de tantos nombres es hacernos ver cómo Dios ha mantenido la línea de ascendencia de Jesús, nuestro Salvador, a través de la historia.

Me imagino que muchos lectores de la Biblia se saltan el primer capítulo, para evitar leer tantos nombres, a partir del patriarca Abraham. También sucede igual con Lucas 3:23 hasta el final. Es más, muchos nombres son de difícil pronunciación, lo cual complica más su lectura.

Lo mismo sucede al leer el primer libro de Crónicas, desde el capítulo uno hasta el capítulo ocho, en donde se registra la genealogía a partir de Adán y luego por cada una de las tribus de Israel. Esta genealogía permanecía guardada en el Templo, en Jerusalén, y cualquiera podía consultarla.

En los planes de Dios estaba que esta genealogía se conservara intacta hasta la destrucción del Templo por los romanos, en el año 70 d.C, cuando también la destruyeron. Por eso, los fariseos no pudieron atacar la ascendencia de Jesús, porque allí estaba expuesta en el Templo.

Cabe señalar que en esta genealogía sólo aparece el nombre de Tamar (1º Crón 3:9) y Bet-Súa (Betsabé, 1º Crón 3:5), de las cuatro mujeres que menciona Mateo. Por tanto, es obvio que tanto Mateo como Lucas hayan tomado su genealogía de la que estaba en el Templo. Lo que indica que ambos escribieron su evangelio antes de la destrucción del Templo; o que ambos se basaron en la misma fuente histórica de Marcos (conocida como Q, Quelle), ya que él escribió primero, aunque Marcos no se interesó por la genealogía de Jesús.

En la actualidad, las familias adineradas, llamadas de  “rancio abolengo”, son muy cuidadosas en conservar el linaje de donde proceden y lo citan con gran orgullo y ostentación; así también son muy meticulosos en averiguar el abolengo de sus amistades y pretendientes de sus hijos. Entonces, cuánto más importante es saber cómo nuestro Señor viene de la línea del patriarca Abraham, según el apóstol Mateo; y de Adán, hijo de Dios, según el evangelista Lucas y según el primer libro de Crónicas. El hecho de que Lucas haya finalizado su genealogía con Adán, hijo de Dios, indica que se basó en el primer libro de Crónicas, sólo que a la inversa.

Las mujeres que el apóstol Mateo incluye en su genealogía del Mesías, tuvieron un pasado pecaminoso; pero al igual que la mujer adúltera, recibieron el mandato de Dios: “vete y no peques más”. Como humanos, somos muy prontos en discriminar a quienes tuvieron un pasado no encomiable como para recomendarlo a una iglesia; o a hermanos que por debilidad de fe, caen en el pecado; pero tarde o temprano escuchan la voz de Dios para volver al redil.

 Tal es el caso de estas cuatro mujeres de pasado con poca castidad, pero que aparecen en el momento preciso de la historia, para pertenecer a la genealogía de Jesús; porque estas mujeres no fueron enemigas del Dios (YHWH) del pueblo escogido por él.

Por ejemplo, el apóstol Pablo estaba seguro que los planes de Dios son incomprensibles para el ser humano, siempre listo para juzgar, para criticar y para condenar. Porque Pablo exclamó:

“!Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!” (Romanos 11:33)

Sin duda, habrá muchos críticos del texto bíblico que condenarán la sabiduría de Dios al incluir a estas mujeres en la genealogía del Mesías prometido. Sin duda, los teólogos seguidores y defensores de la crítica textual, pondrán en duda la inclusión de estas cuatro mujeres en la genealogía del apóstol Mateo.. Porque Mateo se aparta de Lucas, quien en su genealogía sólo reconoce a hombres. Tampoco Mateo reconoce a tres reyes descendientes de Acab y Jezabel, porque respeta la maldición de Dios por boca del profeta Elías. “La descendencia de los malhechores jamás será nombrada” (Isaías 14:20). Por lo que es obvio que estas mujeres son dignas de ser nombradas.

Volvamos ahora a la genealogía del apóstol Mateo, en donde menciona a cuatro mujeres con un pasado de poca castidad; aunque entre ellas incluye a María, la madre de Jesús, el Mesías prometido, pero mujer al fin, en la genealogía de Jesús.

A continuación, voy a presentar la genealogía de Jesús, según el apóstol Mateo.

 

MUJERES EN LA GENEALOGÍA DE JESÚS POR MATEO

Capítulo 1:1-17

Verso 2, comienza con el patriarca Abraham

 

1)            TAMAR, mujer de Judá, tuvieron por hijo a Fares o Farés, según otras versiones

 

2)            RAHAB, mujer de Salmón, tuvieron por hijo a Booz

 

3)            RUT, mujer de Booz, tuvieron por hijo a Obed

 

4)            BETSABÉ (que fue mujer de Urías), mujer de David, tuvieron por hijo a Salomón

 

5)            MARÍA, desposada con José, recibieron mensaje divino de ser padres de Jesús, el Mesías; pero me concentraré en las primeras cuatro mujeres.

 

 

 

COMPARACIÓN CON LA GENERALOGÍA DE JESÚS, SEGÚN LUCAS

Lucas comienza su genealogía en el capítulo 3, versos 23 en adelante. Aquí cabe notar que el apóstol Mateo tomó gran parte de su información de su evangelio, del evangelio de Marcos, o de la Genealogía expuesta en el Templo; porque según los estudiosos de los cuatro evangelios, Marcos fue escrito primero y fue utilizado como fuente por Mateo y Lucas.

GENEALOGÍA DE JESÚS, SEGÚN LUCAS

Mientras Mateo comienza su genealogía con el patriarca Abraham hacia abajo, Lucas comienza con José, padre adoptivo de Jesús, retrocediendo hasta Adán, hijo de Dios. También hay que notar que Lucas solamente incluye a hombres en su genealogía, excluyendo a las mujeres que menciona Mateo.

Capítulo 3:23 hasta el final


1)            JOSÉ, padre adoptivo de Jesús hijo de MARÍA (omitida)

 

2)            DAVID, padre de Natán. Omite a Salomón, hijo de BETSABÉ (que fue mujer de Urías), a quien también omite

 

3)            SALMÓN, padre de Booz. Omite a RAHAB, madre de Booz, del linaje del Mesías

 

4)            BOOZ, padre de Obed. Omite a RUT la moabita, madre de Obed

 

5)            JUDÁ, padre de Fares. Omite a TAMAR, nuera de Judá, de quienes nacieron Fares o Farés y Zara o Zerah

 

 

Hasta aquí he comparado las dos genealogías que aparecen en los dos evangelios canónicos de Mateo y Lucas, los únicos que incluyen la genealogía de Jesús. Ni Marcos ni Juan se preocupan por explicar el origen humano del Mesías, ya que Marcos se interesa por el ministerio público de Jesús y de Juan el Bautista; mientras que Juan comienza su evangelio con el origen divino y eterno del Verbo, coexistente con el Padre.

Hay que notar, entonces, que Mateo tiene una mentalidad enfocada en mujeres que, a pesar de su pasado, son dignas madres de quienes conservan la línea genealógica de Jesús, comenzando con Abraham; en tanto que Lucas sigue la tradición patriarcal, al omitir a las mujeres que tuvieron parte importante en la conservación de las generaciones, que para él comienzan con Adán, hijo de Dios.

CONCLUSIÓN

Como queda dicho en este escrito, la genealogía de una persona es muy importante, especialmente para la cultura hebrea. Por eso, el primer libro de Crónicas, capítulo 9 y Nehemías, capítulo 11, narran lo importante que eran las genealogías para los judíos: “Contado todo Israel por sus genealogías, fueron escritos en el libro de los reyes de Israel” (1 Crónicas 9:1 RVR 1960),

Esta es la razón que me impulsó a estudiar la genealogía de Jesús, tanto en el evangelio de Mateo, como en el de Lucas. Aunque ambos se interesaron en la ascendencia de Jesús, el Mesías, ambos difieren tanto en el inicio, como en el final de la genealogía de Jesús. Sin embargo, ambas son muy importantes y por eso las he comparado para propósito de mi estudio.

(El próximo estudio será sobre las cuatro mujeres de manera individual y en forma detallada).

sábado, 3 de julio de 2021

 

DALILA, LA SEDUCTORA

Jueces 13-16

Amadeo Albuquerque Lara

El Psicólogo estadounidense de origen judío, Robert Greene, escribió un libro titulado El arte de la seducción. En ese libro, enumera muchas técnicas de seducción, pero referidas a los hombres. En la literatura clásica española hay algunos libros que también se refieren a la seducción. Por ejemplo, Don Juan Tenorio, del autor José Zorrilla, trata de un hombre como el seductor de mujeres; y el escritor Fernando de Rojas, autor de La Celestina, presenta a una vieja alcahueta que visita a las muchachas de familias adineradas, a quienes, con sus labias de seductora, las convence para que acepten al galán que ella les presenta. También, el escritor español Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, en su Libro de Buen Amor, presenta a una alcahueta de nombre “Trotaconventos”. Se llama así, porque ella es la recadera entre monjas y clérigos, en los distintos conventos de la época.

Sin embargo, en este estudio voy a referirme a Dalila, quien es un personaje bíblico que posee el arte de la seducción con su cónyuge, Sansón. Solamente que la seducción de ella está relacionada con el dinero que le ofrecen los jefes filisteos, y también, como adoradora del dios filisteo Dagón, y enemiga del Dios de Israel, se propone engañar con labia a Sansón, el temible enemigo de los filisteos. La seducción de Dalila nada tiene que ver con la pasión de mujer que quiere ganar el amor del galán; aunque lo finge.

Por lo tanto, como se trata de una pareja, es difícil hablar de la mujer sin tomar en cuenta a su marido o compañero de vida. Ni tampoco podemos ignorar el origen de Dalila; quiénes son sus padres, de qué línea genealógica proviene, su nacionalidad, sus costumbres y su religión. Como la Biblia no aclara si Dalila era filistea, suponemos que lo era, por la confianza que los cinco príncipes filisteos depositaron en ella para sacarle la verdad a Sansón acerca del origen de su fuerza descomunal, y asi, poder destruirlo.

Por el lado de Sansón, sabemos que su padre se llamaba Manoa, pero no sabemos el nombre de su madre, aunque sabemos que la esposa de Manoa era estéril, pero que recibió la promesa de un hijo, quien liberaría al pueblo de Israel del dominio de los filisteos, quienes por cuarenta años habían sido el principal enemigo de los israelitas. Además, sabemos que Sansón fue de los últimos jueces de Israel y como tal, supo guiar a los israelitas en la fe de YHWH, Yavé. Por tanto, esta misión de Sansón de liberar al pueblo de Israel del mandato filisteo, lo llevó a buscar mujeres filisteas, aunque fueran prostitutas; lo hacía con el propósito de acercarse a ellos, y tal vez, con la intención de ganarse su confianza. Pero no puede haber confianza entre enemigos.

 Los padres de Sansón formaban un matrimonio dedicado al Señor, pues ambos creyeron en el mensaje del ángel de Jehová de que la esposa estéril de Manoa daría a luz un hijo, al cual llamaron Sansón y fue dedicado por sus padres como nazareo de Dios, en cumplimiento del mensaje del ángel (Jueces 13-16, Números 6:1-5).

Estos son los antecedentes de Sansón, cónyuge de Dalila, Pero por el lado de ella, no sabemos nada de su familia. No sabemos quiénes eran sus padres, ni de qué nacionalidad era. Sólo tenemos la información que nació y vivió en el valle de Sorec. Este valle estaba ubicado entre la frontera de los filisteos y de la tribu de Dan. Sorec era un valle y un río; por tanto, era una región fértil poblada de viñedos.

Sin duda a Sansón no le importó si Dalila tenía o no familia o si era prostituta o no, pues ya había tenido dos; sólo se enamoró de ella y pensó que sería el medio para estar cerca de los filisteos. Aunque la Biblia no registra el gentilicio filisteo de Dalila, damos por hecho de que lo era, porque los príncipes filisteos se valieron de ella para averiguar en qué consistía la fuerza de Sansón, para atarlo, dominarlo y destruirlo.

El pueblo de Israel había sido subyugado por los filisteos durante cuarenta años. Es obvio que estos príncipes filisteos no quisieran perder el dominio de Israel, y vieron en Sansón a un enemigo difícil de vencer. Este mero hecho nos demuestra que los filisteos le tenían miedo a Sansón, por la enorme fuerza con que Dios lo había dotado, porque Dios lo había escogido desde el vientre de su madre para aliviar el sufrimiento de su pueblo, y liberarlo del dominio filisteo.

 

Entonces, los filisteos al saber que Sansón se había unido a Dalila, quien gozaba de la confianza de ellos, vienen donde ella para que sea su aliada, y en consecuencia, le ofrecen mil cien siclos (monedas) de plata cada uno de los cinco príncipes filisteos. Si el siclo de plata se cotiza en dos dólares con veinte centavos, cada jefe filisteo le daría dos mil cuatrocientos veinte dólares actuales. Entonces, Dalila recibiría la cantidad de doce mil cien dólares de parte de los cinco príncipes filisteos. Esto era una suma de dinero que tentó a Dalila e inmediatamente entró en acción.

Dalila comenzó a poner en práctica sus mejores métodos de seducción. De una vez le pregunta en qué consiste su gran fuerza y qué haría en caso que lo ataran y lo dominaran. Insiste en su misión seductora, formulándole tres veces las mismas preguntas. Siguiendo con su arte de seducción, apela al sentimiento amoroso, tocándole lo más tierno de la pasión amorosa que él sintió por ella, cuando la vio por primera vez.

“Y ella le dijo: ¿Cómo dices: Yo te amo, cuando tu corazón no está conmigo? Ya me has engañado tres veces, y no me has descubierto aún en qué consiste tu gran fuerza”. (Jueces 16:15)

Dalila está concentrada en el dinero ofrecido por los jefes filisteos y no se da por vencida. Pero, aunque ella apela al amor, la seducción va más allá del amor. Ella va por el dinero, porque nunca pensó en ser esposa, ni mucho menos en ser madre. Entonces, arremete con mayor fuerza para sacarle la verdad. Ante la insistencia de su amada, el que nació nazareo por la promesa de Dios a su madre, se rinde ante las labias y la falsedad del amor, y le confiesa que su fuerza radica en la abundancia de su cabellera. Aunque en el libro de Números (cap.6) no se menciona que el dejarse crecer el cabello como nazareo, sería motivo de adquirir una fuerza descomunal, pero es lo que Sansón cree.

Sansón le dijo a Dalila que si él perdía el cabello, también perdería su fuerza y “sería como todos los demás hombres”. (Jueces 16:17). Pero Sansón estaba equivocado, la fuerza venía de la promesa hecha por el ángel de Dios. Su cabellera sólo representaba su voto de nazareo. Por tanto, Dios se apartaría de él, le quitaría la fuerza como consecuencia de la violación a sus votos de nazareo de Dios. Sansón en ese momento estaba cambiando su nazareato por el amor de Dalila, al igual que Esaú vendió su primogenitura a cambio de un guiso de lentejas. Qué bajo valoraron estos hombres el voto de dedicación a Dios.

 Eso era exactamente lo que Dalila buscaba. Como filistea, se burlaría del Dios de Israel y de los votos de Sansón como nazareo de Dios. Como todo filisteo, Dalila sólo creía en el poder de su dios Dagón y era enemiga del Dios de Israel, a quien ella pretendía derrotar, al vencer a Sansón.

Al final, cuando Dalila le saca la verdad, los filisteos lo amarran, lo dominan y lo llevan a Gaza, la principal ciudad filistea, para encarcelarlo. Pero un día dedicado al dios filisteo, Dagón, sacan de la cárcel a Sansón para que sirviera como una especie de payaso, "Y llamaron a Sansón de la cárcel, y sirvió de juguete delante de ellos; y lo pusieron entre las columnas”. Pero los filisteos no sabían que al posesionarse Sansón entre las columnas del templo de Dagón, estaban proporcionándole a Sansón su venganza, para lo cual él había nacido: la liberación de Israel del dominio filisteo. Porque Sansón mataría en ese día, más filisteos que los que había matado en su vida (Jueces 16:30).

Dalila sin duda estaba gozosa con sus cinco mil quinientas monedas de plata, pero al igual que Judas con sus treinta piezas de plata, no los gozaría por mucho tiempo. Aunque Dalila agradeciera a su dios Dagón por su poder sobre el Dios YHWH Yavé de los hebreos, al final Dagón quedó bajo las ruinas de su propio templo. Por supuesto, Dalila nunca se imaginó que esto también sería su final, Sansón derribó el templo de Dagón, el cual cayó sobre todo el público que estaba divirtiéndose a costa del prisionero Sansón. Y sin duda, entre el público estaba también Dalila y los cinco jefes filisteos que la había conquistado por dinero.

CONCLUSIÓN

Con este estudio sobre Dalila finaliza la serie de “Mujeres de mal fe”. Hemos leído que las mujeres extranjeras guiaron a sus maridos a la terrible apostasía. Ellas los llevaron a negar al Dios de sus padres, por corresponderles a sus amores falsos y por agradar a sus mujeres en cultos idolátricos; a construir altares y templos en honor de sus dioses paganos.

Estas mujeres, Jezabel, Atalía y Dalila, se convirtieron en sacerdotisas de sus dioses, para desviar de la fe no solamente a sus maridos, sino también al pueblo escogido de Dios. Sin duda, como sacerdotisas de un rito idolátrico y de prostitución “sagrada”, utilizaron con sus maridos las mejores técnicas sexuales y de seducción, para mantenerlos fieles con ellas y con sus dioses; y para que apostataran en contra del Dios de sus antepasados. Pero el final de cada una de ellas y sus maridos fue terrible y desastroso, “Porque la paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23).