jueves, 25 de abril de 2024

 

NICODEMO Y JESÚS

Amadeo Albuquerque Lara

En el capítulo 3 del Evangelio de Juan se registra un diálogo muy interesante entre Nicodemo y Jesús, diálogo que el evangelista Juan aprovecha para destacar la más clara cristología. Empecemos por revisar el currículo de Nicodemo y el de Jesús.

Nicodemo: Maestro de la Ley, Principal entre los judíos, de la secta de los fariseos, los más estrictos guardadores de la Ley de Moisés, y miembro del poderoso Sanhedrín, la asamblea legislativa y judicial del antiguo Israel.

Jesús: “Rabí venido de Dios por Maestro” (según Nicodemo), Hijo de Dios, Redentor de la humanidad (Juan 3:15-16), obrador de milagros, y cumplidor de la Ley de Moisés (Mateo 5:17-37), no ha venido “para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él” (Juan 3:16-17).

Nicodemo comienza el diálogo con una especie de alabanza: “Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él” (Juan 3:2). Cabe destacar que los fariseos eran los más reacios enemigos de Jesús; pero parece que este fariseo era mesiánico, nada más que esperó la noche para acercarse a Jesús para sostener este diálogo.

El apóstol Juan aprovecha este diálogo para sacar a luz la misión del Mesías y para documentar su cristología. Jesús despierta la intriga del fariseo mencionándole el nuevo nacimiento. Nicodemo replica inmediatamente que cómo puede un adulto entrar en el vientre de su madre y volver a nacer, porque él está pensando en lo terrenal, no en lo espiritual. Jesús le contesta que lo que es nacido de la carne, carne es; pero lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. Cristo le dice a Nicodemo que para entrar en el Reino de los cielos es necesario bautizarse en agua y ser bautizado con el Espíritu Santo. Todo esto sorprende a Nicodemo, porque los fariseos sólo creen que con cumplir la Ley son hechos perfectos.

La cristología del apóstol Juan es que Jesús es el Hijo de Dios, que sólo los que creen en Cristo pueden ser salvos de la ira de Dios. Como fariseo, Nicodemo sabe lo que significa la ira de Dios, porque es una doctrina basada en el Antiguo Testamento, el cual contiene la Ley, los Profetas y los Salmos. Nicodemo, José de Arimatea y Saulo de Tarso son tres judíos de la secta de los fariseos, maestros de la Ley, versados en el conocimiento y costumbres de la religión judía; sin embargo, reconocieron en Jesús la misión redentora, y como el único mediador entre Dios y la humanidad.

“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” (1 Timoteo 2:5). “E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria” (1 Timoteo 3:16 RVR 1960). Destacado es mío.

 

 

 

 

viernes, 12 de abril de 2024

 

REV. CARLOS M. VILLAGRA MORALES, A LOS 38 AÑOS DE SU ORDENACIÓN

Reconocimiento especial de parte del Rev. Amadeo Albuquerque Lara

Un día como hoy 12 de abril de 1986 recibió la imposición de manos de parte de pastores de la Convención Bautista de Nicaragua en la ceremonia de Ordenación al santo ministerio pastoral, el pastor Carlos Manuel Villagra Morales. El ahora Reverendo Carlos Villagra es el Pastor de la Primera Iglesia Bautista de Rivas, y lo ha sido por 45 años, bajo la bendición de Dios. El 8 de mayo de 2022 el Rev. Villagra dirigió la celebración del primer centenario de organización de la iglesia bautista, PIB de Rivas. A esta ceremonia asistieron directivos de la Convención Bautista de Nicaragua y ex-pastores de esta amada iglesia, así como muchos hermanos de la iglesia local y de otras iglesias. Durante su bendecido pastorado, se han abierto campos misioneros y se han organizado iglesias, en el departamento de Rivas.

Sin embargo, el Rev. Villagra no sólo ha pastoreado la PIB de Rivas, sino que ha sido un educador, miembro fundador de la Universidad Politécnica de Rivas, orador principal en la celebración del primer centenario de la Obra Bautista en el Pacífico de Nicaragua, conferencista especial en ocasión de los 105 años de la Primera Iglesia Bautista de San Salvador, así como distinguido líder cristiano en la propia ciudad de Rivas.

He aquí una distinción en el centenario de la Obra Bautista en Nicaragua: Título del sermón: “Identidad en la historia de Nicaragua” RevCarlos Villagra

“El reverendo Carlos Villagra Morales, pastor de la primera iglesia bautista de Rivas, era el único que vestía de camisa con cuello clerical, sentado en el centro del pódium que presidía la multitudinaria asamblea; uno de los condecorados con la medalla Orden Arturo Parajón y en el programa llevaba la voz oficial del mensaje del centenario de la obra bautista, el domingo 26 de marzo de 2017, en un acto campal en el Colegio Bautista de Managua”(Tomado de noticia del Centenario).

“Primera Iglesia Bautista De San Salvador: Rev. Carlos Villagra, pastor de la Primera Iglesia Bautista de Rivas, Nicaragua, en ocasión del 105 Aniversario de la Primera Iglesia Bautista de San Salvador.  Viernes 16 de Noviembre de 2018”. Conferencia.

Estos logros que aquí señalo, son sólo algunos que apenas conozco. Sin embargo, será el Señor de la Mies quien reconocerá la magnífica obra pastoral y educativa que por largos años ha sabido cumplir el Rev. Carlos Villagra Morales. Que Dios lo siga bendiciendo y usando con la sabiduría que el Maestro de Galilea le ha concedido, junto con su esposa idónea, Adela Villarreal de Villagra.

miércoles, 10 de abril de 2024

 

PACTO DE SAL, ESTATUTO PERPETUO:

SERVIDORES DE DIOS PARA SIEMPRE

Amadeo Albuquerque Lara

La sal es un elemento muy importante y necesario en muchos aspectos de nuestra vida para mantener varias funciones en nuestro organismo. Si volvemos la mirada a la antigüedad, la sal ha servido como preservante de materia culinaria y como elemento indispensable para balancear la salud. Si la sal es deficiente en nuestro organismo sufriremos una descompensación en varias funciones de nuestro organismo: calambres musculares, fatiga, vómitos, basca, dolores de cabeza y migrañas; más la posibilidad de cambios en nuestra presión arterial, en el volumen de la sangre, y desregulación en la función cerebral.

Y si cometemos excesos en el consumo de la sal, corremos el riesgo de sufrir de presión alta, lo cual puede conducir a enfermedades cardiovasculares, tales como ataques cardíacos o derrames, la retención de fluidos, inflamación de los tobillos, y hasta el riesgo de sufrir de cáncer de estómago, según algunos estudios médicos.

La sal ha tenido gran importancia en las civilizaciones antiguas; además de sazonar los alimentos, también la sal se utilizó como salario. “[…] es en esta Edad Antigua cuando se empiezan a retribuir determinados trabajos artísticos. De hecho, la palabra salario tiene su origen en la época romana y se deriva de “salarium”. Este era el nombre que se daba a los paquetes de sal con los que se pagaba a los funcionarios que trabajaban cuidando de la calzada romana “Vía Salaria”, utilizada para transportar la sal hasta el río Tíber. Y es que, en aquella época, la sal jugaba un papel muy importante en la alimentación ya que la salazón era el método de conservar carnes y pescados” (Crédito: el blog se simple finance).

A continuación, este artículo se va a enfocar en la práctica del “Pacto de sal”, en el aspecto cultural y en el significado bíblico.

El “pacto de sal” en algunas culturas

Según una tradición, el pacto de sal se utilizaba para sellar acuerdos, amistades y contratos. Cada parte llevaba un saco de sal y los mezclaban en el suelo. Esto también significaba que, una vez que estuviera mezclada la sal, nunca podría separarse, convirtiéndose en un pacto para toda la vida. Otra tradición se refiere al “pacto de sal matrimonial”. Cada uno de los novios llevaba un vasito con sal para que a la hora de la ceremonia, ambos novios mezclaran la sal de los dos vasitos para significar que una vez mezclada la sal, no se podía separar. Por tanto, una vez efectuada la ceremonia del matrimonio, la unión era perpetua e indisoluble. La unión era para toda la vida, sin posibilidades de divorcio.

La sal en el parto en la cultura hebrea, según una referencia del profeta Ezequiel.

Por medio de una analogía del profeta Ezequiel, entre la ciudad de Jerusalén y el nacimiento de un bebé hebreo, sale de manifiesto las costumbres hebreas en cuanto a limpieza de un bebé con agua con sal. El profeta Ezequiel le reprocha las abominaciones a la ciudad de Jerusalén, su origen pagano y despreciable; porque sus padres eran los enemigos a los cuales Dios mandó a destruir: ´Tu origen, tu nacimiento, es de la tierra de Canaán; tu padre fue amorreo, y tu madre hetea” (Ezeq 16:3b). Aunque el profeta Ezequiel revela la abominación y pecado de Jerusalén, de manera evidente manifiesta la costumbre de los hebreos en relación con el parto, los procedimientos básicos de asistencia y limpieza de lavado del recién nacido, con agua y sal “Y en cuanto a tu nacimiento, el día que naciste no fue cortado tu ombligo, ni fuiste lavada con aguas para limpiarte, ni salada con sal, ni fuiste envuelta con fajas” (Ezeq 16:4). El profeta describe los procedimientos y costumbres en el nacimiento de un bebé hebreo, los cuales Jerusalén no tuvo por causa de sus abominaciones. Sin embargo, gracias al profeta nos informamos de la ceremonia de la sal para el lavado del bebé, en el momento del parto en la cultura hebrea. Destacado es mío.

El Pacto de sal en el Antiguo Testamento y su referencia en Mateo 5:13

La sal tiene dos propiedades en el Antiguo Testamento: una como pacto de sal, perpetuo e inquebrantable, en la consagración sacerdotal de Aarón y los Levitas; y como bendición del agua y la tierra, como en el pasaje del profeta Eliseo (2 Reyes 2:19-22); y otro como maldición por abandonar el pacto de sal con Dios, por lo cual la tierra salina se convertía en maldición (Jueces 9:45); o la conversión en estatua de sal en el caso de la mujer de Lot, por volver hacia el pasado: “Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos; 25 y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra. 26 Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal” (Gén 19:24-26).

La salinización de la tierra de estas ciudades era por sus abominaciones, el viento sopló tan fuertemente la tierra salina sobre la mujer de Lot, de manera que quedó convertida en estatua de sal. La sal cumplió su papel de maldición por el pecado de la mujer.

El Pacto de sal en las ofrendas ofrecidas a Dios, según Números y Levítico

Las ofrendas ofrecidas a Dios para ser aceptables tenían que ir sazonadas con sal: “Todas las ofrendas elevadas de las cosas santas, que los hijos de Israel ofrecieren a Jehová, las he dado para ti, y para tus hijos y para tus hijas contigo, por estatuto perpetuo; pacto de sal perpetuo es delante de Jehová para ti y para tu descendencia contigo” (Números 18:19). Destacado es mío.

Las ofrendas sazonadas con sal representaban la “sal del pacto” con su Dios.: ”Toda ofrenda que presentes la sazonarás con sal. No permitas jamás que en tu ofrenda falte la sal del pacto de tu Dios. Toda ofrenda tuya la ofrecerás con sal. 5 ¿No sabéis vosotros que Jehová Dios de Israel dio el reino a David sobre Israel para siempre, a él y a sus hijos, bajo pacto de sal?” (Levítico 2:13). Destacado es mío.

El “Pacto de sal” para el oficio sacerdotal, era un pacto perpetuo e inquebrantable con Dios. Pero además, la sal en el Antiguo Testamento se utilizaba como bendición del agua y de la tierra: “Y los hombres de la ciudad dijeron a Eliseo: He aquí, el lugar en donde está colocada esta ciudad es bueno, como mi señor ve; mas las aguas son malas, y la tierra es estéril Entonces él dijo: Traedme una vasija nueva, y poned en ella sal. Y se la trajeron. 21 Y saliendo él a los manantiales de las aguas, echó dentro la sal, y dijo: Así ha dicho Jehová: Yo sané estas aguas, y no habrá más en ellas muerte ni enfermedad. 22 Y fueron sanas las aguas hasta hoy, conforme a la palabra que habló Eliseo” (2do Reyes 2:19-22). Destacado es mío.

También la sal en el Antiguo Testamento se utilizaba como maldición de la tierra, dependiendo del comportamiento espiritual de quienes la poseían:

“Moisés advierte a los israelitas que si rompen el pacto de Dios, toda su tierra sería calcinada con azufre y sal, nada se sembraría ni germinaría (Deut 29:23). Cuando Abimelec, el hijo de Gedeón, trata de erigirse en rey de Israel, los hombres de Siquem se rebelan contra él, y él responde arrasando la ciudad y sembrándola con sal” (Jue 9:45). “El salmista describe a Dios convirtiendo «la tierra fértil en salinas, por la maldad de los que moran en ella” (Sal 107:34) (Crédito: TGC Biblia y Teología).

El pacto de sal en la consagración sacerdotal

La consagración al sacerdocio al servicio de Yavé era un estatuto perpetuo, para siempre. Quienes habían de servir a Dios lo hacían bajo un pacto de sal, porque ellos llevarían el pecado del santuario y vivirían de las ofrendas del santuario. Aarón, sus hijos, y los levitas no recibirían ninguna tierra ni ninguna otra heredad, porque vivirían de las ofrendas y de los diezmos del pueblo de Israel. Esta fue la ceremonia de consagración de Aarón y sus hijos:

“Luego tomó Moisés del aceite de la unción, y de la sangre que estaba sobre el altar, y roció sobre Aarón, y sobre sus vestiduras, sobre sus hijos, y sobre las vestiduras de sus hijos con él; y santificó á Aarón, y sus vestiduras, y á sus hijos, y las vestiduras de sus hijos con él. 31 Y dijo Moisés á Aarón y á sus hijos: Comed la carne á la puerta del tabernáculo del testimonio; y comedla allí con el pan que está en el canastillo de las consagraciones, según yo he mandado, diciendo: Aarón y sus hijos la comerán. 32 Y lo que sobrare de la carne y del pan, habéis de quemarlo al fuego. 33 De la puerta del tabernáculo del testimonio no saldréis en siete días, hasta el día que se cumplieren los días de vuestras consagraciones: porque por siete días seréis consagrados (Levítico 8:30-33).

Sostenimiento de sacerdotes y levitas.

En la Biblia, el Libro de Números contiene la primera mención de este pacto de sal, referido a las ofrendas elevadas, y al comer las ofrendas asumían el compromiso de un pacto de sal perpetuo. Aarón, sus hijos y los levitas estaban sometidos a este pacto de sal.

“Jehová dijo a Aarón: Tú y tus hijos, y la casa de tu padre contigo, llevaréis el pecado del santuario; 19Todas las ofrendas santas que los hijos de Israel me presenten como ofrendas elevadas serán para ti, y para tus hijos e hijas, como estatuto perpetuo. Es un pacto de sal perpetuo para ti y para tu descendencia delante de mí” (Números 18:18-19). Destacado es mío.

”Toda ofrenda que presentes la sazonarás con sal. No permitas jamás que en tu ofrenda falte la sal del pacto de tu Dios. Toda ofrenda tuya la ofrecerás con sal (Levítico 32:13). Destacado es mío.

Consagración de los levitas al servicio del tabernáculo

“Y Jehová habló a Moisés, diciendo: 6 Haz que se acerque la tribu de Leví, y hazla estar delante del sacerdote Aarón, para que le sirvan, 7 y desempeñen el encargo de él, y el encargo de toda la congregación delante del tabernáculo de reunión para servir en el ministerio del tabernáculo; 8 y guarden todos los utensilios del tabernáculo de reunión, y todo lo encargado a ellos por los hijos de Israel, y ministren en el servicio del tabernáculo. 9 Y darás los levitas a Aarón y a sus hijos; le son enteramente dados de entre los hijos de Israel. 10 Y constituirás a Aarón y a sus hijos para que ejerzan su sacerdocio; y el extraño que se acercare, morirá” (Números 3:5-10).

Al estar los levitas al servicio de Aarón y al desempeñar el cargo de él, de hecho estaban bajo el mismo pacto de sal de Aarón y de sus hijos.

El reinado de David y de sus hijos fue juramentado bajo pacto de sal

Por razón del pacto de sal con el reinado de David, el Mesías tenía que descender del linaje de David, por estatuto perpetuo, de un reinado establecido para siempre bajo pacto de sal. Pero además, David es de la tribu de Judá. Por tanto, el sacerdocio del Mesías tenía que venir de la tribu de Judá de la cual Moisés no instituyó sacerdotes. Asimismo, el sacerdocio del Mesías por su carácter eterno viene según el orden de Melquisedec; porque Cristo es Rey y Sumo Sacerdote como Melquisedec: “Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz; 3 sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre”. (Salmo 110:4, Hebreos 7:11-14, Marcos 12:36-37). Por tanto, el sacerdocio de Cristo no podría ser del linaje de Aarón, ni de los levitas. A pesar de que el sacerdocio de Aarón y sus hijos fue bajo pacto de sal, bajo estatuto perpetuo, el sacerdocio de Cristo es según el orden de Melquisedec, porque Cristo es sumo sacerdote y Rey eternamente, del linaje de David, establecido bajo pacto de sal, porque Aarón y los levitas no fueron reyes: “¿No sabéis vosotros que Jehová Dios de Israel dio el reino a David sobre Israel para siempre, a él y a sus hijos, bajo pacto de sal?” (2 Crónicas 13:5). Destacado es mío.

La sal en el Nuevo Testamento

La sal en el Nuevo Testamento tiene las mismas propiedades que tenía en el Antiguo Testamento. En el Antiguo Testamento la sal se utilizaba como elemento para bendecir el agua y la tierra, o como maldición para destruir las ciudades enemigas. En el Nuevo Testamento tiene dos posibilidades: la sal puede servir como preservación de la corrupción mundanal; o perder su sabor, o desvanecerse. En este caso, la sal no sirve para nada, sino para ser echada fuera, a la calle o a los caminos. En el Sermón del Monte, Jesús les dice a sus discípulos que ellos son la sal de la tierra; es decir, para bendición. Pero si la sal pierde su sabor, servirá de maldición, porque sólo serviría para echarla a la calle o a los caminos de los templos paganos (Mateo 5:13).

La consagración de los apóstoles, como ministros de la nueva alianza, como “la sal de la tierra”

Jesús, al subir al monte, no solamente se refiere a sus doce apóstoles, sino que se dirige a la multitud, y a todos sus discípulos: “Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. 2 Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo […] “Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres” (Mateo 5:13). Destacado es mio.

Jesús aquí usa la sal, refiriéndose al pacto de sal que en el Antiguo Testamento era para estatuto perpetuo. El pasar a ser ciudadanos del Reino de Dios, nos constituimos bajo un pacto de sal, en estatuto perpetuo. El pertecer a Cristo es para siempre, estatuto perpetuo. Sin duda, en la mente de Cristo estaba el mandato de Dios a Moisés y al sacerdote Aarón, que la sal no debía faltar en las ofrendas; pero además, advierte que la sal puede perder su sabor. Antiguamente, la sal la guardaban en recipientes de piedra en cantidades de 20 o 30 libras, en el suelo de la cocina; pero cuando lavaban el piso, el agua afectaba la calidad de la sal, en el fondo del recipiente de piedra. Entonces, lo que quedaba en el fondo lo tiraban a la calle. También, la sal que se arrojaba afuera porque perdía su sabor la echaban sobre los caminos que conducían a los templos paganos. Por eso dice el Señor Jesús que cuando la sal pierde su propiedad, no sirve más para nada sino para ser echada fuera para ser hollada por los hombres.

Los seguidores de Jesús son la sal de la tierra para preservar de la corrupción y del pecado. Pero seguidores, discípulos y apóstoles deben mantener en mente que la propiedad de la sal se puede perder; pero sus seguidores son la sal de la tierra, y como tal, deben mantener la propiedad de la sal. Jesús se está dirigiendo a los nuevos ciudadanos del Reino de los cielos, y sus discípulos deben guardar las enseñanzas del Sermón de la montaña y de aquí en delante de todas sus enseñanzas de su ministerio terrenal.

Al decirles esto, Jesús separa a sus sacerdotes para sí mismo, los consagra como ministros de todo lo que va a revelar en el Sermón de la Montaña, o Sermón del Monte: la nueva espiritualidad y la nueva ley moral del Reino de Dios debía estar sazonada con sal, así como las ofrendas lo estaban en el Antiguo Testamento.

Pero además de ser la sal de la tierra, sus discípulos son también “linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios” (1 Pedro 2:9). De igual manera que Aarón y sus hijos, así como los levitas, fueron escogido por Dios como un linaje eterno, bajo pacto de sal. Por tanto, seguir a Cristo no es temporal. Seguir a Cristo exige entrega total, cambio de vida, nacer de nuevo como una criatura resucitada con Cristo y llena del Espíritu Santo. El pacto de sal en el Antiguo Testamento, así como en el Nuevo Testamento, el nuevo pacto, está sellado con sal (Mateo 5:13). Esto significa que no hay vuelta atrás; porque “Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios” (Lucas 9:62).  La mujer de Lot miró hacia atrás, con codicia y pesar, pero se convirtió en estatua de sal. Lot y sus hijas estaban protegidos por el pacto de sal por pertenecer al linaje de Abrahán. El rechazo del pacto significa muerte. En ese momento, la mujer de Lot estaba parada sobre tierra salada de maldición y su resultado fue la muerte (Jueces 9:45).

CONCLUSIÓN

Este estudio ha destacado el papel de la sal tanto en el Antiguo, como en el Nuevo Testamento. En el Antiguo Testamento, el sacerdote Aarón, los levitas, así como el reino de David, estaban todos bajo un pacto de sal, estatuto perpetuo. La sal, además de servir como preservante de alimentos, también es el elemento de bendición para los servidores de Dios; o para maldición para quienes violan el pacto con Dios. Para estos, la sal pierde su sabor y sólo sirve para ser pisoteada en las calles y en los caminos paganos.

Jesús en el Nuevo Testamento vuelve al concepto de pacto de sal al referirse a sus seguidores como “la sal de la tierra” (Mateo 5:13); es decir, sus discípulos y seguidores deben distinguirse de los demás que no son sal. Sus discípulos son nación santa, pueblo adquirido por Dios (1 Pedro 2:9). Tal como los sacerdotes y los levitas pertenecían a un linaje eterno, de la misma manera, los nuevos ciudadanos del Reino de Dios pertenecen a un linaje eterno. Si logramos entender lo que significa todo esto que aquí se ha expuesto, nuestra consagración debe tener esa distinción de ser sal de la Tierra, del Planeta Tierra. Eso significa ir por todo el mundo, nuestro mundo, y hacer discípulos que a su vez sean sal de la tierra.

viernes, 8 de marzo de 2024

 

LA REVELACIÓN DEL ESPÍRITU SANTO EN EL ANTIGUO Y EN EL NUEVO TESTAMENTO

Amadeo Albuquerque Lara

Introducción:

En este estudio me propongo investigar las diferentes maneras y medios de cómo se revela el Espíritu Santo tanto en el Antiguo, como en el Nuevo Testamento. El Espíritu Santo se revela desde la obra de la Creación, pasando por varios eventos en el Antiguo Testamento, hasta el evento más poderoso del anuncio del nacimiento de Jesucristo como el Mesías, en ambos Testamentos. En ambos Testamentos el Espíritu Santo se revela como la tercera persona de la Trinidad (Mateo 28:19-20). El Espíritu Santo es el Consolador que convence al mundo y mantiene la obra de justificación y santificación de Jesucristo, el Hijo de Dios. “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio” (Juan 16:8).   

“Las Escrituras contienen aproximadamente 245 descripciones explícitas de las acciones del espíritu Santo, 80 en el Antiguo Testamento y 165 en el Nuevo Testamento”; “la acción dominante atribuida al Espíritu Santo en ambos testamentos es aquella del dar revelación (37 veces en el Antiguo Testamento y 67 veces en el Nuevo Testamento). Dios el Espíritu habla por medio de los profetas y apóstoles y finalmente inspira las Sagradas Escrituras” (2 Tim 3:16, 2 Ped 1:21) (Blog Spanish for the Church).

Por tanto, resultaría una obra gigantesca proponerse a profundizar en cada acontecimiento en los cuales toma parte el Espíritu de Dios o Espíritu Santo, tal como se manifiesta a lo largo de los libros de las Sagradas Escrituras.

Pero, ¿cuáles son los nombres y títulos que la Biblia usa para el Espíritu Santo? El Espíritu Santo es mencionado por muchos nombres en la Biblia, casi siempre refiriéndose a un rol o función específicos. La siguiente es una lista de nombres bíblicos del Espíritu Santo y donde se encuentran en la Biblia (de Torrey’s New Topical Textbook):

1. Espíritu de gloria (1 Pedro 4:14), 2. El Señor (1 Tesalonicenses 3:5), 3. Dios (Hechos 5:3-4), 4. El Espíritu de revelación (Efesios 1:17), 5. El Espíritu del Hijo (Gálatas 4:6), 6. El Espíritu de Dios (Génesis 1:2,1 Corintios 2:11; Job 33:4), 7. El Espíritu Eterno (Hebreos 9:14), 8. El Espíritu del Señor (Isaías 11:2; Hechos 5:9), 9. El Espíritu de Sabiduría (Isaías 11:2; Efesios 1:17), 10. El Espíritu de Consejo (Isaías 11:2), 11. El Espíritu de Poder (Isaías 11:2), 12. El Espíritu de Entendimiento (Isaías 11:2), 13. El Espíritu de Conocimiento (Isaías 11:2), 14. El Espíritu de Temor del Señor (Isaías 11:2), 15. El Espíritu de Juicio (Isaías 4:4; 28:6), 16. El Espíritu Abrasador (Isaías 4:4), 17. El Espíritu del Señor (Isaías 61:1), 18. El Hálito del Todopoderoso (Job 33:4), 19. El Consolador (Juan 14:16, 26; 15:26), 20. El Espíritu de la Verdad (Juan 14:17; 15:26), 21. El Poder del Altísimo (Lucas 1:35), 22. El Espíritu del Padre (Mateo 10:20), 23. El Espíritu (Mateo 4:1; Juan 3:6; 1 Timoteo 4:1), 24. El Buen Espíritu (Nehemías 9:20; Salmos 143:10), 25. El Espíritu Santo (Salmos 51:11; Lucas 11:13; Efesios 1:13; 4:30), 26. El Espíritu Libre (Salmos 51:12), 27. El Espíritu de Profecía (Apocalipsis 19:10), 28. Los Siete Espíritus de Dios (Apocalipsis 1:4), 29. El Espíritu de Santidad (Romanos 1:4), 30. El Espíritu de Adopción (Romanos 8:15), 31. El Espíritu de Vida (Romanos 8:2; Apocalipsis 11:11), 32. El Espíritu de Cristo (Romanos 8:9; 1 Pedro 1:11), 33. El Espíritu de Gracia (Zacarías 12:10; Hebreos 10:29). Además de estos nombres, muchas referencias son hechas para el Espíritu Santo y algunos eruditos cuentan hasta 126 diferentes términos (Compelling Truth).

Primera manifestación de Dios en el Antiguo Testamento

La primera manifestación del Espíritu de Dios se da en el libro de Génesis capítulo 1 verso 2: “Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”. El caos que se manifiesta en Génesis 1, el Espíritu de Dios se encarga de ordenarlo (Gén 1:1-2). Destacado es mío.

De este acto de creación, debido a la violación del pacto entre la primera pareja y Dios, en el huerto de Edén, aparece el pecado y la muerte; pero desde ese comienzo, Dios pronuncia una promesa que no sólo es para la pareja, sino para todo el género humano que esté lleno del Espíritu Santo: el anuncio es el de un Salvador (la segunda persona de la Trinidad), nacido de la mujer: Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar” (Gén 3:15). Esta enemistad, será la lucha entre el pecado y la salvación del género humano; pero Cristo herirá al maligno en la cabeza, y el maligno (el diablo) herirá al género humano (representado por la mujer) en el calcañar. Debemos reconocer que Génesis 3:15 es un pasaje alegórico y prefigurativo del poder redentor de Jesucristo, quien ha sido revestido con el Espíritu del Señor (Lucas 4:18). Desde estos comienzos observamos la manifestación o revelación de las tres personas de la Trinidad: Dios el Padre, el Espíritu de Dios que ordena el caos, y la promesa de un Salvador, Jesucristo.

La provisión de profetas, líderes o representantes de Dios llenos del Espíritu Santo

Dios se propone el estar siempre presente en su Creación y en la historia, proveyendo líderes que lo representen, pero que estén llenos de su Espíritu, para guiar a su pueblo, para que lo mantengan como su único Dios; porque él sabía que somos dados a la idolatría. Somos dados a ver para creer, al igual que el apóstol Tomás. Por eso, se dio una lucha permanente entre los representantes de Dios y su pueblo, siempre rebelde. Sin embargo, la presencia de su Espíritu a lo largo de las Escrituras, se ha manifestado como Espíritu de Dios, Espíritu del Señor o Espíritu Santo, el cual da poder, transforma, ilumina y pone su Palabra en boca de profetas, apóstoles y proclamadores de su gracia, de la salvación, y de la santificación.

Los principales representantes de Dios en la historia que encuentran gracia en el Antiguo Testamento son: Abel, los patriarcas Enoc, Noé, Sem, Heber, Abram, Isaac y Jacob o Israel. Todos ellos hallaron gracia delante de su Dios y contaron con la aprobación de su Santo Espíritu. Abel ofreció ofrenda agradable, aceptable; Enoc fue tan santo, que no experimentó la muerte, sino que fue arrebatado por Dios; Noé fue el continuador de la especie humana; Sem le dio el nombre al pueblo semita de Dios; Heber, descendiente de Sem, le dio el nombre al pueblo hebreo, de Dios; Abram recibió la promesa de ser el padre de la fe, y su nombre lo cambió Dios por Abrahán, como padre de la circuncisión y de la incircuncisión: padre de judíos y gentiles. Isaac fue el padre de Jacob o Israel, el cual le dio el nombre a la nación de Israel.

Moisés y Josué guían al pueblo de Dios a la Tierra Prometida, llenos del Espíritu de Dios

Con el nombre de Israel, el pueblo de Dios conquista la tierra prometida, después de pasar 430 años como esclavo en Egipto; pero Dios lo libera dando su Espíritu a Moisés. Como una gran nación, tiene como profeta a Moisés, quien tenía el Espíritu de Dios: “Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo. 17 Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos” (Núm 11:16-17).  Destacado es mío.

También, por el Espíritu de Dios, Moisés guió a Israel por el desierto, hasta el nombramiento de su sucesor, Josué: “Y Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había puesto sus manos sobre él; y los hijos de Israel le escucharon e hicieron tal como el SEÑOR había mandado a Moisés” (Deut 34:9). Los términos “el espíritu que está en ti”, (en Moisés) y “espíritu de sabiduría” (en Josué), son equivalentes a estar llenos del Espíritu de Dios. Destacado es mío.

El Espíritu de Dios estaba en Josué (Dt 34:9), en los jueces como Gedeón (Jue 6:34) y Sansón (Jue 13:25), y profetas como Elías (1 Rey 18:12), Isaías (7:14), Miqueas (5:2). Sin embargo, Joel fue el profeta que recibió la visión del derramamiento del Espíritu Santo (Joel 2:28-30), cuyo cumplimiento tuvo lugar el día de Pentecostés (Hechos 2:4). Asimismo, el Espíritu de Dios vino excepcionalmente sobre los reyes de Israel, Saúl y David (1 Sam 16: 13-14). Y así, podríamos seguir nombrando ejemplos de los líderes o representantes de Dios que obraron proezas, guiados por el Espíritu de Dios, o Espíritu Santo, quien se revela, inspira a los escritores en ambos Testamentos, regenera y santifica a los creyentes, y da el empoderamiento para su servicio a los siervos de Dios, con los dones del Espíritu: sabiduría, ciencia, fe, dones de sanidades, el hacer milagros, profecía, discernimiento de espíritus, géneros de lenguas, e interpretación de lenguas (1ª Corintios 12:8-10).

La manifestación del Espíritu Santo en el Nuevo Testamento

“Sin embargo, en el Nuevo Testamento la segunda más frecuente acción del Espíritu Santo aparte de la revelación es la santificación de los creyentes, apareciendo a lo menos 24 veces. Esta obra del Espíritu es característica de lo que es llamado el “llenar espiritualmente“ (Hech 6:3, 11:24, Efes 5:18) y describe la obra del Espíritu progresivamente produciendo frutos santos en la vida del creyente (Rom 15:16, Gál 5:22). En el Nuevo Testamento el Espíritu Santo también habita (17 veces), regenera (13 veces), asegura (5 veces), juzga (2 veces), e ilumina (2 veces)”.

“Finalmente, Romanos 12 y 1 Corintios 12-14 hablan de los que sean dados a los creyentes; aunque está ausente en Romanos 12, 1 Corintios 12 explica que estos dones son dados “por el Espíritu” (v.8), o “por el único Espíritu” (v. 9), y el capítulo 14 los llama “dones espirituales“ (v 12). Ya que estos pasajes explícitamente adscriben el dar de estos dones al Espíritu Santo, otros pasajes que hablen de tales dones pueden con seguridad ser atribuidos a la obra del Espíritu Santo (1 Tim 4:14, 2 Tim 1:6). Éstos dones son habilidades sobrenaturales “dadas para el servicio en el ministerio y el alcance de la iglesia local”. (“Dios de Orden: La Obra del Espíritu Santo Hoy” Blog/ Spanish for the Church).

Además de lo anterior, el Espíritu Santo en el Nuevo Testamento se manifestó en María al anunciarle el nacimiento del Mesías; y en Simeón, hombre, justo y piadoso, en quien el Espíritu Santo estaba sobre él y fue dirigido por el mismo Espíritu (Luc 2:25-27) y se manifestó en el nacimiento y ministerio de Juan el Bautista, cuando vio al Espíritu Santo descender sobre el Mesías, como paloma (Luc 1:57-80; Mateo 3:13, 16–17).

Posteriormente, el magno acontecimiento del Espíritu Santo fue el día de Pentecostés, con la manifestación en el Aposento Alto cuando los 120 fueron investidos con el Espíritu Santo (Hech 2:4), más el poder de la palabra dado al apóstol Pedro, al tener como resultado la conversión de más de tres mil personas (Hech 2:14-42), las cuales formaron la primera iglesia de Jesucristo en Jerusalén. Y no sólo en Jerusalén, sino que por donde iban los que habían creído predicaban el evangelio de Jesucristo, cuyos creyentes formaron las primeras iglesias en sus respectivos territorios (Hech 8:4-8).

La fundación de iglesias se dio en los diversos territorios de donde eran originarios los que estuvieron presentes en el día de Pentecostés; pero fue un hombre lleno del Espíritu Santo, Pablo de Tarso, quien junto a sus colaboradores fundaron iglesias por todo el Asia Menor, Grecia y los territorios vecinos. En consecuencia, se necesitó la presencia y el revestimiento del Espíritu Santo  en los líderes y creyentes primitivos, para emprender una obra tan gigantesca tal como lo anunció el Señor Jesús de ir por todo el mundo y hacer discípulos (Mateo 28:19-20).

Finalmente, la obra del Espíritu Santo en hombres y mujeres creyentes verdaderos en el Evangelio de Jesucristo, nos ha alcanzado hasta nosotros los que estábamos lejos, sin Dios y sin esperanza; pero nos ha dado como requisito creer, ser bautizados en agua y con el Espíritu Santo para poder continuar la obra de redención y santificación de nuestra familia; así como de nuestros semejantes.

CONCLUSIÓN

Cuando Moisés recibió el mandato de Dios para liberar al pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto, Moisés respondió que en qué nombre iba a hablar al pueblo; Dios le respondió que “Yo soy” lo enviaba. Era el nombre que el pueblo de Israel conocía, el nombre de Dios en hebreo: YH  WH, Yavé, o Elohim.

En este estudio he documentado que el Espíritu de Dios se ha manifestado desde la creación, en la historia, ha capacitado a patriarcas, profetas, jueces, reyes, apóstoles, a diáconos como Felipe y Esteban, y a otros líderes; a todos los ha investido con el poder del Espíritu Santo, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Se ha documentado que en el Nuevo Testamento el Espíritu Santo se manifestó en el Señor Jesús: El Señor Jesús cuando iniciaba su ministerio terrenal visitaba las costas de los mares, las barcas, los montes y las sinagogas judías; y en una ocasión le dieron a leer el libro del profeta Isaías, y Jesús exclamó: “el Espíritu del Señor está sobre mí…” (Lucas 4:18); también el Espíritu Santo estaba en Juan el Bautista, en los apóstoles y en sus seguidores, con el resultado de la proclamación del Evangelio de Jesucristo, la fundación de iglesias, la regeneración, y santificación de los creyentes, y el cumplimiento del mandato dado por el mismo Jesucristo de ir por todo el mundo y hacer discípulos (Mateo 28:19-20).

 


 

KARL LACHMANN, EL FILÓLOGO QUE ANULÓ EL NUEVO TESTAMENTO

EL NUEVO TESTAMENTO GRIEGO RECONOCIDO COMO “EL TEXTO RECIBIDO”

Amadeo Albuquerque Lara

Karl Lachmann (1793 - 1851) Filólogo y Profesor universitario, fue un filólogo de textos clásicos a los cuales aplicaba la crítica textual; pero por sí y ante sí decidió aplicar las mismas técnicas a los textos del Nuevo Testamento griego reconocido y autorizado como el “Textus Receptus”, o Texto Recibido, publicado en 1516 por Desiderius Erasmus de Rotterdam (1466 - 1536) humanista neerlandés de expresión latina. Clérigo regular de san Agustín (1488) y sacerdote (1492), Profesor de Teología y griego, en Cambridge (Biografías y Vidas.com).

Karl Konrad Friedrich Wilhelm Lachmann (Brunswick, (1793 - 1851) Filólogo alemán es considerado el fundador de la crítica textual moderna. Pero Lachmann era filólogo clásico; no era teólogo ni biblista, ni contó con el revestimiento del Espíritu Santo para emprender una obra de anular la existencia y autoridad del Nuevo Testamento griego, el cual contó con la aprobación del Papa León X, por parte de la Iglesia católica; y con la aprobación y uso de los cristianos, y como base confiable para la traducción de las Sagradas Escrituras, antes de la obra de Karl Lachmann, en 1831.  La decisión personal de Karl Lachmann de anular y desechar el Nuevo Testamento griego publicado por Desiderio Erasmo de Róterdam se basó en principios filológicos y de crítica textual, sin tomar en cuenta el valor y aprobación del Texto Recibido de parte de teólogos, estudiosos del Nuevo Testamento, traductores a otros idiomas, por más de trescientos años. Sin embargo, las Sociedades Bíblicas actuales y otras editoriales encargadas de las traducciones modernas de la Biblia han aceptado esta anulación y la autoridad del Texto Recibido y han concedido mayor credibilidad a la crítica textual de Karl Lachmann.

El Nuevo Testamento griego de Erasmo es conocido como el Texto Recibido, el cual sirvió de base para la traducción al español de la Biblia por Casiodoro de Reina en 1569, y la traducción de la Biblia al alemán por el reformador Martín Lutero en 1534; y al inglés por William Tyndale, en 1526. Además, el Nuevo Testamento griego publicado por Desiderius Erasmus de Rotterdam ha servido de base para las subsiguientes traducciones a otros idiomas desde su publicación en 1516, hasta 1831 cuando Karl Lachmann decidió anular de un solo plumazo la autoridad y autenticidad del Texto Recibido, o Nuevo Testamento griego de Erasmus de Rotterdam.

No obstante, nuestros principales Seminarios Teológicos, Escuelas de Divinidades, Sociedades Bíblicas y Casas de Publicaciones, así como pastores y líderes de iglesias le han dado más crédito al argumento de que las ediciones modernas están basadas en manuscritos más antiguos, unos 6,000 manuscritos sin respaldo de su origen.

“Texto Crítico: Nueva Versión Internacional (NVI), Dios Habla Hoy, la católica Biblia de Jerusalén, La Nueva Biblia de las Américas, la Biblia en Lenguaje Actual, la Nueva Traducción Viviente y la Reina-Valera Actualizada/Reina-Valera Textual. Las que se basan en el Textus Criticus se basan en 6000 copias antiguas del Nuevo Testamento griego, sean porciones o copias completas” (Crédito: ¿POR QUÉ DIFIEREN LAS VERSIONES BÍBLICAS? September 17, 2019 By bibliasholman).

Lachmann seleccionó los diferentes textos que, según su criterio personal se acercan más al original griego koiné. En consecuencia, los editores y distribuidores de las biblias modernas aseguran que mejoran y actualizan el lenguaje bíblico; pero no se han preocupado por defender la autoridad de la Revelación Divina de las Sagradas Escrituras que por siglos fueron conservadas como producto de la inspiración divina, y han dado crédito a la decisión de una sola persona, la del filólogo clásico y fundador de la Crítica Textual, Karl Lachmann. Que Dios perdone tanto atropello a la autoridad y credibilidad de la Palabra inspirada de Dios.

BIBLIOGRAFÍA

Bibliasholmann

Biografías y Vidas.com

Dialnetunirioja.com

La web de las Biografías

Salón Hogar.net (proyectossalonhogar.com)

Universidad de Navarra (La transmisión de los textos como criterio para su interpretación)

viernes, 1 de marzo de 2024

 

EL ARCÁNGEL MIGUEL CONTENDIENDO POR EL CUERPO DE MOISÉS

“[…] me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis

ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos” (RVR 1960)

Amadeo Albuquerque Lara

“Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda” (Judas 9): La Asunción de Moisés o El Testamento de Moisés, siglo I d. C.

“Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día” (Judas 6): Libro I Enoc (Libro los Vigilantes (X:4-6)

El autor de la epístola: Judas, hermano de Jacobo (Mateo 13:55, Marcos 6:3). Judas es el hermano del Señor Jesús, según los versos citados, y según la generalizada tradición cristiana. Según Lucas 6:16. en donde narra la escogencia de los doce apóstoles, el Judas citado aquí es uno de los doce y es hijo de Santiago; por tanto, no hay que confundir al apóstol Judas con Judas autor de la epístola de su nombre. En consecuencia, Judas autor de la epístola no es uno de los doce apóstoles; pues se afirma que es Judas, hermano del Señor Jesús. “En la epístola no se indica qué oficio del sacerdocio poseía Judas, pero sí sugiere que tenía una posición de autoridad que lo facultaba a escribir cartas de consejo” (Introducción a la Epístola Universal de San Judas Apóstol). Aunque en el estudio hemos documentado que Judas de la epístola no era apóstol. “[…exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos”] (Judas 3b).

I] Comparación de la epístola de Judas con otras epístolas universales: la de Santiago y la de 2 Pedro. Se nota el paralelismo doctrinal de estas tres epístolas.

A)   La salutación de Judas es similar a la de Santiago (Santiago 1:1)

B)    Judas cita directamente 2 Pedro 3:3: los burladores de los postreros días y la negación de la segunda venida de Cristo.

C)   La apostasía doctrinal y moral discutida por Judas (4-18) es un paralelo cercano de 2 Pedro (2:1-3:4): los falsos maestros y la introducción de herejías que niegan el señorío de Jesucristo y la autoridad de Dios.

D)   2 Pedro advierte de la venida de los falsos maestros (2 Pedro 2:1, 2; 3:3); mientras que Judas aconseja contender en contra de la presencia de los falsos maestros entre los creyentes (Judas 4, 11, 12, 17, 18)

II] Los falsos maestros y las consecuencias de sus doctrinas perversas

Judas advierte de no creer en los falsos maestros y señala las consecuencias. “Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo” (4). Posiblemente, Judas se refiere a la doctrina de los nicolaítas, a los cuales condena el apóstol Juan en Apocalipsis capítulo 2:6, 15.

III] Referencias al Antiguo Testamento: Reprimenda a los falsos maestros, “¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré …” (Judas 11).

A)   Desobediencia de Caín: Dios lo destierra y Caís se esconde de la presencia de Dios (Gén 4:14)

B)    El lucro de Balaam: la ambición por el dinero de Balac lo volvió perverso (Números 22-24; “Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tú tienes ahí a los que se aferran a la doctrina de Balaam, el que enseñaba a Balac a poner tropiezo delante de los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos y a cometer fornicación” (Apocalipsis 2:14).

C)   La contradicción de Coré: Coré desafió la autoridad y liderazgo de Moisés y Aarón (Números 16)

D)   Sodoma y Gomorra: “como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquellos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno” (Judas 7). Destacado es mío

 IV] Referencias a libros no canónicos: las profecías de Enoc, el libro de Enoc (“Los Vigilantes X:4-6”) y La Asunción de Moisés o El Testamento de Moisés, siglo I d. C.

A)   Profecías de Enoc: “De estos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, 15 para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él” (Judas 14-15). “Un día, el Señor le mostró a Enoc una visión de todo lo que sucedería en la tierra. Enoc vio la vida, la muerte y la resurrección de Jesucristo. Enoc aprendió que en los últimos días se restauraría el Evangelio. También vio la Segunda Venida de Jesús” (Moisés 7:21–67).

B)    Referencias al libro de Enoc (Libro de los Vigilantes): “Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día” (Judas 6) “Y de nuevo el Señor dijo a Rafael: 'Ata a Azâzêl de pies y manos, y arrójalo en la oscuridad: y abre una abertura en el desierto, que está en Dûdâêl, y arrójalo allí. 5. Y coloca sobre él rocas ásperas y dentadas, y cúbrelo con oscuridad, y déjalo permanecer allí para siempre, y cubre su rostro para que no vea la luz. 6. Y en el día del gran juicio será arrojado al fuego. (Libro Los Vigilantes X:4-5) Nota: El libro I Enoc forma parte del canon de la Biblia de la Iglesia ortodoxa de Etiopía y de la Iglesia ortodoxa de Eritrea. Destacado es mío

C)   Referencia al libro La Asunción de Moisés o El Testamento de Moisés: el Arcángel Miguel contiende con el diablo sobre el cuerpo de Moisés, sin cita; (Judas 9).

Después de estas comparaciones con las otras epístolas universales de Santiago y 2 Pedro, referencias al Antiguo Testamento, y a libros no canónicos, llama la atención que Judas, siervo de Jesucristo, sea tan conciso y no entre en detalles sobre algunos aspectos históricos y extra bíblicos, como la citada “profecía de Enoc”, la referencia a la lucha del diablo con el Arcángel Miguel sobre el cuerpo de Moisés; y la referencia de “los ángeles que no guardaron su dignidad”. Sobre la cita del Arcángel Miguel y su lucha con el diablo ha habido varios comentarios y estudios. Orígenes, padre de la Iglesia griega, asegura que Judas cita el libro La Assunción de Moisés o El Testamento de Moisés. Orígenes afirma que La Asunción de Moisés era reconocido por los primeros cristianos de Jerusalén, y que el libro data del siglo I, mientras que otros datan el libro en el siglo V o VI. Sin embargo, lo hacen sin el testimonio de quien tuvo el libro a su disposición en el siglo II d. C., y sin el respaldo del erudito, estudioso y traductor al inglés de los libros no canónicos.

Además, el libro La Asunción de Moisés o El Testamento de Moisés fue rechazado como inspirado por el Concilio de Nicea, en mayo del año 325 d. C. El libro fue descubierto por Ceriani, Antonio Maria (1828–1907), quien estaba a cargo de la Biblioteca Ambrosiana de Milán, descubrió el libro a mediados del siglo XIX y lo publicó en 1861. (Gorgias Encyclopedic Dictionary of the Syriac Heritage: Electronic Edition). El texto se compone de doce capítulos y dice ser profecías secretas reveladas por Moisés a Josué antes de transmitirle su liderazgo del pueblo de Israel (Robert Henry Charles (1855–1931), traductor al inglés de Libros Apócrifos y Pseudoepigráficos del Antiguo Testamento.

Judas es el único autor del Nuevo Testamento que menciona esta lucha del Arcángel Miguel con el diablo por el cuerpo de Moisés. Existen varias conjeturas en cuanto a la lucha, las razones que tenía el diablo para reclamar el cuerpo de Moisés, y qué posibles acusaciones podría el diablo presentarle al Arcángel Miguel. También, los eruditos estudiosos de la epístola de Judas suponen algunos libros canónicos, como Daniel 10:13 que menciona una lucha con los reyes de Persia, y que el arcángel Miguel vino en su ayuda. En cuanto a la lucha por el cuerpo de Moisés, sabemos que el sepulcro de Moisés nadie lo conoce, pero es una historia real, según el libro de Deuteronomio: “Y murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra de Moab, conforme al dicho de Jehová. 6 Y lo enterró en el valle, en la tierra de Moab, enfrente de Bet-peor; y ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy” (Deuteronomio 34:5-6).

En el libro del profeta Zacarías hay un incidente similar al referido por Judas en su epístola: “Me mostró al sumo sacerdote Josué, el cual estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle. 2 Y dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová que ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es este un tizón arrebatado del incendio?” (Zacarías 3:1-2). El profeta narra una visión del sumo sacerdote Josué, en donde menciona al ángel de Jehová, que puede ser el arcángel Miguel, satanás dispuesto a acusarlo, y la expresión que se encuentra en Judas: “Jehová te reprenda”; pero los eruditos tienen algunas dudas, porque aquí no se menciona el cuerpo de Moisés; pero tampoco Josué fue sumo sacerdote, según la Biblia. Sin embargo, algunos pasajes de la Biblia presentan variaciones, según la fuente de donde aparece; por lo tanto, pudiera ser que este pasaje esté relacionado con la cita de Judas. Pero hay otros testimonios de cristianos primitivos que aseguran que la epístola de Judas cita el incidente del Arcángel Miguel contra el diablo, el cual se encuentra en el libro apócrifo, o más bien pseudoepigráfico, La Asunción de Moisés, o el Testamento de Moisés. Me referiré a este libro posteriormente.

Los estudiosos de la Biblia suponen que satanás acusa a Moisés de su desobediencia en Meribo: “por cuanto pecasteis contra mí en medio de los hijos de Israel en las aguas de Meriba de Cades, en el desierto de Zin; porque no me santificasteis en medio de los hijos de Israel. 52 Verás, por tanto, delante de ti la tierra; mas no entrarás allá, a la tierra que doy a los hijos de Israel” (Deut 32:51-52). También satanás pudo haber acusado a Moisés por el asesinato del egipcio: “Entonces miró a todas partes, y viendo que no parecía nadie, (Moisés) mató al egipcio y lo escondió en la arena”. (Éxodo 2:12). Sin embargo, no tenemos bases bíblicas claras, sino sólo suposiciones.

Pero, en cuanto a la autenticidad del pasaje de Judas acerca de la lucha con satanás, Orígenes (185 - 254) Teólogo y Padre de la Iglesia griega, cita “La Asunción de Moisés” y que en este libro, se encuentra la historia referida en Judas.  Por tanto, si Orígenes conoció el libro La Asunción de Moisés, llamado también El Testamento de Moisés, y que la historia de la lucha de Satanás con el arcángel Miguel está referida en ese libro, entonces debemos aceptar que la historia fue aceptada como verdadera por los primeros cristianos, el libro aceptado como inspirado, y existente en el tiempo de los “Padres de la Iglesia”, siglos II y III d.C.

“También se ha asumido que Judas está citando un libro apócrifo que contenía esta historia, y que Judas quiere confirmar que la historia es verdadera. Orígenes (185–254 d.C.), un erudito cristiano y teólogo, menciona el libro "La Asunción de Moisés" como existente en su tiempo, conteniendo esta misma historia de la disputa entre Miguel y el diablo sobre el cuerpo de Moisés. Ese libro, hoy perdido, fue un libro judío griego, y Orígenes suponía que ésta era la fuente de la historia en Judas” (Gotquestions.org. Your questions, biblical answers).

“Se ha prestado especial atención a las posibles alusiones al T. Mos. en el NT. Los pasajes más citados son Judas 9, 12-13, 16; 2 Pedro 2:13; Hechos 7: 36-43; y Mateo 24: 19-21 (con paralelos). Hechos y Judas son los más probables, aunque la referencia más clara en este último (v. 9) pertenece propiamente a la Asunción de Moisés y no al Testamento existente. Si el autor de Judas cita cualquiera de los dos como Escritura, surgen preguntas interesantes sobre la naturaleza del canon” (Diccionario moderno de la Biblia).

Hasta aquí los documentos referidos por autoridades de los primeros siglos, así como las discusiones de eruditos expertos en la epístola de Judas, hermano del Señor Jesús. En este estudio se ha asegurado la autenticidad del pasaje que se encuentra en la epístola de Judas, hermano del Señor, especialmente en el versículo 9. Así también se han citado otras posibles fuentes bíblicas o extrabíblicas.

Como resultado de este estudio minucioso, debe destacarse el tema central de la epístola de Judas: contender por la fe que una vez fue dada a los santos, para no ceder ante las doctrinas de los falsos maestros, así como el Arcángel Miguel contendió contra el diablo sobre el cuerpo de Moisés; porque así como los ángeles que no guardaron su dignidad son guardados en prisiones de oscuridad, reservados para el fuego eterno, así los falsos maestros serán lanzados al fuego eterno, en el juicio del gran día.

Antes de finalizar este estudio, quiero referirme a R. H. Charles (Robert Henry Charles), quien tradujo al inglés dos tomos de literatura apócrifa y pseudoepigráfica: The Apocrypha and Pseudepigrapha of the Old Testament. Este erudito, especialista en la literatura extrabíblica ya nombrada, afirma que el libro La Asunción de Moisés o El Testamento de Moisés no son dos obras distintas, sino el mismo libro; también data la composición de este libro en el siglo I d. C., fecha que concuerda con el testimonio de Orígenes, Padre de la Iglesia griega, cuando se refiere a La Asunción de Moisés como la base bíblica de la epístola de Judas, versículo 9.

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CONCLUSIÓN

Este estudio se ha basado en los versículos 9 y 11 de la epístola de Judas, hermano del Señor Jesucristo, y sus consecuentes posibles fuentes bíblicas y extrabíblicas, pero sólo se ha encontrado el testimonio fidedigno de Orígnes, Padre de la iglesia griega, el cual afirma que el pasaje de Judas 9 fue tomado del libro pseudoepigráfico, La Asunción de Moisés, o el Testamento de Moisés. Orígenes afirma que el libro mencionado era conocido por los primeros cristianos de la Iglesia de Jerusalén, y por los Padres de la Iglesia cristiana. Asimismo, el erudito R. H. Charles concuerda con Orígenes en el sentido de que el libro existe desde el siglo I d. C.

Aunque los estudiosos de la epístola de Judas han sugerido otras posibles fuentes bíblicas en el Antiguo Testamento, como Daniel y el profeta Zacarías, los mismos estudiosos no presentan argumentos firmes. En consecuencia, queda solamente el testimonio de Orígenes, Padre de la Iglesia Griega, quien afirma que el pasaje de Judas se encuentra en el libro La Asunción de Moisés, también llamado El Testamento de Moisés, al cual se refiere R. H. Charles, como un solo libro, aunque otros estudiosos suponen que es posible que hayan sido dos libros diferentes.

Finalmente, debemos tomar como canónica la epístola de Judas, y que hubo libros apócrifos y pseudoepigráficos que fueron aceptados por los primeros cristianos como inspirados; pero que quienes ordenaron el Canon del Nuevo Testamento El canon del Nuevo Testamento fue formalmente reconocido y establecido en varios concilios de la Iglesia primitiva. Sin embargo, no hubo un solo concilio que aprobara de manera definitiva y universal el canon del Nuevo Testamento.

“El proceso de reconocimiento y aceptación del canon fue gradual y se llevó a cabo a lo largo de varios siglos. El Concilio de Cartago, que se celebró en los años 397 y 419 d.C., es uno de los concilios que a menudo se menciona en relación con la aprobación del canon del Nuevo Testamento. En este concilio, se reafirmaron las decisiones de concilios anteriores, como el Concilio de Hipona (393 d.C.), que habían propuesto una lista de libros que formaban parte del Nuevo Testamento. Es importante destacar que, antes de estos concilios, ya existía un amplio consenso en la Iglesia primitiva sobre la mayoría de los libros que componen el Nuevo Testamento. Sin embargo, los concilios ayudaron a formalizar y consolidar este consenso” (ChatGPT).

Algunas de las etapas principales en la aceptación del canon del Nuevo Testamento. El canon actual (derecha) fue aceptado en Occidente en el 397 d.C.” (Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología)

BIBLIOGRAFÍA

ChatGPT

Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología

Diccionario Moderno de la Biblia

Epístola de Judas (RVR 1960)

Google books

Gorgias Encyclopedic Dictionary of the Syriac Heritage: Electronic Edition

Gotquestions.org. Your questions, biblical answers

Introducción a la Epístola Universal de San Judas Apóstol (Church of Jesus Christ)

The Apocrypha and Pseudepigrapha of the Old Testament: de R H Charles (Editor). Apocrypha Tapa blanda – 1 Noviembre 2004, 4.7 4.7 de 5 estrellas    129 calificaciones

Comentarios acerca de los libros apócrifos y Pseudoepigráficos del Antiguo Testamento:

“The most esteemed body of books left out of the Bible, the Old Testament Apocrypha is of interest to historians, religious scholars, and ordinary laypeople alike. For more than 70 years this version, edited by R.H. Charles, has been the definitive critical edition. Out of print for years, Apocryphile Press is proud to make it available once more to scholars and the curious”.

“This banned and largely forgotten biblical book, dating to the first century, is a series of secret messages and instructions, which Moses revealed to Joshua, prior to the act of passing leadership of the Israelites on to him, and it includes apocalyptic descriptions in addition to prophecies. It is a fascinating look at one small piece of a much larger, rich history of the myths surrounding Moses”.

The Assumption of Moses, also known as The Testament of Moses: Christian Apocrypha Series Audible Logo Audible Audiolibro – Versión íntegra. R. H. Charles (Author), & 2 más