sábado, 6 de septiembre de 2025

 

SI ALGUNO ESTÁ “EN CRISTO”

2 Corintios 5:17-20

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17). 

ὥστε εἴ τις ἐν Χριστῷ (Oste ei tis en Xristo): literalmente, “De modo si alguien en Cristo”. “En Cristo” es una relación, una unión espiritual inseparable e indisoluble. En la parábola de la vid y los pámpanos, Jesús ilustra la unión de los creyentes con él, el significado de “estar en Cristo”. “Separados de mí nada podéis hacer”. (Juan 15:5). En este pasaje, Jesús se describe a sí mismo como la vid; o sea, la mata de uva, y a sus seguidores como las ramas, enfatizando que, sin permanecer unidos a Él, los creyentes no pueden producir fruto espiritual ni llevar a cabo acciones significativas en un sentido espiritual; ni mucho menos pensar que entrarán en el reino de los cielos. Al igual que una rama necesita estar conectada a la vid para recibir vida y producir frutos, los creyentes necesitan permanecer en Cristo para vivir una vida espiritual plena y dar fruto. ¿Es ese el énfasis y mensaje de la Iglesia cristiana de hoy?

La frase subraya la total dependencia de los creyentes en Jesús para la vida y la productividad espiritual. Sin esa conexión, la vida espiritual se marchita, como una rama seca que es cortada de la mata y quemada. Lo explican los evangelios citando las palabras textuales de Jesús. “Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego” (Mateo 7:19). Sólo hay dos opciones: o estamos “en Cristo”, o somos echados en el fuego.

Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. 3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. 4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí” (Juan 15:2-4). Énfasis mío para refuerzo.

¿Qué significa “en Cristo” en el idioma griego? Una persona en Cristo es una persona cambiada para siempre. Aunque en griego existe el verbo “estar”: εἰμί (eîmi) con los significados de "Ser", "estar", "haber", "existir", el apóstol Pablo no lo usa en la frase referida en 2 Cor 5:17. Pablo dice: “Si alguno en Cristo, es nueva creación” y se refiere al nuevo nacimiento que Cristo le enfatizó a Nicodemo en el capítulo 3 del Evangelio de Juan, que para entrar en el Reino de Dios es necesario nacer de nuevo, de agua y del Espíritu. “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3-17).

El énfasis de permanecer “en Cristo” y él en nosotros se vuelve requisito indispensable para entrar en el reino de los cielos. Si los pastores o los predicadores no lo exigen hoy día, caerá bajo su propia responsabilidad. Estar en Cristo es convertirse en una nueva criatura; es haber entrado en una relación espiritual con Cristo y “ante el rostro de Dios”, como lo afirmó Martín Lutero.

La frase "en Cristo" o expresiones equivalentes aparecen en más de 130 pasajes del Nuevo Testamento, lo que subraya la importancia de esta relación en la fe cristiana. La frase indica que los creyentes se han unido espiritualmente con Jesucristo al aceptar su sacrificio, lo que implica una vida nueva y reconciliación con Dios. Unión espiritual con Cristo y justificación por la fe. Ser justificado es ser considerado justo ante Dios

Nuestros teólogos nos han dado cantidades de conferencias sobre las enseñanzas de Jesús y sobre la teología paulina. Pero nos han enseñado lo que a ellos les han enseñado, no lo que enseñó Jesús a sus discípulos, ni lo que enseña el apóstol Pablo, en sus epístolas que casi llenan la mitad del Nuevo Testamento. Pablo es el apóstol de la reconciliación, de la justificación por la fe en Cristo; pero lo interpretan mal, como lo refiere el apóstol Pedro:

Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, 16 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición” (2 Pedro 3:15-16).

Una de las “cosas difíciles de entender” que cita el apóstol Pedro se encuentra en Romanos 3:10-12. Pero no es que no las puedan entender, sino que las esconden para justificar una vida fácil, para vivir un evangelio fácil.

“¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado. 10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; 11 No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. 12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. 13 Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios; 14 Su boca está llena de maldición y de amargura. 15 Sus pies se apresuran para derramar sangre; 16 Quebranto y desventura hay en sus caminos; 17 Y no conocieron camino de paz. 18 No hay temor de Dios delante de sus ojos” (Romanos 3:9-17).

Lo que Pablo acaba de citar con la frase “Como está escrito” se encuentra literalmente en los Salmos 14 y 53. El apóstol Pablo exhorta a los Romanos que tanto judíos como gentiles están bajo la ley del pecado si no son justificados por la fe en Cristo. Afirmar que Pablo se refiere a un creyente ya justificado es negar la doctrina de la justificación, la cual es el centro de la teología y la cristología del Apóstol. Pablo cita los Salmos que comienzan con claridad refiriéndose al necio que dice en su corazón “No hay Dios”. Se refiere a una persona corrompida y que hace obras abominables. En ninguna manera se refiere a la nueva criatura en Cristo que predica Pablo. Dice Pablo: Si alguno está en Cristo, es una nueva creación. A continuación, transcribo los dos Salmos que Pablo cita en Romanos capítulo 3, en donde dice: “Como está escrito:”

“Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; No hay quien haga el bien. 2 Jehová miró desde los cielos sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún entendido, Que buscara a Dios. 3 Todos se desviaron, a una se han corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno” (Salmo 14:1-3).

Y el Salmo 53 comienza con idénticas palabras que el anterior. Ignorar lo que predica Pablo a los Romanos es esconder la verdad y centro de su predicación. Pablo afirma que Jesús fue entregado a muerte por nuestras transgresiones, y “resucitado para nuestra justificación”  (Romanos 4:25). Esto dice el Salmo 53:

“Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, e hicieron abominable maldad; No hay quien haga bien. 2 Dios desde los cielos miró sobre los hijos de los hombres, Para ver si había algún entendido Que buscara a Dios. 3 Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni aun uno” (Salmo 53:1-3).

Pablo en sus epístolas acostumbra la frase: “Como está escrito”; pero no cita la fuente que se encuentra en la Biblia hebrea, la cual él conoce de memoria. Pablo se refiere a dos Salmos: el Salmo 14:1-3, y el Salmo 53:1-3, los que están transcritos para conocimiento de quienes leen Romanos 3:9-17. Sin ese contexto, es difícil entender la doctrina de la justificación que constituye el centro de la teología paulina y su inconfundible cristología.

Sería una peligrosa contradicción de sí mismo si Pablo estuviera afirmando que “en Cristo” no hay ningún justo, cuando el apóstol Pablo dice con firmeza:

Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios” (Romanos 5:1-2).

Pablo habla con seguridad que los creyentes en Cristo son “justificados por la fe”, y que por la fe tenemos entrada a esta gracia en la cual estamos firmes y que nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Si Pablo afirmara que “en Cristo” no hay ningún justo, no afirmaría que hemos sido “justificados por la fe” y que por la misma fe tenemos entrada a la gracia de Dios.

La doctrina de la justificación por la fe en Jesucristo forma el centro de la teología cristológica del apóstol Pablo. Pablo no se pregunta como Job : “¿Cómo puede el hombre justificarse ante Dios?” (Job 2:9). Al contrario, Pablo habla con firmeza en cuanto a la justificación: “Justificados pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo (Romanos 5:1). La palabra “justificados” es un acto efectuado por Dios, una acción acabada y perfeccionada; y como dijo Martín Lutero, “si perdemos la doctrina de la justificación, perdemos simplemente todo”.  Lutero creía que la justificación solo por la fe “es el artículo con y por el cual la iglesia permanece, sin el cual se cae” (Crédito: Richard M. Davidson, “La Doctrina de la Justificación por la fe”).

En Romanos 9:1 Pablo usa la frase: “Verdad en Cristo, no miento” afirmando que dice la verdad en Cristo y que por tanto, no puede mentir a los creyentes. La frase “en Cristo” es para Pablo una verdad irrefutable. “Si alguno en Cristo, nueva criatura es”. Y Jesús le dijo a Nicodemo: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3-17). La nueva criatura de la que habla Pablo, y el nuevo nacimiento del que le habló Jesús a Nicodemo son requisitos indispensables para estar “en Cristo”, y es la misma verdad incontrovertible.

CONCLUSIÓN

La doctrina de la Justificación por la fe de Jesucristo ha sido mal interpretada o quizá manipulada para deshonra de la Iglesia cristiana, bajo la responsabilidad de sus instructores. “El artículo de la justificación es el gran maestro y príncipe, el señor, el gobernante y el juez sobre todo tipo de doctrinas; preserva y gobierna toda la doctrina de la Iglesia y eleva nuestra conciencia ante Dios. Sin este artículo el mundo está en absoluta muerte y oscuridad. (Crédito: Richard M. Davidson).

Quienes oscurecen el significado de la Justificacion por la fe de Jesucristo son responsables ante Dios. Quienes no enfatizan la doctrina de “estar en Cristo” y de estar unidos a Jesucristo, no son mensajeros de Dios ni proclaman las verdades de la Biblia. Quienes conforman a los creyentes con las palabras de que no hay justo ni aun uno, sacando del contexto la doctrina de la justificación, sólo sirven para demostrar lo poco que comprenden la doctrina de la justificación por la fe, la doctrina central del apóstol Pablo y por ende, de la Iglesia cristiana. Finalizo con las palabras: sin la doctrina de la justificación por la fe en Jesucristo, el mundo está en absoluta muerte y oscuridad.

REFERENCIAS

Biblia Reina Valera 1960, todas las citas

Coalición por el Evangelio, “Resucitado para nuestra justificación

Interlinear Greek English New Testament

Richard M. Davidson, Andrews University, davidson@andrews.edu

Theological views of St Paul the apostle

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