sábado, 9 de diciembre de 2023

 EL SHEOL Y EL HADES: EL LUGAR DE LOS MUERTOS

Y el Infierno, como lugar de castigo eterno

Amadeo Albuquerque Lara

En el Hades (la región de los muertos) el rico alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio a Abraham a lo lejos, y a Lázaro en su seno” (Lucas 16:23 NBLA).

Y se levantaron todos sus hijos y todas sus hijas para consolarlo; mas él no quiso recibir consuelo, y dijo: Descenderé enlutado a mi hijo hasta el Seol” (Gén 37:35 RVR 1960 )

El primer pasaje bíblico hace referencia a la parábola que les relató Jesús a los fariseos que confiaban en las riquezas, quienes “eran avaros”. El capítulo 16 de Lucas comienza con la parábola del mayordomo infiel, las enseñanzas sobre el Reino de Dios y el divorcio; y luego, les relata la parábola del rico y Lázaro (versos 19-31) El propósito de la parábola es enseñarles a los fariseos avaros que el dinero sólo da placeres en la vida terrenal, pero del tormento en el Hades no los salva. Mientras Lázaro, el mendigo, se regocija en el “seno de Abrahán”, el rico se lamenta en el Hades, que es el lugar de los muertos.  Como el Nuevo Testamento fue escrito en griego, Lucas  cita a Jesús que usa la palabra griega Hades; o tal vez el evangelista Lucas traduce Sheol por Hades, pues el griego era el idioma hablado entonces, el hebreo era sólo un idioma litúrgico.

Dice la parábola que existe un abismo entre ambos personajes, de manera que los de un lado no pueden pasar al otro; con lo cual Jesús concuerda con el concepto hebreo del Sheol, en el cual hay separación de dos lugares, en el mismo Sheol. Sin embargo, no perdamos de vista que en esta parábola Jesús está más interesado en darles una lección a los fariseos ricos que confían en las riquezas, antes que describir el “seno de Abrahán”, Sheol o Hades, porque según documentación sobre el Antiguo Testamento, el Sheol es un lugar adonde van los que mueren, sin distinción.

Ahora, volvamos a la segunda cita en Génesis 37. El capítulo comienza con el relato de Jacob, los hijos de “Bilha y los hijos de Zilpa, mujeres de su padre;” y José, el hijo predilecto de Jacob.  José era hijo de Raquel y Jacob, por lo cual había rivalidades entre los medio hermanos. El verso citado arriba se refiere al momento en que Jacob recibe la falsa noticia que le dan a su padre los medio hermanos de José, acerca de la muerte de su hijo José, a quien tanto amaba Jacob. Y aunque todos sus hijos y todas sus hijas trataron de consolarlo, Jacob exclamó que descendería “enlutado a mi hijo hasta el Seol”. Jacob está seguro que su hijo José permanece en el Seol y no en ningún otro lugar, hasta donde descendería enlutado para reunirse con él, a la hora de su muerte. Hay muchos lugares en el Antiguo Testamento en donde encontramos referencias al Seol, el lugar en donde están los muertos, y el lugar en donde el que muere se reúne con sus padres. Citaré esos pasajes de la Biblia, un poco más adelante. La palabra Seol la cita el Antiguo Testamento 64 veces, según (StudyBible).

Algunos pasajes referidos a Sheol/Hades:

Deuteronomio 32:22 y Salmo 86:13, Job 11:8, Salmo 16:10 y Hechos 2:27.  En Lucas , en el libro de Hechos de los apóstoles, Jesús no descendió a un lugar de tormento, sino al Hades. Lucas cita el Salmo 16:10, con las siguientes palabras: “porque no dejarás mi alma en el Hades, ni permitirás que tu Santo vea corrupción” (Hechos 2:27), refiriéndose a Jesús, en el Nuevo Testamento. Obsérvese que según Lucas, Jesús estuvo en el Hades entre su muerte y su resurrección. El apóstol Pablo escribiéndole a los Efesios, lo expresa con estas palabras: “(Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra…”?  (Efesios 4:9). Claramente, esto es el concepto del Hades, en el Nuevo Testamento. El Hades no es el infierno; por tanto, Jesús entre su muerte y la resurrección, no descendió a los infiernos, tal como lo declara el Credo niceno. 

Evidentemente, se trata de un concepto equivocado de quienes redactaron el Credo de Nicea, en el siglo IV.  El concepto del Hades que tiene el apóstol Pablo es: “las partes más bajas de la tierra”; igual que el concepto de infierno que tenían los griegos.  También el apóstol Mateo se refiere al corazón de la Tierra: “Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches” (Mateo 12:40). La palabra latina para infierno es “infernum”, lugar más bajo de la tierra, o subterráneo (Cfr. RAE). De manera que para un estudio bien fundado en la Biblia, no se puede asegurar que Jesús descendió a los infiernos, sino al Hades, el lugar de los muertos, esperando la mañana de su resurrección.

Todos estos pasajes de la Biblia nos aseguran que el hecho de que Jesús haya estado en el Hades esperando su resurrección, es una prefigura para nosotros los creyentes. La enseñanza es que, al morir, iremos al lugar de los muertos, esperando que Jesús en su segunda venida, nos lleve con él a la casa del Padre, adonde él fue a preparar morada.

“En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. 4 Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino” (Juan 14:2-3). Nótese que estaremos con Cristo, hasta cuando él venga otra vez. Destacado es mío.

Luego, el apóstol Pablo en su primera carta a los Tesalonicenses, los instruye de la siguiente manera, en cuanto a los que mueren en Cristo y su posterior resurrección:

“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero” (1 Tes.4:16).

Debo aclarar aquí que la palabra hebrea “שאול (Sheol)”nunca se usa en plural, en referencia al lugar a donde van los muertos, o los que duermen. En cambio, la palabra hebrea “קֵבֶר (Kever)”, se encuentra 51 veces traducida como sepulcro, y 15 veces como sepultura. Los traductores del Antiguo Testamento la usan en plural 29 veces, porque “Kever” significa sepulcro, lugar de podredumbre. El Seol es el lugar de los muertos. Por ejemplo, en Ëxodo 14:11 los israelitas le protestan a Moisés en el desierto que si no había sepulcros (קְבָרִים, en plural) en Egipto, porque sienten y creen que morirán en el desierto. Los traductores del Antiguo Testamento a veces traducen la palabra hebrea Sheol o Seol como infierno, como sepulcro o como abismo. Esto puede producir confusión entre los lectores de la Biblia. El comentarista de Middletown Bible Church alerta que “En el Antiguo Testamento, Seol es traducido 31 veces como infierno, 31 veces como sepulcro y tres veces como abismo. En el Nuevo Testamento, Hades es traducido 10 veces como infierno y una vez como sepulcro” Sin embargo, no hay que confundir estos términos, pues Sheol, sepulcro y abismo, tiene cada uno un significado diferente en la Biblia hebrea. A veces los traductores asignan significados que no se corresponden con el original.

En este pasaje se cita la palabra “sepulcro” en plural: “Y dijeron a Moisés, ¿no había sepulcros קְבָרִים (plural de “Kever”) en Egipto? (Éxodo 14:11). Pero la palabra Seol nunca se usa de esa manera. Kever se usa en plural 29 veces, en el Antiguo Testamento, según los estudiosos del Antiguo Testamento.

El profeta Isaías en el capítulo 14, verso 11 profetiza contra Nabucodonosor, el rey de Babilonia,  cuando en su pedantería, anhelaba subir al cielo y ser semejante al Altísimo. Por eso, el profeta Isaías compara su derrota como si hubiera caído del cielo, hasta donde Nabucodonosor quería escalar. El Profeta lo compara igual que Lucifer cuando se creyó igual a Dios. El profeta se burla  de Nabucodonosor con las siguientes palabras:

“¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. 13 Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; 14 sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo” (Isaías 14:13-14).

Pero, en vez de eso, Isaías lo reprende con las palabras del versículo 9, del capítulo 14: “El Seol abajo se espantó de ti”, porque Nabucodonosor no es digno del Seol, sino más bien irá al sepulcro (Kever), en donde su cama serán los gusanos. El profeta Isaías presenta un contraste entre lo que aspiraba el rey de Babilonia de subir a las alturas de las nubes y de ser “semejante al Altísimo”, con el sepulcro (Kever), comido de gusanos. Esta lección del Profeta, Nabucodonosor la entendió perfectamente.  “Descendió al Seol tu soberbia, y el sonido de tus arpas; gusanos serán tu cama, y gusanos te cubrirán” (Isaías 14:11). En este pasaje hay una clara distinción entre el sepulcro en donde los cuerpos se pudren, comidos de gusano, y el Sheol, adonde van los muertos; o más bien, los que duermen (Daniel 12:2, 1ra Tesalonicenses 4:13-17 RVR1960).

En el Antiguo Testamento, el concepto de Sheol es el lugar adonde van los muertos malos y buenos, sin ninguna distinción (Isaías 5:14). Pero en el Nuevo Testamento, el concepto corroborado por la parábola de Jesús acerca del rico y Lázaro es de dos divisiones. Según la parábola, el “seno de Abrahán” representa el Sheol/Hades. Allí se encuentran tanto el rico como el mendigo Lázaro, pero en el Hades, el cual concuerda con el concepto de Sheol, del Antiguo Testamento. Este nuevo concepto introducido por Jesús, incluye una división: dos lugares separados por un abismo, concepto que encontramos en el Nuevo Testamento, con la parábola del rico y Lázaro.

El comentarista de Middletown Bible Church concuerda con este concepto: “El Seol/Hades estaba dividido en dos compartimientos, uno para los justos y el otro para los malos (Lucas 16:26)” (The Middletown Bible Church). Sin embargo, no es que hubiera dos “seoles”, porque como dijimos, la palabra hebrea Sheol no tiene plural; sino que ya en el Nuevo Testamento, el Hades tiene dos divisiones. Sin embargo, no olvidemos que este concepto de divisiones en el Hades está basado en la parábola del rico y Lázaro, la cual tenía la intención de darles una lección a los fariseos avaros que confiaban más en sus riquezas que en la vida eterna.

El Salmo 18:5 y 2 Samuel 22:6, contienen un bello paralelismo sinónimo compuesto por los conceptos de Seol y muerte: “Ligaduras del Seol me rodearon; Tendieron sobre mí lazos de muerte”.  Ante el salmista y el profeta Samuel, se alzan ante ellos “las ligaduras del Seol” y “los lazos de muerte”. Sin embargo, ambos personajes bíblicos están conscientes del lugar que los espera a la hora de la muerte. Nótese que no hay referencias al infierno, ni a un lugar que se llame cielo. Esto es el concepto de la muerte y el lugar adonde se reunirían con sus antepasados.

El Salmo escrito por los hijos de Coré asegura que el Seol es el lugar adonde van los muertos, tanto de los que confían en sus riquezas, como de los rectos; pero allí no ven la luz, porque el Sheol para los hebreos es un lugar de oscuridad y de silencio; es el lugar de los que duermen:

Según el Salmo 49:14, el Seol es la morada de los que se jactan de sus riquezas: “Y los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana; Se consumirá su buen parecer, y el Seol será su morada” (Salmo 49:14). Esto indica que los rectos tendrán un lugar especial en el Seol; mientras que los que se jactan de la buena vida en la Tierra, en el Seol se consume tanto su buen parecer, así como sus riquezas. Sin duda, Jesús usó la enseñanza de los Salmos (49:14), para ilustrar la parábola del rico y Lázaro, en donde aparece el rico en un lugar de tormento; mientras Lázaro se encuentra en el “seno de Abrahán”.

Y en los versículos 16-19, el Salmo, alienta al lector: “No temas cuando se enriquece alguno, Cuando aumenta la gloria de su casa; 17 Porque cuando muera no llevará nada, Ni descenderá tras él su gloria. 18 Aunque mientras viva, llame dichosa a su alma, Y sea loado cuando prospere, 19 Entrará en la generación de sus padres, Y nunca más verá la luz” (Salmo 49:16-19).

Sin embargo, en el Salmo 116:3 el salmista anónimo se refiere a los temores de la muerte y del sepulcro, no menciona el Sheol, según la Nueva Versión Internacional: “Los lazos de la muerte me enredaron; me sorprendió la angustia del sepulcro y caí en la ansiedad y la aflicción” (NVI). Evidentemente, los traductores de la Nueva Versión Internacional, equiparan los términos hebreos “sheol”, lugar donde van los muertos; con “Kever” que significa sepulcro. Porque, era el sepulcro  tan temido por los hebreos; porque era el lugar en donde los cuerpos eran devorados por los gusanos.

 Pero si comparamos este mismo versículo con la traducción Reina Valera 1960, notaremos una diferencia: “Me rodearon ligaduras de muerte, Me encontraron las angustias del Seol”.  La versión Reina Valera concuerda con la versión en español de la Septuaginta: “Me rodearon los lazos de la Muerte, Me atraparon los terrores del Seol”. Ambos traductores citan la palabra hebrea “Sheol” o Seol, en vez de “sepulcro”. Además, la Biblia Septuaginta es una versión griega traducida directamente de la Biblia hebrea, llamada también Texto Masorético. Fue una traducción por parte de 72 rabinos hebreos expertos en las lenguas originales. Según esta traducción de la NVI, al salmista lo angustia el Seol; pero hemos dicho que al Seol van tanto justos como injustos, en secciones separadas, esperando la resurrección del día final, cuando sí habrá un destino diferente para justos e injustos. Por tanto, este concepto fue corroborado por la parábola del rico y Lázaro dicha por Jesús a los fariseos que confiaban en las riquezas. Según la parábola, a un lado estaba el rico, y al otro, el mendigo Lázaro; ambos separados por un abismo (Lucas 16:19-31). Destacado es mío.

A continuación, cito varios versículos del Antiguo Testamento acerca del lugar adonde van los muertos o Sheol, tanto justos como injustos: “Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez”: Abrahán ( Gén 15:15.  “y murió Abraham en buena vejez, anciano y lleno de años, y fue unido a su pueblo” (Gén 25:8); “Y exhaló Isaac el espíritu, y murió, y fue recogido a su pueblo” (Gén 35:29),  “Mas cuando duerma con mis padres, me llevarás de Egipto y me sepultarás en el sepulcro de ellos”: Israel; (Gén 47:30),  (Isaac: “Yo voy a ser reunido con mi pueblo. Sepultadme con mis padres en la cueva que está en el campo de Efrón el heteo” (Gén 49:29,31). “Aarón será reunido a su pueblo, pues no entrará en la tierra que yo di a los hijos de Israel” (Núm 20:24), (“Y toda aquella generación también fue reunida a sus padres” (Jueces 2:10).  “He aquí que yo te recogeré con tus padres, y serás recogido en tu sepulcro en paz”: rey de Judá; (2 Crón 34:28), El rico: “Entrará en la generación de sus padres, Y nunca más verá la luz”, (Salmo 49:19), “Porque a la verdad David, habiendo servido a su propia generación según la voluntad de Dios, durmió, y fue reunido con sus padres, y vio corrupción” (Hechos 13:36).

Todos estos pasajes de la Biblia son una prueba que en el Antiguo Testamento, las personas al morir, van a reunirse con sus antepasados, en el Sheol, adonde van tanto los buenos, como los malos; pero también hay libros del Antiguo Testamento que dejan ver que existía el concepto en el Antiguo Testamento de un lugar eterno, un fuego que no se apaga, un lugar donde Dios derrama su ira, y un reino de maldad, donde el gusano no muere. Destacado es mío.

 “Se ha encendido el fuego de mi ira, que quema hasta lo profundo del abismo. Devorará la tierra y sus cosechas, y consumirá la raíz de las montañas” (Deuteronomio 32:22) .“Y del polvo de la tierra se levantarán las multitudes de los que duermen, algunos de ellos para vivir por siempre, pero otros para quedar en la vergüenza y en la confusión perpetuas (Daniel 12:2”). “Entonces saldrán y contemplarán los cadáveres de los que se rebelaron contra mí. ‘Porque no morirá el gusano que los devora, ni se apagará el fuego que los consume:¡repulsivos serán a toda la humanidad!” (Isaías 66:24). “¡Que sorprenda la muerte a mis enemigos! ¡Que caigan vivos al *sepulcro, pues en ellos habita la maldad!” (Salmos 55:15). Destacado es mío.

La enseñanza de Jesús acerca del infierno

Jesús enseña la doctrina del infierno con mucha claridad en el evangelio de Marcos capítulo 9, versos 42-50, Mateo 10:28 y 23:33. En la sección del evangelio de Marcos Jesús introduce tres conceptos vitales para la vida cristiana: vida, Reino de los cielos, e infierno. En esos versos Jesús dice que es mejor entrar en la vida manco, cojo o ciego, antes que “ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado, 46 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga”; pero para ilustrar el concepto de infierno él usa dos figuras: 1] fuego que nunca se apaga, y 2] gusano que no muere. Es obvio que Jesús tomó estas figuras del Antiguo Testamento para aplicarlos a su doctrina acerca de un lugar de castigo para los malvados, e incrédulos.

Pero para que sus oyentes entendieran mejor estas dos figuras literarias, Jesús hace referencia a otra imagen muy familiar. La imagen que usa Jesús para ilustrar el concepto de infierno es la palabra hebrea “Gehenna”.  La palabra hebrea “gehena” tiene como etimología “gehinnom”; clara referencia al Valle de Hinon, un lugar maldito por causa de los ritos paganos. Pero también la “gehena” era el lugar en donde incineraban la basura de la ciudad de Jerusalén, cuyo fuego se mantenía ardiendo día y noche (Mateo 23:33) “¿Cómo podrán escapar al castigo de la gehena? RVA-2015. “¡Serpientes! ¡Generación de víboras! ¿Cómo se escaparán de la condenación del infierno?” (Mateo 23:33 RVA-2015). Así que, ante la visualización del fuego del Valle de Hinón, crematorio cercano a la ciudad de Jerusalén, el concepto del infierno debería quedar muy claro en la mente de sus oyentes. Destacado es mío.

El Valle de Hinón:  el valle de Hinón se convirtió en el lugar utilizado para incinerar los desperdicios de Jerusalén. La palabra gehena (Gehenem, Yahannam) también aparece en el libro musulmán, el Corán, como lugar del tormento para los pecadores, el equivalente islámico del infierno cristiano (Crédito: Bibliatodo Diccionario). El término Gehenna proviene del latín tardío “gehena”, y éste del hebreo “gē hinnōm”: 'valle de Hinón', topónimo maldito a causa de los ritos paganos; también la palabra gehena se usaba en la lengua siriaca: “gihannā”. De manera que Jesús, sabiendo que este vocablo era muy común, lo utilizó para ilustrar el concepto de infierno en el sentido neotestamentario y cristiano, con base en el Antiguo Testamento.  ​La gehena es un lugar en donde la persona se puede condenar (Mateo 10:28) en un fuego inapagable (Marcos 9:43). En Mateo 23:33 Jesús dice: Vosotros, serpientes, generación de víboras, ¿cómo podréis escapar al castigo del Gehena? ( RVA-2015)

Y para finalizar, leamos el versículo en el evangelio de Mateo, el cual expresa las amonestaciones de Jesús: “Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno (. Mateo 10:28)

CONCLUSIÓN

En este artículo he documentado los vocablos, Sheol o Seol,  Hades, “Kever”: sepulcro, e Infierno. He afirmado que el vocablo “Sheol” es de origen hebreo, y es el lugar adonde van todos los que mueren, buenos y malos; pero que también existe el sepulcro o kever, al cual los hebreos temían, por ser lugar de putrefacción, infestado por gusanos. En tanto que el Hades es de origen griego, propio del Nuevo Testamento. Además, he documentado que este concepto de Hades Jesús lo ilustró con la parábola del rico y Lázaro, en donde ambos están en el mismo Hades, pero separados por un abismo. Este concepto de “abismo” Jesús lo tomó del Antiguo Testamento, en Deuteronomia 32:22. Por tanto, ninguno tiene acceso al otro, pero están en distintas condiciones: el rico había gozado de sus riquezas, en tanto que el mendigo Lázaro, sólo había experimentado pobreza, desprecios, y sufrimientos. He dicho que Jesús opone estas dos situaciones ante los fariseos quienes se jactaban de sus riquezas, pero que tampoco se preocupaban por los pobres. Y que además, se burlaban de las enseñanzas de Jesús.

En cuanto al Infierno, he documentado que Jesús introdujo este concepto, tomado del Antiguo Testamento, y con imágenes cercanas y familiares para sus oyentes; especialmente, para los fariseos amantes de las riquezas. Las imágenes mencionadas son: fuego, ilustrado con la realidad del crematorio de desperdicios en el Valle de Hinón, en donde el fuego nunca se apaga; por otro lado, Jesús usa la figura del gusano que nunca muere, aunque sufra la intensidad del fuego que nunca se apaga. En tanto que Antiguo Testamento, la ira de Dios se presenta con varias figuras: “furor de Dios como fuego’, (Naún 1:6), Dios es “fuego consumidor”(Deut  4:24), “el fuego que no se apaga” (Jerem 4:4), Dios es “fuego de fundidor” (Malaquías 3:2).

El castigo eterno tiene varios nombres, en el Nuevo Testamento: “el horno de fuego” (Mateo 13:42), “fosos de tinieblas” (2 Pedro 2:4), “el lago de fuego” Apocalipsis (20:14). El fuego representa la ira de Dios, en el Antiguo Testamento; y en el Nuevo Testamento, el fuego es el castigo eterno. En el Antiguo Testamento, el gusano es el que devora los cuerpos, en el sepulcro. Mientras que en el Nuevo Testamento, el gusano representa a los malvados que desoyen las enseñanzas del Maestro, Jesucristo.

sábado, 25 de noviembre de 2023

SAN PEDRO NO PUDO SER EL PRIMER PAPA DE LA IGLESIA CATÓLICA ROMANA

Amadeo Albuquerque Lara

Los apóstoles Pedro y Pablo fueron martirizados por Nerón, el emperador romano cuyo nombre completo era Nerón Claudio Augusto Germánico (37 d.C.- 68 d.C.). Nerón fue tan malo que ordenó el incendio de la ciudad de Roma, aunque el emperador culpó a los cristianos del incendio, por lo cual fueron ejecutados en masa. Los historiadores Tácito, Dion Casio y Suetonio escribieron vivamente sobre el caos y la destrucción. También Nerón fue señalado por el asesinato de su propia madre Agripina, en el año 59 d.C. y de sus dos esposas: Claudia Octavia y Popea Sabina; pero el historiador Gian Giacomo Bologna de Italia (1529- 1608), duda que Nerón sea el culpable de la muerte de su madre.

Durante el imperio de Nerón se produjo la peor persecución de todos los cristianos, a partir del incendio de la ciudad de Roma (Crédito: Jorge Cuesta Fernández, Universidad de Murcia). De manera que éstos eran lanzados a los leones para diversión del emperador y sus allegados, o incendiados como antorchas en postes, para iluminar las fiestas nocturnas del emperador. Así que los apóstoles Pedro y Pablo no se libraron de las atrocidades del emperador durante los años 54-68, catorce años, que por suerte no fueron más.

“Nerón y Domiciano han sido considerados como los emperadores que inauguraron las persecuciones del Imperio Romano contra el cristianismo primitivo. Esta tradición tiene su origen en la Apología de Melitón de Sardes, las obras de Tertuliano, principalmente en el Apologeticum y en el Ad Nationes (s. II- III d.C.), así como las obras de Eusebio de Cesarea, Lactancio, Orosio y Sulpicio Severo” (Crédito: Jorge Cuesta Fernández, Universidad de Murcia).

Los primeros cristianos en Roma, tenían sus cultos y oraciones en catacumbas o subterráneos; eran perseguidos y asesinados (Crédito: BBC News World)

Por tanto, si Nerón murió en el año 68, el martirio de los apóstoles Pedro y Pablo debió haber sido por los años 66 o 67, a lo sumo; porque la última carta de Pablo, 2ª Timoteo, fue escrita en los años 66 o 67. Sin embargo, en ninguna de las cartas escritas por el apóstol Pablo se menciona que el apóstol Pedro haya sido nombrado papa de la iglesia de Roma. Además, el apóstol Juan, quien fue el longevo de los apóstoles de Jesús, cuya muerte ocurrió entre los años 100 o 101, tampoco menciona en sus epístolas, o su último libro, Apocalipsis, que Pedro haya sido nombrado Papa; Además, el nombramiento de Pedro como Papa de Roma, si es que hubiera existido, tuvo que haber venido de la Iglesia de Jerusalén, de la cual el Apóstol era una de las “columnas principales”, según el libro de los Hechos de los Apóstoles. Tampoco la columna principal.

A lo sumo, quizás tuvo nombramiento de obispo o anciano de la Iglesia de Jerusalén, no de la Iglesia de Roma (Hechos capítulo 11). Tampoco el apóstol Pedro habla como Papa de Roma en sus dos cartas, sino como apóstol: “Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia”, no menciona a Roma. (1ra Pedro, capítulo 1, verso 1) Fecha de composición de la primera carta del apóstol Pedro:  años 62-64 d.C. desde Babilonia (5:13).

Veamos qué dice el apóstol Pedro en su segunda carta:

“Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra (2 Pedro, capítulo 1, verso 1).

Si Pedro hubiera sido nombrado Papa por la Iglesia de Jerusalén, Pedro en sus cartas hubiera escrito: Pedro, Papa de la Iglesia de Roma; en vez de eso, afirma: “Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo…” Fecha de composición de la segunda carta del apóstol Pedro: probablemente a finales del año 66 o principios del año 67, fecha de su martirio por mandato del emperador Nerón. Pero ni la Biblia ni la historia confirman el papado del Apóstol.

Es más, el papado no existió hasta que el emperador Constantino I (19 de septiembre de 324 al 22 de mayo de 337) fuera reconocido como emperador del imperio romano unificado. Cuando el emperador Constantino aceptó el cristianismo, cesó la persecución de los cristianos. En el año 313, “los emperadores Constantino y Licinio concedieron plena libertad de culto a los cristianos (Vatican News). Entonces, con el ascenso de este emperador romano, fue que la iglesia cristiana (no católica) en Roma alcanzó la paz, pero también el poder y representatividad otorgados por Constantino. Nótese que fue el Emperador romano el que puso la tiara al Papa y no al revés, ni tampoco la Iglesia católica romana, porque no existía.

“Fue a través de su habilidad política que el emperador Constantino (272-337), con Roma en un contexto de decadencia, promulgó, junto con el emperador Licinio (250-325), el Edicto de Milán, poniendo fin oficialmente a la persecución religiosa. (Cfr: BBC News)

Al año siguiente, en 314, el nombramiento de “un Papa se convirtió en dirigente de la Iglesia: Silvestre (285-335). La primera vez, por tanto, que el cristianismo ya no era una religión clandestina”. (Edison Veiga BBC News Brasil, Roma).

Así que ya con el reconocimiento oficial, la libertad de culto, la adopción del calendario de festividades de la roma pagana, por parte de la iglesia, las autoridades eclesiásticas nombraron el primer Papa en la persona de Silvestre (314), reconocido posteriormente como el Papa San Silvestre (31 de enero de 315 hasta el 31 de diciembre de 335) (Edison Veiga BBC News Brasil, Roma)

La historia secular registra la imposición de la tiara papal a Silvestre de parte del mismo Emperador Constantino I. Antes de Silvestre no hubo ningún papa, a pesar de que quieran suponer que Pedro fue el primer papa. Sin embargo, ni la Biblia ni la historia secular lo confirman. El historiador judeo-romano, Flavio Josefo, era contemporáneo de los apóstoles; sin embargo, él no menciona a Pedro como Papa. Aunque la Iglesia católica cuente como el papa número 33 a Silvestre, independientemente, no lo pueden comprobar. ¿Cómo podría haber papas en una Roma pagana que no reconocía al cristianismo, sino que lo perseguía atrozmente hasta la muerte? ¿Cómo podría haber una Iglesia católica, con un Papa como cabeza universal, si los creyentes cristianos eran perseguidos y asesinados, lanzados a los leones, o incendiados como antorchas humanas? Durante dos siglos, subsiguientes a la era apostólica, no hubo iglesia católica romana en la ciudad de Roma, ni representante oficial que se llamara Papa, ni Sumo Pontífice.

Quién fue San Silvestre, el último "santo" del año y primer papa "legal" del cristianismo (Edison Veiga BBC News Brasil, Roma) El argumento que esgrime la Iglesia católica es que Jesús, cuando Pedro le contestó que él era el “Cristo, el hijo del Dios viviente”, Jesús le dijo:

“Y yo te digo: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. 19 Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo»” (Mateo 16:18-19).

Si analizamos lo dicho por Jesús a Pedro, nos sorprenderá que: 1] “sobre esta piedra edificaré mi iglesia”, la iglesia de Jesucristo, no la iglesia católica de Roma, porque no existía, ni la fundó Cristo; 2] Jesús no pudo haber edificado su iglesia sobre un hombre que lo había negado tres veces, y a quien lo había llamado “satanás”: ni que fuera reconocido como “la piedra que rechazaron los edificadores, que vino a ser la cabeza del ángulo”.

“Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres” (Mateo 16:23).

Claramente, Pedro no entendía las cosas de Dios; era tropiezo, no podía ser el fundamento de la iglesia de Jesucristo.

3] Jesús le entregará “las llaves del Reino de los cielos”, no las llaves que según la Iglesia católica tiene el Papa en el Vaticano. El Reino de los cielos no es la Iglesia católica romana, no lo dice la Biblia.

Reino de Dios o Reino de los Cielos (en griego βασιλεία τοῦ θεοῦ basileia tou theou) es un reino en el cual Dios es el gobernante y juez, cuya sede es el cielo. “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos” (Mateo 5:3). Por tanto, el apóstol Pedro ni ningún otro apóstol puede tener potestad sobre el Reino de los Cielos.

4] “todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo» No significa la absolución de pecados por Pedro, ni mucho menos por un sacerdote; la Biblia afirma que sólo Dios puede perdonar pecados.

“¿Quién puede perdonar pecados, sino solo Dios? Entonces los escribas y los fariseos comenzaron a pensar, diciendo: ¿Quién es éste que habla blasfemias?” (Lucas 5:21)

Si al mismo Jesús los líderes religiosos judíos lo acusaron de blasfemo por perdonar pecados, ¿qué diremos de un sacerdote, un humano tan pecador como todos?

Ahora observemos la versión griega de Mateo 16:18: “κἀγὼ δέ σοι λέγω ὅτι σὺ εἶ Πέτρος, καὶ ἐπὶ ταύτῃ τῇ πέτρᾳ οἰκοδομήσω μου τὴν ἐκκλησίαν”

Pedro en griego es Petros, piedra suelta, algo así como guijarro; y piedra es petra, roca o peñasco. Otra vez, la iglesia no será edificada sobre Petros, sino sobre petra, que representa a Cristo: la confesión de Petros: que Jesús es “el Cristo, el hijo del Dios viviente”. Además, leamos lo que afirma el apóstol Pedro en su discurso, después que él y Juan sanaran a un hombre cojo, a la puerta del Templo :

“Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. 12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:11-12).

Claramente habla el apóstol Pedro que no es él la piedra sobre la cual Cristo edificaría  su iglesia; es “Jesús la piedra, cabeza del ángulo”. Ya he dicho que la palabra “piedra” en la Biblia es lo mismo que “roca” o “peña”; y en el Antiguo Testamento, Jehová es la roca; pero en el Nuevo Testamento, Jesús es la piedra y la roca. En el Antiguo Testamento, encontramos la palabra roca o peña en Deuteronomio, 2 Samuel, los Salmos, e Isaías; en el Nuevo Testamento, Piedra y roca las encontramos en Mateo, 1 Corintios y 1 Pedro, unas veinte veces por lo menos, solamente en estos pasajes citados. De manera que es Dios y Jesús quienes se constituyen en piedra, roca o peña, como refugio y protección del pueblo de Dios; y el mismo apóstol Pedro confiesa que es Jesús “la piedra, cabeza del ángulo”. Lo que quiere decir, la piedra o roca de fundamento de la Iglesia de Jesucristo.

En el desierto, Moisés recibió órdenes de Dios que golpeara la roca para suministrarle agua al pueblo que se lamentaba por la falta de agua. El patriarca Jacob usó una piedra de cabecera en Betel, en donde se le apareció Dios en visión de una escalera que desde la tierra llegaba al cielo; y por la cual subían y descendían ángeles (Gén 28:11-13).

Por lo tanto, si en este pasaje de Mateo 16:16-18, la Iglesia católica supone basar la doctrina del papado, queda sin fundamento, porque la Biblia en ningún lado afirma que Pedro (Petros) es la piedra que se constituye en la cabeza del ángulo del edificio, el cual es la Iglesia de Jesucristo. Mucho menos que la Biblia afirme que Pedro fue el primer papa de la Iglesia romana. La historia secular confirma que el primer Papa legal de la Iglesia católica fue Silvestre (en el año 314), conocido como el Papa San Silvestre, hasta que Constantino I oficializó el cristianismo en Roma. De la Roma pagana a la cristiana.

“Silvestre guio el pasaje de la Roma pagana a la Roma cristiana, y asistió a la construcción de las grandes basílicas constantinianas”. (Vatican News).

Por otro lado, si de atar y desatar se trata, Jesús mismo mencionó esas palabras,  refiriéndose a la iglesia local, cuando se trata de perdonar al hermano, si peca contra otro hermano, no contra Dios:

“15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. 16 Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. 17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano. 18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo” (Mateo 18:15-18).

Entonces, Jesús no sólo a Pedro le dio el poder de “atar y desatar”. También le dio esta potestad a la iglesia local: cualquier grupo de creyentes organizados como iglesia local, en cualquier lugar del mundo. En el caso de una decisión de la iglesia local, este grupo de creyentes tiene la autoridad para amonestar al hermano que pecó contra otro hermano, o de destituirlo. Pero eso se lo dijo a la iglesia, no se lo dijo a Pedro, ni mucho menos que se aplique a la potestad de perdonar a un sacerdote.

CONCLUSIÓN

En este artículo he postulado la tesis de que San Pedro, el “siervo y apóstol de Jesucristo”, no pudo haber sido el primer Papa de la Iglesia católica romana, porque la Iglesia católica no existía en Roma, sino hasta que el Emperador Constantino I oficializó el cristianismo. He documentado que los emperadores Nerón y Domiciano desataron la mayor persecución en contra de los cristianos, después que Nerón los acusó de haber ellos incendiado la ciudad de Roma.

Por otro lado, he documentado con fuentes confiables que Nerón martirizó a los apóstoles Pedro y Pablo, antes del año 68 d.C., sin haber los mismos apóstoles indicado en sus escritos de que San Pedro había sido elegido Papa de la Iglesia de Roma, ni de la Iglesia de Jerusalén.

Además, he documentado con fuentes confiables de historiadores extrabíblicos que el primer Papa de la Iglesia católica fue conocido como San Silvestre, en el año 314, bajo el emperador Constantino I, después que aceptara el cristianismo, que cesara toda persecución contra los cristianos y declarara la libertad de culto en el imperio romano.

Dadas todas estas circunstancias históricas y con base en la Biblia, San Pedro mismo nunca se identificó como “la piedra, cabeza del ángulo”, tal como él confesó que es “Jesús la piedra, cabeza del ángulo”; ni tampoco se identifica como Sumo Pontífice, ni como Obispo de Roma, ni como Papa, sino como: “Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo”, en sus dos epístolas escritas antes del año 67, año en que fue martirizado por el emperador romano Nerón Claudio Augusto Germánico, quien murió en el año 68 de la era cristiana, después de gobernar Roma durante catorce años.

Por último, también he documentado que la Iglesia de Jesucristo fue fundada sobre la piedra de la confesión de Pedro, no sobre Pedro; porque es “Jesús la piedra que rechazaron los edificadores y fue constituido en cabeza del ángulo”; y que las llaves entregadas a Pedro, simbólicamente por Jesús, se refieren al Reino de los cielos, no a la Iglesia católica romana.

 

 


domingo, 12 de noviembre de 2023

 ASÍ QUE, ¿NO HAY NINGÚN JUSTO?

Amadeo Albuquerque Lara

Desde que visité una iglesia evangélica por primera vez, he escuchado esta frase: “No hay justo, ni aun uno” y lo generalizan para creyentes e impíos. El apóstol Pablo en Rom 3:10b después de discutir que tanto judíos como gentiles están en iguales condiciones: “que todos están bajo pecado”, llega a esta conclusión: “No hay justo, ni aun uno”. Ahora pregunto: los que hemos entregado nuestra vida a Jesucristo, ¿también estamos bajo pecado? Entonces, ¿no dice el mismo apóstol Pablo que el justo por la fe vivirá? (Rom 1:17) y lo repite el escritor a los Hebreos, citando una promesa: “Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma” (10:38). Y el profeta Habacuc 2:4: 4 lo había afirmado: “He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá”. Y Pablo lo confirma en Gálatas 3:11: “Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá”. ¿Nota usted el paralelo “ley” y “fe”?

Por tanto, en todos estos pasajes citados, no somos justificados por la ley, sino por la fe en Jesucristo; y eso es lo que el apóstol Pablo arguye en Romanos capítulo 3.

Entonces preguntémonos: ¿Se contradice la Biblia, o somos nosotros los que la interpretamos erróneamente? Evidentemente, la Biblia no se contradice jamás. Más bien, el salmista dice que “La suma de tu palabra es verdad, Y eterno es todo juicio de tu justicia” (Salmo 119:160). Esto quiere decir que no debemos basarnos en un solo versículo, sin tomar en cuenta el contexto mismo en donde aparece. Si no hubiera ningún justo, la Biblia no mencionara la palabra “justo” 206 veces, en el Antiguo Testamento; y 81 veces, en el Nuevo Testamento.

Por tanto, revisemos el contexto en que Pablo afirma que no hay ningún justo:

No hay justo, ni aun uno; ¿Por qué? ¿Cuál es la razón?

1] “No hay quien entienda” (verso 11a), (Usted lector que ha sido justificado por la fe, ¿no entiende la justificación por la fe?

2] “No hay quien busque a Dios” (verso 11b). Usted que ya es creyente, ¿no busca a Dios? Entonces, no es justo.

3] “Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles” (verso 12a); Hermanos, ustedes se han desviado de la fe en Cristo y se consideran inútiles? ¿Por eso no se consideran justos?

4] “No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno” (verso 12b). Hermanos: ustedes siguen cometiendo pecado voluntariamente, igual que antes que se arrepintieran? Entonces, no son justos.

Queridos lectores creyentes: todos los que hemos confesado nuestros pecados y nos hemos arrepentido, según la Palabra de Dios, somos considerados “justos”. ¿Cree eso? Así es, no lo dudemos.

Concluimos entonces que el apóstol Pablo se refiere a todos los que están “bajo pecado”, tanto judíos como gentiles. No hay diferencia si por la ley fuera la justificación.

El salmista asegura: “Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan” (Salmo 37:25).

El justo florecerá como la palmera; crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en la casa de Jehová, en los atrios de nuestro Dios florecerán. Aun en la vejez fructificarán; estarán vigorosos y verdes, para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto, y que en Él no hay injusticia.” (Salmo 92:12-14)

 Los justos siempre prestan con generosidad y sus hijos son una bendición. Aléjate del mal y haz el bien, y vivirás en la tierra para siempre. Pues el SEÑOR ama la justicia y nunca abandonará a los justos. Los mantendrá a salvo para siempre, pero los hijos de los perversos morirán” (Salmo 37:23 y siguientes).

Véase la oposición o antítesis entre justos y perversos. Esta oposición corre paralela en toda la Biblia; pero en el Nuevo Testamento, somos hechos “justos” por la fe en Jesucristo; el mismo apóstol Pablo declara en Gálatas 2:21: “No desecho la agracia de Dios, porque si por la ley viene la justicia, entonces en vano murió Cristo”. Por tanto, son a los que están bajo la ley y bajo el pecado; y a los perversos a quienes se refiere Pablo: “No hay justo, ni aun uno”. Son los que no están bajo la gracia, sino bajo la ley.

Por tanto, ¿Quién es justo según la Biblia? Los que no necesitan arrepentimiento, porque ya se han arrepentido: “7 Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento” (Lucas 15:7). Son palabras del Señor Jesús, en sus parábolas de la misericordia: 1) la oveja perdida; 2) la dracma o moneda perdida; y 3) el hijo pródigo. (Todos los destacados en negrita y subrayados son míos)

Si como lectores no se sienten convencidos, busquen en la Biblia todos los 206 versículos en el Antiguo Testamento y los 81 versículos en el Nuevo Testamento en donde aparece la palabra justo o justos, refiriéndose a quienes nos hemos arrepentido de nuestros pecados, quienes estamos bajo la gracia y quienes somos mantenidos firmes por el Señor.

Es muy peligroso mantener una interpretación errónea de la doctrina de la justificación por la fe, porque entonces estaríamos desechando el sacrificio de Cristo. Él vino a rescatarnos del pecado y a cumplir toda justicia, y a presentarnos ante Dios justificados por la fe en él. Porque el pecado es la separación de Dios que sufre el ser humano.

sábado, 11 de noviembre de 2023

 ¿EL BEBÉ MOISÉS NAVEGA SOBRE EL RÍO NILO?

Amadeo Albuquerque Lara

¿Es usted creyente o miembro de una iglesia? Entonces, lea esta nota.

Sin duda usted ha escuchado que debido a los asesinatos de los niños de los hebreos en Egipto, la madre de Moisés, Jocabed, decidió colocar al bebé Moisés en una canasta embadurnada de brea y lo echó a navegar sobre el río Nilo, bajo la vigilancia de su hermana Miriam. ¿Usted ha leído eso en la Biblia? Se ha percatado que eso no es cierto?

Para comprobarlo, voy a transcribir el pasaje bíblico en Éxodo 2:

 “2 Un varón de la familia de Leví fue y tomó por mujer a una hija de Leví, 2 la que concibió, y dio a luz un hijo; y viéndole que era hermoso, le tuvo escondido tres meses. 3 Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea, y colocó en ella al niño y lo puso en un carrizal a la orilla del río. 4 Y una hermana suya se puso a lo lejos, para ver lo que le acontecería. 5 Y la hija de Faraón descendió a lavarse al río, y paseándose sus doncellas por la ribera del río, vio ella la arquilla en el carrizal, y envió una criada suya a que la tomase. 6 Y cuando la abrió, vio al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compasión de él, dijo: De los niños de los hebreos es este. 7 Entonces su hermana dijo a la hija de Faraón: ¿Iré a llamarte una nodriza de las hebreas, para que te críe este niño? 8 Y la hija de Faraón respondió: Ve. Entonces fue la doncella, y llamó a la madre del niño, 9 a la cual dijo la hija de Faraón: Lleva a este niño y críamelo, y yo te lo pagaré. Y la mujer tomó al niño y lo crio”. (Éxodo cap.2, RVR)

¿Qué le ha hecho pensar que la canasta con el bebé estaba preparada para navegar sobre el río?

“3 Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea, y colocó en ella al niño”. Sin duda, usted tiene en mente que la brea es para que la canasta no se hunda en el río, ¿verdad? Pero no.

La Biblia dice que puso la canasta en un carrizal, a la orilla del río, no lo lanzó al río a navegar. Pero su hermana Miriam lo estaba vigilando a la distancia. Pero, ¿Qué es un carrizal? 1. m. Sitio poblado de carrizos (RAE).

La Biblia dice que su hermana lo estaba vigilando a la distancia. No dice que lo iba vigilando mientras la canasta navegaba. El sitio era cercano al lugar en donde la hija de Faraón se bañaba. Sin duda, Jocabed, la madre de Moisés (Éxodo 6:20), se había dado cuenta de eso. Por tanto, cuando la hija de Faraón se bañaba, vio la canastita y descubrió que era un bebé de los hebreos. El resto de la historia no tiene más complicaciones de interpretación.

Existen muchos temas de la Biblia que son mal interpretados, por eso, cuando usted si es creyente y lee su Biblia, hágase preguntas para ver si el texto leído usted lo interpreta correctamente. Si es posible, lea el texto dos o más veces hasta que quede satisfecho o satisfecha.

 

 

 

domingo, 29 de octubre de 2023

 LA REFORMA PROTESTANTE

(Tomado de la traducción española de World History Encyclopedia, WHE).

Editados por Amadeo Albuquerque Lara

Más bien voy a tomar los datos referidos a los Pre-Reformadores, puesto que en mi artículo anterior me referí a la Reforma de Martín Lutero.

“La Reforma protestante (1517-1648) se refiere a la amplia revuelta religiosa, cultural y social de la Europa del siglo XVI que rompió el yugo de la Iglesia medieval, permitió el desarrollo de interpretaciones personales del mensaje cristiano y condujo al desarrollo de las naciones-estado modernas. Se considera uno de los acontecimientos más importantes de la historia de Occidente”. (Cita textual de WHE)

“Las reformas protestantes”

En el siglo XV hubo una serie de protestas que trataban de acabar con las prácticas de la Iglesia católica que contradecían las enseñanzas de la Biblia. La primera fue La Reforma de Bohemia (1380-1436)

Pero la Iglesia católica en vez de atender a los reclamos, más bien los rechazó, dando como origen a la creación de las llamadas sectas protestantes, como el luteranismo, el calvinismo, el anglicanismo y otras.

La invención de la imprenta cambió el panorama cultural, religioso, social y político de Europa. Gracias a la imprenta, se difundieron la literatura protestante y la publicación de la Biblia en lengua alemana vernácula o popular.

“La Iglesia medieval” (476-1500)

La influencia del papa era más bien política que religiosa. “La jerarquía de la Iglesia (papa, cardenales, obispos/arzobispos, sacerdotes y miembros de órdenes monásticas) empezó a ejercer su autoridad más en provecho propio que por el bienestar espiritual de la gente” (Idem).

 La Biblia estaba restringida para los creyentes. Además, sólo existía la versión latina de San Jerónimo. La gente aprendía el Padrenuestro y el Avemaría en latín, pero sin comprenderlo. Eso produjo una combinación de cristianismo y paganismo popular de la época.

La inaccesibilidad de las enseñanzas de la Iglesia, junto con las muestras de lujo y confort del clero, dio lugar a movimientos reformistas ya a partir del siglo VII y, según algunas interpretaciones, incluso antes.

“Primeras herejías y reformistas”

La falta de conocimiento de la Biblia de parte de los feligreses, más el lujo y comodidades del clero, alimentó la proliferación de movimientos reformistas, ya en el siglo VII, los cuales fueron condenados como herejía de parte de las autoridades superiores de la Iglesia católica.

Los llamados “paulicianos” o paulinos, en honor de san Pablo apóstol, proponían volver a la sencillez de los primeros cristianos. Rechazaban los sacramentos de la Iglesia, pero en respuesta, fueron apedreados, quemados en la hoguera o exiliados.

Hubo varios otros movimientos de reforma de la Iglesia católica como los bogomilos y los cátaros en el siglo XI-XIII. Pero el que tomó fuerza fue el clérigo, filósofo y teólogo británico John Wycliffe (1330-1384). Él propuso que todos debían tener acceso a la Biblia y no presa en manos de unos pocos privilegiados. En consecuencia, Wycliffe Tradujo la Biblia del latín al inglés medio.

Wycliffe proponía que la Biblia era la única autoridad y que la jerarquía católica incluyendo al papa no tenían base bíblica. Wycliffe murió de un accidente cerebrovascular en 1384, pero como fue condenado como hereje, sus restos fueron exhumados y quemados en la hoguera.

A la muerte de Wycliffe, surgió Jan Hus (1369-1415), guardó los escritos de Wycliffe y defendió la Reforma. Se opuso a la venta de indulgencias y la autoridad del papa; por tal razón fue arrestado y quemado en la hoguera como hereje, en 1415.

Después de estos pre-reformadores, aparece en la historia el monje agustino, teólogo y reformista Martín Lutero (1483-1546). Lutero contó con su carisma, su dominio del idioma alemán, amistades con personalidades políticas, como el Elector de Sajonia, Federico III, quien lo escondió en el castillo de Wartburg, tiempo que Lutero aprovechó para traducir el Nuevo Testamento al alemán popular; y con la ayuda de la imprenta, sus escritos y el Nuevo Testamento se difundieron muy pronto por toda Alemania y demás países de Europa.

NOTA: Los datos en general, así como las citas entrecomillas, fueron tomados de World History Encyclopedia, con la edición de datos personales del autor, Amadeo Albuquerque Lara

lunes, 16 de octubre de 2023

 BULAS, INDULGENCIAS Y PURGATORIO: EL DETONANTE DE LA REFORMA PROTESTANTE

Amadeo Albuquerque Lara

La Reforma Protestante se inicia por la rampante corrupción de las máximas autoridades de la Iglesia católica romana, incluyendo el papado. Una de esas preocupaciones era la desesperada economía que se imponía ante la fe evangélica. Por tal motivo, la solución económica era el arzobispado de Maguncia y la venta de indulgencias.

El arzobispado de Maguncia era muy codiciado por el porcentaje económico a favor del Arzobispo, el porcentaje a favor del Emperador Maximiliano, más el 50% que recibiría el Papa León X, como resultado de las recaudaciones por las ventas de indulgencias, las cuales utilizaría para la conclusión de la construcción de la Basílica de San Pedro en Roma, cuya primera piedra la había colocado el Papa Julio II (1443-1513).

El Papa León X (1475-1521) emitió una Bula que le concedía a Alberto de Brandeburgo (1490-1545), el nombramiento como arzobispo de Maguncia, más el derecho de vender indulgencias para sacar del purgatorio a las ánimas en pena, lo cual generó grandes ganancias económicas para la sede de Maguncia, para el Emperador Maximiliano, así como para el Papa. Para tal efecto, el arzobispo Alberto de Brandeburgo nombró al monje dominico y teólogo alemán, Johann Tetzel (1465–1519), para que se encargara de la venta de indulgencias. Tetzel resultó ser un magnífico propagandista de indulgencias, las cuales se volvieron muy productivas para la Iglesia católica. Tetzel decía que tan pronto sonara la moneda en el plato, salía el alma del purgatorio. Muchos ciudadanos pudientes compraban las indulgencias, o perdón de pecados, para todos sus familiares vivos, así como para los que habían fallecido; de manera que las ganancias crecían enormemente y por muchos años.

La corrupción por las ventas de indulgencias, más el engaño de librar almas del purgatorio, hizo que Martín Lutero (1483-1546), sacerdote, monje agustino y teólogo alemán, clavara las 95 tesis en la puerta del Castillo de Wittemberg, el 31 de octubre de 1517, denunciando cuánto se había apartado la Iglesia católica de las enseñanzas de las Escrituras; además, el mismo Lutero dijo que había enviado cartas al arzobispo Alberto de Maguncia y al obispo de Brandeburgo, Hieronymus Scultetus, en las que condenaba explícitamente el abuso que suponía la venta de indulgencias papales y a las que adjuntaba sus tesis. Sin duda, las 95 tesis, más las cartas al arzobispo y al obispo, han de haber levantado gran revuelo dentro de la Iglesia católica

Sin embargo, la bula, o documento papal, que más enojó a Martín Lutero fue la llamada Taxa Camarae, “en la que el papa fijaba los estipendios que entregar a la corte papal en función de los diversos pecados posibles, en vistas a su absolución. Según esto, se podría obtener el perdón por los pecados cometidos, o comprarlo anticipadamente para los pecados por cometer, a modo de licencia, mediante un pago en dinero” (Crédito: Wikipedia).

La publicación en alemán de las 95 tesis fue el detonante del movimiento de Reforma, conocido como la Reforma Protestante de Martín Lutero. Aunque antes de Martín Lutero, hubo otros pre-reformadores con iguales puntos de vista ante la corrupción de la Iglesia católica romana, Lutero con su carisma y el dominio del idioma alemán, más la invención de la imprenta en 1440, se dio a conocer ampliamente por toda Alemania y en otras naciones de Europa. Lutero escribió sus tesis en latín, pero sus amigos y seguidores las tradujeron al alemán, lo cual resultó muy favorable para su difusión.

Otra obra que ayudó al movimiento de Reforma de Lutero fue la traducción del Nuevo Testamento del idioma griego al alemán popular o vernáculo. Para la traducción al alemán del Nuevo Testamento, Lutero utilizó la segunda edición del Nuevo Testamento griego de Erasmo de Rótterdam (de 1519), conocido como el Texto Recibido. También Lutero buscó el respaldo de la Biblia Vulgata Latina de Jerónimo de Estridón, porque no se consideraba tan experto en el idioma griego, como Erasmo de Rótterdam o Philip Melanchthon.

Martín Lutero no hubiera sobrevivido a la persecución de la Inquisición de la Iglesia católica, si no hubiera sido por el apoyo de parte de sus amigos y protectores de gran influencia política, como

“El elector de Sajonia Federico III el Sabio hizo que secuestraran a su protegido Lutero en el camino de regreso de Worms y lo llevasen al castillo de Wartburg para evitar su detención por orden del edicto de Worms. Lutero aprovechó este cómodo y prudente aislamiento en el invierno de 1521 a 1522 para traducir el Nuevo Testamento griego al alemán en solo once semanas” (Crédito: Wikipedia).

Pero Lutero tuvo que utilizar el pseudónimo de “caballero Jorge / Junker Jörg”, para evitar su detención de parte de las autoridades católicas, las cuales lo quemarían en la hoguera, como mandaba la llamada “Santa Inquisición” o “Santo Oficio”. Pues el Papa León X ya había emitido una Bula en 1520 con el título Exsurge Domine,  que exigía que Martín Lutero se retractara, pero en respuesta, Lutero la quemó en público. Por tanto, el Papa emitió otra bula en 1521 con el título Decet Romanum Pontificem, con la cual excomulgaba a Lutero, a sus seguidores y colaboradores. Coincidentemente, esta fue la última bula de León X, porque en ese año (1521) falleció, supuestamente por envenenamiento, como lo habían sido otros papas.

Para concluir, reafirmaré que el detonante de la Reforma Protestante fue la corrupción de la corte papal; la emisión de Bulas pontificias que autorizaban las ventas de indulgencias para sacar las almas del Purgatorio, doctrina que se volvió dogma de la Iglesia en el siglo XV. El Papa Julio II comenzó con la serie de bulas papales para beneficio de la construcción de la Basílica de San Pedro; luego las bulas de León X para nombrar al arzobispo de Maguncia, seguida por las demás bulas de autorización de las ventas de indulgencias con el pretexto de sacar las almas del purgatorio, pero que en realidad eran la fuente de ingresos para la construcción de la Basílica de San Pedro y para beneficio papal. Pero la que rebasó el vaso de la ira de Lutero fue la bula llamada Taxa Camarae, con la cual el Papa perdonaba los pecados presentes y futuros por una jugosa suma de dinero. Finalmente, dos bulas más en contra de Martín Lutero: una para que se arrepintiera, y la segunda para excomulgarlo y dejarlo desprotegido para enfrentar la hoguera.

Por otro lado, los hechos que favorecieron la Reforma Protestante fue la publicación de las 95 tesis en alemán, así como la traducción del Nuevo Testamento al alemán de uso común, gracias al invento de la imprenta en 1440. Por último, Martín Lutero contó con la protección de autoridades de importancia política, como el Elector de Sajonia, Federico III, quien lo mantuvo oculto en el Castillo de Wartburg, durante los años 1521 a 1522, tiempo que le sirvió a Lutero para traducir el Nuevo Testamento. Estos son los principales hechos y motivos que iniciaron la Reforma Protestante, el 31 de octubre de 1517; de no haber sido así, Lutero hubiera muerto quemado vivo en la hoguera.

Nosotros los bautistas reconocemos la obra reformista de Martín Lutero, pero no somos seguidores de él. Somos seguidores de Jesucristo, quien por su gracia nos concede la salvación. 1] Creemos que la Biblia es la única norma de fe y conducta, 2] creemos que somos salvos por la gracia de Dios, y en la justificación por la fe; 3] creemos que Jesucristo es el Señor; 4] creemos en el sacerdocio de todos los creyentes; y 5] que sólo Dios merece toda la gloria.