jueves, 20 de octubre de 2022

 

LA GRAMÁTICA GENERATIVA, SEGÚN NOAM CHOMSKY

Amadeo Albuquerque Lara

Noam Avram Chomsky (Diciembre, 1928) es un afamado lingüista que revolucionó por completo los conceptos tradicionales de la Gramática, tanto normativa, como estructural, así como de la Sintaxis, la fonología y la Semántica. A mediados del siglo XX, Chomsky estableció sus bases teóricas de la Gramática Generativa y Transformacional en sus libros y Conferencias internacionales. Su primer libro y Tesis doctoral fue, Estructuras Sintácticas, 1957, seguido por Aspects of the Theory of Syntax, 1965, y muchos otros.

Sin embargo, Chomsky ha sido incomprendido y mal interpretado, incluso por profesores universitarios de gramática española. Aun en España, Chomsky es rechazado, por su teoría lingüística. Pero hay algunos lingüistas catalanes que son graduados del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en donde Chomsky es “Institute Professor & Professor of Linguistics emeritus”. Estos catalanes siguen sus enseñanzas, sobre Gramática Generativa y Transformacional.

Para que mi escrito no sea complicado para quienes no han leído a Chomsky, voy a tratar de ser conciso y comprensible, lo más que pueda. Voy a comenzar por enumerar unos pocos de los principales postulados sobre gramática, lingüística y semántica. Escribo esta síntesis por la sugerencia de mi estimado amigo Hernán Navas, traductor e intérprete en la Corte de Seattle, Washington, EE UU, a quien se la dedico.

1] GRAMÁTICA: Primero que todo, para Chomsky, todos nacemos con la facultad del lenguaje y con una gramática universal (GU). Esta gramática nos hace posible la adquisición de cualquier lengua, al momento de nacer; y entre más lenguas aprendamos, más fácil se hará su adquisición. De esta manera, la primera lengua que aprendemos es la materna, la lengua de nuestros padres. Pero nadie nos enseña la sintaxis, o estructura gramatical, ni la semántica o significado de las oraciones. Desde niños, sabemos cuáles oraciones son correctas o aceptables, y cuáles son rechazadas como incorrectas o mal estructuradas.

Para Chomsky, toda oración está formada por un sintagma nominal, o SN, que funciona como sujeto de la oración, y un sintagma verbal o SV: la fórmula que él propone es: O > SN + SV. El SN puede constar de un solo sustantivo o de un sintagma de varios elementos; incluso, puede constar de una proposición incrustada. En cambio, el sintagma verbal (SV), según la sintaxis de Chomsky, es la parte principal de la oración; porque dentro del sintagma, el verbo como núcleo, asigna caso abstracto al argumento externo o sujeto (SN); y en el SV, a un elemento interno (Objeto directo). O a un objeto indirecto (OI) en el caso de los verbos de doble transitividad. También, dentro del sintagma verbal se incluyen los complementos adjuntos, conocidos como complementos circunstanciales, o complementos adverbiales. Por lo tanto, el sintagma verbal es el más complejo dentro de la oración gramatical.

La gramática generativa clasifica al sujeto, como: agente, no agente o causal, paciente y experimentante. El sujeto es agente, si es humano, porque la acción la ejecuta con conciencia; no es agente o causal si es inanimado, y asignado por verbos causativos; es paciente si sufre las consecuencias de la acción del verbo; y es experimentante, si no ejecuta la acción, sino que la experimenta; aunque ocupe la posición sintáctica de sujeto. Este tipo de sujeto es propio en oraciones de verbo intransitivo, como ‘dormir´.

Ejemplos:

Sujeto agente: a) Jacinto rompió el vidrio con un martillo; b) Pedro destrozó el jardín por una rabieta

Sujeto no agente o causal: a) El terremoto destruyó el edificio; b) La consistencia arenosa del terreno causó el deslave.

Sujeto paciente: a) El edificio sufrió la destrucción por el terremoto; b) El sector salud fue afectado por la pandemia

Sujeto experimentante: a) El niño duerme plácidamente; a) El enfermo sufre por el dolor

Caso Abstracto:

El caso abstracto sólo lo puede asignar el verbo y la preposición. Ya he explicado el caso abstracto del verbo, como núcleo del sintagma verbal, y su propiedad de asignar caso al argumento externo y a elementos internos, en el caso de verbos transitivos. Pero también, la preposición asigna caso abstracto, en un sintagma preposicional. Por ejemplo: Estoy (en mi nueva casa). El sintagma entre el paréntesis, se conoce como sintagma preposicional; y no puede existir sin la presencia de la preposición (“EN” en este ejemplo). Dos sustantivos yuxtapuestos o juntos, no pueden asignarse caso abstracto el uno al otro, porque deben estar encabezados por una preposición. Ej. No gramatical: *Construcción casa”. No es gramatical, porque hace falta la preposición, y todos sabemos eso. Ej. Gramatical: La construcción de la casa.

Por tanto, Chomsky presenta la gramática generativa y su característica innata con el concepto de que somos capaces de generar y entender un sinnúmero de estructuras con unos cuantos elementos limitados; esto se conoce como “competencia”. La “actuación” es nuestra habilidad de usar y comprender con propiedad las estructuras de la lengua aprendida, tanto en la lengua hablada, como escrita.

Definición de gramática:

Tradicional o normativa: 1] “gramática que define los usos correctos de una lengua mediante preceptos”.  2] “Modelo gramatical basado en las ideas de los filósofos griegos sobre el lenguaje, que se desarrolló en siglos posteriores, prácticamente hasta la aparición de la gramática estructural, en la primera mitad del siglo XX”. (RAE). En esta segunda definición, la RAE no reconoce la creación de la gramática generativa, a mediados del siglo XX, por el lingüista Noam Chomsky.

Generativa: “gramática que trata de formular una serie de reglas capaces de generar o producir todas las oraciones posibles y aceptables de un idioma”. (Definición de la RAE)

Gramática generativa: “es el conjunto de reglas que permiten generar todas y cada una de las manifestaciones lingüísticas de una lengua”. (Chomsky)

Las definiciones, tanto de la RAE, como la del mismo Chomsky, se distancian del concepto tradicional de Gramática. Son totalmente distintos en su énfasis de  “corrección” y “preceptos” de la gramática normativa, contra un conjunto de reglas, teorías, principios y parámetros, de la gramática generativa y transformacional.

La gramática genera oraciones posibles y bien formadas, según las reglas de estructura sintagmática (RES); y luego transforma esas oraciones en otras estructuras sinónimas, en la estructura superficial o física. Este principio se conoce como estructura profunda o estructura-D y estructura superficial o estructura-S, según Chomsky, The Minimalist Program, publicado en 1995.

Para Chomsky, la gramática consta de un sistema de reglas:

a)     Léxico o Lexicón

b)     Componente sintáctico, que ocupa el centro de la teoría gramatical de Chomsky, porque a su vez contiene un subcomponente categorial y un subcomponente transformacional. También, en este componente toma forma audible la oración fonética, en la lengua hablada; o como estructura física, en la lengua escrita.

c)     Componente fonológico, que le da visibilidad a la estructura profunda, a través de la fonética, en la lengua hablada, y en la sintaxis, en la lengua escrita.

d)     Componente semántico o forma lógica, que es el significado de la estructura oracional, tanto abstracta, como física.

(Véase Francisco D’Introno, 1985)

2] LINGÜÍSTICA: Para Chomsky, la lingüística no sólo se refiere a la teoría gramatical de una lengua, la cual ya he definido, sino que debe investigar el aspecto cognoscitivo o mental en el hablante de la lengua.

“La lingüística cognitiva (también llamada cognoscitiva) es una disciplina que trata de dar cuenta del conocimiento lingüístico poniéndolo en relación con otros procesos cognitivos de la mente humana, tales como la percepción, la memoria, la atención, etc”. (Centro Virtual Cervantes)

Por lo tanto, la lingüística es una ciencia que debe incluir la investigación de la Psicología Lingüística, llamada Psicolingüística, o Lingüística cognoscitiva; disciplina que investiga el psicólogo experimental, cognoscitivo, lingüista, escritor y Profesor de la Universidad de Harvaard, Steven Pinker (The Language Instinct, 1994, La tabla rasa: La negación moderna de la naturaleza humana, 2003, y otros libros sobre la misma teoría cognoscitiva, en los cuales afirma que no nacemos con la mente en blanco. Ej. The blank slate). Este punto de vista de Pinker y Chomsky es contrario a las teorías empiristas de la época de John Locke (1632-1704), que enfatizan el papel de la experiencia y la evidencia en la adquisición del conocimiento.

La teoría lingüística de Noam Chomsky está explicada en varios libros, más una serie de Conferencias a nivel internacional. Algunos de sus libros son: Syntactic Structures, en el cual sienta las bases de la gramática teórica o abstracta y fue su Tesis Doctoral, publicado en 1957. El segundo libro es Aspectos de la Teoría de la Sintaxis, 1965, versión original en inglés Aspects of the Theory of Syntax; Sintáctica y Semántica en la gramática generativa, 2001; y Language and Mind, 2006, sólo para mencionar unos cuantos.

Por su carácter profundamente teórico, abstracto y basado en principios matemáticos, filosóficos y de psicología cognitiva, Chomsky no es el lingüista popular, sino por el contrario, muy poco conocido. Su principal centro de divulgación científica es el afamado Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y la mayoría de sus libros sobre lingüística han sido publicados por The MIT Press Linguistics.

3] SEMÁNTICA: La semántica nos permite interpretar el significado de las oraciones, con base en la estructura profunda o Estructura-D o estructura abstracta, presente en la mente del hablante; y una estructura superficial o física, que es la representación dicha o escrita (fonética o sintaxis) de la estructura profunda o abstracta. Esta estructura superficial o Estructura-S, se utiliza para realizar las transformaciones de la estructura profunda. Esta estructura superficial, o realidad física de la sintaxis oracional, aunque sometida a reglas de transformación, mantiene su aspecto semántico, o interpretación del significado, para que sea aceptable.

Todas las oraciones generadas en una lengua natural, constan de una estructura profunda o abstracta, y una estructura superficial, visible, real y física, la cual puede ser transformada en otros órdenes sintácticos de los elementos oracionales, tales como transformar una oración activa a pasiva, o a diferentes estructuras superficiales, por ejemplo: “Gustavo pateó la pelota y metió un gol”: estructura profunda, formulada en la mente del hablante, sin manifestación fonética ni sintáctica.

Transformación:  a] La pelota fue pateada por Gustavo y metió un gol; b] Gustavo acertó un gol al patear la pelota; c] El gol que metió Gustavo fue posible al patear la pelota, etc.

Por tanto, cualquier oración perteneciente a la estructura profunda, puede ser transformada una vez que cumpla con las reglas de la sintaxis de la lengua del hablante. La única restricción es que la estructura superficial cumpla con las reglas de estructura sintagmática (RES), y que conserve el significado o semántica de la estructura profunda, u oración abstracta.

CONCLUSIÓN

Esta síntesis sobre Gramática Generativa y Transformacional, no pretende haber interpretado todos los principios, teorías, reglas y parámetros de dicha gramática, formulada por el lingüista estadounidense de fama internacional, Noam Chomsky. Más bien, entiéndase como un intento muy sucinto de explicar en qué consisten algunos de sus postulados, y cómo Noam Chomsky revolucionó el concepto de lingüística, gramática, sintaxis y semántica; así como de esbozar los componentes de la gramática, la facultad innata de la adquisición del lenguaje y el concepto de Gramática Universal (GU).

Chomsky transformó y amplió los principios de la gramática estructural europea, formulada por Ferdinand De Saussure (1857-1913), y Leonard Bloomfield (1887-1949). Pero más que todo, transformó el estructuralismo norteamericano, creado por Zellig Harris (1909-1992), quien fue su mentor. Chomsky se basó en el concepto de innatismo o conocimientos no adquiridos de René Descartes (1596-1650), filósofo francés, en su libro Cartesian Linguistics, libro en el cual Chomsky afirma que los aspectos generales de la estructura gramatical son comunes a todas las lenguas y reflejan ciertas propiedades fundamentales de la mente; así también expresa la teoría lingüística de Wilhelm von Humboldt (1767-1835), para una filosofía del lenguaje humano.

BIBLIOGRAFÍA

Chomsky, Syntactic Structures, 1957

Chomsky, Aspects of the Theory of Syntax, 1965

Chomsky, Sintáctica y Semántica en la gramática generativa, 2001

Chomsky, Language and Mind, 2006

Chomsky, The Minimalist Program, 1995

D’Introno, Francisco, Sintaxis y Semántica en la Lingüística generativa: El Modelo Gramatical GB, 1985

Pinker, Steven, La tabla rasa: La negación moderna de la naturaleza humana, 2003

Pinker, Steven, The language instinct: how the mind creates language, 2010

Pinker, Steven, Language, Cognition, and Human Nature, Oct 1, 2015

viernes, 14 de octubre de 2022

LOS MILAGROS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

Amadeo Albuquerque Lara

Los milagros en el Antiguo Testamento son numerosos. No me propongo enumerarlos todos, porque se llenarían varias páginas. Más bien, me propongo demostrar que los milagros no son “compatibles” con las reglas de la ciencia y de la naturaleza, porque cumplen con el plan divino de Dios para su pueblo. En el Antiguo Testamento, los milagros tenían la función de demostrar a los poderosos de la Tierra que existe un solo Dios Omnipotente que hizo los cielos y la Tierra, y que él da crédito y aprobación a sus profetas y a los voceros de su plan divino.

Sin embargo, casi la totalidad de los científicos no cree en los milagros, porque no los puede explicar; entonces, la solución es negarlos. He aquí un razonamiento científico: Stephen Hawking sostenía que Dios no existe; por lo tanto, los milagros no son ‘compatibles’ con las disciplinas de estudio.

Otra opinión de un Psiquiatra es la siguiente:

“El milagro está dentro del terreno de las creencias. Es un pensamiento mágico que cree en los seres sobrenaturales, celestiales y son parte de la cultura teológica. Sin fe, no puede existir un milagro”, dice el psiquiatra Martín Nizama. Sin embargo, él no cree en los milagros. “Si una persona se cura de un cáncer terminal, yo diría que fue por un proceso reversivo del cuerpo que la ciencia médica todavía no descubre”, indica. (Martín Nizama, Psiquiatra. Publicado por el diario El Comercio, 18/10/2018). Énfasis mío.

Pero hay unos casos que hacen reflexionar a ciertos científicos que no encuentran explicación de lo observado. Jacalyn Duffin es una de ellos, y afirma:

“Aunque sigo siendo atea, creo en milagros, esas cosas maravillosas que pasan para las que no encontramos explicación científica. El que esa paciente del principio esté viva 30 años después de su encuentro con leucemia mielocítica aguda es algo que yo no puedo explicar. Pero ella sí.”  Énfasis mío.

(Testimonio de una Historiadora médica y hematóloga. Especial para la BBC. 19 febrero 2014 publicado por BBC Mundo).

Pero dejando a un lado la ciencia en sus diferentes ramos, y volviendo a los milagros del Antiguo Testamento, me propongo exponer que los milagros tanto en el Antiguo, como en el Nuevo Testamento, cumplen con el Plan de Dios. No se trata de una obra de charlatanería, como sucede con algunos milagreros de hoy en día. Moisés, Josué, Samuel, Elías y Eliseo, son los profetas y hombres de Dios que sirvieron de instrumentos de Dios para obrar milagros que exaltaran al verdadero Dios, su Omnipotencia y confirmación de la fe de estos hombres, para llevar a cabo el plan de Dios con el pueblo hebreo.

El primer obrador de milagros, en el Antiguo Testamento, fue Moisés, desde su nacimiento. Primero, el que la canasta de junco, embadurnada con brea, no se haya hundido ni llenado de agua del Nilo; segundo, el hecho de que la hija de Faraón lo haya adoptado y no lo haya denunciado ante las autoridades egipcias; tercero, que la hija de Faraón haya aceptado que la niña hebrea fuera a buscar una nodriza de entre las hebreas, y no entre las egipcias, completan el milagro de la niñez de Moisés.

Luego, se registra una serie de milagros que encajan en el plan de Dios para que Faraón al final deje salir al pueblo hebreo de Egipto, y para que lo reconozca como el verdadero Dios.

La vara que portaba Moisés, en manos de Aarón se convirtió en una serpiente. Aunque los magos egipcios quisieron demostrar que tal milagro era un arte de magia, la serpiente de ellos fue devorada por la serpiente de Moisés.

Desde el capítulo 7 de Éxodo hasta el capítulo 17 se registra una serie de milagros, bajo el liderazgo de Moisés y de su hermano Aarón.

Por ejemplo: Los siguientes milagros se realizan ante el Faraón de Egipto: El milagro de la vara de Aarón, las aguas se convirtieron en sangre, las plagas de ranas, de mosquitos, de tábanos o moscas, las úlceras, el granizo y los rayos, la invasión de langostas, las tinieblas, y, finalmente, la muerte de los primogénitos, incluyendo al primogénito de Faraón (Éxodo 7-12:30.

Los anteriores milagros tenían la intención de convencer a Faraón para que dejara salir al pueblo de Israel, y además, demostrar que el Dios Yo Soy, era más poderoso que los dioses egipcios adorados por Faraón; y que Moisés no era un milagrero que se proponía demostrar un don especial de hacer milagros. Moisés traía un mandato directo de YHWH o Yo Soy, para liberar al pueblo esclavizado en Egipto. Es más, cuando Dios comisiona a Moisés ante la zarza ardiente, Moisés demuestra su humildad y limitaciones para presentarse ante Faraón y ante el mismo pueblo de Israel.

Cuando al fin Faraón deja salir al pueblo hebreo, Dios lo conduce por el camino al desierto; pero de repente, Faraón se arrepiente y se dispone a perseguir al pueblo para liquidarlo; pero Dios demuestra su poder ante Faraón y efectúa los siguientes milagros:

El ángel de Dios, que precedía el campamento de Israel, se puso a sus espaldas para protegerlo; asimismo, la nube que escondía al pueblo, y las llamas de fuego que iluminaban el camino de noche, se pusieron a la espalda también, para detener al ejército egipcio y para permitir el avance del pueblo. Cuando llegan al Mar Rojo, Dios le ordena a Moisés que extienda su vara para abrir las aguas y que el pueblo pase en terreno seco. Luego, desde Éxodo 14:21-31, hasta el capítulo 17:5-7, siguen los milagros, en el desierto.

Las aguas amargas Dios las convierte en dulces. Cuando el pueblo se queja por el hambre, y preferirían seguir de esclavos en Egipto, Dios les envía el maná y las codornices, tal codiciadas hoy en día por la cocina gourmet. Cuando el pueblo le reclama a Moisés, porque no tienen agua para ellos y el ganado, Dios le ordena que con su vara golpee la roca, de la cual sale agua suficiente para saciar la sed del pueblo y del ganado. Sin embargo, aquí Moisés falló en dos acciones: primero golpeó dos veces la roca; y segundo se puso ante el pueblo diciéndoles que él y su hermano Aarón iban a sacar agua de la roca; en vez de exaltar el poder de Dios. Esta actitud pecaminosa se oponía al Plan Divino para su pueblo. Por lo tanto, Dios privó a Moisés de guiar al pueblo hasta la tierra prometida. Dios y no el hombre es el que obra milagros. Por tanto, el desierto fue el escenario que Dios usó para demostrar al pueblo incrédulo e idólatra su Omnipotencia.

También en el desierto, se manifiesta una plaga de serpientes que mordían y mataban a muchos del pueblo. Dios le dice a Moisés que levante una serpiente de bronce en un asta, para que todo el que la mire, se salve: Números 21:8-9. Pero esta serpiente levantada en el asta, que prefiguraba a Cristo en la cruz, se convierte en un símbolo idolátrico de quemarle incienso, por el pueblo hebreo (2do Reyes 18:4). Dios y no la serpiente obraba el milagro.

Al llegar a las riberas del río Jordán, ya sin Moisés, Dios le asegura a Josué que como fue con Moisés, será con él. Josué da orden a los sacerdotes, que cargan el Arca del Pacto, que pongan sus pies en el agua del Jordán y Dios separará las aguas, como lo hizo en el Mar Rojo, para que el pueblo pasara a tierras de Canaán.

Pero, en su camino a Canaán, tienen que pasar por Jericó, una ciudad amurallada, difícil de conquistar; pero Dios hace caer los muros de Jericó, y el pueblo avanza: Josué 6:6-20;

Sin embargo, Dios tenía preparado un milagro mucho más asombroso, cuando los reyes de varias ciudades se unen para pelear contra Israel en Gabaón; Dios le garantiza a Josué que los va a librar de una forma extraordinaria: Josué, por el poder de Dios, ordena al sol y la luna que se detengan, mientras derrotan a todos los reyes.

“Sol, detente en Gabaón; Y tú, luna, en el valle de Ajalón. 13 Y el sol se detuvo y la luna se paró, Hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos” (Josué 10:13).

Este milagro ha hecho que los científicos realicen investigaciones astronómicas y revisiones en los calendarios, para refutar que este milagro no es posible; pero para Dios todo es posible. Y Dios lo hizo para demostrar a los reyes paganos que el Dios del pueblo de Israel era más poderoso que ellos.

“Científicos explican un milagro que narra el Antiguo Testamento” Énfasis mío

“Londres, 09/11/2017 (El Pueblo en Línea) -Un equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, logró encontrar una explicación científica para uno de los milagros del libro sagrado. Los resultados de su estudio fueron publicados en la revista especializada Astronomy & Geophysics, destacó Sputnik”.

“Al combinar el texto bíblico con los registros históricos del antiguo Egipto —la llamada estela de Merneptah, que se conserva en el Museo Egipcio de El Cairo— y realizar cálculos matemáticos, los científicos llegaron a la conclusión de que ese episodio hacía referencia al eclipse solar de la tarde del 30 de octubre de 1207 a.C. y que fue perfectamente visible desde Canaán —territorio que en la actualidad pertenece a Israel y Palestina—, algo que se corresponde con las fechas en las que había presencia israelita en la región”. “Este es el primer eclipse registrado en textos históricos. Asimismo, ayudó a datar con precisión otros eventos de aquella época, como los reinados del faraón egipcio Ramsés II y el de su hijo Merenptah” (Londres, El pueblo en línea).

Por otro lado, el profeta Elías reta a los profetas de Baal para ver qué Dios hacía consumir el sacrificio con fuego del cielo, en 1ro Reyes 18:30-38. Aunque Elías ordenó inundar de agua la leña del sacrificio, el fuego consumió la leña y el sacrificio. Dios manifestó ser el verdadero Dios de los hebreos y que Elías era el verdadero profeta. El milagro cumplió con el Plan de Dios, Elías no se exalta a sí mismo, sino al verdadero Dios; pero el Señor confirma a su verdadero profeta.

Otro milagro que hizo que la sunamita reconociera el poder de Dios realizado por el profeta Eliseo, fue la resurrección del niño. El único milagro enumerado aquí, relativo a resucitar a este niño, en 2do Reyes 4:32-37.

Hay otro milagro que genera doble propósito: la curación de la lepra de Naamán el Sirio, en 2do Reyes 5:10-14. Dios le muestra a Naamán que él debe humillarse y cumplir con el mandato del profeta Eliseo, y que no son las aguas limpias de los ríos Abana y Farfar; ni las aguas sucias del río Jordán las que tienen el poder sanador, sino el reconocimiento del verdadero Dios, a quien más tarde el mismo Naamán promete adorarlo y servir.

El segundo milagro realizado por Eliseo es el castigo de Guiezi de hacer que la lepra de Naamán se vuelva contra su criado, debido a su mentira y por arrogarse la palabra del profeta Eliseo (2do Reyes 5:20-27).

Para ir finalizando, suceden otros milagros extraordinarios que valen la pena destacar. Cuatro jóvenes judíos de Judá, tomados cautivos por el rey Nabucodonosor de Babilonia, mediante su fe, demostrarían el poder de su Dios a Nabucodonosor, a Darío y a Ciro.

Tres de ellos, Sadrac, Mesac y Abed-nego, demuestran su fe en el verdadero Dios, cuando el rey Nabucodonor mandó a erigir una estatua para que todos los súbditos la adoraran, pero estos jóvenes no cumplen con el mandato del rey, porque son fieles al verdadero Dios. Entonces, como estos jóvenes no cumplen, por envidia, son denunciados por unos varones caldeos, diciendo: “Hay unos varones judíos, los cuales pusiste sobre los negocios de la provincia de Babilonia: Sadrac, Mesac y Abed-nego; estos varones, oh rey, no te han respetado; no adoran tus dioses, ni adoran la estatua de oro que has levantado” (Daniel 3:16-23).

Por lo tanto, la ira del rey fue tan grande, que mandó a calentar el horno de fuego siete veces más que de costumbre. Y aquí está el milagro. El fuego no los consumió. Es más, Nabucodonosor ve a cuatro jóvenes en vez de tres. Se sorprende y los llama hijos del Dios Altísimo. Pero hay algo más sorprendente:

“Entonces Nabucodonosor dijo: Bendito sea el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que envió su ángel y libró a sus siervos que confiaron en él, y que no cumplieron el edicto del rey, y entregaron sus cuerpos antes que servir y adorar a otro dios que su Dios. 29 Por lo tanto, decreto que todo pueblo, nación o lengua que dijere blasfemia contra el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego, sea descuartizado, y su casa convertida en muladar; por cuanto no hay dios que pueda librar como este. 30 Entonces el rey engrandeció a Sadrac, Mesac y Abed-nego en en la provincia de Babilonia” (Daniel 3:28-30). Énfasis mío.

Propósito del milagro: primero, demostrar que la fe en el verdadero Dios libra de la muerte, contra las leyes de la naturaleza; y segundo, hacer que Nabucodonor reconociera al Dios de Israel por sobre sus dioses.

En la misma Babilonia también está otro joven judío llamado Daniel, a quien el rey había puesto sobre sus súbditos: consejeros, jueces y gobernadores. Pero, otra vez, la envidia hace que Daniel sea denunciado. El rey Darío de Media, quien asumió el reinado por la muerte de Nabucodonosor, había colocado a Daniel sobre los sátrapas, consejeros y gobernadores. Eso desató la envidia contra Daniel. Por tanto, arman un plan para que Daniel sea echado en el foso de los leones.

Sin embargo, Daniel cumpliría con el plan de Dios de exaltarlo por sobre los dioses y por sobre la ley de Media y de Persia, la cual no podía ser abrogada. Y aunque Darío quiso proteger a Daniel, lo presionaron para que Daniel fuera echado en el foso. Pero Dios estaba obrando en el rey Darío con ayuno e insomnio. Por tanto, al ver el rey Darío que los leones no habían hecho daño a Daniel,

“acercándose al foso llamó a voces a Daniel con voz triste, y le dijo: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, ¿te ha podido librar de los leones? 21 Entonces Daniel respondió al rey: Oh rey, vive para siempre. 22 Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones” (Daniel 6:19-22) Énfasis mío.

Este milagro había cumplido con el plan de Dios. El rey Darío reconoció la fe de Daniel y el poder del Dios de Daniel: siervo del Dios viviente.

CONCLUSIÓN

Mi tesis anunciada en el principio de este escrito es que los milagros no son “compatibles” con el razonamiento científico; pero que cumplen con el plan de Dios para demostrar la Omnipotencia del único y soberano Dios, y para confirmar que él tiene profetas y siervos que cumplen su voluntad con humildad y devoción absoluta.

En el libro de Éxodo, Faraón reconoce que sus dioses son inferiores que el Dios de los hebreos. En el desierto, Dios obró milagros para demostrarle a su pueblo que a aun de la nada él hacía brotar agua, para saciar la sed, y maná y codornices, para saciar el hambre. Les demostró que sus vestidos y sus sandalias no envejecían; pero que su pecado de incredulidad, idolatría y desobediencia, privaría a la generación que salió de Egipto de entrar en la tierra prometida.

En el paso del río Jordán, les demostró que abriría sus aguas para que pasaran en seco. En tiempos de los profetas Elías y Eliseo, Dios demostraría que ningún dios pagano tenía más poder que el Dios de Israel. Baal y sus profetas falsos fueron derrotados por el verdadero Dios, con la intervención de sus verdaderos profetas.

En tiempos de la cautividad, los cuatro jóvenes tomados cautivos en Judá, demostraron que su fe era más grande que las leyes de los reyes de Babilonia, Media y Persia; y que su Dios era tan poderoso que los pudo librar del horno de fuego y de la voracidad de los leones.

Por tanto, los milagros son posibles cuando cumplen con el plan de Dios, aun contraviniendo las leyes de la naturaleza. Y aunque el argumento principal de los científicos es que los milagros no existen, que son producto de las creencias teológicas; y que no pueden existir porque no pueden contravenir las leyes de la naturaleza, sí existen. Sin embargo, los científicos no pueden explicar por qué los milagros existen, aunque los quieran negar.

Jamás podrán explicar cómo se abrieron las aguas del Mar Rojo y del río Jordán. Por qué salió agua de la roca, por qué cayó fuego del cielo que consumió el agua y el sacrificio; que cómo el sol y la luna se pararon en Gabaón, aunque aceptan que fue un eclipse.

Jamás podrán explicar el porqué tres jóvenes de Judá no hayan sido consumidas por el horno de fuego, siete veces más caliente; ni cómo un hombre de Dios, llamado Daniel, no fue devorado por leones hambrientos. A los teólogos alemanes no les queda más recurso que decir que los milagros son mitológicos (Rudof Bultmann) y que hay que eliminarlos de la Biblia; y a los científicos les queda el fácil recurso de negarlos, porque no los pueden explicar.

  


jueves, 6 de octubre de 2022

 ORIGEN DE LOS HEBREOS O SEMITAS

Amadeo Albuquerque Lara

El gentilicio “hebreo”, según algunos estudiosos del libro de Génesis, viene del nombre “Heber” o “Eber”. Sem es el hijo mayor de Noe y padre de Arfaxad. Arfaxad es el padre de Sala y Sala, el padre de Heber.

Los hebreos también reciben el nombre de semitas, en honor al hijo mayor de Noé, Sem. A su vez, Sem le dio el nombre a la familia de lenguas semíticas. Las lenguas semíticas más habladas en el presente son el árabe, el amhárico, el hebreo y el tigriña (lengua etíope semítica meridional). Naturalmente, el pueblo de Heber era de habla hebrea, perteneciente a los semitas occidentales.

Dicen los comentaristas del libro de Génesis que Heber conservó la lengua hebrea original, cuando Dios confundió las lenguas, en la torre de Babel. A la vez, el hebreo primitivo es la lengua adánica, de Heber, de quien desciende el patriarca Abraham. Por esta razón, Abraham es el primero en recibir el gentilicio hebreo: “el hebreo”. De manera que tanto semitas como hebreos, todos son descendientes de Noé. Y según el capítulo 10 de Génesis, de Noé descienden las naciones, al norte de Ur de los caldeos, Mesopotamia, Elam y sus vecinos; así como de la región de la Creciente Fértil, y de todas las naciones del antiguo Israel.

También dicen los comentaristas de la Biblia que Arfaxad es el antecesor de la región de Mesopotamia, lugar en donde se desarrollaron los pueblos hebreos, y la primera escritura de la humanidad: Mesopotamia y Elam.

El libro de Génesis capítulo diez contiene la “Tabla de las Naciones” y la distribución de los hijos de Noé, después del diluvio. El patriarca Noé tuvo tres hijos, después del diluvio: Sem, Cam y Jafet. Sin embargo, como mi tema es sobre el origen de los hebreos, voy a basarme en Génesis 10:21-30; específicamente sobre los descendientes de Sem, por ser el padre de los semitas o hebreos.

Según Génesis 10;21-22, Sem es “padre de todos los hijos de Heber”, de quien toman el nombre los hebreos. Heber es “descendiente de Sem por línea de Arfaxad (Sem-Arfaxad-Sala-Heber), y antepasado de un grupo de naciones llamadas “todos los hijos de Heber” (Gen 10:21, 24, 25), frase que probablemente significa “hebreos” en su sentido más amplio”. (Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología, Heber) (Énfasis mío)

“También le nacieron hijos a Sem, padre de todos los hijos de Heber, y hermano mayor de Jafet. 22 Los hijos de Sem fueron Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram”. (Gén 10:21-22). (Énfasis mío)

  Los hijos de Arfaxad fueron:

“24 Arfaxad engendró a Sala, y Sala engendró a Heber. 25 Y a Heber nacieron dos hijos: el nombre del uno fue Peleg, porque en sus días fue repartida la tierra; y el nombre de su hermano, Joctán”. (Gén 10:24-25).

Según los versículos 21-22, Sem tuvo cinco hijos, los cuales representan a cinco naciones, de acuerdo con la Tabla de las Naciones. Elam fue un reino, al norte del Golfo Pérsico; Asur, representa el país llamado Asiria, Arfaxad representa al país de Arrapajitis, entre los lagos Urmia y Van, (Véase Mapa IV, B-6. Bib.: Ptolomeo vi.1.2; Diccionario Bíblico Digital). Lud representa a la ciudad de Lod, perteneciente a Israel; y Aram o Harán es una región histórica que cubría parte de la actual Siria.

Cuando Abram salió de Ur de los caldeos, con su padre, su esposa Sarai, su sobrino Lot, y sus criados, se establecieron en Aram, en donde murió su padre Taré, Terah o Teraj. La Biblia no dice cuántos años vivió Abram en Aram, pero sin duda, vivió allí varios años, viviendo como nómada. 

Como grupos nómadas, los hebreos vivían en tiendas con pocos muebles, para facilitar el traslado a otros sitios de mejores pastizales, cuando ya los actuales campos se agotaban. Por tal razón, no edificaban habitaciones de piedras, ni se establecieron como nación, sino como grupos tribales.

Según los historiadores, los hebreos se establecieron en la región conocida como la “Creciente Fértil”, que a su vez comprende a Egipto, Siria, Asiria, Mesopotamia y Elam. Esta región está también registrada como “Geografía de los hebreos”. La Creciente Fértil era una región apropiada para la agricultura y la crianza de ganado: ovejas, cabros camellos, caballos y asnos.

Es de notar que el patriarca Abram fue el primero en recibir el nombre de hebreo, de acuerdo con Génesis 14:13. Cuando los reyes de Sodoma, en “la batalla de los reyes”, tomaron prisionero a Lot y a su familia, y sus bienes. Abraham, el hebreo, recibe la noticia de que su sobrino Lot está prisionero (Génesis 14:12-16). La noticia la recibe Abraham de parte de uno de los que escaparon de la redada, de la familia de Lot (Gén 14:13). (Énfasis mío)

Pero como hebreos, moradores de la Creciente Fértil, ellos eran nómadas. Los hebreos cambian de nombre por Israel, cuando Dios YHWH o *Yavé” le aparece a Jacob, y le cambia el nombre de Jacob por Israel. De ahí en adelante así sería reconocido el pueblo escogido por Dios, y constituido como una gran nación. (Gén 32:24 y 28).

De manera que Sem, Heber y Abraham son los fundadores de lo que ahora conocemos como el pueblo de Israel. Sem hereda a los semitas, con sus familias de naciones y con su familia de lenguas. “Las lenguas semíticas suelen dividirse en tres grandes grupos: orientales (Mesopotamia), occidentales o noroccidentales (Oriente Próximo) y meridionales o sudoccidentales (península arábiga y Cuerno de África)”. (Wikipedia) (Énfasis mío)

“De la familia semítica se conservan registros escritos ininterrumpidos desde el 2500 a. C. hasta el presente, lo que hace de ella la mejor testimoniada históricamente. Compárense los 4500 años de registros de lenguas semíticas con los algo más de 3500 años de textos en lenguas chinas, los 3400 años de textos griegos o los 4000 años que median entre las primeras inscripciones en egipcio antiguo y los últimos textos en copto) que datan del siglo viii”. (Lenguas Semíticas, Wikipedia).

Según estos datos, los registros de 4,500 años de las lenguas semíticas tienen más antigüedad que los textos chinos, griegos o coptos. De manera que desde sus orígenes, los textos semíticos adquieren mayor confiabilidad que los textos tradicionalmente, considerados antiguos, según la historia; como los surgidos en Mesopotamia. En estudios anteriores, hemos leído que la escritura elamita es reconocida por expertos franceses, como la más antigua. Inclusive, con aspectos fonéticos en escritura lineal.

CONCLUSIÓN

Para concluir, voy a citar algunos estudios de renombrados filólogos y científicos de textos antiguos, tanto de la literatura clásica, como los de la Biblia. Lo hago con el propósito de comprobar la historicidad y confiabilidad del texto bíblico de Génesis, según lo hemos escudriñado.

“Ser escéptico del texto resultante del Nuevo Testamento es dejar que toda la antigüedad clásica quede en la oscuridad, ya que ningún otro documento del período antiguo está tan documentado bibliográficamente como el Nuevo Testamento” (Montgomery, 1971, p. 29)

“En otras palabras, para ser coherentes, si decidimos dudar de la fiabilidad de la preservación de la Biblia, bien podemos descartar todo lo que sabemos sobre la historia clásica en general, y ningún historiador experto ha hecho esto jamás. Sabemos que los textos bíblicos no han sido alterados como se cree. Antes de estos eventos, lenguas e imperios han surgido y desaparecido desde los primeros MS (manuscritos) existentes. Por ejemplo, sabemos que ningún monje medieval excesivamente entusiasta añadió los milagros de Jesús en el relato bíblico, ya que tenemos manuscritos que son anteriores a los monjes medievales y todos estos manuscritos pre-fechados también contienen los relatos milagrosos de Jesús”. (La crítica textual y la Biblia, Kenyon, FG, 1941, p.23; Montgomery, 1971, p. 29, et al).

Finalmente, he incluido estos comentarios de la crítica textual de los manuscritos del Nuevo Testamento, para comprobar que la historia de los orígenes de los pueblos semíticos y hebreos es una historia confiable, corroborados por historiadores, filólogos y arqueólogos.

Además, los textos del Antiguo Testamento cuentan con el respaldo del Texto Masorético hebreo, resguardado meticulosamente por expertos masoretas hebreos, y por la traducción de la Biblia Septuaginta o traducción griega del texto hebreo, por expertos en idiomas arameo, hebreo y griego. Además, la Biblia latina llamada Vulgata también fue traducida por Jerónimo de Estridón (o San Jerónimo), basada en la Septuaginta o versión de los LXX. De estos textos ha sido traducida nuestra Biblia al español, así como a otras lenguas del mundo.

Olvidémonos del llamado “Aparato Crítico” de Westcott & Holt, y de Nestlé Aland; así como de los supuestos Manuscritos griegos originales más antiguos, alardeados por traductores, editores críticos citados, y teólogos alemanes. Los manuscritos más antiguos datan de los siglos II al IV. Tanto la filología clásica, así como historiadores de textos antiguos, todos concuerdan que no existen papiros ni pergaminos originales, sino manuscritos de copias realizadas y comprobadas, por expertos escribas, Además, estos filólogos críticos (no los del “Aparato Crítico”) aceptan que los manuscritos de la Biblia son más confiables que los de la literatura clásica greco-romana; sin embargo, ningún historiador duda de la veracidad de estos textos.