viernes, 30 de abril de 2021

 

LA PITONISA DE ENDOR

Amadeo Albuquerque Lara

En el libro primero de Samuel, capítulo 28, se encuentra el pasaje acerca de una consulta que el rey de Israel, Saúl, hace con una pitonisa de la ciudad de Endor. El relato es bastante raro, por lo que algunos estudiosos de la Biblia han planteado distintas hipótesis, por tratarse de necromancia; o sea, hablar con un muerto. Primero, se trata de entender por qué Saúl recurre a una adivina o pitonisa, siendo que él mismo había prohibido esa práctica en tierra de Israel, cuando él obedecía a Dios. Segundo, a los estudiosos de la Biblia les cuesta aceptar que Saúl hable con el espíritu del fallecido profeta Samuel, pues es un tema de carácter teológico y doctrinal.

La palabra pitonisa y sus sinónimos

En otras versiones de la Biblia titulan este pasaje como Saúl y la adivina de Endor, o Saúl y la médium de Endor. Pero la versión Reina Valera Revisada usa la palabra pitonisa, por ser un término más culto. La palabra pitonisa viene del latín pytnisa, y éste del griego pytho. Otros sinónimos para pitonisa son adivina, nigromante o necromante, bruja, clarividente, médium, entre otros. Pero lo que sucede en este capítulo 28 es un caso de necromancia, pues la pitonisa habla con el fallecido profeta Samuel.

La situación de la consulta con la pitonisa

A continuación, expondré la situación en que se da este caso raro, en cuanto a teología y doctrina. El profeta Samuel había muerto y el pueblo de Israel lo había lamentado y guardado luto por él. El ejército de los filisteos estaba acampado en Sunén, para atacar a Israel, mientras Saúl tenía su ejército acampado en Gilboa, muy cerca de Sunén. David estaba del lado de Aquis, rey filisteo (1º Samuel 28:1-2), porque Saúl lo perseguía para matarlo; y sólo allí no lo perseguiría Saúl había abandonado los preceptos de Dios, y lo había desobedecido al no atacar a los amalecitas; a pesar de que Saúl consultaba a Dios por sueños, por profetas, o por suertes, Dios no le contestaba, porque Dios lo había abandonado. Y, por consiguiente, se sentía solo, lleno de miedo y terror.

Cuando Saúl ve el numeroso ejército filisteo tuvo miedo (1º Sam. 28:5), sabiendo que no le quedaba más recurso, les  pregunta a sus soldados que dónde puede consultar con una mujer de adivinación. Los soldados le responden que en Endor hay una mujer pitonisa, pero Saúl había expulsado a todas las personas que practicaban la adivinación, y la necromancia, en cumplimiento de Levítico 19:31, pero en estas circunstancias, Saúl viola esa ley. Endor era una ciudad localizada al pie del monte Tabor, al sur, y al norte de Sunén; pero allí estaba el ejército de los filisteos, muy cerca de Endor.

Sin embargo, Saúl está decidido a violar no sólo la ley de Dios contra las prácticas de adivinación, sino también su propia ley; y además, a arriesgarse a ir a Endor, ciudad cercana al campamento filisteo. Para que la adivina pueda acceder a la petición de Saúl, decide dejar sus ropas reales y disfrazarse de ciudadano común, para que la médium no lo reconozca.

El encuentro con el espíritu del profeta Samuel

Después que Saúl, ya disfrazado, convence a la adivina, en nombre de Jehová, otra violación, que nada le pasará (1º Sam 28:10). Entonces, ella pregunta a quién hace venir; Saúl le contesta que a Samuel. Pero cuando ella reconoce a Samuel, se asusta, porque también reconoce al rey Saúl. La necromante le reclama por qué la ha engañado, Saúl le pregunta:¿Qué has visto? Y la mujer respondió a Saúl: He visto dioses que suben de la tierra” (RVR 1960), o “veo un espíritu que sube de la tierra” (NVI); o “veo a un dios subiendo de la tierra” (NTV). La palabra hebrea elohim se traduce como dioses, dios, espíritu o jueces. Entonces Saúl reconoce que es Samuel. Una vez que Samuel le reclama a Saúl por qué lo ha inquietado haciéndolo venir, Saúl le responde:

“Estoy muy angustiado, pues los filisteos pelean contra mí, y Dios se ha apartado de mí, y no me responde más, ni por medio de profetas ni por sueños; por esto te he llamado, para que me declares lo que tengo que hacer”.

Según las declaraciones tanto de Saúl, como de Samuel, el encuentro es real. Se trata de un caso de necromancia. Samuel refiere que Saúl lo ha inquietado haciéndolo venir de donde está. Supuestamente, en el seno de Abraham, lugar donde van los muertos, según el mismo Señor Jesús, en Lucas 16:22, en el caso del rico y Lázaro. Samuel le dice que por qué le pregunta a él si Dios se ha apartado de él; y también le recuerda a Saúl que ha desobedecido a Dios, al no arremeter contra Amalec (amalecitas, 1º Sam 15:28-29); y que, además, Dios le ha quitado el reino y se lo ha entregado a David, que Dios entregará a Israel a los filisteos; y que, además, morirá él y sus hijos, al siguiente día. “Y volviéndose Samuel para irse, Saúl se asió de la punta de su manto, y éste se rasgó;” (1º Sam 15:27) lo que dejó a Saúl totalmente horrorizado. Esto es una razón clara que es Samuel, el profeta, quien habla con Saúl. Un demonio, como creen algunos estudiosos de la Biblia, no puede hablar en nombre de Dios, como lo hizo Samuel.

Qué podemos aprender

La lección que queda muy clara en este pasaje, es la siguiente: el rey Saúl se había apartado de Dios, lo había desobedecido al no arremeter contra los amalecitas, había perseguido a David para matarlo, en vez de respetar los designios de Dios; porque quería deshacerse de su rival. Por encima de que Dios lo había abandonado, también David se vio forzado a hacerse al lado de los filisteos, enemigos crueles contra el pueblo de Israel (1º Sam 27:1).

Ahora Saúl, rodeado por el ejército filisteo, desamparado de Dios, sin alguien en quien confiar y pedir consejo, se siente solo, horrorizado. Esta soledad es producto de su pecado de rebelión; y por el mismo pecado se ve impulsado a violar la ley de su Dios y su propia ley. Es la consecuencia de apartarse de Dios. Un pecado lleva a otro pecado hasta el punto de la desesperación y la muerte (Romanos 6:23).

Cuando el pecador se da cuenta que Dios lo ha abandonado y que no le responde más, recurre a los medios humanos: adivinos, agoreros, a quienes leen las cartas tarot, a quienes hablan con el espíritu de los muertos, en violación a las leyes de Dios. La ausencia de Dios en la vida humana, obliga a buscar sustitutos humanos y hasta ídolos de piedra, yeso o madera. Por último, la ausencia de Dios en la vida humana, produce desesperación, miedo y terror. Esto obligó a Saúl a violar la ley de Dios y su propia ley.

 

domingo, 25 de abril de 2021

 

CURIOSIDADES DE LOS REFRANES Y MODISMOS

Amadeo Albuquerque Lara

Los refranes, como los poemas, guardan palabras o frases que han entrado en desuso y por lo tanto, van perdiendo el significado original que solamente los mayores entienden.

Según el Instituto Cervantes, existen casi cien mil refranes registrados en la lengua española y representan los valores aportados por el pueblo a través de los siglos. Don Íñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana (1398-1458), escribió el libro “Refranes que dicen las viejas tras el fuego”: por eso, los refranes españoles se registran a partir del siglo catorce.

Los refranes y modismos que voy a analizar representan la picardía del nicaragüese, pero a medida que pasa el tiempo, el significado de los vocablos usados van perdiendo su significado original, por haber quedado en desuso. Especialmente, los jóvenes desconocen el origen y significado de los refranes nicaragüenses.

Al caite: Refrán: ir al caite: Antecedentes: el caite era el calzado usado por campesinos, trabajadores del campo y gente pobre de la ciudad. Por eso, hay refranes que se refieren al caite. “Al caite”, significa caminar a pie; “caitear” tiene dos significados: 1) caminar a pie largas distancias y 2) castigar a los niños con el caite

Atol: Refrán: “dar atol con el dedo”; Antecedentes:  a los bebes, las madres les daban el atol con el dedo, si no podían comprar un biberón o pacha; por eso, el refrán alude al engaño, como que si uno fuera un bebé.

Caites: Refrán: que tal te ves con caites”, se dice en tono de broma o de bula, según la ocasión, al ver a una persona humilde bien vestida. Antecedentes:  el refrán se refiere a la diferencia de andar descalzo por no tener caites, a usarlos. Todavía en algunas áreas rurales, hay personas que caminan descalzas. Otro refrán es:   “Te voy a enseñar cuántos hoyos tiene un caite”; sirve como amenaza, o como superioridad de conocimientos.

Calzón chingo: Refrán: “en 1900 calzón chingo”; quiere decir que no hay fecha precisa, por ser muy antiguo el dato o el hecho. Antecedentes: antiguamente, los niños y adolescentes usaban pantalones cortos (calzones chingos) hasta que cumplían los quince años. De allí en adelante, podían usar pantalones largos. ¡Cómo cambian las costumbres!

Centavo de queso: Refrán: “parecer un centavo de queso en plato de barro”; Antecedentes: el refrán alude a los tiempos cuando se podía comprar con centavos y al uso de los platos hechos ee archilla o barro. Todavía, los mayores de edad refieren que la sopa sabe mejor si se sirve en plato de barro y cuchara de jícara.

Guacal: Refrán: “Orinar fuera del guacal”; significa hablar algo que no corresponde al contexto del asunto. Antecedentes: anteriormente se usaba un guacal, la mitad de una jícara redonda, en vez de una bacinilla, para orinar de noche; por eso, existía el peligro de orinar fuera del guacal, por la poca estabilidad de éste.

Chibolas: Refrán: “estar con las chibolas peladas” significa estar despierto, cuando se espera que alguien esté dormido; “jugar con tapas de chibola”; Antecedentes: antiguamente, había compañías que embotellaban bebidas carbonatadas que usaban una canica o chibola en el cuello de la botella, en vez de tapa; es decir, la chibola o canica de vidrio servía de tapón. De allí viene el uso de la palabra chibola o tapa de chibola.

María sucia: Refrán: “cuando la María sucia fue a lavar la ropa, se la llevó el río”. Antecedentes: 1) la gente pobre reusaba la ropa dos o tres veces, antes de lavarla; y 2) las mujeres de las áreas rurales lavaban la ropa en los ríos; pero había peligro que la corriente del río arrastrara la ropa, si el río estaba crecido.

Mecatear: Refrán: 1) “Pegar una buena mecateada”; 2) “Venir bien mecateado”, significa venir de trabajar arduamente, generalmente, venir bien sudado y con pocas fuerzas: Antecedentes: los padres daban un castigo severo con mecate o cuerda de cabuya;

Nambira: Refrán: 1)  “Tener tamaña nambira”; 2) “le pegaron en la nambira”; en este caso, la nambira es la cabeza; 1) significa tener una barriga bien grande, sea por preñez o por enfermedad del hígado; 2) también significa la cabeza . Antecedentes: antiguamente, se partía en dos una jícara redonda de gran tamaño, para guardar o trasegar agua u otro líquido de un recipiente a otro.

Paladeo: Refrán: “Dar el paladeo al niño”; antiguamente, las madres recién paridas acostumbraban dar aceite con miel con un chupón de tela a los recién nacidos; según la costumbre, para limpiar el estómago del bebé recién nacido.

Trapos sucios: Refrán: “Sacarle a alguien los trapos sucios al sol”; significa publicar los antecedentes de mala fama o mala reputación a alguien, por venganza, de parte de la otra persona que amenaza. Antecedentes: Antiguamente, se guardaban los trapos sucios por algún tiempo, con el fin de reusarlos, antes de lavarlos.

Uña y carne: Refrán: esos dos son uña y carne o con sentido despectivo, son uña y mugre. Significa que esas personas son tan amigas o cercanas, que ambas se apañan sus actividades o malas conductas.

Vara: Refrán: no agarrés la vara. No creas lo que estás oyendo o no creas lo que te están ofreciendo, es falso.

Veremos. Refrán: Veremos dijo el ciego. Significa que no hay que creen lo que le están diciendo o prometiendo. Se dice de algo inseguro.

Zapatos: Refrán: No me gustaría estar en sus zapatos. Significa que la otra persona está en una situación tan peligrosa o lamentable, que no nos gustaría experimentarla.

Esta es una pequeña muestra de los refranes más frecuentes que se usan en Nicaragua; pero hay muchos más que se comparten con el refrnero español y con otros países vecinos.

 

LOS ESCITAS

Colosenses 3:11 “donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos” (RVR 1960).

ESCITAS NO ES LO MISMO QUE EXTRANJEROS O INCULTOS: ESCITA ES UN GENTILICIO

Anadeo Albuquerque Lara

Traducir un texto de una lengua a otra, con su correspondiente cultura, costumbres e idiosincrasia, es una tarea bien delicada; pero traducir un texto de implicaciones religiosas, doctrinales y teológicas, es todavía una tarea mucho más complicada y de grandes responsabilidades, y mucho más, si tomamos en cuenta que entre el texto original y nuestro idioma actual, distan más de dos mil años.

Actualmente, hay tantas versiones de la Biblia, y tantos elogios a determinadas versiones, que los creyentes no saben cuál escoger o escogen sin conocimientos del origen y propósitos de tal versión. La verdad es que hay sesgos teológicos y doctrinales en algunas versiones modernas de la Biblia; y en otras, el propósito de parafrasear el texto para aparentar lenguaje moderno, los lleva a cambiar una palabra dejándola desprovista de su significado original. Otras veces, cambian por cambiar, sólo por el hecho de parecer diferente.

En este escrito me refiero a Colosenses 3:11, en donde la  Reina Valera Revisada 1960 traduce: “donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita,”. Como es lógico, las nacionalidades o gentilicios no se  pueden ni se deben sustituir por otros adjetivos, como hacen ciertas versiones de la Biblia.

El gentilicio escita no es equivalente de “inculto”, ni de “extranjero”, ni de “pueblo pagano”, ni de otra cosa que no sea escita. Veamos qué término usa la NVI: “no hay griego ni judío, circunciso ni incircunciso, culto ni inculto,”; escita aquí es sustituido por inculto; la Nueva Traducción Viviente propone el siguiente texto:  “En esta vida nueva no importa si uno es judío o gentil, si está o no circuncidado, si es inculto, incivilizado, esclavo o libre”. Obsérvese que griego no es lo mismo que gentil, pues gentiles no sólo son los griegos; inculto no es lo mismo que bárbaro, en el sentido de los griegos; e incivilizado no es lo mismo que escita, pues ellos tenían una civilización muy distinta que la de los judíos y griegos, pero civilización en fin.

Por otro lado, la versión de la Biblia Latinoamericana afirma: "Ahí no se hace distinción entre judío y griego, pueblo circuncidado y pueblo pagano; ya no hay extranjero, bárbaro, esclavo u hombre libre,". “pueblo pagano” no es lo mismo que incircuncisos y “extranjero y bárbaro” es la misma cosa, según el concepto de los griegos. Además, esta versión hace un revoltijo de términos, sin atender al orden ni al significado original griego.

¿Se dan cuenta? “pueblo pagano” no es lo mismo que “pueblo incircunciso”; pues a los creyentes gentiles, los judíos convertidos les llamaban incircuncisos; por lo tanto, esos creyentes no eran “paganos”. Sencillamente, los judaizantes ponían tanto énfasis en la circuncisión, que ellos querían que los gentiles convertidos, se circuncidaran. Sin embargo, no todos los creyentes toman nota de estas enormes diferencias; algunas de ellas, tan básicas en cuanto a doctrina.

Cuando la Reina Valera de 1960 traduce: “bárbaro ni escita”, lo hace respetando el significado original del texto griego koiné; pues para los griegos, un “bárbaro” era una persona de habla extranjera, la cual ellos no entendían y sólo escuchaban “bar, bar, bar”, como decimos nosotros, bla, bla, bla; por eso les llamaban “bárbaros”, no por su incultura, ni por su salvajismo, sino por su lenguaje desconocido para ellos. En cuanto a los ESCITAS, hay otro concepto muy diferente que el de bárbaros.

Los escitas eran guerreros de las estepas al norte del mar negro y del mar caspio. Eran sanguinarios, a sus enemigos les arrancaban el cabello y con el cráneo hacían una copa, para beberse la sangre. Eran completamente salvajes, no “barbaros”, ni “extranjeros”, según el concepto de los griegos.

 


 

Escitia, palabra latina, era la región a la que pertenecían los escitas, lo que demuestra que escita es un gentilicio; porque  muy cerca de esta región vivían los Medos y los Partos, nacionalidades que menciona Lucas en el libro de los Hechos, capítulo 2, en el día de Pentecostés. De manera que los colosenses sabían de qué estaba hablando el apóstol de los gentiles.

Por estos desaciertos, nos damos cuenta que las sustituciones de “cultos ni incultos”, “bárbaros ni extranjeros”, no nos dan el significado del texto griego. Al sustituir “bárbaros” ni “extranjeros”, para un griego sería un disparate; porque para ellos, los bárbaros eran los extranjeros, los que no hablaban su lengua: el griego. El apóstol Pablo sabía lo que les estaba diciendo a los colosenses. Les estaba demostrando que una vez que “Cristo es el todo en todos”, no existen esas enormes diferencias, ni razones para el rechazo ni para la discriminación.

Una vez convertidos a Cristo, ya los escitas no serían los temibles guerreros sanguinarios contra sus enemigos. Ah, pero nos hemos vuelto tan perezosos que no queremos investigar el significado de las palabras y por eso, las nuevas versiones se han vuelto tan populares, “porque son fáciles de entender”; pero, ¿y el significado original? Yo nunca me hubiera puesto a investigar quiénes eran los escitas, si en vez de esa palabra hubiera leído “extranjeros”, o “incultos”. Muy lejos están estos conceptos de lo que les dijo Pablo a los colosenses; porque tampoco “pueblo pagano” es lo mismo que incircuncisos.

Esta breve observación mía, es sólo una pequeña muestra de los enormes desaciertos que se observan en las versiones modernas, sólo por querer dar a entender que el lenguaje de determinada versión es más actual. Y, para terminar, traducción no es lo mismo que versión. Muchas de las versiones modernas no traducen de los manuscritos hebreo y griego, sino que se basan en una traducción del inglés y, en su afán de parecer modernos, sustituyen palabras al español o a cualquier otra lengua, sin tomar en cuenta el texto original. Fíjese que digo texto, no manuscrito original, porque los originales no existen, sino copias de los originales.

 

LOS ELAMITAS

Amadeo Albuquerque Lara

En el capítulo 2 del libro de Hechos se relata el prodigio acontecido el día de Pentecostés. El evangelista Lucas, autor de este libro, narra que para celebrar la fiesta de Pentecostés, se encontraban en Jerusalén judíos piadosos de varias partes del mundo de la época. Lucas menciona alrededor de por lo menos 16 nacionalidades, con sus respectivos idiomas maternos, entre ellos los ELAMITAS.

I)             Historia de la familia y lengua Elamita

La palabra elamita

La palabra elamita procede del latín Elamītae, y este derivado del hebreo ‘ēlām, Elam, la lengua que se habló en el antiguo Imperio Elamita. El imperio elamita estuvo situado al sureste de Babilonia, al este de Sumeria y al noreste del Golfo Pérsico. Según hallazgos arqueológicos recientes, publicados por la revista National Geographic, el 20 de diciembre de 2020, el reino elamita existió hace unos cuatro mil años antes de Cristo.

Elam, hijo de Sem y nieto de Noé

Según el libro de Génesis 10:22, Elam es hijo de Sem, hijo de Noé. Es decir, Elam es nieto de Noé. Según el versículo 22, “Los hijos de Sem fueron Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram”. Debemos reconocer que Génesis 10 contiene la “Tabla de las Naciones”, lo que nos indica que cada nombre de persona también es el nombre de una nación, tal es el caso de Elam, Assur (Asiria) y Aram. Elam es el padre de   los elamitas, y al mismo tiempo, Elam es el nombre del reino, cuya ubicación geográfica se ha mencionado.

Reino de Elam

El libro de Génesis, capítulo 14:8-9 menciona el nombre del rey de Elam, para demostrar que Elam era un reino. Esto es lo que registra Génesis:

8 Y salieron el rey de Sodoma, el rey de Gomorra, el rey de Adma, el rey de Zeboim y el rey de Bela, que es Zoar, y ordenaron contra ellos batalla en el valle de Sidim; 9 esto es, contra Quedorlaomer rey de Elam, Tidal rey de Goim, Amrafel rey de Sinar, y Arioc rey de Elasar; cuatro reyes contra cinco.

 

A continuación, copio el mapa geográfico de Elam y el grabado de una vasija, en la cual hay una inscripción de esta lengua importante, la cual fue descifrada por el arqueólogo y paleógrafo francés, François Desset, en el año 2018.

 

El idioma fonético elamita, el más antiguo del mundo

François Desset, arqueólogo, paleógrafo francés y profesor de la Universidad de Teherán, en el año 2018 descifra la escritura elamita, después de diez años de trabajo en la interpretación de los signos fonéticos lineales. La revista National Geographic publicó un artículo el 20 de diciembre de 2020, en el cual informa el desciframiento del idioma elamita, acontecimiento que lo iguala al desciframiento de los jeroglíficos egipcios, por “Jean-François Champollion (1790-1832), quien finalmente descifró los jeroglíficos egipcios a través de la piedra de Rosetta, en 1822” (National Geographic, 15 de julio de 2013).

“El elamita lineal, una de las escrituras más antiguas del mundo, ha sido finalmente descifrada. Se trata de un gran hito en el mundo de la arqueofilología, puesto que se trata del ejemplo más antiguo que se conoce de escritura fonética, es decir, de símbolos que indican sonidos”.

Abel de Medici, National Geographic  (20 de diciembre de 2020)

La escritura no surgió en Mesopotamia

Antiguamente, se creía que la escritura había surgido en Mesopotamia, y así aparece hasta hoy en los libros de texto de historia; pero por el hallazgo reciente, por parte de los arqueólogos, el elamita se constituye en la lengua más antigua del Oriente medio. Lo particular de esta lengua es que tiene dos sistemas de escritura: la tradicional cuneiforme, en forma de cuña, que se basa en conceptos, y la escritura lineal fonética. Esta última característica, el sistema fonético, lo sitúa a una altura que no tenía ninguna lengua de su tiempo. El modo de lectura era de derecha a izquierda o de arriba hacia abajo. Su carácter lineal con símbolos fonéticos lo constituye en la lengua más antigua del mundo.

Elamita lineal fonética


Elamita cuneiforme


 

“La elamita cuneiforme es una escritura logo-silábica. El corpus completo de la escritura elamita cuneiforme consta de aproximadamente 20.000 tablillas y fragmentos” […]

“La elamita cuneiforme tiene dos variantes, la primera, derivada del acadio, se usó desde el III al II milenio a. C., y la segunda, una forma simplificada utilizada durante el I milenio a. C.” (Wikipedia)

 

Hasta aquí, hemos revisado la historia de Elam como nieto de Noé, como descendiente de Sem, el cual encabeza las familias y lenguas semíticas. Sin embargo, los estudiosos de las lenguas semíticas, no incluyen el elamita. Sin duda, y es muy obvio, esto se debe a la antigüedad de estas familias lingüísticas. Dicen los estudiosos que el acadio, lengua semita, no comparte ningún rasgo con la lengua elamita, a pesar de ser su vecino.

La celebración de un de las grandes fiestas judías: Pentecostés.

Pero mi estudio sobre los elamitas se basa en el capítulo dos del libro de los Hechos, en donde se mencionan varias nacionalidades y lenguas, por motivo de la celebración de una de las grandes fiestas de los judíos: Pentecostés, conocida con varios nombres, entre los cuales, “fiesta de la cosecha”, “fiesta de los primeros frutos” o “fiesta de los cincuenta días”, proviene de la palabra hebrea “Shavuot” y del griego “Pentecostés”.

En el versículo 9 del capítulo 2 de Hechos se mencionan a los Partos, medos, elamitas, etc. La mención de estas nacionalidades nos permite ubicar la región geográfica en donde se encontraba el reino de Elam, fundamentado con pasajes de la Biblia, el artículo de National Geographic y el mapa que incluyo.

Leamos ahora lo que nos relata el evangelista Lucas en el libro de los Hechos, en el capítulo dos.

Hechos 2: 7- 9: “Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? 8 ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? 9 Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia” […]

Lo que sucede aquí, según Lucas, es lo contrario de lo ocurrido en la construcción de la torre de Babel. Mientras allá Dios confunde la lengua hablada por los constructores de la torre, como castigo por la soberbia de Nimrod, constructor de varias ciudades, y su prepotencia de querer ser igual a Dios, en Jerusalén sucede lo contrario: de distintas lenguas habladas por los participantes de la fiesta de Pentecostés, Dios las unifica en la lengua galilea, posiblemente una variante del hebreo. Los diferentes hablantes se confunden y exclaman: ¿no son galileos todos estos que hablan?

En la ciudad de Jerusalén los judíos piadosos estaban reunidos para celebrar la gran Fiesta Judía de Pentecostés, segunda de las tres principales fiestas judías. Jesús, antes de ascender al cielo, había dado órdenes a sus discípulos que no salieran de Jerusalén hasta que fueran investidos con el poder del Espíritu Santo. En el Aposento Alto, estaban reunidas unas 120 personas, junto con los apóstoles. esperando el cumplimiento de la profecía de Joel y del cumplimiento de la promesa dada a ellos por Jesús:

“Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños”, (profecía de Joel citada en Lucas 2:17).

Junto con la profecía de Joel, estaba la promesa dada por Jesús a sus discípulos:

He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto”. (Lucas 24:49 RVR 1960)

El gran prodigio de la unificación de las lenguas

Las diferentes lenguas maternas allí representadas, se unifican en una sola: la galilea, probablemente, una variante de la lengua hebrea, es la que escuchan y entienden a la perfección, los distintos hablantes allí reunidos. Allí estaban congregados, por lo menos unas 16 o 17 naciones, regiones, con sus respectivas lenguas, pero entienden con claridad lo que hablan aquellos humildes galileos. Todos admirados exclaman:

Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? (verso 7) ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? (verso 8)

Lucas amplía este prodigio de la siguiente manera:

5 Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. 6 Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.

Después de estas señales de un acontecimiento extraordinario. el Espíritu Santo desciende en forma de lenguas de fuego que se posan sobre la cabeza de los 120 que están en el Aposento Alto, y el apóstol Pedro aprovecha la oportunidad de contestar las mofas de la multitud que los acusa de estar borrachos,

El primer sermón del apóstol Pedro

Pedro, el humilde pescador, a quien Jesús llamó para que se convirtiera en pescador de hombres, ya investido con el poder del Espíritu Santo, predica el primer sermón a la multitud allí reunida.

Hechos 2:22-24: Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis; 23 a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole; 24 al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.

De esta parte del discurso de Pedro, podemos extraer estas grandes enseñanzas:

1)     Jesús era varón aprobado por Dios, por maravillas prodigios y señales

2)     Los judíos mataron a ese Jesús por medio de inicuos

3)     Los líderes judíos pidieron que Jesús fuera crucificado

4)     A este Jesús, Dios lo levantó de los muertos: su resurrección

5)     Jesús demostró su poder ante la muerte, por cuanto ésta no lo pudo retener.

Como resultado de este poderoso sermón del apóstol Pedro, ya investido con el Espíritu Santo, ese mismo día y a la misma hora, se convirtieron y se bautizaron, unas 3,000 personas las cuales formaron la primera iglesia primitiva en Jerusalén. Pero esos convertidos no se quedaron sentados en sus habitaciones en Jerusalén, sino que fueron predicando a este Jesús crucificado y resucitado y el poder salvador de Dios, en donde quiera que iban. Y como fruto de esta misión de predicación, surgieron las varias iglesias del Asia Menor, a las que más tarde el apóstol Pablo organizó y fortaleció.

Con razón, Jesús les mandó que no salieran de Jerusalén hasta ser investido con el poder del Espíritu Santo; pero el resultado sería que ellos debían de ser testigos en Jerusalén, en Judea y en Samaria y hasta lo último de la Tierra. Y nosotros hemos sido alcanzados por esa predicación que se inició en Jerusalén, por unos humildes galileos, primeramente; pero además, por aquellos creyentes que fueron bautizados en agua y por el Espíritu Santo, en el Día de Pentecostés.