martes, 19 de septiembre de 2023

 

LA PRIMERA BIBLIA IMPRESA EN 1,454

Amadeo Albuquerque Lara

Todos hemos leído o escuchado que el primer libro que imprimió Johannes Gutenberg (1398-1468) fue la Biblia, en 1454. Nadie puede poner este hecho en tela de duda. Sin embargo, hay algunos críticos que aseguran que el primer material impreso fue el “Misal de Constanza”. Bien, pero esta impresión contó con una edición limitada y no contiene el número de páginas que tiene la Biblia Vulgata Latina: 1,300 páginas de 42 líneas en dos columnas, distribuidas en dos volúmenes.

De manera que la primera edición impresa por Gutenberg tuvo un tiraje de 200 copias, por lo que la Biblia fue el primer libro impreso que inauguró la imprenta de Gutenberg, la cual seguiría imprimiendo libros y documentos, masivamente.

Anterior a la impresión de la Biblia, las reproducciones de documentos bíblicos y de literatura en general, se hacían a mano y en materiales frágiles, de poca duración. El primer material utilizado fue el papiro, elaborado de una planta acuática común en el río Nilo (de donde viene el nombre “papel” en español, “papier” en francés, y “paper” en inglés). Después se usaron los pergaminos que se preparaban disecando piel de ternera o de cabra, generalmente; pero todas estas reproducciones se hacían a mano, sin que el número de copias fuera masivo.  Sin mencionar que estos dos materiales se arruinaban con el tiempo y con el uso. Por ejemplo, algunos de los rollos del Mar muerto (s. III a.C., no se podían desenrollar por la dureza y fragilidad del material y por la antigüedad y uso que habían tenido. Tampoco se puede olvidar las impresiones en tablillas de arcilla con escritura cuneiforme en Mesopotamia, con finalidades contables. La escritura cuneiforme se empezó a usar desde finales del cuarto milenio a.C., en los idiomas sumerio, acadio e hitita.

Pero hay que añadir que antes de la imprenta de Gutenberg también se hacían impresiones con moldes movibles de madera, pero la reproducción resultaba lenta y ediciones limitadas. Además, la madera era de poca duración por condiciones climáticas, como los otros materiales. Así que la invención de la imprenta con tipos o caracteres metálicos movibles de Gutenberg, marcó un antes y un después en la historia. Con la publicación de la Biblia de Gutenberg se da comienzo a la “Edad de la Imprenta”.

Pero volviendo a la Biblia, la Vulgata Latina original, desafortunadamente se perdió, pero existen copias de la llamada “Biblia de Gutenberg” impresa en vitela, o Biblia de las 42 líneas, aludiendo al formato de la página impresa a dos columnas. Por esta razón, hoy día una Biblia Vulgata de la edición de Gutenberg, cuesta entre US$35,837.45 y 37,711.17 dólares de los Estados Unidos. Estos precios convierten a la Biblia vulgata en el libro más caro del mundo. Hay que tomar en cuenta que solamente se conservan 48 copias de la Biblia de Gutenberg, pero sólo 21 de ellas están completas. Una en exhibición en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos; Las otras copias se encuentran en las bibliotecas de universidades europeas y otras importantes instituciones académicas; dos copias en Rusia, y una en un Seminario Teológico de Polonia. Según el diario digital El País de España, en una subasta, una copia de la Biblia de Gutenberg se vendió por 600 millones de pesetas españolas. La conservación de las copias de la Biblia Vulgata Latina en diferentes bibliotecas del mundo es otra obra importante de la imprenta de Gutenberg.

En total, según el Concilio de Trento (1545-1563) a la Vulgata le autorizó 72 libros: 45 en el Antiguo Testamento, y 27 en el Nuevo Testamento. Debo aclarar que el hecho de que la Biblia Vulgata Latina cuente con la autorización del Concilio de Trento y de la Iglesia católica en general, no significa que sea una Biblia diferente a las demás versiones en uso en las iglesias protestantes. La diferencia consiste en el número y nombres de los libros que contienen. Por ejemplo, la Biblia Reina Valera contiene 66 libros: 39 libros en el Antiguo Testamento y 27 en el Nuevo Testamento.  Es más, antes del papa Pío XII, la Vulgata Latina sirvió de fuente para la traducción de versiones de la Biblia en otros idiomas y diferentes credos religiosos. En cuanto a extensión, la Biblia de Gutenberg se publicó en dos volúmenes: el primero tiene 324 hojas y el segundo 319.

En conclusión, transcribo textualmente un párrafo de la “Asociación Mexicana de Archivos y Bibliotecas Privadas A.C”.

“Por ello la Biblia es patrimonio universal, pues ese gran número de manuscritos se encuentra resguardado en los museos y bibliotecas más importantes del mundo: en Londres, Roma, Nueva York, París, Moscú, Hamburgo, Jerusalem, el Vaticano y un largo etcétera. Además, es patrimonio de la humanidad porque la Biblia es fundamento de varias religiones: del judaísmo, de las muchas ramas del cristianismo, entre ellas las iglesias antiguas orientales, las ortodoxas, la católica, la anglicana, las denominaciones protestantes, incluso fue base para el Islam y para muchos grupos que no se identifican con la cristiandad, es decir que casi la mitad de la población mundial la estima como un texto sagrado. Afortunadamente, ninguna de estas religiones tiene el monopolio de los manuscritos bíblicos, su repositorio está en países con mayoría de católicos, o de ortodoxos, de protestantes, de musulmanes, de judíos o de ateos, disponible para la investigación de todos”.

BIBLIOGRAFÍA

Asociación Mexicana de Archivos y Bibliotecas Privadas A.C.

Biblia Medieval

Biblioteca virtual Miguel de Cervantes

World History Encyclopedia

No hay comentarios:

Publicar un comentario