jueves, 6 de octubre de 2022

 ORIGEN DE LOS HEBREOS O SEMITAS

Amadeo Albuquerque Lara

El gentilicio “hebreo”, según algunos estudiosos del libro de Génesis, viene del nombre “Heber” o “Eber”. Sem es el hijo mayor de Noe y padre de Arfaxad. Arfaxad es el padre de Sala y Sala, el padre de Heber.

Los hebreos también reciben el nombre de semitas, en honor al hijo mayor de Noé, Sem. A su vez, Sem le dio el nombre a la familia de lenguas semíticas. Las lenguas semíticas más habladas en el presente son el árabe, el amhárico, el hebreo y el tigriña (lengua etíope semítica meridional). Naturalmente, el pueblo de Heber era de habla hebrea, perteneciente a los semitas occidentales.

Dicen los comentaristas del libro de Génesis que Heber conservó la lengua hebrea original, cuando Dios confundió las lenguas, en la torre de Babel. A la vez, el hebreo primitivo es la lengua adánica, de Heber, de quien desciende el patriarca Abraham. Por esta razón, Abraham es el primero en recibir el gentilicio hebreo: “el hebreo”. De manera que tanto semitas como hebreos, todos son descendientes de Noé. Y según el capítulo 10 de Génesis, de Noé descienden las naciones, al norte de Ur de los caldeos, Mesopotamia, Elam y sus vecinos; así como de la región de la Creciente Fértil, y de todas las naciones del antiguo Israel.

También dicen los comentaristas de la Biblia que Arfaxad es el antecesor de la región de Mesopotamia, lugar en donde se desarrollaron los pueblos hebreos, y la primera escritura de la humanidad: Mesopotamia y Elam.

El libro de Génesis capítulo diez contiene la “Tabla de las Naciones” y la distribución de los hijos de Noé, después del diluvio. El patriarca Noé tuvo tres hijos, después del diluvio: Sem, Cam y Jafet. Sin embargo, como mi tema es sobre el origen de los hebreos, voy a basarme en Génesis 10:21-30; específicamente sobre los descendientes de Sem, por ser el padre de los semitas o hebreos.

Según Génesis 10;21-22, Sem es “padre de todos los hijos de Heber”, de quien toman el nombre los hebreos. Heber es “descendiente de Sem por línea de Arfaxad (Sem-Arfaxad-Sala-Heber), y antepasado de un grupo de naciones llamadas “todos los hijos de Heber” (Gen 10:21, 24, 25), frase que probablemente significa “hebreos” en su sentido más amplio”. (Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología, Heber) (Énfasis mío)

“También le nacieron hijos a Sem, padre de todos los hijos de Heber, y hermano mayor de Jafet. 22 Los hijos de Sem fueron Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram”. (Gén 10:21-22). (Énfasis mío)

  Los hijos de Arfaxad fueron:

“24 Arfaxad engendró a Sala, y Sala engendró a Heber. 25 Y a Heber nacieron dos hijos: el nombre del uno fue Peleg, porque en sus días fue repartida la tierra; y el nombre de su hermano, Joctán”. (Gén 10:24-25).

Según los versículos 21-22, Sem tuvo cinco hijos, los cuales representan a cinco naciones, de acuerdo con la Tabla de las Naciones. Elam fue un reino, al norte del Golfo Pérsico; Asur, representa el país llamado Asiria, Arfaxad representa al país de Arrapajitis, entre los lagos Urmia y Van, (Véase Mapa IV, B-6. Bib.: Ptolomeo vi.1.2; Diccionario Bíblico Digital). Lud representa a la ciudad de Lod, perteneciente a Israel; y Aram o Harán es una región histórica que cubría parte de la actual Siria.

Cuando Abram salió de Ur de los caldeos, con su padre, su esposa Sarai, su sobrino Lot, y sus criados, se establecieron en Aram, en donde murió su padre Taré, Terah o Teraj. La Biblia no dice cuántos años vivió Abram en Aram, pero sin duda, vivió allí varios años, viviendo como nómada. 

Como grupos nómadas, los hebreos vivían en tiendas con pocos muebles, para facilitar el traslado a otros sitios de mejores pastizales, cuando ya los actuales campos se agotaban. Por tal razón, no edificaban habitaciones de piedras, ni se establecieron como nación, sino como grupos tribales.

Según los historiadores, los hebreos se establecieron en la región conocida como la “Creciente Fértil”, que a su vez comprende a Egipto, Siria, Asiria, Mesopotamia y Elam. Esta región está también registrada como “Geografía de los hebreos”. La Creciente Fértil era una región apropiada para la agricultura y la crianza de ganado: ovejas, cabros camellos, caballos y asnos.

Es de notar que el patriarca Abram fue el primero en recibir el nombre de hebreo, de acuerdo con Génesis 14:13. Cuando los reyes de Sodoma, en “la batalla de los reyes”, tomaron prisionero a Lot y a su familia, y sus bienes. Abraham, el hebreo, recibe la noticia de que su sobrino Lot está prisionero (Génesis 14:12-16). La noticia la recibe Abraham de parte de uno de los que escaparon de la redada, de la familia de Lot (Gén 14:13). (Énfasis mío)

Pero como hebreos, moradores de la Creciente Fértil, ellos eran nómadas. Los hebreos cambian de nombre por Israel, cuando Dios YHWH o *Yavé” le aparece a Jacob, y le cambia el nombre de Jacob por Israel. De ahí en adelante así sería reconocido el pueblo escogido por Dios, y constituido como una gran nación. (Gén 32:24 y 28).

De manera que Sem, Heber y Abraham son los fundadores de lo que ahora conocemos como el pueblo de Israel. Sem hereda a los semitas, con sus familias de naciones y con su familia de lenguas. “Las lenguas semíticas suelen dividirse en tres grandes grupos: orientales (Mesopotamia), occidentales o noroccidentales (Oriente Próximo) y meridionales o sudoccidentales (península arábiga y Cuerno de África)”. (Wikipedia) (Énfasis mío)

“De la familia semítica se conservan registros escritos ininterrumpidos desde el 2500 a. C. hasta el presente, lo que hace de ella la mejor testimoniada históricamente. Compárense los 4500 años de registros de lenguas semíticas con los algo más de 3500 años de textos en lenguas chinas, los 3400 años de textos griegos o los 4000 años que median entre las primeras inscripciones en egipcio antiguo y los últimos textos en copto) que datan del siglo viii”. (Lenguas Semíticas, Wikipedia).

Según estos datos, los registros de 4,500 años de las lenguas semíticas tienen más antigüedad que los textos chinos, griegos o coptos. De manera que desde sus orígenes, los textos semíticos adquieren mayor confiabilidad que los textos tradicionalmente, considerados antiguos, según la historia; como los surgidos en Mesopotamia. En estudios anteriores, hemos leído que la escritura elamita es reconocida por expertos franceses, como la más antigua. Inclusive, con aspectos fonéticos en escritura lineal.

CONCLUSIÓN

Para concluir, voy a citar algunos estudios de renombrados filólogos y científicos de textos antiguos, tanto de la literatura clásica, como los de la Biblia. Lo hago con el propósito de comprobar la historicidad y confiabilidad del texto bíblico de Génesis, según lo hemos escudriñado.

“Ser escéptico del texto resultante del Nuevo Testamento es dejar que toda la antigüedad clásica quede en la oscuridad, ya que ningún otro documento del período antiguo está tan documentado bibliográficamente como el Nuevo Testamento” (Montgomery, 1971, p. 29)

“En otras palabras, para ser coherentes, si decidimos dudar de la fiabilidad de la preservación de la Biblia, bien podemos descartar todo lo que sabemos sobre la historia clásica en general, y ningún historiador experto ha hecho esto jamás. Sabemos que los textos bíblicos no han sido alterados como se cree. Antes de estos eventos, lenguas e imperios han surgido y desaparecido desde los primeros MS (manuscritos) existentes. Por ejemplo, sabemos que ningún monje medieval excesivamente entusiasta añadió los milagros de Jesús en el relato bíblico, ya que tenemos manuscritos que son anteriores a los monjes medievales y todos estos manuscritos pre-fechados también contienen los relatos milagrosos de Jesús”. (La crítica textual y la Biblia, Kenyon, FG, 1941, p.23; Montgomery, 1971, p. 29, et al).

Finalmente, he incluido estos comentarios de la crítica textual de los manuscritos del Nuevo Testamento, para comprobar que la historia de los orígenes de los pueblos semíticos y hebreos es una historia confiable, corroborados por historiadores, filólogos y arqueólogos.

Además, los textos del Antiguo Testamento cuentan con el respaldo del Texto Masorético hebreo, resguardado meticulosamente por expertos masoretas hebreos, y por la traducción de la Biblia Septuaginta o traducción griega del texto hebreo, por expertos en idiomas arameo, hebreo y griego. Además, la Biblia latina llamada Vulgata también fue traducida por Jerónimo de Estridón (o San Jerónimo), basada en la Septuaginta o versión de los LXX. De estos textos ha sido traducida nuestra Biblia al español, así como a otras lenguas del mundo.

Olvidémonos del llamado “Aparato Crítico” de Westcott & Holt, y de Nestlé Aland; así como de los supuestos Manuscritos griegos originales más antiguos, alardeados por traductores, editores críticos citados, y teólogos alemanes. Los manuscritos más antiguos datan de los siglos II al IV. Tanto la filología clásica, así como historiadores de textos antiguos, todos concuerdan que no existen papiros ni pergaminos originales, sino manuscritos de copias realizadas y comprobadas, por expertos escribas, Además, estos filólogos críticos (no los del “Aparato Crítico”) aceptan que los manuscritos de la Biblia son más confiables que los de la literatura clásica greco-romana; sin embargo, ningún historiador duda de la veracidad de estos textos.

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