martes, 14 de marzo de 2023

 

DE MONSTRUOS,  Y AVISTAMIENTOS

Amadeo Albuquerque Lara

Al estudiar las culturas, las tradiciones o literatura de las diferentes civilizaciones del mundo, nos damos cuenta de que el ser humano es inclinado a inventar mitos, leyendas, cuentos de camino y supersticiones, productos de relatos orales en variadas versiones, que más tarde alguien las plasma en la escritura, para formar parte de la literatura de esa civilización.

Característica de estas historias es la creencia en la existencia de monstruos y criaturas de tamaños descomunales. La cultura griega nos ha heredado una riqueza de mitos y leyendas. Entre ellos, los griegos crearon un monstruo llamado Polifemo. Un cíclope gigantesco de horrible apariencia, con sólo un ojo en la frente y poseedor de una fuerza brutal. También, en el campo de las creencias religiosas, los griegos han caracterizado al diablo con un aspecto dantesco, con cuernos, cola, y patas de cabro, igual que la imagen horrenda del dios Pan.

Entre las culturas mesoamericanas, son muy comunes los mitos y leyendas de seres exageradamente grandes y horrendos. Algunos de estos seres se han dedicado a espantar y producir miedo a los seres humanos que no siguen las reglas de la sociedad de la época, en que fueron creados. Algunos de estos seres extraños defienden o acompañan, mientras que otros imparten castigos por violentar las reglas que ellos pretenden resguardar. Algunos de estos seres míticos o legendarios toman formas antropomórficas o de simios de tamaños descomunales. Otras de estas leyendas sólo tienen la intención de producir miedo o espanto, o tienen la intención de educar tras un castigo a los culpables leñadores de destruir los árboles, o los cazadores despiadados, por matar a los animales de la selva.

La otra característica de estos cuentos es que, como son productos de la tradición oral, las historias adquieren diferentes versiones, porque a medida que se vuelven del dominio público, se le añaden o suprimen partes importantes, personajes y circunstancias de la leyenda, según su visión del mundo.

Para pasar revista de algunas leyendas populares, es mejor comenzar con lo nuestro. En Nicaragua, tenemos las leyendas de la Cegua o mujer bruja, el Cadejo o perro brujo, y la Mona Bruja o Mico Brujo, entre otras. Estas historias también son compartidas por países centroamericanos y México. Estos seres extraños sólo tienen la intención de espantar a los hombres mujeriegos, generalmente. Los avistamientos son exclusivos para los hombres infieles y trasnochadores; aunque no se sabe mucho si estos espantos han causado daños a las supuestas víctimas. Mencionaré sólo unas cuantas de estas leyendas.

1] La Mona bruja o mico brujo

Cuenta la leyenda que las monas brujas son mujeres que mediante procedimientos cabalísticos se cambian la piel humana por otra de aspecto velloso, para adquirir la apariencia de un simio gigantesco. Esta mona se aparece a altas horas de la noche, y en lugares solitarios, para darle una lección a los hombres infieles. Si viajan a caballo, la mona se sube a la grupa del caballo y acompaña al trasnochador, hasta que éste llega a la casa de la esposa. No se ha sabido que cause daños a quienes acompaña, pero quien tiene la mala suerte de ser acompañado, sufre de miedo extremo, hasta el punto de orinarse o ensuciarse en la ropa. Esta leyenda de la “Mona bruja” es popular en los países centroamericanos, no solamente en Nicaragua.

2] La Vieja del Cerro

Esta leyenda pertenece al grupo de leyendas de seres extraños que cuidan de los bosques y las montañas. Aquí en Nicaragua tenemos la “Vieja del Cerro”. Me contaban cuando yo era pequeño, que quien subía al volcán Maderas, en la isla del Lago Cocibolca, la vieja del cerro lo perdía, para que no pudiera encontrar la salida, en caso que causara destrozos en la naturaleza, o el robo de animales del volcán. La “vieja”, supuestamente confundía a los intrusos para que no causaran daños a la flora o fauna del volcán. Esta leyenda era muy popular en los años de mi niñez, en el departamento de Rivas. Esta leyenda de la “vieja del cerro” también la cuentan los habitantes de Oaxaca, México. La leyenda, como la mayoría de ellas, surgieron cuando las ciudades o pueblos no estaban muy desarrollados, ni contaban con luz eléctrica ni lámparas de mano. En esas circunstancias surgieron los cuentos de camino y las leyendas de Meso y Sur América.

3] La Marimonda o Madremonte, en Colombia

En esta misma línea, Colombia tiene la leyenda de la Marimonda o Madremonte, quien castiga a los que intentan irrespetar la privacidad e integridad de los bosques; según la leyenda, de la Marimonda no se debe hablar de ella en el silencio de la noche. Especialmente, si dos o más hombres entablan conversaciones acerca de conquista o aventuras con mujeres. Entonces, la Marimonda les aparece en la forma de una mujer muy atractiva y los invita a acercarse a ella para que la abracen. Cuando esto sucede, el cabello de la Marimonda se convierte en bejucos o lianas que envuelven el cuello del hombre que se atreve a abrazarla, y lo asfixia. Por eso, la leyenda dice: “de la Marimonda no se debe hablar”.

Esta leyenda tiene semejanza con la historia de Medusa, un monstruo femenino de la mitología griega, a quien la diosa Atenea le convierte los cabellos en serpientes, provocada por la belleza de Medusa y cegada por los celos, por su relación con Poseidón.

4] El Capibara o Carpincho blanco, de Argentina

Argentina tiene la leyenda del Capibara o Carpincho blanco, monstruo que también defiende a los animales muertos por los cazadores, en los bosques de Argentina. Los cazadores afirman haberle disparado más de una vez, pero sin éxito.

Esta leyenda se refiere a un monstruo en la forma de un roedor de gran tamaño y corpulento; existe el capibara de color café oscuro de tamaño pequeño, y el capibara o carpincho blanco, vengador en contra de los cazadores de los demás carpinchos que han sido asesinados. Aseguran los testigos que lo han visto, que las patas de atrás tienen tres dedos y que las patas de adelante tienen cuatro dedos, todos unidos por una membrana, como los dedos de las aves palmípedas, que les sirven para nadar.

4] El Caipora o Padremonte de Brasil

Cuenta la leyenda brasileña que el Caipora o Padremonte, fuma tabaco y siempre sirve de guía a una manada de los animales del bosque, para proteger el bosque, y a los animales que lo acompañan. El Caipora premia a quienes protegen los árboles y castiga a los que causan destrozos en el bosque; especialmente a los leñadores despiadados, como el Runcho Rincón. Este Runcho, junto con su compadre se dedicaba a la fabricación de carbón. Pero mientras su compadre cortaba las ramas bajas de los árboles, el Runcho tumbaba los árboles sólo para aprovechar las ramas. Por eso, el Caipora protegía al compadre, leñador bueno; pero era enemigo del Runcho. Un día, el Runcho se fue solo a cortar leña para hacer carbón y le llevaba tabaco al Caipora para que en cambio, le diera el mejor carbón, como lo había hecho con el compadre; pero en vez de darle el mejor carbón, no le recibió el tabaco, pero lo dejó volteado al revés, como tiene los pies el Caipora. Este ser monstruoso se encarga de castigar a quienes talan los árboles del bosque de Brasil.

Sin embargo, ninguna de estas leyendas ha sido objeto de investigaciones para constatar si realmente existen estos seres monstruosos. La literatura de estos países, sencillamente las tienen registradas como simples leyendas, sin que nadie se interese por comprobar su veracidad. Son parte de la cultura, tradiciones y la literatura de estos países.

Hasta aquí, me he referido a las leyendas de Mesoamérica y América del Sur. A continuación, voy a citar dos leyendas: una de América del Norte, y la otra del norte de Asia; de las montañas altas de los Himalayas propiamente.

6] El Abominable Hombre de las Nieves

Entre las leyendas de monstruos, existen dos que han causado la intriga de algunos investigadores y biólogos, para corroborar o descartar el testimonio de “testigos” de avistamientos de estos seres misteriosos. De las montañas altas de los Himalayas, tenemos la leyenda de “El abominable Hombre de las Nieves”, o “Yeti”

Yeti, u “hombre abominable de las nieves”, es una criatura misteriosa, con aspecto de simio, de tamaño descomunal. Según la leyenda, este ser abominable vive y se desplaza en las montañas altas, y en los bosques de Asia; exactamente, en las montañas de los Himalayas. La enorme diferencia de este ser raro es que ha motivado a la bióloga estadounidense, Charlotte Lindqvist, quien ha examinado el ADN de los huesos que se han encontrado, en los lugares de supuestos avistamientos; pero el resultado es decepcionante para quienes creen en la existencia de este “monstruo”. La bióloga asegura que los resultados del examen de ADN de los huesos del tal monstruo, corresponden a los del oso pardo cuyo hábitat son las montañas y bosques del norte del Tíbet y Paquistán, sobre la cordillera de los Himalayas.

7] La leyenda de Pie Grande, Sasquatch o Big Foot

La otra leyenda que ha pervivido por años en las historias de avistamientos, es el descomunal Pie Grande, Sasquatch o Big Foot. Según el testimonio de quienes aseguran haberlo visto, el aspecto de este monstruo es el de un simio gigante de cerca de tres metros de altura, y un metro de ancho, de piel vellosa abundante y de piernas largas.

En un episodio del canal “Animal Planet”, estuve observando el relato de testigos que ante las cámaras de los investigadores del canal,  afirmaban que han visto a este Pie Grande cruzar una carretera en dos zancadas. Los investigadores del programa, basados en el relato de un testigo que afirmaba haberlo visto cruzar la carretera, midieron la distancia de cada paso o zancada, según el ancho de la carretera, y concluyeron que cada zancada medía un poco más de cuatro metros. Ante tal aseveración, los investigadores pidieron a uno de ellos que medía más de seis pies de alto y de piernas largas, que tratara de cruzar la carretera en dos zancadas, pero no le fue posible; lo hizo en tres zancadas.

También, estos investigadores trataron de avistar a este ser extraño en altas horas de la noche con luces y cámaras especiales, y equipos sofisticados para captar sonidos extraños, en el silencio de la noche; pero no lograron nada. Lo raro de este Pie Grande es que sólo deja huellas, según testigos; pero no se han encontrado excrementos, ni cabellos, ni huesos. Los testigos tienen la hipótesis de que este ser entierra a sus muertos y oculta toda prueba de su existencia.

Según los testigos, ha habido avistamientos en Canadá, en las montañas y bosques al noroeste del Estado de Washington, en Estados Unidos, y al norte de México. Los investigadores del canal Animal Planet, incursionaron en las montañas del noroeste del Estado de Washington, porque según los testigos, en esos lugares han visto a Pie Grande, pero sin ningún resultado positivo. Sin embargo, en ninguno de los relatos de testigos se cuenta de daños a las personas que afirman haberlo visto. Uno de los testigos en el programa de Animal Planet contó que Pie Grande lo persiguió por espacio de unos ochocientos metros, pero el supuesto testigo sólo experimentaba escalofríos en la espalda, sin sufrir ninguna amenaza de parte del monstruo.

CONCLUSIÓN

Dadas las características y circunstancias de estas leyendas, las podemos dividir en tres grupos: 1) las que narran historias de seres que espantan y acompañan a hombres infieles, para darles escarmiento, y enseñarles una lección de moral; 2) las que se refieren a seres guardianes, que resguardan los bosques, e infligen castigos a quienes causan daños a los árboles o a los animales silvestres. Estos relatos tienen la intención de educar a los niños, jóvenes y adultos para que respeten la naturaleza y la flora y fauna de los bosques; y 3) monstruos que producen el asombro y el misterio de quienes afirman haberlos visto en su hábitat, en montañas y bosques de países fríos, de nieve abundante. Según relatan quienes afirman haber visto a estos seres, no causan daños ni víctimas a quienes los ven. Sólo permanecen en la cultura y en la literatura; pero impulsan a quienes se dedican a la comprobación científica, para corroborar o descartar la existencia de tales “monstruos”; por lo cual se diferencian de las leyendas de Mesoamérica y Sur América.

Estas dos leyendas de países fríos, se ocupan de seres corpulentos, de pelo abundante, y de aspecto de simio gigantesco. Aunque estas leyendas han pervivido en la cultura de estas zonas, sólo forman parte de los relatos de “testigos” que afirman haber visto a estos seres, pero sin ninguna evidencia científica. Esta es la gran diferencia entre las leyendas de Mesoamérica y América del Sur, consideradas como literatura solamente; y las dos leyendas de América del Norte, y la de las montañas de los Himalayas, que pretenden poseer “testigos” de avistamientos en amplias zonas de América del Norte, y del norte de los Himalayas, pero sin ninguna evidencia.