NACEMOS PRECONFIGURADOS PARA ENTENDER EL MUNDO
Y el mundo o Universo manifiesta a Dios al espíritu humano
(Zacarías 12:1, Isaías 42:5; Romanos 8:16)
“Dios
sopló el aliento de vida – ruach - en el primer ser humano y se convirtió en
“ser viviente” – Génesis 2:7
“Evidence suggests early
developing human brains are preconfigured with instructions for understanding
the world” (Tal Sharf et alter– Universidad Santa Cruz, California
‘La
evidencia sugiere que el desarrollo temprano de los cerebros humanos están
preconfigurados con instrucciones para el entendimiento del mundo’ – Emily Cerf
> NEWS - Universidad de Santa Cruz, California
Amadeo
Albuquerque Lara
Desde
tiempos inmemoriales, antropólogos, filósofos, lingüistas y neurocientíficos se
han preguntado cuándo y cómo comenzamos a formar el pensamiento. Las preguntas
son: ¿nacemos con un cerebro preconfigurado, con patrones de actividad estructurada
aun antes que ocurran experiencias sensoriales (Tal Sharf et alter), o
los patrones del pensamiento sólo comienzan a emerger en respuesta a nuestras
experiencias sensoriales del mundo que nos rodea (Interaccionistas)? Este
escrito va a examinar y documentar las principales teorías que a lo largo de los
años se han formulado para encontrar una respuesta.
Con el fin
comparar los diferentes estudios y teorías en cuanto al pensamiento y el
lenguaje humanos con lo que afirma la Biblia en relación con el Espíritu Santo
y el espíritu humano como una unidad indivisible (Romanos 8:16), encontramos
que en el libro de Génesis Dios insufló su Espíritu – Ruach - en el ser humano en el momento de su creación
(2:7); y el apóstol Pablo en su epístola a los Romanos confirma que el Espíritu
de Dios y el espíritu humano son uno solo. A través de la fe, el espíritu
humano se une al Espíritu de Dios hasta volverse "un solo espíritu".
Esto permite al Espíritu Santo testificar junto con nuestro espíritu que somos
hijos de Dios. “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que
somos hijos de Dios” (Romanos 8:16).
En la
citada comparación nos damos cuenta que no hay contradicción entre los
fundamentos de la Biblia, con las más recientes investigaciones en cuanto a que
Dios al crear al ser humano lo dotó con espíritu – ruach – para formar una sola
unidad de espíritus, sentimientos y pensamiento. Así lo atestigua el filósofo
francés René Descartes al afirmar que el ser humano nace con la idea de Dios (Meditaciones
Metafísicas).
Hay otros
autores, neurocientíficos, neuroteólogos, psicólogos y filósofos que han
profundizado sobre la espiritualidad y la búsqueda de Dios o de una divinidad
que satisfaga las necesidades espirituales del ser humano. Basta con citar los
nombres de los principales científicos que han profundizado en el tema
religioso: Andrew
Newberg, neurocientífico y experto en neuroteología; V. S. Ramachandran,
neurólogo y psicólogo cognitivo; Oliver Sacks, neurocientífico y escritor; Michael
Persinger, psicólogo y neurocientífico, conocido por su teoría sobre "Dios
en el cerebro”.
Desde René
Descartes, muchos antropólogos, neurocientíficos, neuroteólogos, psicólogos cognitivos,
y filósofos se han interesado en el tema religioso y sobre la idea de Dios o la
necesidad espiritual del ser humano. El concepto de que la espiritualidad y las
experiencias religiosas son el resultado de la actividad de múltiples áreas
cerebrales se ha explorado ampliamente en la neurociencia, la psicología
cognitiva y la filosofía. Diversos autores han abordado este tema desde
diferentes perspectivas, sugiriendo que las experiencias religiosas y
espirituales son producto de la interacción entre varias áreas del cerebro
humano. Las investigaciones sugieren que no sólo un área del cerebro está
involucrada, sino una red de áreas interconectadas, incluyendo regiones
relacionadas con la emoción, la memoria y la reflexión, que trabajan juntas
para crear experiencias religiosas. La corteza parietal, el lóbulo frontal, el
sistema límbico, el hipocampo y la “amígdala” (una estructura cerebral relacionada con las
emociones y la memoria - derivada del griego amygdálē, "almendra" -
por su forma) están involucrados en estos fenómenos complejos, y la
espiritualidad se manifiesta de manera dinámica a través de estas regiones (Crédito:
John C. H. Morgan y otros).
Por otro
lado, varios científicos teorizan respecto a la manera de entender el mundo que
nos rodea y en cuanto a la facultad del lenguaje humano. Al sostener diferentes
puntos de vista no sólo se oponen uno al otro, sino que se apartan por completo
del fundamento de la Biblia. Estudiosos como Sapir – Whorf, y otros estudiosos
de la antropología y la socio-lingüística acerca de la manera de concebir el
mundo, teorizan principalmente en enfoques “innatistas”, “conductistas” e “interaccionistas”.
Tales teorías o hipótesis difieren entre sí, enfatizando entre el innatismo - la
predisposición biológica - y el aprendizaje por experiencia sensorial del
entorno, o la interacción social.
El
innatismo del filósofo francés René Descartes (1596 - 1650) es la teoría de que
existen ideas en la mente humana desde su nacimiento, sin que provengan de la
experiencia sensorial. Estas ideas innatas, como la de Dios (Meditaciones metafísicas,
1641), la del yo, la de la sustancia y las verdades matemáticas, son
fundamentales y se conocen mediante la razón y la introspección. Son el pilar
del conocimiento cierto para Descartes, que las considera más confiables que
las ideas que provienen de la experiencia, o por la modificación del
pensamiento mediante estímulos externos.
Las teorías
del innatismo sostienen que los seres humanos nacen con ciertas ideas,
conocimientos o capacidades innatas, en lugar de adquirirlos completamente a
través del aprendizaje y la experiencia. El caso más reciente es el estudio
presentado en Nature Neuroscience y dirigido por Tal Sharf (1970)
y por otros científicos de las universidades de Santa Cruz, Santa Bárbara y
otras. Estos científicos – que nombraremos más adelante - han usado pequeños modelos
de tejido del cerebro humano a los cuales llaman “organoides”, para
estudiar los momentos más tempranos de la actividad eléctrica en el cerebro. Y
han encontrado que las activaciones más tempranas del cerebro ocurren en
patrones estructurados sin ninguna experiencia externa; lo cual sugiere que el
cerebro humano está preconfigurado con instrucciones acerca de cómo navegar e
interactuar con el mundo. Sin que estos científicos o neurocienfíticos comparen
sus hallazgos con los fundamentos de la Biblia, al analizarlos, encontramos
muchas coincidencias con los razonamientos de salmistas y profetas del Antiguo
Testamento en cuanto a la revelación de Dios al hombre en las obras de la Creación.
Antes del más
reciente estudio dirigido por Tal Sharf, el ejemplo más conocido, además de René
Descartes, es la teoría lingüística de Noam Chomsky (1928), que propone que las
personas nacen con una predisposición genética para el lenguaje, facilitada por
una Gramática Universal (UG) presente en todos los idiomas naturales. De nuevo,
tampoco este científico del lenguaje asume principios bíblicos, pero coincide
con los fundamentos expresados tanto en el Antiguo, como en el Nuevo
Testamento. Profundizaremos sobre esto más adelante.
En
contraposición con la teoría del innatismo de René Descartes, y de la Gramática
Universal (UG) de Noam Chomsky, se destacan otras hipótesis en cuanto a la
facultad del lenguaje y la concepción del mundo.
Existen
diferentes hipótesis opuestas al innatismo, entre otras, el conductismo
filosófico. Los principales filósofos conductistas incluyen a John B.
Watson (1878 – 1958) - fundador del conductismo - B. F. Skinner (1904 – 1990) -
desarrollador del conductismo radical y el condicionamiento operante - Ivan Pavlov (1849 - 1936 - pionero del
condicionamiento clásico - y Ludwig Wittgenstein (1889 – 1951) y Gilbert Ryle
(1900 – 1976) quienes son figuras clave del conductismo filosófico. Watson y
Skinner se centraron en la psicología conductual, mientras que Wittgenstein y
Ryle abordaron el lenguaje y la filosofía mental desde una perspectiva
conductista.
Las teorías
que proponen que el lenguaje y la concepción del mundo se adquirieron a lo
largo de miles de años incluyen a autores como Charles Darwin (1809 – 1882),
Johann Gottfried Herder (1744 – 1803), y James Burnett (1968 – 2017), quienes
sostienen que el lenguaje y la concepción del mundo se adquirieron a lo largo
de miles de años, a través de la evolución y el desarrollo humano. Y que además
sugieren una evolución gradual a partir de sistemas comunicativos. Otras
perspectivas relevantes son “el evolucionismo cultural”, cuyo padre es Herbert
Spencer (1820 - 1903), quien acuñó el
término "sociología y la evolución social”. Mientras que Edward Burnett
Tylor (1832 – 1917) es considerado por muchos como el padre de la antropología
moderna. y “las teorías de la
filogénesis término acuñado en 1866 por Ernst Haeckel (1834 – 1919). Estos pensadores sitúan el
origen del lenguaje en un proceso de desarrollo evolutivo a lo largo de un
vasto periodo (Crédito: Encyclopaedia Herder).
Relatividad
lingüística vs Determinismo lingüístico de Sapir – Whorf. Otra teoría o
hipótesis que es diferente tanto del estudio del Profesor Ingeniero Biomolecular,
Tal Sharf (1970) – Universidad de Santa Cruz – y la teoría de Noam Chomsky (1928)
es la de Sapir – Whorf. Esta teoría de Sapir-Whorf, también conocida como “relatividad
lingüística”, propone que la estructura de un idioma influye en la forma en
que sus hablantes perciben y piensan sobre el mundo. Esta hipótesis se divide
en dos versiones: la fuerte o “determinismo lingüístico”, que
afirma que el lenguaje determina por completo el pensamiento, y la débil
o “relativismo lingüístico”, que sostiene que el lenguaje simplemente
influye en la cognición. Esta hipótesis fue desarrollada a partir de la
influencia de Franz Boas (1858 – 1942) y se originó en el campo de la
antropología cultural.
Como
antecedentes para fundamentar este escrito hemos citado las distintas hipótesis
que se han formulado a lo largo de los años, para luego entrar en los
resultados de las investigaciones realizadas por Profesores posdoctorales – PhD
– y publicadas en Nature Neuroscience.
Los autores del estudio han utilizado pequeños modelos de tejidos del
cerebro humano – llamados “organoides” - para entender su desarrollo
temprano, y han encontrado que nacemos preconfigurados con instrucciones
innatas para entender el mundo, aun sin entrar en contacto con estímulos
exteriores que pudieran moldear nuestros pensamientos; y antes que ocurran
experiencias sensoriales. Obviamente, ninguno de los neurocientíficos del
estudio en referencia mencionan la idea de Dios en el cerebro humano, como lo
destacó René Descarte y otros neurocientícos que ubican la idea de Dios en
diferentes áreas del cerebro humano.
El resultado del citado estudio se encuentra
en una cápsula a manera de corolario: “El cerebro humano nace
preconfigurado para entender el mundo” – Tal Sharf, et alter son
investigadores de la Universidad de Santa Cruz, California, Universidad de
Santa Bárbara y otras que citaremos más adelante.
Otra
cápsula que corre casi paralela a la anterior, es la destacada por el afamado
lingüista estadounidense Noam Chomsky: “Los seres humanos nacen
biológicamente programados con la facultad del lenguaje” - Chomsky
Noam
Chomsky sostiene que la facultad del lenguaje es una capacidad innata y
biológicamente programada en los seres humanos, a la que llamó “Language
Acquisition Device" (LAD) ‘Dispositivo de Adquisición del Lenguaje’. La
teoría de Chomsky sirve de puente entre la preconfiguración del pensamiento
humano de Tal Sharf y otros, y la facultad del lenguaje humano. La teoría
chomskiana sostiene que los niños nacen con una estructura mental
preconfigurada que les permite adquirir y dominar cualquier lengua de manera
natural y rápida. Además, la teoría sostiene que el lenguaje es una facultad
innata del ser humano, producto de una estructura biológica y genética
compartida, que funciona como una ventana a la cognición. A través de su teoría
de la Gramática Universal (UG), propone que existe un núcleo estructural común
en todos los idiomas, lo que permite a los humanos adquirir un idioma
fácilmente en la infancia. El lenguaje, a su vez, es fundamental para el
pensamiento, ya que permite estructurarlo, articularlo y compartir ideas
complejas, además de formar identidades individuales y colectivas (Crédito: Language
and Mind, Reflexions on Language y otros).
En cuanto
al estudio publicado en Nature Neuroscience el 24 de noviembre de 2025 y
que fue realizado por los investigadores post-doctorales Tal Sharf (1970) – Profesor
Auxiliar de Ingeniería Biomolecular - principal autor del estudio; Tjiste van
der Molen (1980), y Greg Kaurala (1961), todos ellos procedentes de diversas
universidades, tales como Santa Cruz de California, Santa Bárbara California, Washington
University in St. Louis, Johns Hopkins University, the University Medical
Center Hamburg-Eppendorf, and ETH Zurich, y publicado en Nature Neuroscience.
Las dos líneas de abajo, en idioma inglés, resumen los resultados de los
investigadores.
“Evidence suggests early
developing human brains are preconfigured with instructions for understanding
the world” (Emily Cerf > NEWS, Universidad de Santa Cruz, California).
El cerebro
humano, similar a una computadora, funciona con señales eléctricas – la
activación de neuronas. Cuándo estas señales comienzan a activarse, cómo se
desarrolla el cerebro humano, y cómo el
cerebro humano en desarrollo temprano está protegido dentro del útero, son
temas desafiantes para el estudio de los científicos,
Comparando el
estudio de Tal Sharf y otros sobre la preconfiguración del cerebro humano, con
los fundamentos bíblicos, se puede afirmar que la naturaleza es la maestra que
revela el Espíritu de Dios en el espíritu del ser humano para que éste pueda
aprender de ella. El ser humano puede conocer la existencia y el poder de Dios
a través de la contemplación de su creación, lo que se conoce como la
revelación natural. La "revelación natural" se refiere a la idea de
que Dios se da a conocer a través de la naturaleza, el orden del universo y las
leyes naturales. Las leyes naturales son universales, es decir, aplican en todo
el universo, y están descritas matemáticamente en muchos casos. A diferencia de
las leyes creadas por el ser humano - como las leyes civiles o jurídicas - las
leyes naturales no dependen de la voluntad de las personas y siempre se
cumplen, independientemente de nuestras creencias o deseos. Es un concepto
fundamental en la teología cristiana, especialmente en el cristianismo
tradicional, que enseña que aunque no todas las personas tienen acceso a la
revelación especial - por ejemplo, a través de la Biblia o de la revelación
directa - todos tienen acceso a una forma de revelación a través del mundo
creado. Esta forma de revelación general o natural está disponible para todos
los seres humanos y les proporciona suficiente conocimiento sobre la existencia
y el poder de Dios. La creación sirve como una forma en que Dios se revela a sí
mismo, haciendo visibles sus atributos eternos, como su poder y deidad. La manifestación
de Dios en la creación es tan clara que las personas no tienen excusa para
negar la existencia de Dios (Romanos 1:20).
El rey
Salomón, en su inmensa sabiduría observó la creación y “Disertó sobre los
árboles… los animales… las aves… los reptiles… los peces.” (1 Reyes 4:29–34). Este
conocimiento científico-natural fue parte de la sabiduría dada por Dios. Observemos
que ante la ciencia, el asombro impulsa la investigación; en cuanto a la Biblia,
el asombro lleva a la adoración del Creador del universo. El Salmo 104 se le
conoce como un salmo de afirmación de fe en la creación divina y un llamado a
la gratitud por la vida y el sustento que Dios ofrece. (Salmo 104).
Los anteriores,
y siguientes pasajes, no comprenden la totalidad de las enseñanzas de la Biblia
en cuanto a la Creación; pero son un asomo a cómo la naturaleza entera comunica
al ser humano la complejidad de un cerebro inteligente al cual conocemos como
el Creador del Universo, y cómo su Espíritu se une al espíritu humano como una
sola unidad para entender la grandeza del universo y la capacidad humana para
la comunicación con Dios.
“Los
cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos…
No hay lenguaje… donde no se oiga su voz.” La creación “habla”; el ser humano puede
percibir su mensaje (Salmo 19:1–4).
“Pregunta
ahora a las bestias, y ellas te enseñarán… o a las aves del cielo… Habla a la
tierra, y ella te enseñará…” (Job 12:7–10).
La creación
entera es un vivo y constante mensaje al espíritu humano para que se rinda en
gratitud, alabanzas y adoración al Creador del universo.
CONCLUSIÓN
Este
escrito es el resultado del análisis comparativo entre un estudio publicado en Nature
Neuroscience el 24 de noviembre de 2025, y los fundamentos bíblicos que se
refieren al Espíritu de Dios en el espíritu humano dando la capacidad de
contemplación de la gran obra de la Creación y su esperada respuesta de
gratitud, alabanza y adoración al Creador del universo. El estudio en
referencia da como resultado que el desarrollo más temprano del cerebro humno
evidencia que nacemos preconfigurados para entender el mundo. Sin embargo, este
escrito no solamente está de acuerdo con los resultados del estudio, sino que
lo compara con los fundamentos bíblicos de que Dios en la creación del ser
humano insufló el espíritu de vida – Ruach - que lo convirtió en “ser viviente”
con las capacidades de descubrir a Dios por medio de la contemplación de la
gran obra de la Creación. Según el texto sagrado, las tres grandes obras de la
Creación son el Cielo, la Tierra y el espíritu humano (Zacarías 12:1, Isaías 42:5).
“Jehová,
que extiende los cielos y funda la tierra, y forma el espíritu del hombre
dentro de él, ha dicho […]” (Zacarías 12:1).
“Así
dice Jehová Dios, Creador de los cielos, y el que los despliega; el que
extiende la tierra y sus productos; el que da aliento al pueblo que mora sobre
ella, y espíritu a los que por ella andan” (Isaías 42:5).
“Estos
son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que
Jehová Dios hizo la tierra y los cielos, 7 Entonces Jehová Dios formó al hombre
del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un
ser viviente” (Génesis 2:4, 7).
El Cielo,
los cielos de los cielos o morada de Dios, y la Tierra con todo lo que contiene
son suficiente evidencia para que el espíritu humano se una al Espíritu de Dios
– el Espírtu Santo – en gratitud, alabanza y adoración al Creador del universo.
“¡Oh
Jehová, Señor nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! Has puesto
tu gloria sobre los cielos […] Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La
luna y las estrellas que tú formaste, 4 Digo: ¿Qué es el hombre, para que
tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites?” (Salmo
8:1, 3-4).
Si un
estudio secular y científico afirma que nacemos con un cerebro preconfigurado
para entender el mundo, también debemos entender los fundamentos bíblicos de
que el espíritu humano forma unidad con el Espíritu de Dios – el Espíritu Santo
– para que el ser humano se rinda en gratitud, alabanza y adoración con sólo la
contemplación de la gran obra de la Creación.
“Los
cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
2 Un día emite palabra a otro día, Y una noche a otra noche declara sabiduría.
3 No hay lenguaje, ni palabras, Ni es oída su voz. 4 Por toda la tierra salió
su voz,” (Salmo 19:1-4).
La
evidencia está en el texto sagrado llamado Biblia; la manifestación del Creador
del universo se evidencia en la obra entera de la Creación. Su voz se escucha
por toda la Tierra, en lenguaje y palabra que se manifiesta al espíritu humano,
por lo cual no hay excusa.
“porque
lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. 20
Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen
claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de
las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (Romanos 1:19-20).
REFERENCIAS
Biblia Reina
Valera 1960 – todas las citas bíblicas
Chomsky,
Noam – Language and Mind (1968),
Chomsky,
Noam – Reflexions on Language, 1975
Chomsky,
Noam - The Minimalist Program (1995)
Descartes,
René - Discurso del método (1637)
Descartes,
René - Meditaciones metafísicas (1641).
Emily Cerf
> NEWS – Universidad de Santa Cruz, California
Encyclopaedia
Herder https://encyclopaedia.herdereditorial.com/ – información sobre varios autores y teorías innatas y conductistas
Sapir –
Whorf – “Relativismo lingüístico” (Edward Sapir (1884-1939): Lingüista y
antropólogo estadounidense, discípulo de Franz Boas; Benjamin Lee Whorf
(1897-1941): Antropólogo y lingüista que desarrolló y completó la teoría de
Sapir
Skinner,
B. F. – Verbal Behaviour (1957)
Tal Sharf et
alter – Nature Neuroscience – Universidades de California y otras (Artículo
publicado el 24 de noviembre de 2025 por Emily Cerf > NEWS, Universidad Santa
Cruz, California (Traducción personal del inglés)
Watson,
John B. – (1878-1958) Psicólogo estadounidense, padre del conductismo, quien
revolucionó la psicología al defender que debía centrarse en la conducta
observable y medible, no en la introspección
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