sábado, 28 de julio de 2018


Noam Chomsky es el lingüista que revolucionó los estudios de la lingüística y es activista y crítico de su propio país: EE. UU. Por su afán intervencionista y terrorismo contra países que nada tienen que ver con su territorio.

Estos son algunos hechos que él destaca en su entrevista: Estados Unidos destruyó a los verdaderos pobladores de lo que hoy se conoce como EE. UU.; en 1898 logró el control de Cuba (y por eso la atacó, cuando cayó en poder de Fidel Castro); cuando invadió Filipinas asesinó a cientos de miles de personas; le robó Hawai a su población originaria, para incorporarlo como un estado más; invadió Irak e hizo destrozos en Yugoslavia, etc.

 Y yo añado que le robó a México varios estados del norte y mató a millones de japoneses por las bombas atómicas lanzadas contra Iroshima y Nagazaki, en Nicaragua patrocinó la guerra de los años ochenta, en la que murieron unas 50,000 personas, etc.

A CONTINUACIÓN, HE DESTACADO LOS PUNTOS MÁS IMPORTANTE DE LA ENTREVISTA, LA CUAL VALE LA PENA LEER PARA RECORDAR QUE EE. UU. ES EL PAÍS QUE NO TIENE MORALIDAD NI AUTORIDAD PARA CONSTITUIRSE EN JUEZ MUNDIAL. ¿Y QUIÉN CONDENA A ESTADOS UNIDOS POR LOS MILLONES Y MILLONES DE PERSONAS QUE HA ASESINADO EN TODO EL MUNDO?

Noam Chomsky. “Es el momento más crítico en la historia de la humanidad”
Por Agustín Fernández Gabard y Raúl Zibechi

Entrevista al intelectual estadounidense Noam Chomsky.
En una extensa conversación, Chomsky repasa las principales tendencias del escenario internacional, la escalada militarista de su país y los riesgos crecientes de guerra nuclear. Se detiene en el proceso electoral estadunidense y esboza una reflexión sobre las esperanzas de paz en Colombia.
Estados Unidos fue siempre una sociedad colonizadora. Incluso antes de constituirse como Estado estaba eliminando a la población indígena, lo que significó la destrucción de muchas naciones originarias, sintetiza el lingüista y activista estadunidense Noam Chomsky cuando se le pide que describa la situación política mundial. Crítico acérrimo de la política exterior de su país, sostiene que desde 1898 se volcó hacia el escenario internacional con el control de Cuba, a la que convirtió esencialmente en colonia, para invadir luego Filipinas, asesinando a un par de cientos de miles de personas.
Continúa hilvanando una suerte de contrahistoria del imperio: Luego le robó Hawai a su población originaria, 50 años antes de incorporarla como un estado más. Inmediatamente después de la segunda Guerra Mundial Estados Unidos se convierte en potencia internacional, con un poder sin precedente en la historia, un incomparable sistema de seguridad, controlaba el hemisferio occidental y los dos océanos, y naturalmente trazó planes para tratar de organizar el mundo a su antojo.
Acepta que el poder de la superpotencia ha disminuido respecto al que tenía en 1950, la cima de su poder, cuando acumulaba 50 por ciento del producto interno bruto mundial, que ahora ha caído hasta 25 por ciento. Aun así, le parece necesario recordar que Estados Unidos sigue siendo el país más rico y poderoso del mundo, y a nivel militar es incomparable.
Por ejemplo, destaca que todos los candidatos republicanos niegan el calentamiento global o son escépticos, que si bien no lo niegan dicen que los gobiernos no deben hacer algo al respecto. Sin embargo el calentamiento global es el peor problema que la especie humana ha enfrentado jamás, y estamos dirigiéndonos a un completo desastre. En su opinión, el cambio climático tiene efectos sólo comparables con la guerra nuclear. Peor aún, los republicanos quieren aumentar el uso de combustibles fósiles. No estamos ante un problema de cientos de años, sino de una o dos generaciones.
En Boston, donde vivo, hace un par de días el gobierno de Obama deportó a un guatemalteco que vivió aquí durante 25 años; tenía una familia, una empresa, era parte de la comunidad. Había escapado de la Guatemala destruida durante la administración Reagan. En respuesta, la idea es construir un muro para prevenirnos. En Europa es lo mismo. Cuando vemos que millones de personas huyen de Libia y de Siria a Europa, tenemos que preguntarnos qué sucedió en los últimos 300 años para llegar a esto.
Invasiones y cambio climático se retroalimentan
Hace apenas 15 años no existía el tipo de conflicto que observamos hoy en Medio Oriente. Es consecuencia de la invasión estadunidense a Irak, que es el peor crimen del siglo. La invasión británica-estadunidense tuvo consecuencias horribles, destruyeron Irak, que ahora está clasificado como el país más infeliz del mundo, porque la invasión se cobró la vida de cientos de miles de personas y generó millones de refugiados, que no fueron acogidos por Estados Unidos y tuvieron que ser recibidos por los países vecinos pobres, a los que se encargó recoger las ruinas de lo que nosotros destruimos. Y lo peor de todo es que instigaron un conflicto entre sunitas y chiítas que no existía antes.
Las palabras de Chomsky recuerdan la destrucción de Yugoslavia durante la década de 1990, instigada por Occidente. Al igual que Sarajevo, destaca que Bagdad era una ciudad integrada, donde los diversos grupos culturales compartían los mismos barrios, se casaban miembros de diferentes grupos étnicos y religiones. La invasión y las atrocidades que siguieron instigaron la creación de una monstruosidad llamada Estado Islámico, que nace con financiación saudita, uno de nuestros principales aliados en el mundo.
Uno de los mayores crímenes fue, en su opinión, la destrucción de gran parte del sistema agrícola sirio, que aseguraba la alimentación, lo que condujo a miles de personas a las ciudades, creando tensiones y conflictos que explotan apenas comienza la represión.
Una de sus hipótesis más interesantes consiste en cruzar los efectos de las intervenciones armadas del Pentágono con las consecuencias del calentamiento global.
En la guerra en Darfur (Sudán), por ejemplo, convergen los intereses de las potencias con la desertificación que expulsa poblaciones enteras de las zonas agrícolas, lo que agrava y agudiza los conflictos.Estas situaciones desembocan en crisis espantosas, como sucede en Siria, donde se registra la mayor sequía de su historia que destruyó gran parte del sistema agrícola, generando desplazamientos, exacerbando tensiones y conflictos, reflexiona.
Chomsky cree que estamos ante un recodo de la historia en el que los seres humanos tenemos que decidir si queremos vivir o morir: “Lo digo literalmente. No vamos a morir todos, pero sí se destruirían las posibilidades de vida digna, y tenemos una organización llamada Partido Republicano que quiere acelerar el calentamiento global No exagero –remata– es exactamente lo que quieren hacer”.