LA ENSEÑANZA DE LA BIBLIA
EN LAS ESCUELAS BÍBLICAS DOMINICALES
Amadeo
Albuquerque Lara
El fundador de las Escuelas Bíblicas Dominicales:
Robert Raikes
El fundador
de las Escuelas Bíblicas Dominicales (EBD) en la Inglaterra de 1780 fue Robert
Raikes filántropo, reformista educativo y periodista inglés del siglo XVIII
(1736-1811), en Gloucester, Inglaterra. Raikes fundó la primera Escuela Bíblica
Dominical en Gloucester, Inglaterra con fines de rescatar a los niños de la
explotación laboral de la Revolución Industrial, y de apartarlos de la
influencia de los crímenes que amenazaban a la sociedad, y de involucrar a las
iglesias en la educación, en la evangelización y de ofrecer un futuro mejor a
los niños trabajadores. Para cumplir con su plan educativo y evangelístico,
formuló ciertos objetivos.
OBJETIVOS:
1) Brindar
una oportunidad de educación religiosa a los niños trabajadores cuyo único día
de descanso era el domingo
2) Apartar
del ambiente de crímenes y de la explotación laboral a los niños de la
Revolución Industrial
3) Convertir
la educación bíblica en un pilar firme en la vida de esos niños y prepararlos
para un futuro mejor
4) Establecer
un medio importante para la evangelización y la formación de discípulos dentro
de las iglesias especialmente en el ámbito protestante
5) Institucionalizar
un modelo digno de manera que se multiplicara a nivel mundial
Sin
embargo, igual que la fe religiosa de los primeros cristianos en Jerusalén
quienes observaban fielmente la enseñanza de los apóstoles y de tener todas las
cosas en común, pero luego fue decayendo, los movimientos para la enseñanza de
la educación religiosa en la Escuela Bíblica Dominical ha perdido la fuerza y visión
de la evangelización de los niños, para lo cual fueron creadas. Hoy muchas
iglesias ocupan la Escuela Bíblica Dominical para que los niños dibujen,
recorten figuras y participen en dinámicas. No estoy en contra de los juegos
didácticos, si éstos se usan para reforzar los temas de estudio y queden mejor
grabados en la mente de los participantes; pero no hay que pasar la mayor parte
del tiempo en dinámicas.
Las EBD
fueron creadas para la educación religiosa y para proporcionar a los niños y
jóvenes la oportunidad de aprender otras facetas de la educación, además de la
secular, ofrecer bases bíblicas para rescatar a niños, adolescentes, jóvenes y
adultos para salvación por medio de la fe en Jesucristo. Si estos no son los
objetivos de las EBD, las iglesias están errando al blanco al cual el apóstol
Pablo perseguía.
En el
Antiguo Testamento hay claros ejemplos de cómo eran educados los niños hebreos.
Jesús es el ejemplo principal. Sus padres lo llevaban a Jerusalén todos años
para participar en las festividades de la Pascua, y quizás de otras. Timoteo
fue educado en los principios de las Escrituras por su madre y por su abuela: “que
desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer
sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús”. (2 Timoteo 3:15).
En este
pasaje hay importantes lecciones que aprender: 1) Timoteo fue educado desde la
niñez por su madre y por su abuela; 2) él ha sabido las Sagradas Escrituras
primeramente en el hogar; 3) ese conocimiento lo puede hacer sabio para la salvación
que es en Cristo Jesús - Este objetivo estuvo presente en la mentalidad del
fundador de las EBD; 4) Timoteo a su temprana edad creía en la fe de Cristo
Jesús; y a su temprana edad fue un gran líder en las iglesias asignadas a él. De
igual manera, los niños deben conocer las Sagradas Escrituras para que
adquieran sabiduría y para conocer el plan de salvación por medio de la fe en
Jesucristo.
Ese es el
reto de los maestros de la Escuela Bíblica Dominical de nuestros días. Muchos
niños vienen de hogaren de padres no creyentes y sólo los prestan sin pensar en
el beneficio espiritual de ellos; y los maestros deben ser los instrumentos
para llevarlos a la fe de Cristo. Pero hay otro grupo de niños y jóvenes que
vienen de padres evangélicos, pero cuyos padres no tienen el tiempo para
instruirlos en las enseñanzas de la Biblia debido a que pasan el día en un
trabajo diario y a veces al llegar al hogar, los niños ya están dormidos, o los
padres están tan cansados que sólo desean irse a dormir.
Entonces,
los maestros de la EBD cargan con la responsabilidad de educarlos desde cero en
los conocimientos de las Escrituras con ejemplos claros y lenguaje sencillo
para que los niños comprendan el mensaje de salvación que Cristo ofrece a toda
la humanidad. La doctrina del pecado debe adecuarse a sus conocimientos, sin
intimidarlos sino guiarlos a emprender una vida apartada de la maldad y los
malos hábitos que observan en el entorno de sus vecindarios y de la escuela
misma en donde se educan en el ámbito secular.
Pasando a
la clase dominical de los jóvenes y de los adultos, existe el riesgo de que los
maestros reusen cada año los mismos materiales didácticos y repitan los mismos
temas hasta el aburrimiento o desinterés de los oyentes, desestimando que la
Biblia es rica en diversos temas que la mayoría de cristianos desconocen. Otro
reto que tienen los maestros de la EBD es la preparación de la lección que les
corresponde enseñar cada domingo. Quizás por el cansancio del trabajo no se
sienten en la necesidad de investigar nuevos e inquietantes temas de personajes
ejemplares que abundan en la Biblia, y que hay distintas fuentes en los sitios
de Internet. Pero si, los maestros concientes deben sentirse impulsados a
preparar mejor cada lección, con la disposición sabia de adaptar los contenidos
de acuerdo con las capacidades intelectuales y del ambiente de donde proceden
sus estudiantes. Además, la lección dominical debe servir para sembrar
inquietudes que obliguen a profundizar los conocimientos adquiridos una vez que
estén en sus hogares e involucren a sus padres en los temas estudiados. Si
perdemos esta meta, erramos al blanco.
Tanto en el
Antiguo, como en el Nuevo Testamento hay mucho que aprender. Los asistentes a
las sinagogas judías los días de reposo, estudiaban un libro guía importante
llamado Targum, el cual era una traducción e interpretación de las
Escrituras en el lenguaje popular hablado en el día a día. Ese libro era un
excelente material didáctico de instrucción bíblica. Hablar en el lenguaje
sencillo de los estudiantes, es seguir la meta de los reformadores al traducir
la Biblia a sus respectivos lenguajes de su época.
En el Nuevo
Testamento, los hermanos de Berea son un buen ejemplo de investigación de lo escuchado
en la enseñanza de parte de los maestros de la Biblia en el encuentro de los
domingos en nuestras iglesias. En el libro de los Hechos tenemos dos casos para
comparar, entre los creyentes de Tesalónica y los hermanos de Berea. Pablo y
Silas al llegar a Berea observaron la dedicación al estudio de las Escrituras
de estos bereanos.
“Ellos,
habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos. 11 Y estos eran más
nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda
solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran
así” (Hechos 17:10-11).
Si los
maestros de la EBD enseñan a los niños, a los jóvenes y aun a los adultos que la
enseñanza de las Escrituras no termina al salir del edificio de la iglesia, y que
sigan el ejemplo de los hermanos de Berea que escudriñaban las Escrituras cada
día para comprobar si no estaban siendo engañados, los falsos maestros y los
predicadores del evangelio fácil no encontrarían eco y se sentirían rechazados por
quienes son verdaderamente instruidos en las doctrinas de la Biblia. Los
ejemplos señalados en este escrito son apenas unos cuantos de cómo las
Escrituras contienen las enseñanzas para ganar el interés de quienes participan
cada domingo en las aulas de nuestras iglesias.
CONCLUSIÓN
Este
escrito ha tenido la intención de recordar los objetivos para los cuales fueron
fundadas las Escuelas Bíblicas Dominicales. Estimular a los maestros de las EBD
para ofrecer la misión educativa y evangelizadora de las iglesias para llevar a
la fe Cristo a niños, adolescentes, jóvenes y adultos. Impulsar en los maestros
el deseo de la investigación de temas bíblicos que sean de interés e
inquietantes, y adecuados a la capacidad y conocimientos de los estudiantes;
pero que despierten en ellos el deseo de profundizar en los temas estudiados y
asimismo que quieran compartir con sus amigos y compañeros de estudio o de
trabajo los temas inquietantes estudiados cada domingo.
Proporcionar
a los maestros los objetivos para los cuales las iglesias evangélicas locales
proveen los materiales para la instrucción cristiana y evagelizadora que tengan
propósitos específicos de ganar para Cristo a quienes llegan cada domingo a
aprender nuevos y estimulantes temas extraídos de los distintos libros de la
Biblia. Por tanto, los maestros deben contar con la disposición y el tiempo
necesario de investigar otras bases bíblicas que abundan en sitios cristianos
de Internet además de las incluidas en los materiales didácticos proporcionados
por la Comisión de Educación Cristiana de la iglesia local.
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