lunes, 7 de marzo de 2011

A LA MUJER NICARAGÜENSE


MUJER, MADRE SOLTERA
No puedo colgar en tu pecho
un collar colmado de diamantes,
ni ofrecerte un apartamento en Biscayne,
ni llevarte en un crucero millonario
de los que surcan otros mares,
ni pasar en las Bahamas
las vacaciones soñadas.

No te puedo obsequiar el yate
en que navegan las famosas
en sus viajes de placer;
mientras vos, mujer, en Nicaragua
sos azotada, mutilada, asesinada y descuartizada
por el macho que te forzó a parir.
Pero después de una noche de parranda
llega ebrio a tu champa
gritándote que le sirvas algo que comer,
sin que se haya preocupado
ni por vos ni por tus hijos.

Pero sos madre y padre a la vez,
madre soltera te firmas,
cuando cumplís el deber
que el macho te heredó,
de parir y trabajar
para poderte alimentar.
No lamentas ser mujer
en un mundo enajenado,
en donde te piden testigos
para acusar al violador
de tus derechos de mujer.

Yo conozco a la Juana,
la que tiene seis hijos;
lava y plancha ropa ajena,
mientras sus niños por el barrio
deambulan sin control,
mientras su padre se divierte.
Su pareja la dejó,
cuando otra joven se encontró
a quien también le mintió.

Hoy en tu día, MUJER,
yo te ofrezco estos versos,
porque has sido madre y compañera,
por cumplir tu misión de madre y mujer
sin diamantes, sin yates millonarios,
sin apartamentos de lujo,
sin cruceros de placer
que te honren a ti, mujer.
Pero puedo dedicarte
pensamientos puros
que fluyen del corazón.

Amadeo Albuquerque Lara
Masaya, 8 de marzo de 2011