miércoles, 15 de octubre de 2025

 

LA ENSEÑANZA DE LA BIBLIA

EN LAS ESCUELAS BÍBLICAS DOMINICALES

Amadeo Albuquerque Lara

El fundador de las Escuelas Bíblicas Dominicales: Robert Raikes

El fundador de las Escuelas Bíblicas Dominicales (EBD) en la Inglaterra de 1780 fue Robert Raikes filántropo, reformista educativo y periodista inglés del siglo XVIII (1736-1811), en Gloucester, Inglaterra. Raikes fundó la primera Escuela Bíblica Dominical en Gloucester, Inglaterra con fines de rescatar a los niños de la explotación laboral de la Revolución Industrial, y de apartarlos de la influencia de los crímenes que amenazaban a la sociedad, y de involucrar a las iglesias en la educación, en la evangelización y de ofrecer un futuro mejor a los niños trabajadores. Para cumplir con su plan educativo y evangelístico, formuló ciertos objetivos.

OBJETIVOS:

1)     Brindar una oportunidad de educación religiosa a los niños trabajadores cuyo único día de descanso era el domingo

2)     Apartar del ambiente de crímenes y de la explotación laboral a los niños de la Revolución Industrial

3)     Convertir la educación bíblica en un pilar firme en la vida de esos niños y prepararlos para un futuro mejor

4)     Establecer un medio importante para la evangelización y la formación de discípulos dentro de las iglesias especialmente en el ámbito protestante

5)     Institucionalizar un modelo digno de manera que se multiplicara a nivel mundial

Sin embargo, igual que la fe religiosa de los primeros cristianos en Jerusalén quienes observaban fielmente la enseñanza de los apóstoles y de tener todas las cosas en común, pero luego fue decayendo, los movimientos para la enseñanza de la educación religiosa en la Escuela Bíblica Dominical ha perdido la fuerza y visión de la evangelización de los niños, para lo cual fueron creadas. Hoy muchas iglesias ocupan la Escuela Bíblica Dominical para que los niños dibujen, recorten figuras y participen en dinámicas. No estoy en contra de los juegos didácticos, si éstos se usan para reforzar los temas de estudio y queden mejor grabados en la mente de los participantes; pero no hay que pasar la mayor parte del tiempo en dinámicas.

Las EBD fueron creadas para la educación religiosa y para proporcionar a los niños y jóvenes la oportunidad de aprender otras facetas de la educación, además de la secular, ofrecer bases bíblicas para rescatar a niños, adolescentes, jóvenes y adultos para salvación por medio de la fe en Jesucristo. Si estos no son los objetivos de las EBD, las iglesias están errando al blanco al cual el apóstol Pablo perseguía.

En el Antiguo Testamento hay claros ejemplos de cómo eran educados los niños hebreos. Jesús es el ejemplo principal. Sus padres lo llevaban a Jerusalén todos años para participar en las festividades de la Pascua, y quizás de otras. Timoteo fue educado en los principios de las Escrituras por su madre y por su abuela: “que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús”. (2 Timoteo 3:15).

En este pasaje hay importantes lecciones que aprender: 1) Timoteo fue educado desde la niñez por su madre y por su abuela; 2) él ha sabido las Sagradas Escrituras primeramente en el hogar; 3) ese conocimiento lo puede hacer sabio para la salvación que es en Cristo Jesús - Este objetivo estuvo presente en la mentalidad del fundador de las EBD; 4) Timoteo a su temprana edad creía en la fe de Cristo Jesús; y a su temprana edad fue un gran líder en las iglesias asignadas a él. De igual manera, los niños deben conocer las Sagradas Escrituras para que adquieran sabiduría y para conocer el plan de salvación por medio de la fe en Jesucristo.

Ese es el reto de los maestros de la Escuela Bíblica Dominical de nuestros días. Muchos niños vienen de hogaren de padres no creyentes y sólo los prestan sin pensar en el beneficio espiritual de ellos; y los maestros deben ser los instrumentos para llevarlos a la fe de Cristo. Pero hay otro grupo de niños y jóvenes que vienen de padres evangélicos, pero cuyos padres no tienen el tiempo para instruirlos en las enseñanzas de la Biblia debido a que pasan el día en un trabajo diario y a veces al llegar al hogar, los niños ya están dormidos, o los padres están tan cansados que sólo desean irse a dormir.

Entonces, los maestros de la EBD cargan con la responsabilidad de educarlos desde cero en los conocimientos de las Escrituras con ejemplos claros y lenguaje sencillo para que los niños comprendan el mensaje de salvación que Cristo ofrece a toda la humanidad. La doctrina del pecado debe adecuarse a sus conocimientos, sin intimidarlos sino guiarlos a emprender una vida apartada de la maldad y los malos hábitos que observan en el entorno de sus vecindarios y de la escuela misma en donde se educan en el ámbito secular.

Pasando a la clase dominical de los jóvenes y de los adultos, existe el riesgo de que los maestros reusen cada año los mismos materiales didácticos y repitan los mismos temas hasta el aburrimiento o desinterés de los oyentes, desestimando que la Biblia es rica en diversos temas que la mayoría de cristianos desconocen. Otro reto que tienen los maestros de la EBD es la preparación de la lección que les corresponde enseñar cada domingo. Quizás por el cansancio del trabajo no se sienten en la necesidad de investigar nuevos e inquietantes temas de personajes ejemplares que abundan en la Biblia, y que hay distintas fuentes en los sitios de Internet. Pero si, los maestros concientes deben sentirse impulsados a preparar mejor cada lección, con la disposición sabia de adaptar los contenidos de acuerdo con las capacidades intelectuales y del ambiente de donde proceden sus estudiantes. Además, la lección dominical debe servir para sembrar inquietudes que obliguen a profundizar los conocimientos adquiridos una vez que estén en sus hogares e involucren a sus padres en los temas estudiados. Si perdemos esta meta, erramos al blanco.

Tanto en el Antiguo, como en el Nuevo Testamento hay mucho que aprender. Los asistentes a las sinagogas judías los días de reposo, estudiaban un libro guía importante llamado Targum, el cual era una traducción e interpretación de las Escrituras en el lenguaje popular hablado en el día a día. Ese libro era un excelente material didáctico de instrucción bíblica. Hablar en el lenguaje sencillo de los estudiantes, es seguir la meta de los reformadores al traducir la Biblia a sus respectivos lenguajes de su época.

En el Nuevo Testamento, los hermanos de Berea son un buen ejemplo de investigación de lo escuchado en la enseñanza de parte de los maestros de la Biblia en el encuentro de los domingos en nuestras iglesias. En el libro de los Hechos tenemos dos casos para comparar, entre los creyentes de Tesalónica y los hermanos de Berea. Pablo y Silas al llegar a Berea observaron la dedicación al estudio de las Escrituras de estos bereanos.

Ellos, habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos. 11 Y estos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así” (Hechos 17:10-11).

Si los maestros de la EBD enseñan a los niños, a los jóvenes y aun a los adultos que la enseñanza de las Escrituras no termina al salir del edificio de la iglesia, y que sigan el ejemplo de los hermanos de Berea que escudriñaban las Escrituras cada día para comprobar si no estaban siendo engañados, los falsos maestros y los predicadores del evangelio fácil no encontrarían eco y se sentirían rechazados por quienes son verdaderamente instruidos en las doctrinas de la Biblia. Los ejemplos señalados en este escrito son apenas unos cuantos de cómo las Escrituras contienen las enseñanzas para ganar el interés de quienes participan cada domingo en las aulas de nuestras iglesias.

CONCLUSIÓN

Este escrito ha tenido la intención de recordar los objetivos para los cuales fueron fundadas las Escuelas Bíblicas Dominicales. Estimular a los maestros de las EBD para ofrecer la misión educativa y evangelizadora de las iglesias para llevar a la fe Cristo a niños, adolescentes, jóvenes y adultos. Impulsar en los maestros el deseo de la investigación de temas bíblicos que sean de interés e inquietantes, y adecuados a la capacidad y conocimientos de los estudiantes; pero que despierten en ellos el deseo de profundizar en los temas estudiados y asimismo que quieran compartir con sus amigos y compañeros de estudio o de trabajo los temas inquietantes estudiados cada domingo.

Proporcionar a los maestros los objetivos para los cuales las iglesias evangélicas locales proveen los materiales para la instrucción cristiana y evagelizadora que tengan propósitos específicos de ganar para Cristo a quienes llegan cada domingo a aprender nuevos y estimulantes temas extraídos de los distintos libros de la Biblia. Por tanto, los maestros deben contar con la disposición y el tiempo necesario de investigar otras bases bíblicas que abundan en sitios cristianos de Internet además de las incluidas en los materiales didácticos proporcionados por la Comisión de Educación Cristiana de la iglesia local.

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