viernes, 12 de agosto de 2022

 

SIMULACRO Y SIMULACIÓN

Amadeo Albuquerque Lara

Comentarios del libro “Simulacra and Simulation”, del filósofo francés, Jean Baudrillard

Gracias, Carlos René por el interesante artículo que me enviaste, el cual ha desencadenado en mi mente muchos temas de la lingüística, la Semántica, la Semiótica, la Semiología, la Onomasiología, el arte, la literatura (Simbolismo francés: Baudelaire, Rimbaud, Verlaine, Mallarmé, y Darío); así como también la teoría del Signo lingüístico de Ferdinand de Saussure; porque todos ellos y más, se relacionan entre sí con este tema. De manera que escribí estas notas, y las comparto con Dámaris, Ruth y Marlen, porque me parecen interesantes.

“La experiencia humana es una simulación de la realidad”, Baudrillard

Esto me hizo recordar la hipótesis científica de que el universo es una simulación: “Algunos físicos, cosmólogos y otros científicos no tienen problema hoy en día en contemplar la posibilidad de que todos estemos viviendo dentro de una simulación computarizada gigante, como en la famosa película de finales de los años 90, The Matrix”.

Otro libro que me llama la atención es “La Sociedad del Espectáculo” (La société du spectacle”, del filósofo francés, Guy Debord, citado por Baudrillard. Sobre este libro Mario Vargas Llosa escribió un artículo que describe “un movimiento hacia la banalización de la cultura que ha tenido lugar desde el final de la Segunda Guerra Mundial” Despúes de leer el artículo, yo escribí otro, relacionándolo con los grupos musicales que hoy amenizan los cultos evangélicos. El espectáculo sobre la adoración. Porque nos gusta más el espectáculo: el Show. Ya los himnos “viejitos” no pegan.

“Todo significado ha venido a ser sin significación”. (Baudrillard) Esto también ha llegado a nuestras iglesias. Muchas de las personas ya no encuentran el significado de ser cristianos, ni el significado del contenido de la Biblia. También, muchos predicadores anuncian el “evangelio light”, fácil de vivirlo.

El autor del artículo, Baudrillard divide el Simulacro y la Simulación en cuatro etapas (Stages):

1] Creemos que el signo es una “reflexión de una profunda realidad”. A esto el autor le llama “el orden sacramental”. El sacramento es más importante que la realidad bíblica. Como los que mantienen la Biblia como amuleto debajo de la almohada, o los que clavan una cruz de palma “bendita”, detrás de la puerta.

2] La perversión de la realidad: los signos e imágenes no nos revelan la realidad. El signo mismo es incapaz de encapsular la realidad. En lingüística, esto sucede con las palabras opacas que esconden su significado y por eso, no las comprendemos, o tal vez desconocemos el objeto real o referente.

3] “La tercera etapa enmascara la ausencia de una profunda realidad, en la cual el signo pretende ser una copia fiel, pero es una copia sin original. Signos e imágenes pretenden representar algo real, pero no tienen ninguna representación”. Son imágenes arbitrarias de cosas que no se relacionan (Baudrillard). Esto me trae a la memoria los mapas bíblicos que pretenden representar “La Palestina del tiempo de Jesús”. Esos mapas enmascaran la ausencia de la realidad de su tiempo. Las provincias romanas de Judá y Galilea fueron nombradas Siria-Palestina por el Emperador romano Adriano en el año 135 d. C., después de la rebelión de Simón Bar Kofba. Palestina no existía en tiempos de Cristo. De manera que esos mapas enmascaran una realidad histórica, no sólo bíblica. Tambien se cumple esta etapa con los que pretenden traducir la Biblia de los originales griego o hebreo, que ya no existen, sino copias de copias de esos originales.

4] La cuarta etapa es puro simulacro, porque no tiene relación con ninguna realidad. Los productos culturales ni siquiera pretenden ser reales en un sentido ingenuo, porque las experiencias de las vidas de los consumidores son predominantemente artificiales: una “hiperrealidad”, o sea, la “incapacidad de la conciencia de distinguir la realidad de la fantasía”. En esto caen muchos consumidores modernos, ante las habilidades del “marketing”. Las personas que creen que determinado “shampoo” evita la caída del pelo, por ejemplo.

Pero, para no hacer demasiadas largas estas notas, invito a los demás a leer el artículo o el resumen, en Wikipedia, “Simulacra and Simulation”, por el filósofo francés Jean Baudrillard.

 

viernes, 5 de agosto de 2022

 

LA LEY, LOS PROFETAS Y LOS SALMOS

LOS PROFETAS (Lucas 24:25-27, 44) Segunda parte

Amadeo Albuquerque Lara

En el primer escrito leímos acerca del significado de la Ley o Torá, según las enseñanzas del Señor Jesús y conforme con la Biblia hebrea, conocida entre los judíos como Tanaj: La Ley, los Profetas o Nevi’im, y los Salmos que encabezaban los Escritos o Ketuvim. En este segundo escrito vamos a analizar la importancia que le dio el Mesías a las profecías de los Profetas que se cumplieron en él. Pero primero, veamos cuáles eran los profetas o Neviim, según eran reconocidos en la Biblia hebrea, en tiempos de Jesús.

Los Profetas (Nevi‘im) estaban divididos en libros. El Primer Libro estaba compuesto por el grupo de profetas conocidos como Profetas Anteriores. A este grupo pertenecían Josué, Jueces, 1 y 2 Samuel; El Segundo Libro lo componían 1ro y 2do Reyes; pero, el Tercer Libro era el más voluminoso, era el grupo más grande que incluía a los Profetas Posteriores, o Profetas mayores, según nuestro Canon: Isaías, Jeremías, Ezequiel, y los doce Profetas Menores. A todos estos Profetas se refirió el Señor Jesús en diferentes ocasiones. Por ejemplo, a los dos discípulos que iban camino a Emaús, los reprendió de esta manera: “Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos (duros) de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!” (Lucas 24:25).

En nuestro canon, los libros de Josué, Samuel y Reyes no se reconocen como profetas. Josué, como sucesor de Moisés, más bien actúa como un juez, quien sería el primer juez que precede al grupo de Jueces que componen el libro de los doce Jueces.

Según los estudiosos de la Biblia creen que originalmente, los libros de Samuel y los libros de los Reyes formaban un solo rollo; pero como resultaba demasiado voluminoso, los dividieron de manera que al lector le resultara más manejable. De manera que I y II Samuel se llamaba I y II Reyes; y I y II Reyes era conocido como III y IV Reyes. Así se encuentran en la Biblia Septuaginta o Versión de los Setenta y en la Vulgata Latina. La Biblia Septuaginta es también conocida como Alejandrina o Canon Griego. Es una traducción de la Biblia hebrea (Antiguo Testamento) al griego.

También, nuestro Canon reconoce a los Profetas Posteriores como dos grupos: 1) Los Profetas Mayores: Isaías, el libro más voluminoso, 66 capítulos; Jeremías 52 capítulos y Ezequiel 48 capítulos. 2) Los doce Profetas menores, con sus capítulos: Oseas 14, Joel 3, Amos 9. Abdias 1, Jonas 4, Miqueas 7, Nahum 3, Habacuc 3, Sofonias 3, Hageo 2, Zacarias 14 y Malaquias 4. Total: 67 capítulos por todos los profetas menores. Un capítulo más entre los doce profetas menores que los 66 capítulos del profeta Isaías. Por eso, entre los rollos de Qumrán, se califica como el Gran Rollo de Isaías, el cual se conserva casi intacto.

Nuestro Señor y los escritores del Nuevo Testamento mencionan a varios de estos profetas. Muchos de ellos predijeron el nacimiento, ministerio, padecimiento, muerte y resurrección de Jesucristo.

Por ejemplo: Mateo 1:22, “Todo esto aconteció para que se cumpliese lo que había hablado el Señor, por medio del profeta (Isaías), diciendo He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo,y llamarán su nombre Emanuel,que interpretado es: Dios con nosotros.” […] Según el comentarista Adam Clarke, dice que en algunos manuscritos se menciona al profeta Isaías (7:14): “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel”.

Hechos 3:18, “Pero Dios ha cumplido así lo que había antes anunciado por boca de todos sus profetas, que su Cristo había de padecer”.  Los escritores de los evangelios y algunas otras referencias en Hechos y los escritos del apóstol Pablo, siempre estaban atentos para demostrar que los acontecimientos narrados en el Nuevo Testamento, están fundamentados por los profetas, en el Antiguo Testamento.

1] Nacimiento en Belén (Miqueas 5:1)

2] Nacimiento de una virgen (Isaías 7:14)

3] Matanza de los niños de Belén (Jeremías 31:15)

4] Huida a Egipto (Oseas 11:1)

5] Predicación en Galilea y en las cercanías del río Jordán (Isaías 8:23, 9:1)  

6] Desprecio del pueblo judío (Isaías 53:3)

7] Entrada triunfal en Jerusalén como Rey justo y Salvador humilde sobre un pollino (Zacarías 9:9)

8] Sería vendido por 30 piezas de plata (Zacarías 11:12)

9] El precio (las 30 monedas) sería devuelto (Zacarías 11:13)

10] Durante su juicio se mantendría en silencio (Isaías 53:7)

11] Sufriría por los demás (Isaías 53:4-5)

12] Crucificado contado con los pecadores, y transgresores (Isaías 53:12)  

13] Su costado sería traspasado (a quien traspasaron) (Zacarías 12:10)  

14] Sepultado en una tumba de ricos (Isaías 53:9)  

PROFETAS Y SALMOS CITADOS EN EL SUFRIMIENTO DE JESÚS

1] Profetas:  Miqueas, Isaías, Jeremías, y Zacarías

2] Salmos:   (Salmo 41:10), (Salmo 22:16), (Salmo 22:6-8),  (Salmo 69:21),   (Salmo 22:18), (Salmo 16:10), (Salmo 68:18). (Tomado y editado de ALETEIA. Profecías del Antiguo Testamento cumplidas en Jesús)

La evidencia bíblica corrobora el porqué el Señor Jesús citaba la Ley, los Profetas y los Salmos, porque tanto los profetas como los salmos daban testimonio desde el lugar de su nacimiento, hasta su ascensión al cielo. Por eso, resulta difícil citar solamente a los Profetas, o solamente a los Salmos; porque en ambos libros se encuentran referencias al Mesías.  Por ejemplo:

LAS PROFECÍAS DE LOS PROFETAS

El profeta Miqueas 5:2 profetizó que Jesús nacería en Belén de Judea. El cumplimiento lo vemos en Mateo 2:4-6.  

El profeta Isaías es reconocido por los estudiosos de la Biblia como el profeta evangélico o mesiánico, o como el primer evangelio, por sus múltiples profecías respecto al nacimiento y sufrimientos del Mesías. Isaías 7:14, el nacimiento; 11:1 el retoño del tronco de Isaí, el padre de David.

En el capítulo 61:1 sobre el Señor Jesús reposaría el Espíritu del Señor; “espíritu de Jehová: espíritu de sabiduría y de entendimiento, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová” (11:2); En el evangelio de Lucas, el mismo Jesús dice en la sinagoga que el Espíritu del Señor está sobre él, refiriéndose a la profecía de Isaías 61:1: Luc 4:18, “El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos”. (Luc 4:18).

Capítulo 9:2, una gran luz para el pueblo que andaba en tinieblas; 11:4, como Juez, juzgará con equidad; 53:4-6, llevó nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores y fue herido por nuestros pecados.

Sus títulos, según Isaías: Admirable Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz; 52:14 su apariencia desfigurada; 53:9-12, Se dispuso con los impíos su sepultura, y con los ricos estuvo en su muerte. Jesús fue sepultado en el sepulcro de José de Arimatea (Juan 19:38).

Jeremías 23:5, “He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David un renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será prudente y hará juicio y justicia en la tierra”. Jesús fue reconocido en el Nuevo Testamento, como hijo de David. El evangelio de Mateo 1:1, lo afirma: “Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham”.

Zacarías 9:9, “Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna”. La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, la registran los evangelios Mateo, Lucas y Juan. (Mat. 21.1-11; Luc. 19.28-40; Juan. 12.12-19).

Mateo 26:56: “Pero todo esto ha sucedido para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos le abandonaron y huyeron”. Lo abandonaron, porque ellos, como los demás judíos, esperaban a un Mesías que los libertara del yugo de los romanos. Mateo 26:31: “Entonces Jesús les dijo: Esta noche todos vosotros os apartaréis por causa de mí, pues escrito está: ``HERIRE AL PASTOR, Y LAS OVEJAS DEL REBAÑO SE DISPERSARÁN"; Zacarías 13:7. […] “dice Jehová de los ejércitos. Hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas; y haré volver mi mano contra los pequeñitos” Mateo 26:30, “Y cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos. 31 Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas” (Mateo 26:30 y Zacarías 13:7).

Lucas 18:31-32, Y Jesús, tomando á los doce, les dijo: He aquí subimos á Jerusalem, y serán cumplidas todas las cosas que fueron escritas por los profetas, del Hijo del hombre. Porque será entregado á las gentes, y será escarnecido, é injuriado, y escupido”. Jesús aquí anuncia a sus apóstoles el cumplimiento de la profecía de Isaías 53:3.

CONCLUSIÓN

En este escrito hemos leído que los profetas, tanto mayores como menores, tuvieron la visión de un Mesías, reconocido como el Siervo sufriente. Es evidente que las profecías se refieren a un Mesías con una misión especial; pero ninguna de las profecías se refiere a un libertador político, sino como Salvador humilde, aun cuando es presentado como Rey por el profeta Zacarías.

La razón de por qué Jesús fue entregado por Judas Iscariote a los líderes religiosos en Jerusalén, es porque se sintió decepcionado porque Jesús no era el Mesías que los judíos esperaban. “Algunas versiones atribuyen el sobrenombre (iscariote) a la palabra griega “sicarius” (asesino) por pertenecer a los zelotes, una facción de la resistencia judía a la ocupación romana.

Los mismos discípulos le preguntaron si iba a restaurar el reino a Israel, según lo relata el apóstol Pedro en Hechos 1:6, Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: “Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? 7 Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; 8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”. Estas palabras de Jesús no aparecen en ninguno de los evangelios, pero Pedro las refiere. La misión del Mesías no fue política, sino de proclamación de su reino espiritual.

También, los dos discípulos que iban hacia Emaús le declaran su desilusión al mismo Jesús, después de resucitado. Sin duda, interpretando el mismo sentir de los demás apóstoles: Luc 24:21, “Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido”. Como quien dice: ya no nos queda ninguna esperanza. Evidentemente, los discípulos de Jesús no entendieron que los Profetas y los Salmos predijeron todos estos acontecimientos. Por eso, el Señor los reprendió, diciendo: “Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!” (Lucas 24:25).