jueves, 9 de octubre de 2025

 

LA OBRA DE LOS PRINCIPALES PRE-REFORMADORES

SEGUNDA PARTE

Amadeo Albuquerque Lara

Entre ellos destacan Pedro Valdo (1140 – 1218), John Wycliffe (1324 - 1384), Juan Hus (c. 1371-1415). (Philipp Melanchthon (1497-1560), fue Teólogo alemán y colaborador de Lutero, conocido por su trabajo en la sistematización de la teología luterana); Martín Bucero (1491-1551), Reformador alemán que influyó en la teología de Calvino y Knox; Thomas Cranmer (1489-1556), Arzobispo de Canterbury durante el reinado de Enrique VIII de Inglaterra, clave en la Reforma en Inglaterra.

Además de estos líderes, hubo muchos otros teólogos y figuras influyentes que contribuyeron a la Reforma Protestante, cada uno con su propia perspectiva y énfasis. 

Pedro Valdo (siglo XII): Fundador del movimiento de los valdenses, predicó la pobreza evangélica y la necesidad de una reforma en la Iglesia, y su obra más significativa fue la tradución de la Biblia al francés. Valdo cumplió con una de las inquietudes de los reformadores, como era la traducción de la Biblia a los idiomas vernáculos o el lenguaje del pueblo.

John Wycliffe (siglo XIV): Teólogo inglés que criticó la corrupción de la Iglesia, la autoridad papal y la doctrina de la transubstanciación. Su máxima contribución a la Reforma Protestante fue la traducción de la Biblia al inglés y sentó las bases del movimiento lollardo. Wycliffe es considerado un precursor clave de la Reforma Protestante, principalmente por su crítica a la Iglesia Católica. Sus ideas influyeron en otros reformadores, como Juan Hus, y sentaron las bases para la Reforma del siglo XVI.

El pre-reformador Juan Hus de Bohemia (Siglo XV): Juan Hus fue un sacerdote y filósofo y teólogo que criticó fuertemente la corrupción de la Iglesia y abogó por la comunión bajo ambas especies (pan y vino) para los laicos. Fue condenado por herejía y quemado en la hoguera en 1415, pero sus ideas influyeron en la Reforma.

Movimiento Hussita: Surgió tras la muerte de Hus, caracterizado por la búsqueda de reformas religiosas y políticas en Bohemia

Las ideas de Hus y el movimiento hussita influyeron en la Reforma Protestante en otras partes de Europa, incluyendo a Martín Lutero.

Philipp o Felipe Melanchthon (1497-1560): fue una figura clave en la Reforma Protetante. Trabajó muy de cerca con Martín Lutero para avanzar el movimiento de reforma y de ideas teológicas. Él es conocido particularmente por su contribución intelectual, incluyendo su obra “Loci communes” y la Confesión de Augsburgo, obras que son textos fundamentales para el luteranismo.

Martín Bucero (1491-1551) fue un destacado reformador protestante alemán, conocido por su papel en la Reforma en Estrasburgo y su influencia en el luteranismo, el calvinismo y el anglicanismo. Originalmente miembro de la orden dominica, Bucero se convirtió al luteranismo después de escuchar a Martín Lutero. Buscó la unidad entre diferentes facciones protestantes y, por ello, fue llamado "el reformador ecuménico", aunque sus esfuerzos por la unidad no siempre tuvieron éxito.

Tomás Cranmer (1489-1556), fue un reformador protestante clave en Inglaterra, arzobispo de Canterbury y figura central en la Reforma Anglicana. Fue un influyente asesor de los reyes Enrique VIII y Eduardo VI, y jugó un papel crucial en la separación de la Iglesia de Inglaterra de la autoridad papal. 

En otras partes de Europa del Este, como Polonia y Hungría, también surgieron movimientos similares que criticaban a la Iglesia y buscaban reformas, aunque a menudo con características propias de cada región. 

Principales Críticas a las autoridades de la Iglesia católica, incluyendo el Papa : Cuestionamiento del poder y la autoridad del Papa y la corrupción de la jerarquía eclesiástica.

Énfasis en la Biblia: Mayor acceso a la Biblia en lenguas vernáculas y lectura e interpretación individual.

Participación de los laicos: Búsqueda de mayor participación de los laicos en la vida religiosa y la toma de decisiones eclesiásticas.

Reformas Litúrgicas: Algunos grupos buscaban reformas en la liturgia y las prácticas religiosas, como la comunión bajo ambas especies y contra la doctrina de la transustanciación; o sea, la doctrina que afirmaba que en la eucaristía el sacerdote convetía literalmente el pan en la carne de Cristo, y el vino, en la sangre de Cristo. La doctrina de la transustanciación no la pudieron cambiar los pre-reformadores ni los reformadores; esta doctrina prevalece en la actualidad en la Iglesia católica.

 Girolamo Savonarola (siglo XV): Jerónimo Savonarola, o Jerónimo de Ferrara, Fraile dominico italiano denunció la corrupción de la Iglesia y la moralidad de la sociedad florentina, con un llamado a una reforma moral y religiosa. 

Impacto de los pre-reformadores: Los pre-reformadores sentaron las bases para la Reforma Protestante al cuestionar la autoridad de la Iglesia Católica y promover la lectura de la Biblia en lenguas vernáculas. Los pre-reformadores prefiguraron las críticas y enseñanzas de Martín Lutero y otros reformadores posteriores. Sus ideas y movimientos prepararon el terreno para la aceptación de la Reforma en diferentes partes de Europa, especialmente en Alemania. Sus enseñanzas sobre la autoridad de la Escritura y la necesidad de una reforma moral y espiritual influyeron en la teología protestante.

La importante obra del grupo de Reformadores, incluyendo a Martín Lutero: El grupo de reformadores en la Europa del siglo XVI, incluyen a Juan Calvino, Juan Knox y Ulrico Zuinglio, quienes también jugaron roles importantes en la difusión de ideas reformistas, las cuales le sirvieron de base a Martín Lutero.

Como Martín Lutero es la figura más destacada en el movimiento de la Reforma Protestante, destacaremos primero a otras figuras influyentes en este movimiento reformista.

Juan Calvino y su movimiento reformista (1509-1564): Juan Calvino era Teólogo francés, fundador del Calvinismo, que enfatizó la soberanía de Dios y la predestinación. Juan Calvino fue un reformador francés, pastor y teólogo, considerado entre los más grandes reformadores protestantes, junto con Martin Lutero (1483-1546) y Hulrico  Zwinglio (1484-1531). Calvino sintetizó las diferentes perspectivas de las sectas protestantes, entre ellas la suya, en su obra La institución de la religión cristiana, considerada como una de las más importantes de la teología protestante.

Calvino es reconocido como uno de los reformadores más influyentes debido a que La institución de la religión cristiana sistematizó la visión y postulados de varias sectas protestantes fundados por Lutero, Zwinglio y otros más. Después de la muerte de Zwinglio en 1531, Heinrich Bullinger (1504-1575) tomó el liderazgo de la iglesia reformada, actuando como un puente entre el movimiento de Zwinglio y el de Calvino mientras que, al mismo tiempo, Calvino era influenciado directamente por Lutero y Philip Melanchthon (1497-1560), así como por los reformadores Guillaume Farel (1489-1565) y Martin Bucer (1491-1551).

John Knox reformador influyente en la Reforma Protestante: John Knox (1514 -1572) fue el líder más destacado en la Reforma de Escocia. Fundamentó el tono austero de la moral en la Iglesia de Escocia y conformó la forma democrático de gobierno que él adoptó. Knox fue influenciado por George Wishart, quien fue quemado en la hoguera por hereje, en 1546. Al año siguiente, Knox fue el vocero de la Reforma en Escocia. Después de estar en la cárcel en período intermitentes, regresó a Escocia en 1559. Supervisó la preparación de la constitución y la liturgia de la Iglesia escocesa. Su obra literaria más importante fue su “Historia de la Reforma en Escocia”. (Crédito: Encyclopedia Britannica)

Ulrico Zuinglio y los anabautistas: No solamente Zuinglio, sino otros reformadores magisteriales, comprobaron cómo en el seno de los movimientos que encabezaron surgieron disidentes que sostuvieron críticas tanto al catolicismo romano como hacia ellos. El estudio del Nuevo Testamento en griego transformó vida y ministerio de Ulrico Zuinglio. La lectura neotestamentaria la hizo en la edición realizada por Erasmo en 1516, entonces “compara la Iglesia de sus propios días con la Iglesia de Pablo y los Apóstoles”.1 Hacia fines de 1518 Ulrico ingresa al equipo clerical de la Catedral de Zúrich, y el primero de enero del siguiente año hace a un lado el calendario litúrgico católico romano e inicia con la predicación sistemática de libros bíblicos. Primero lo hace con el Evangelio de Mateo, al que le siguió Hechos de los Apóstoles. Así daba inicio la reforma religiosa y social de Zúrich. (Crédito: Protestante Digital)

Los anabautistas: Reciben este nombre como “rebautizadores”, por su énfasis en el bautismo de adultos. En este año 2025 se cumplen 500 años del anabautismo, un movimiento marcado por “la profunda convicción de seguir las enseñanzas de Jesús”. El anabautismo celebra su quinto centenario en este 2025, siendo la fecha del 21 de enero el momento señalado como el inicio de este movimiento de Reforma que tuvo lugar en la Europa del siglo XVI.

Hace cinco siglos, un grupo de creyentes en Zurich dio el paso de bautizarse como adultos y con la firme convicción de poner en práctica los principios del evangelio y seguir a Jesús. A pesar de la violenta persecución que se desplegó hacia aquellas primeras comunidades de fe, pudieron sobrevivir hasta el día de hoy, dejando una herencia que ahora es apreciada desde el cristianismo global. (Crédito: Protestante Digital)

Los Bautistas: Surgieron en Inglaterra en el siglo XVII como un movimiento separado del puritanismo. Comparten con los anabautistas la creencia en el bautismo de creyentes adultos. Se han desarrollado en diversas ramas, con diferentes enfoques teológicos y prácticas, pero con un énfasis en la autonomía de la iglesia local. Los bautistas son una de las denominaciones protestantes más grandes del mundo. 

Preguntas de comprensión

1] Resuma brevemente la obra de los Pre-reformadores

2] Mencione algunos nombres de los principales Pre-reformadores.

3] ¿A cuáles pre-reformadores se mencionan como traductores de la Biblia a sus respectivos idiomas populares?

4] Mencione la obra más destacada del líder de la Reforma en Escocia.

5] Mencione la obra de Juan Calvino, su preparación académica y contribución a la Reforma con su movimiento calvinista.

6] ¿Quién tomo el liderazgo de Zuinglio y sirvió como puente entre Zuinglio y Calvino?

7] ¿Cuál es la principal doctrina y la firme convicción de poner en práctica los principios del evangelio y seguir a Jesús?

8] Explique por qué reciben ese apelativo los anabautistas y qué significa ese nombre.

9] ¿ En qué forma prevace hasta hoy la influencia de los anabautistas y por qué sobrevivieron?

10] ¿Qué doctrinas de los anabautistas heredaron y ponen en práctica los bautistas?

 

 

domingo, 5 de octubre de 2025

 LA REFORMA PROTESTANTE EN EUROPA

PRIMERA PARTE

MOVIMIENOS DE PRE-REFORMA: La "pre-reforma" se dio primeramente en Europa del Este. La pre-reforma se manifestó como una serie de movimientos religiosos y sociales que prepararon el terreno para la Reforma Protestante en toda la región de toda Europa; especialmente, se profundizó en Alemania con el impulso del monge agustino, teólogo y profesor universitario.

Principales países de Europa del Este en el siglo XV

Europa del Este estaba compuesta por varios reinos y territorios, incluyendo Polonia, Lituania, Rusia, Hungría, Bohemia, Moldavia, Valaquia y partes de lo que hoy son Ucrania y Bielorrusia.

Un protestantismo en sus primeras etapas de desarrollo, en la Europa del Este en los siglos XII-XIV: Este período se caracteriza por la consolidación del poder de la Iglesia Católica y el desarrollo de movimientos religiosos críticos, como los valdenses y los husitas, que anticiparon algunas ideas protestantes, pero no se consideran parte del protestantismo en sí mismo.

Consolidación de la Iglesia católica y adquisición de poder político: La consolidación de la Iglesia católica como institución y su adquisición de poder político fue un proceso complejo y multifacético que se extendió a lo largo de varios siglos. Inicialmente, la Iglesia se benefició del apoyo de líderes romanos como Constantino, quien la reconoció como religión oficial del Imperio.

El ascenso del Emperador Constantino I: Constantino I asciende al trono después de una batalla, en donde según él, vio una señal que decía que vencería con ella: “Con esta señal vencerás”: Constantino reconoce a la Iglesia católica. Este reconocimiento llevó a un aumento en la influencia de la Iglesia, que se manifestó en la construcción de iglesias, monasterios y la expansión de su doctrina. A medida que el Imperio Romano de Occidente se desmoronaba, la Iglesia asumió un papel cada vez más importante en la sociedad, ofreciendo servicios sociales, educación y, en algunos casos, actuando como mediador en conflictos. 

En la Edad Media, la Iglesia católica se convirtió en una poderosa institución política y económica, especialmente en Europa Occidental. Los obispos y abades a menudo tenían títulos nobiliarios y tierras, y la Iglesia controlaba vastas propiedades. El Papa, como líder de la Iglesia, ejercía una gran influencia sobre los reyes y emperadores, y la Iglesia a menudo intervenía en asuntos políticos. La Iglesia también desarrolló una elaborada jerarquía, con el Papa en la cima y una red de obispos, sacerdotes y monjes en diferentes niveles. Esta estructura jerárquica permitió a la Iglesia coordinar sus actividades y ejercer su influencia de manera más efectiva.

Sin embargo, este poderío de la Iglesia católica al tomar ventaja por la pérdida de popularidada del Imperio Romano, degeneró en una corrupción desmedida, la cual se encontró con las críticas de los movimientos religiosos y sociales, y de los pre-reformadores.

 

Las críticas y descontentos de estos movimientos religiosos y sociales:

1)     Críticas a la Iglesia Católica,

2)     Búsqueda de una mayor participación de los laicos en la fe y

3)     Énfasis en la lectura de la Biblia en lenguas vernáculas.

Estas ideas se fueron ampliando con la participación de otros líderes religiosos que más tarde tomaron el nombre de pre-reformadores.

La Iglesia Católica tenía una fuerte presencia y a menudo se veía envuelta en conflictos de poder con los gobernantes locales.

Descontentos de estos movimientos:

1)     Por la corrupción dentro de la Iglesia,

2)     La venta de indulgencias y

3)     La falta de acceso a la educación religiosa para los laicos. 

La venta de Ingulgencias generó gran descontento: Este descontento comenzó con los líderes religiosos y posteriormente tomó forma entre los movimientos sociales. La venta de indulgencias fue una práctica en la Iglesia Católica, principalmente durante la Edad Media, donde se permitía a las personas comprar el perdón de sus pecados o la reducción de su tiempo en el purgatorio. Esta práctica fue una fuente importante de ingresos para la Iglesia, especialmente para construcción de iglesias, monasterios; y posteriormente, para la construcción de Capilla Sixtina.

La Iglesia permitía a las personas comprar indulgencias para reducir el tiempo que pasarían en el purgatorio, o incluso para el perdón de pecados pasados. El precio de una indulgencia variaba según la clase social de la persona y la gravedad del pecado. Los predicadores de indulgencias, como Johann Tetzel, recorrían Europa ofreciendo ndulgencias a cambio de dinero. El famoso lema de Tetzel: "Tan pronto como la moneda en la caja suena, el alma del purgatorio salta". 

La venta de insulgencias generó controversia y críticas, especialmente por parte de Martín Lutero, quien la consideraba una corrupción de la doctrina. 

En resumen: La pre-reforma en Europa del Este fue un período de fermento religioso y social que preparó el terreno para la Reforma Protestante en la región con amplia participación de líderes con conocimientos profundos en las Sagradas Escrituras. Los pre-reformadores constituyeron un movimiento caracterizado por críticas a la corrupción de la Iglesia, la venta de indulgencias, el desmedido poder papal, la búsqueda de reformas religiosas y una mayor participación de los laicos, con figuras como Pedro Valdo, John Wycliffe y Juan Hus y el movimiento hussita como ejemplos destacados. 

Preguntas de comprensión

1] ¿Qué se entiende por Pre-reforma?

2] Nombre a los principales pre-reformadores

3] ¿Qué países se vieron involucrados con los movimientos de Pre-reforma?

4] ¿Cómo era el protestantismo en la Europa del Este?

5] ¿Qué Emperador romanos apoyó el poderío político-religioso de la Iglesia católica?

6] ¿Cuál fue el resultado negativo de la adquisición político-religiosa de la Iglesia católica y cómo se convirtió en las críticas y controversias de los movimientos sociales y religiosos?

7] Discuta los logros para la Iglesia católica por la venta de Indulgencias y para qué se utilizaban esos fondos.

8] Discuta las acciones del personaje Juan Tetzel y el mensaje que él proclamaba.

 

 

SIGNIFICADO DE LA FRASE LATINA “SOLA FIDE

Amadeo Albuquerque Lara

La frase latina “sola fide” pertenece a Martín Lutero, y pasó a formar parte de la teología de los reformadores, en tiempos de la Reforma Protestante. La frase significa “la fe sola” sin las obras de la ley, y sin las obras sociales a las que se refiere el apóstol Santiago en el capítulo 2:

“Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? 15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? 17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma” (Santiago 2:14-17).

La doctrina de la “sola fide”, o la “fe sola” es tan fuerte para el reformador Martín Lutero, que para él la epístola de Santiago era “la epístola de zacate” y opinaba que no debería formar parte del Canon que aprobó los libros de la Biblia; porque Santiago le agrega a la fe, las buenas obras; para Lutero “la fe sola” es capaz de justificarnos, sin las obras de la ley y sin las obras de las que trata el apóstol Santiago; porque “el justo por su fe vivirá” (Habacuc 2:4, y Romanos 1:17).

Para la Iglesia católica las buenas obras se consideraban básicas para la salvación; y esa doctrina apoyaba las ventas de indulgencias que eran la fuente de las finanzas del papado y de toda la iglesia. Por tanto, Lutero estaba en contra de las indulgencias y no toleraba que las obras sociales de la Iglesia fueran tan básicas como la fe en Jesucristo. Era obvio que Lutero calificara la epístola de Santiago “la epístola de zacate”, porque estaba en contra de la doctrina de la “sola fide” o “la fe sola”.

De manera que la razón de ser de la frase latina “sola fide” es demostrar que la fe en Jesucristo no necesita “las buenas obras”, ni ninguna otra cosa que no sea la fe sola. La doctrina se formuló en dos palabras por la comodidad de ser parte de las “Cinco solas”. Por eso, también esta doctrina de la justificación por la fe pasó a formar parte central en la teología cristológica del apóstol Pablo y la expresó en Romanos 1:17: “Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá”. Énfasis mío.

jueves, 2 de octubre de 2025

 

EL ANCLA DE LA JUSTIFICACIÓN POR LA FE

Amadeo Albuquerque Lara

La doctrina de la justificación por la fe, aunque los evangelios la expresan en palabras de Jesús como la necesidad de la fe para ser salvos y de heredar la vida eterna, la doctrina fue expresada con mayor profundidad, de manera más completa y fundamentada en la Biblia hebrea por el apóstol Pablo (Habacuc 2:4, Salmo 5:4-6). Aunque la doctrina de la justificación por la fe en Jesucristo no es estrictamente exclusiva del apóstol Pablo, se considera central en su ministerio, en la teología paulina en Romanos y Gálatas. La justificación por “la fe sola” es además el fundamento de la teología protestante en la expresión latina “Sola fide”.

Jesús también enseñó sobre la justificación para ser salvos y dignos de entrar en el reino de los cielos, porque sus enseñanzas en los Evangelios demuestran que, para ser aceptado por Dios, la fe es central, y la justicia exigida por Dios no puede ser alcanzada por medios humanos, ni por la ley. La epístola de Santiago también aborda el concepto de la justificación, pero afirma que la fe sin obras es muerta (Santiago 2:24), por tanto, su enfoque es diferente al de Pablo. De manera que es el apóstol Pablo quien formula de manera más precisa y con mayor profundidad bíblica la doctrina de la jusificación por la fe en Jesucristo. Pablo plantea una teología sólida basada en dos aspectos: 1) por la ley nadie alcanza la justificación, porque Pablo es experto conocedor de los preceptos de la ley de Moisés; 2) Jesucristo cumplió la ley para que por su muerte y resurrección los creyentes en él alcancen la justicia demandada por Dios, la liberación del castigo eterno por el pecado, y la destitución de la gloria de Dios (Romanos 3:23).

Por tal razón, Jesucristo es el ancla y centro de la justificación por la fe. Nadie puede ser justificado sino porque Cristo pagó por el pecado del ser humano (Isaías 53), que era la causa de la separación de Dios. Por otro lado, la fe en Jesucristo es lo que nos permite ser declarados justos ante Dios, ganando paz y acceso a su gracia por la muerte y resurrección de su Hijo Jesucristo (Romanos 5:1). La justificación por la fe es totalmente diferente a la declaración de inocencia legalizada por un juez; porque el ser humano es culpable ante Dios por el pecado que Dios no tolera y ofende su santidad. Por tal razón, Dios cargó en Cristo el pecado de todos nosotros pecadores; y su muerte y resurrección nos declara justos y con acceso directo ante la presencia de Dios. Romanos 3:21-28, Romanos 4:16, Gálatas 2:16 y Gálatas 3:11, que explican que la justicia de Dios es un regalo otorgado por medio de la fe en Jesucristo, no por las obras de la ley.

Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; 22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, 23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, 24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, 25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, 26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús” (Romanos 3:21-26). Énfasis mío.

El apóstol Pablo en su teología cristológica fundamente su doctrina de la justificación por fe basado en principios bíblicos basados en la Biblia hebrea, la cual Cristo y Pablo la citan como las Escrituras: 1) está dirigida a todos los que han pecado y están destituidos de la gloria de Dios; 2) somos justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención en Cristo Jesús; 3); 4) Dios puso a Cristo Jesús como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia; 5) Dios en su paciencia ha pasado por alto los pecados pasados, no los presentes; 6) Dios como justo es el que justifica al que es únicamente de la fe de Jesús (Rom 3:21-26), porque en ningún otro hay salvación (Hechos 4:12).

 El apóstol Pablo afirma que la justifiación además de la fe es por gracia. Y declara que la justificación es tanto para quienes estaban bajo la ley, así como también para quienes son de la fe de Abraham, padre de todos, por cuanto su fe le fue contada por justicia; así como también a nosotros, si creemos en el que levantó de los muertos a Jesús. Pablo enfatiza en la resurrección de Jesucristo como el ancla de la justificación por la fe; y en la muerte de Cristo como justificación por nuestras transgresiones.

“16 Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros” […] (Rom 3:16). “22 por lo cual también su fe le fue contada por justicia. 23 Y no solamente con respecto a él se escribió que le fue contada, 24 sino también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro, 25 el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación (Rom 3:22-28).

Pablo formula la doctrina de la justificación por fe, basándola en la fe de Abraham por cuanto es el receptor de la promesa y a quien su fe le fue contada por justicia y no sólo a él, sino a toda su descendencia; es decir, a todos los creyentes en Jesucristo, el cual fue entregado por nuestras transgresiones y resucitado para nuestra justificación. Pablo conecta la fe que justifica, con la gracia gratuita de Dios por medio de Jesucristo. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9).

Luego, Pablo expresa las consecuencias benefactoras de la justificación por la fe en Jesucristo, de la siguiente manera: 1) La justificación es por fe; 2) por la fe tenemos paz con Dios con quien estábamos alejados y condenados al castigo eterno; 3) la paz con Dios la da el Señor Jesucristo; 4) por la fe en Cristo tenemos entrada a la gracia de Dios; 5) por la gracia de Jesucristo estamos firmes y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Todo esto significa que los creyentes tienen un profundo regocijo y una segura anticipación en el futuro glorioso y la presencia de Dios, que se experimentará completamente después de la muerte y resurrección en Cristo. Es un gozo que proviene de saber que, a través de la fe en Jesucristo, hemos sido justificados, hechos amigos de Dios y que su amor y su Espíritu nos guían hacia una esperanza que no defrauda.

En la epístola a los Romanos Pablo describe la situación del ser humano antes de la justificación por la fe en Jesucristo: “por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Rom 3:23). Desafortunadamente, este pasaje de Romanos 3:23 ha sido mal interpretado y manipulado, confundiendo el estado de los creyentes justificados por la fe de Jesucristo, con quienes no han recibido la justificación, y quienes están destituidos de la gloria de Dios. Pablo se refiere a los justificados por la fe en el siguiente pasaje:

Justificados, pues, por la fe (un hecho consumado y completo), tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios” (Rom 5:1). Paréntesis mío.

La doctrina de la justificación por la fe en Cristo es tan fuerte y tan bien fundamentada en la Biblia hebrea, nuestro Antiguo Testamento, por el apóstol Pablo, quien además, establece la doctrina en Jesucristo, sus obras perfectas: su vida, muerte y resurrección, como el fundamento de la justificación por la fe. En tanto que la “justificación por la fe” se refiere al papel de Cristo, porque él llevó nuestra condena, a través de la imputación. Mediante la imputación de nuestros pecado al Señor Jesucristo, Dios nos atribuye la justicia de Cristo como si fuera nuestra. La justificación por la fe enfatiza en que la vida y el sacrificio de Cristo nos proporcionan la justicia necesaria para estar ante Dios, salvándonos así del pecado y del castigo eterno.

 

El siguiente argumento que esgrime Pablo en favor de la Justificación por fe se origina en los Profetas y los Salmos en donde afirman que Dios es santo y los que lo adoran tienen que ser santos. "Dios es santo y no tolera el pecado" describe la naturaleza moralmente perfecta y pura de Dios, quien es incapaz de tolerar la maldad y exige que su pueblo viva apartado de ella, porque “Dios es santo y Dios celoso” (Josué 24:19).  El salmista advierte que la maldad no agrada a Dios y que no puede tolerar los pecados (Salmos 5:4-5). El apóstol Juan enseña que Cristo vino para destruir el pecado, porque él no tiene pecado. Y el apóstol Pedro exhorta a los creyentes a ser santos porque Dios es santo (1 Pedro 1:15-16).  Estos planteamientos en el Antiguo, como en el Nuevo Testamento, los debemos tomar muy seriamente para entender la doctrina paulina de la justificación por la fe en Jesucristo.

Todos estos pasajes tanto en el Antiguo, como en el Nuevo Testamento, se refieren a la santidad de Dios, a su pureza absoluta, a su naturaleza incapaz de convivir o aceptar el pecado, y la impureza moral del pecador que lo separa de Él. Por tal razón, los pasajes anteriores ilustran que la santidad de Dios es una cualidad esencial que lo define y lo aparta de toda corrupción y de todo pecado cometido en contra de su santidad y justicia.

El salmista proclama la intolerancia de Dios por el pecado humano. “Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad; El malo no habitará junto a ti. 5 Los insensatos no estarán delante de tus ojos; Aborreces a todos los que hacen iniquidad” (Salmo 5:4-5).

Este plan de Dios que tanto el salmista, como el profeta Habacuc proclaman, el apóstol Pablo lo retoma y lo perfecciona poniendo a Cristo como el ancla de la justificación por la fe. Sin olvidar que el apóstol Pablo interpreta las palabras del profeta Habacuc de que “el justo por la fe vivirá” (2:4). Pero para que la fe sea firme y viva, primero tiene que haber justificación por la gracia de Dios, la cual es gratuita y sólo se recibe por la muerte y resurrección de Jesucristo.

Debido a la necesidad de apaciguar la ira de Dios contra el pecado, del castigo eterno, y una eternidad sin Dios, es el apóstol Pablo quien formula y fundamenta la justificación por la fe por medio de Jesucristo. No es la ley de Moisés ni las obras de esa ley las que justifican; es el sacrificio expiatorio de Jesucristo, la imputación que Dios aplica a Cristo por el pecado del ser humano, y hace que el pecador sea declarado justo para tener acceso a la gracia y a la esperanza de la gloria de Dios.

Por último, la doctrina de la justificación por la fe de Jesucristo Pablo la entiende como la necesidad de aparecer justificados ante la presencia de un Dios santo y justo que no tolera el pecado y la maldad de quienes no reciben la justificación por medio de Jesucristo. Se ha documentdo, además, que el apóstol Pablo era un experto conocedor de las Escrituras que también citó el Señor Jesús. Por tal razón Jesucristo es el ancla por la que estamos firmes en la gracia y la única razón de nuestra justificación.

Por tanto, el carácter santo de Dios, su enemistad contra el pecado y la necesidad de ser restaurados a una relación con Dios que fue rota por nuestros antepasados y por el pecado nuestro, Pablo fundamenta su doctrina de la justificación por la fe en Cristo, a través de la gracia gratuita, de la imputación de nuestro pecado a Cristo, y de la justicia de Cristo por medio del perdón y la transformación del pecador como justo y libre de la condenación eterna proclamada por el Señor Jesus en los cuatro evangelios canónicos.

CONCLUSIÓN

Este estudio se ha basado completamente en la Biblia, sin sesgos de falsa teología para presentar  la doctrina de la justificación por la fe de Jesucristo; y ha documentado que no existe otra doctrina que declare justo al pecador porque ha imputado el pecado a la persona de Jesucristo. La doctrina es tan clara que enseña que alguien sin pecado sea tratado como pecador y alguien pecador sea aceptado como justo ante Dios, porque Dios es santo y justo y no tolera el pecado.

¿Habrá un doctrina más poderosa y alentadora que la Justificación por la fe de Jesucristo? El que no cometió pecado murió por los pecadores, según 2da Corintios 5:21, donde se explica que, por causa de la humanidad, Dios trató a Jesús, que no tenía pecado, como si fuera pecador, para que los humanos pudieran ser hechos justos ante Dios. ¿Habrá otro misterio tan grande? Alguien sin pecado tratado como pecador; y los pecadores tratados como justos ante Dios, porque Dios es santo y justo, y es la principal razón que lleva al apóstol Pablo a formular la doctrina de la justificación por la fe en Cristo basado en las Escrituras que también citó el Señor Jesús para probar su relacón con el Padre.

Por tal razón, este tema nos obliga a entender el origen de la doctrina que Pablo introduce en sus cartas a las iglesias, y que hoy tenemos en el Nuevo Testamento como “la justificación por la fe de Jesucristo”. El origen y base de la doctrina está en el capítulo 2 del libro del profeta Habacuc (2:4); porque el apóstol Pablo fundó sus enseñanzas en “las Escrituras” o la Biblia hebrea, las mismas Escrituras que tanto citaba el Señor Jesús para demostrar su autoridad y mesiazgo. Pablo era un experto conocedor de las Escrituras de su tiempo: La Ley o Torah, los Profetas y los Escritos, entre los cuales los Salmos los encabezaban. El apóstol Pablo creía que “toda la Escritura es inpirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:16-17).

El ancla de la justificación por la fe es la obra perfecta y los méritos de Jesucristo, específicamente su vida, muerte y resurrección, que son imputados al creyente por gracia divina a través de la fe. La fe no es un mérito propio, sino la confianza en que las obras de Cristo son suficientes para la salvación, lo que establece una paz con Dios y una nueva posición como justo ante Él. 

Por último, no se puede entender la doctrina de la justificación por la fe en Jesucristo sin entender que la culpa de nuestros pecados se transfiere a Cristo, y la justicia de Cristo se transfiere a nosotros, como si nuestros pecados fueran suyos y su justicia fuera nuestra. Por otro lado, La fe es el medio por el cual la justicia de Cristo es recibida por el creyente como un regalo de Dios que se obtiene no por mérito propio. La justificación por la fe nos otorga la paz que transforma nuestra relación con un Dios santo y celoso; y nos permite vivir en una relación directa con Él. El creyente es declarado justo y tiene una nueva posición delante de Dios, una nueva relación con el Padre.

REFERENCIAS

Biblia Reina Valera 1960 – Todas las citas bíblicas

Coalición por el Evangelio – la fe se manifiesta en buenas obras

Evangelio.Blog – principios de la justificación por la fe

Iglesia fuente de agua viva - cómo aplicar la justificación por la fe en la vida diaria

Perspectiva Protestante y Evangélica -La doctrina de la justificación por la fe sola (sola fide)

Revista de Editorial Aces- la justificación por la fe

Vaz, Juan Manuel – la doctrina de la justificación por la fe

 

sábado, 27 de septiembre de 2025

 

TRADUCCIÓN DE LA BIBLIA DE TEXTOS ORIGINALES

Amadeo Albuquerque Lara

Este domingo 28 de septiembre de 2025 se celebran 456 años de la traducción y publicación de la Biblia del Oso, conocida así por la imagen o ilustración en su portada de un oso alcanzando un panal de miel, que servía como emblema para evitar el uso de iconos religiosos prohibidos en esa época. La imagen de la portada de un oso y un panal de miel fue idea del impresor bávaro Mattias Apiarius como una forma de eludir la prohibición de la Iglesia católica y de la llamada “Santa Inquisición” de publicar imágenes religiosas y de textos sagrados en lenguas vernáculas, como el romance castellano.

La imagen de la portada de la Biblia del Oso contiene tres símbolos que representan la importancia y esencia de la Palabra de Dios. 1) La imagen del panal de miel fue inspirtada en el Salmo 119:103 por las palabras del salmista que dicen: "¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras, más que la miel a mi boca!". 2) La imagen del oso desesperado por alcanzar el panal de miel, representa al lector creyente que anhela la dulzura de la Palabra de Dios; y 3) la imagen de un mazo que rompe el árbol en donde está el panal de miel, representa a hombres, mujeres e instituciones que hacen posible que la miel de la Palabra de Dios llegue a cada creyente y a cada persona, y hasta lo último de la Tierra. Finalmente, en la parte inferior de la portada de la Biblia del Oso, y al pie del árbol se encuentra el Tetragrámaton (o las cuatro letras hebreas del nombre de Dios) y una frase de Isaías: "La Palabra del Dios nuestro permanece para siempre", conectando la imagen con la eternidad del mensaje bíblico.

La traducción de la Biblia del Oso la realizó un solo hombre llamado Casiodoro de Reina, quien fue un monge católico, teólogo, hebraísta y biblista, predicador del Evangelio, publicador de libros y traductor de la primera Biblia, la cual tradujo en forma completa al castellano del siglo XVI (1569). Casioro de Reina era un experto en los idiomas originales hebreo y griego además del latín, y experto en el idioma castellano; lo que le permitió realizar una obra monumental reconocida mundialmente y por filólogos miembros de la Real Academia Española de la Lengua, por la pureza y belleza de la traducción, como Félix de Azúa, entre los que han reconocido la calidad de la prosa de la Biblia del Oso de Casiodoro de Reina, calificándola como "prodigiosa" y un "clásico de la literatura en castellano" que fusiona la crudeza terrenal y la altura literaria. La RAE organizó una presentación para la obra, destacando su importancia para la lengua española. Dándole la gloria y la honra a Dios quien inspiró a Casiodoro para realizar la traducción de la Biblia al idioma castellano, ningún traductor del texto sagrado ha sido reconocido y elogiado por intelectuales y expertos en el idioma español.

Anteriormente, la Biblia era traducida al español teniendo como base la Vulgata Latina traducida por Jerónimo de Estridón, conocido como San Jerónimo. Casiodoro tradujo el Antiguo Testamento tomando como fuente confiable el Texto Masorético, el cual era la Biblia hebrea; y el Nuevo Testamento lo tradujo de la versión griega del Nuevo Testamento conocida como Textus Receptus o Texto Recibido publicado por Erasmo de Rotterdam, el cual fue la única fuente de traducción hasta la llegada del siglo diecinueve, cuando los críticos textuales publicaron un Novum Testamentum Graece, del cual se traducen las Biblias modernas.

La Biblia del Oso fue publicada por el mismo Casiodoro de Reina en Basilea, Suiza, el 28 de septiembre de 1569. Debido a la traducción y posterior publicación de la Biblia del Oso, Casiodoro fue perseguido por la llamada “Santa Inquisicion” con la intención perversa de ser condenado a la hoguera; porque nadie contaba con la autoridad de la Iglesia católica para traducir textos sagrados a una lengua que no fuera el latín; mucho menos a una lengua romance como el castellano de su tiempo. El mismo fray Luis de León iba a ser lanzado a la hoguera por haber traducido al romance castellano El Cantar de los Cantares de la Biblia. Pero no sólo Casiodoro fue perseguido a muerte por causa de la publicación de la Biblia, en España se desató una persecución infernal contra todo el que fuera visto leyendo la Biblia en castellano. El Concilio de Trento de los años 1545 y 1563, ordenaba la condena a quien leyera la Biblia en romance castellano o aun en latín si no era autorizado por su confesor, por el obispo o por un arzobispo. Poseer una Biblia en esos años era como para estar listo a ser condenado a la hoguera.

CONCLUSIÓN

El propósito de este escrito es dar a conocer la importancia de la traducción de la Biblia del Oso, y dar a conocer la simbología grabada en la portada. Se han señalado la simbología de la dulzura de la Palabra de Dios representada por la miel; el oso queriendo alcanzar el panal de miel representando al creyente lector de la Palabra de Dios; y el mazo que rompe el árbol en donde está el panal de miel, que representa a personas e instituciones, Sociedades Bíblicas o editoriales que hacen posible la distribución de la Biblia en papel, versiones electrónicas, en estudios bíblicos, concordancias, diccionarios y enciclopedias para la interpretación bíblica.

Vaya mi reconocimiento para Casiodoro de Reina, a quienes eran conocidos como masoretas que cuidaban la fidelidad del Texto Masorético del cual tradujo Casiodoro la primera Biblia completamente en castellano vertida de los textos originales hebreo y griego. A las Sociedades Bíblicas y demás editoriales que publican la Biblia. Y como dijo el apóstol Pablo en Filipenses 1:15-17, sea que algunos publiquen la Biblia por ganancia económica, por proporcionar dudas de la fidelidad del texto sagrado, o por la misión de que se extienda el conocimiento de la Palabra de Dios, de todas maneras la gente la lee y ojalá la obedezcan.

Masaya, 27 de septiembre de 2025

viernes, 26 de septiembre de 2025

 RECONOCIMIENTO A UN SIERVO DE DIOS

Amadeo Albuquerque Lara

El Señor Jesús ejerció gran parte de su ministerio en Nazaret, pero sus coterráneos no le dieron credibilidad (Lucas 4:24); es más, Jesús afirma que un profeta no es honrado en su propia tierra, entre su gente y en su casa (Marcos 6:4); en otra ocasión, Jesús dijo que no hay profeta sin honra, sino en su tierra y casa (Mateo 13:57); y el último testimonio del mismo Jesús lo escribe el evangelista Juan, de que un profeta no es honrado en su tierra (Juan 4:44).

Por tanto, si el mismo Señor Jesús, el Hijo de Dios, no fue honrado en su propia familia y en su propia tierra, es muy difícil que un pastor sea respetado y honrado en su propio pueblo; pero el Rev. Carlos Villagra Morales ha permanecido en el pastorado de la Primera Iglesia Bautista de Rivas por largos años a partir de 1973; han sido años muy fructíferos en la obra pastoral y evangelística. Dios no sólo le ha dado la gracia de ser aceptado y honrado entre su propia familia, su propia iglesia que lo vio nacer y crecer, sino que le ha concedido salud, energías, y el justo reconocimiento de los miembros de la iglesia, y hasta de los ciudadanos de Rivas.

El Rev. Carlos Manuel Villagra Morales está celebrando la fecha de su cumpleaños el 27 de septiembre de este año 2025, y es mi propósito rendirle un reconocimiento por la larga labor pastoral de la Primera Iglesia Bautista de Rivas. Muchas feicidades hermano pastor Villagra, siervo de Dios y profeta en su propia tierra. Felicidades también a su abnegada esposa, profesora Adela Villareal de Villagra, quien lo ha acompañado durantes largos años de ministerio pastoral.

 El hermano Carlos Villagra Morales fue bautizado el 13 de marzo de 1960, año en que se efectuó la gran campaña evangelística de Evangelismo a Fondo. Se puede asegurar que el liderazgo pastoral del hermano Villagra comenzó como obrero voluntario en 1973, porque el 6 de octubre de 1979, los años difíciles de la obra evengelística en Rivas, fue nombrado oficialmente pastor de la PIB de Rivas. Desde entonces hasta nuestros días su pastorado ha sido muy bendecido en el crecimiento numérico y espiritual de la iglesia. Como un testimonio de su consagración al ministerio cristiano, el apreciado hermano pastor Carlos Villagra Morales fue ordenado al Santo Ministerio el 12 de abril de 1986

El pastor y Rev. Carlos Villagra se ha gozado de grandes celebraciones como respuesta a la labor pastoral: el 12 de febrero de 1969 fue dedicado el actual templo, gracias a la misericordia de Dios. En 1972 fue la celebración de los 50 años de obra bautista y de fundación de la iglesia; posteriormente, la iglesia celebró las bodas de diamante o 75 años  de fundación de la iglesia. Pero la máxima celebración fue el centenario de haber sido organizada como iglesia esa hermosa congregación el 6 de mayo de 1922 – 6 de mayo de 2,022. Esta celebración fue un magno acontecimiento que sirve como testimonio de la labor pastoral del pastor Carlos Manuel Villagra Morales, bajo la bendición, dirección y aprobación de Dios.

Sirva este humilde reconocimiento a la labor pastoral de un siervo de Dios que ha sido profeta en su propia iglesia, en su propia familia, y en su propio departamento de Rivas. Que la honra y la gloria sean para el Señor de la Mies y Redentor de las almas ganadas para salvación.

Masaya, 27 de septiembre de 2025.

 

 

miércoles, 24 de septiembre de 2025

 

JOB: EL CREYENTE EN SU REDENTOR VIVO

Amadeo Albuquerque Lara

Job en su libro es presentado como “un hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal”; como un ganadero muy rico, con 7 hijos y 3 hijas y numerosos amigos y criados. Job vivía en «la tierra de Uz», la cual es una ciudad mencionada como parte del antiguo reino de Edom, según el libro de Lamentaciones 4:21. Esta región se situaría en un área que abarca el sur de la actual Jordania y el sur de Israel, formando parte de la península arábiga.

La tierra de Edom se encontraba en la región montañosa de Seir, al este del valle de Arabá y al sur de Judá, extendiéndose hasta el norte de Arabia. Según estudiosos del libro de Job, la ubicación de la tierra de Uz es anterior al establecimiento del reino de Edom o Esaú, hermano gemelo de Jacob. Por tanto, para entender mejor la ubicación de la “tierra de Uz”, es necesario ubicar el territorio del reino de Edom, lugar bíblico más reciente y mejor conocido.

A pesar de la dificultad del terreno, Edom se caracterizaba por sus importantes yacimientos de cobre y hierro, así como por su desarrollo agrícola y sofisticadas fortificaciones. Sin embargo, al reino de Edom le llegó su castigo por regocijarse por la muerte de su hermano gemelo Jacob y por saquear las riquezas de Israel aprovechando las debilidades de ese pueblo, y para enriquecer su reino (Abdías 12-13).

Este estudio se fundamenta en la historia sobre el personaje Job, que ofrece el libro de su nombre. Job ha sido el objeto de estudio para explicar el origen del sufrimiento humano. Por eso, este estudio busca las fuentes más confiables que se refieren al sufrimiento, a la paciencia y a la fidelidad y completa confianza en los designios de Dios. Aun en nuestros días, cada vez que vemos el sufrimiento en una persona justa pensamos que la causa es el pecado, y a veces condenamos sin tratar de entender la justicia y la misericordia y propósitos de Dios. Job sufrió tanto dolor que maldijo el día de su nacimiento; pero no blasfemó contra Dios, sino que el lamento de Job se centra en desear que el día de su sufrimiento nunca hubiera existido; porque “En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno” (Job 1:22).

El estudio del libro de Job se enfoca en la pregunta del sufrimiento humano y la fidelidad a Dios ante la adversidad, a través de la historia de un hombre justo que lo pierde todo, pero mantiene su fe. El libro desafía la idea de que el sufrimiento es siempre consecuencia del pecado y enseña sobre la soberanía de Dios y la importancia de la confianza y la adoración en los tiempos difíciles. La historia de Job demuestra que el sufrimiento no es exclusivo de los pecadores, sino que puede afligir a los justos. Esto refuta el pensamiento común de la época que establecía una relación directa entre el pecado y el castigo, tal como lo demuestra la actitud en las pláticas de sus amigos; y peor aún, el reproche que se manifiesta en las palabras groseras de su propia esposa: “¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete” (Job 2:9). En estas palabras se nota el desprecio por la integridad de Job, por su existencia, y por la soberanía de Dios.

La historia de Job está llena de ricas enseñanzas para los creyentes en Dios y en su Hijo Jesucristo. La historia de Job nos enseña que podemos enfrentar pérdidas y dolores profundos sin entender las causas. A pesar de la devastación, Job tuvo que elegir entre maldecir a Dios o bendecirlo, lo que resalta la prueba de la fe y la lealtad. Job nunca maldijo a Dios como se lo demandó su mujer, sino que dijo: “Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito” (Job 1:21).

La historia de Job enseña que debemos bendecir a Dios en medio del sufrimiento, aun cuando no entendamos sus caminos, ya que Él es soberano y justo, y Su propósito es revelar Su grandeza y permitir la formación espiritual del creyente. También destaca la importancia de la integridad, la humildad ante Dios, y el perdón hacia quienes nos han dañado, mostrando que la fe en Él es recompensada y que el sufrimiento puede tener un propósito divino, aunque a veces solo Él lo conozca.

El título y tema de este estudio se basa en la frase que se ha hecho icónica para la vida cristiana: "Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo" (Job 19:25). Job basa su fe y esperanza en un Redentor que vivirá después de su muerte y que se levantará de entre el polvo, una figura que se transforma en la prefigura de la resurrección de Cristo, se interpreta como una promesa de resurrección de los creyentes en Dios y en Cristo; en una vindicación, una esperanza que se alinea con el anuncio de la salvación en Cristo y su gran seguridad de lo que Jesús le expresó a Marta:

Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. 26 Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente (Juan 11:25-26).

Este estudio ha documentado que la expresión de Job de “Yo sé que mi Redentor vive” es una prefigura de la Resurrección de Jesucristo y asimismo, de la resurrección de los creyentes en él. El acto de Jesús al negarse a retractarse ante las falsas acusaciones durante su sufrimiento también se compara con Job, que se mantuvo firme frente a las falsas acusaciones y la adversidad. Se trata de una conexión teológica que une la fe de Job en su Redentor personal con la creencia en la resurrección de Jesucristo, que fue esperado y que cumplió la promesa de vida después de la muerte.

Las lecciones principales de la historia de Job, son la importancia de la fe y la confianza en Dios en medio del sufrimiento inexplicable, la prueba de que el amor a Dios debe ser más allá de las bendiciones, la comprensión de que la sabiduría está en Dios y no en el entendimiento humano, y que el sufrimiento puede ser un proceso para fortalecer la fe y acercarse a Dios, resultando en su restauración y un mayor propósito de vida.

Pero esta percepción del sufrimiento sólo la pueden experimentar si se tienen las características espirituales que tuvo Job: “era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal” (Job 1:1). Si esta profundidad de espiritualidad era posible según los preceptos del Antiguo Testamento, en el Nuevo Testamento hay un Dios perdonador y en su Hijo Jesucristo hay el perdón y la justificación de nuestros pecados; porque “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).

Por último, el libro de Job nos debe hacer reflexionar en la realidad de la existencia humana, que no por ser sumisos y fieles a Dios y a su Hijo Jesucristo, no vamos a sufrir enfermedades, pérdidas de los miembros de nuestra familia y hasta de nuestros bienes. Ante todo esto que se ha mencionado en este escrito, Dios debe erigirse como la fuente de nuestra fe y no como la causa injusta del sufrimiento humano, porque, a pesar de las pruebas más duras, Job mantiene su fe en un Dios que tiene el control de todo y cuya voluntad siempre se cumple, incluso cuando se presenta como un misterio. Job demuestra que el sufrimiento no siempre es castigo por el pecado. En su caso, fue permitido por Dios para probar su fe y para revelar la sabiduría y el carácter de Dios a Satanás y a los hombres.

Job se aferra a su integridad y lealtad a Dios a pesar de la pérdida de su riqueza y familia, negándose a culpar a Dios. Job comprende la grandeza y santidad de Dios y se arrepiente de sus quejas, reconociendo que solo Él es justo.  Pero ante todo, permanece la frase icónica de Job: "Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo" (Job 19:25).

La frase de Job es una prueba de su esperanza en la resurrección, aunque no lo exprese claramente. Job reconoce que él es “polvo”, pero ese polvo será redimido y levantado después de su muerte.

Dios finalmente restaura la fortuna de Job y lo bendice grandemente, demostrando que la fe y la obediencia traen recompensa. Job muestra un profundo espíritu de perdón al orar por sus amigos, quienes habían hablado mal de él y de Dios, lo que le vale la aprobación divina. Finalmente,  Job entiende a la sabiduría de confiar en Dios en lugar de buscar respuestas humanas: La historia nos enseña que no siempre comprenderemos las razones del sufrimiento, pero debemos confiar en la sabiduría de Dios, a quien no necesitamos explicar nada.

CONCLUSIÓN

La historia del personaje bíblico Job ha sido interpretada de diferentes ángulos, dependiendo de la ideología, de la fe y del concepto que tengan de la soberanía de Dios. Aun en la actualidad hay personas que atribuyen al estado pecamiso del creyente como la causa del sufrimiento. Pero de Job dice el relato bíblico que “era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal” (Job 1:1b).

Ha sido el objetivo de este esudio profundizar en el conocimiento de la soberanía de Dios en relación con el sufrimiento humano; demostrar que Dios permite el sufrimiento del creyente, pero proporciona los medios y las fuerzas para resistirlo. Por todo el sufrimiento, las pérdidas materiales y aun la pérdida de sus hijos no fueron suficientes para que Job maldijera a su Dios, como se lo demandó su mujer. Job pudo haberse sentido solo y abandonado por Dios por no contar con el apoyo de su mujer y el de sus amigos; pero Job confiaba en la sabiduría de Dios, su soberanía e inmensa misericordia. Por eso, “En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno” (1:22).

Dedico este estudio a los miembros de mi familia incluyéndome yo mismo; porque Dios nos ha permitido el sufrimiento, pero no nos ha dejado sin su presencia, su amor y su misericordia. Junto con las enfermedades nos ha provisto los cuidados médicos, los exámenes, y los medicamentos necesarios para combatir y mitigar el sufrimiento. Doy gracias a Dios por su inmensa misericordia en abrirnos las puertas de la medicina actual, de la tecnología y de la ciencia. Doy gracias a Dios  porque mis hijos y familiares han provisto el transporte a las citas médicas y a mis hijas e hijo para ofrecernos el acompañamiento necesario en los momentos en que más lo necesitamos. Que Dios sea alabado porque es bueno y porque su misericordia es para siempre. Amén.

REFERENCIAS

Biblia Reina Valera 1960

Clir.net – La soberanía de Dios y el sufrimiento: el caso de Job

Churchofjesuschrist.org – Job 1 – 16

Grace Evangelical Society – La fe de Job creció a través del sufrimiento

Iglesia Soli Deo Gloria – La revelación de Dios

MónicaCarvajal.org – El sufrimiento de Job y el nuestro

martes, 23 de septiembre de 2025

 

LA GLORIA DE DIOS

DIOS TRINO QUE SE REVELA EN CRISTO

Amadeo Albuquerque Lara

Los cantos que algunas iglesias evangélicas entonan en estos últimos tiempos contienen errores doctrinales que sorprenden a quienes conocen el significado de tales afirmaciones. Los compositores de los cantos modernos no han tenido el cuidado de la sana doctrina que el apóstol Pablo recomienda a los jóvenes Tito (Tito 2:1), así como también le recomienda a su hijo en la fe, el joven Timoteo (2 Tim 4:3).

En el planteamiento de la liturgia en las iglesias cristianas evangélicas, tanto el pastor, como los líderes encargados de la misma, deben estar alertas de que prevalezca la sana doctrina. Hay un canto que dice: “Mis manos levantaré. Y su gloria tocaré. Algo está cayendo aquí. Es tan fuerte sobre mí” (“Algo está cayendo aquí”, José Luis Reyes). La gloria de Dios no cae sobre ningún creyente, ni sobre ningún ser viviente por muy consagrado que se crea; falsear una experiencia espiritual es ir contra la sana doctrina; porque la gloria de Dios no es un objeto físico ni concreto, ni mucho menos “algo” que se pueda tocar. La gloria de Dios es la manifestación divina y extraordinaria de su presencia entre el pueblo suyo, y nos invita a la hmillación, a la adoración y a la alabanza, no a alardear de tocarla. En el Antiguo Testamento se manifestaba por medio de una nube o por una columna de fuego; en el Nuevo Testamento se manifiesta por medio y únicamente por el Espíritu Santo por motivos específicos.

Ni el propio Moisés al completarse la construcción del Tabernáculo hebreo (Éxodo 40:34-38); ni los sacerdotes en la dedicación del Templo de Salomón pudieron entrar a administrar el culto divino por causa de una nube que representaba la Gloria de Dios (2 Crónicas 7:1-3).  Pero cometer el error doctrinal de un engreimiento peligroso de “tocar la Gloria de Dios” y luego presumir que esa gloria “Es tan fuerte sobre mí”, sobrepasa la sana doctrina que Pablo con tanto énfasis amonestaba a los jóvenes Tito y Timoteo de cuidarla con esmero. La gloria de Jehová cayó sobre el Tabernáculo hebreo, no cayó sobre Moisés, ni sobre los sacerdotes en ocasión de la dedicación del Templo de Salomón. Mucho cuidado con la sana doctrina (Éxodo 40:34-35).

Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo. 35 Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehová lo llenaba. 36 Y cuando la nube se alzaba del tabernáculo, los hijos de Israel se movían en todas sus jornadas” (Éxodo 40:34-36). Énfasis mío.

La gloria de Jehová estaba manifiesta en el tabernáculo de reunión del pueblo de Israel; pero ni Moisés ni los sacerdotes se atrevían a entrar y mucho menos atreverse a tocar la nube que representaba la gloria de Dios, ni mucho menos atreverse a tocar la Gloria de Dios. Así que cantar “Mis manos levantaré y su gloria tocaré” es un error doctrinal que llena de orgullo vano y engreimiento espiritual al creyente. Pero el error persiste en grado máximo cuando la letra del canto dice: “Está cayendo tan fuerte sobre mí”. Ni sobre Moisés ni sobre los sacerdotes lavados y consagrados para la ceremonia cayó la gloria de Dios, sino sobre el tabernáculo, la casa de Jehová (Éxodo 40:34).

En el libro de Éxodo, se describe que una nube cubrió el tabernáculo, llenándolo con la gloria de Jehová, lo que impedía la entrada de Moisés. Durante las jornadas del pueblo de Israel, la nube marcaba el tiempo de avanzar y de permanecer en un lugar. La presencia de esta nube durante el día y el fuego durante la noche guió a todo el pueblo de Israel, especialmente al acercarse el ejército de Faraón, antes de que el pueblo recién liberado de la esclavitud egipcia cruzara el mar rojo. La gloria de Jehová estaba manifiesta en la nube y en el fuego; pero no estaba sobre Moisés, ni sobre Aarón, ni sobre ningún líder religioso en su viaje hacia el mar rojo (Éxodo 40:34-38).

Dios se manifiesta en una nube y usa las nubes como carroza para manifestar su presencia y su poder: "El que pone las vigas de sus altos aposentos en las aguas, el que hace de las nubes su carroza, el que anda sobre las alas del viento" (Salmos 104:3-4).

La gloria de Dios no es “algo” físico que se pueda "tocar" en el sentido literal de un objeto material. En la teología cristiana y judía, la gloria divina es la manifestación de la presencia, majestad y esplendor de Dios, que se experimenta a través de la fe, la oración, y la adoración; y es la respuesta a las oraciones.

“cuando sonaban, pues, las trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar gracias a Jehová, y a medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y otros instrumentos de música, y alababan a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, porque su misericordia es para siempre; entonces la casa se llenó de una nube, la casa de Jehová. 14 Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios” (2 Crónicas 5:13-14)  7:2).

En la dedicación del Templo, Salomón se levantó de estar de rodillas después de permanecer en oración intercesora por todo el pueblo de Israel, y se manifestó la gloria de Jehová:

Cuando Salomón acabó de orar, descendió fuego de los cielos, y consumió el holocausto y las víctimas; y la gloria de Jehová llenó la casa. 2 Y no podían entrar los sacerdotes en la casa de Jehová, porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová. 3 Cuando vieron todos los hijos de Israel descender el fuego y la gloria de Jehová sobre la casa, se postraron sobre sus rostros en el pavimento y adoraron, y alabaron a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, y su misericordia es para siempre” (2 Crónicas 7:1-3). Énfasis mío.

En el Antiguo Testamento la gloria de Jehová cubrió el tabernáculo de reunión del pueblo de Israel; en la dedicación del Templo de Salomón, la gloria de Jehová llenó “la casa de Jehová”. La Biblia no dice que la gloria de Jehová cayó sobre Salomón. Ni el rey fue tan engreído al presumir que tocaría la gloria de Jehová. La gloria de Jehová inspiró al pueblo de Israel a postrarse sobre sus rostros en humillación, a adorar, a alabar a Jehová y ensalzar su bondad y misericordia. Fue una actitud muy diferente a lo que llama el canto “Está cayendo “algo” sobre mí”. Es más, ni el Espíritu Santo, ni la gloria de Dios son un objeto, no son “algo”.

 Jesús le manifestó a Marta en Betania, cuál es el requisito para ver la gloria de Dios. Jesús no le dijo a Marta que por creer en él podría “tocar” la gloria de Dios. ¿No te he dicho que si creyeres verás la gloria de Dios? (Juan 11:40). Énfasis mío. El profeta Isaías vio la manifestación de la gloria de Dios en el Templo: “vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo” (Isaías 6:1), Y los querubines clamaban: “Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria” (Isa 6:3). Por eso, Isaías se lamentó: : “¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos” (Isaías 6:5). El profeta había visto la gloria de Jehová, jamás intentó tocarla. Énfasis mío.

El salmista veía en la obra de la creación la gloria de Dios, la presencia visible y palpable de Dios en la Creación. “Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos” (Salmo 19:1). La gloria de Dios es la manifestación de su grandeza, majestad y valor inconmensurable, que se ve en sus atributos, obras y en toda la creación. También se refiere a la revelación de su presencia divina y cómo los creyentes deben reflejarla a través de sus acciones para honrarlo y darlo a conocer a otros. La gloria de Dios se manifiesta en sus perfecciones y en el esplendor de su carácter, que inspira la humillación, a la adoración, a la alabanza.

Los seres humanos glorifican a Dios cuando viven de acuerdo con su voluntad, reflejando su carácter en sus acciones cotidianas y reconociendo quién es Él. Jesús es la máxima expresión de la gloria de Dios, y conocerlo a Él es conocer la gloria de Dios.

“La revelación de Dios es su autocomunicación a los hombres. El sentido fuerte de esta expresión se refiere, por un lado, al mismo Dios revelador y su libertad para dirigirse a los hombres; y por otro, a la misma naturaleza de lo revelado que incluye, no sólo palabras, sino «bienes divinos», Dios mismo. Esto sitúa de entrada a la revelación como algo distinto, absolutamente diverso, de la noticia de Dios que se halla en la creación, y de la religión que brota del corazón del hombre ante esa misma creación. La revelación no es, ciertamente, la primera manifestación de Dios a los hombres, pero sí es la primera

auto-manifestación; no es el primer bien que Dios entrega a los hombres, pero sí es la primera auto-donación de Dios” (“Revelación como autocomunicación de Dios” – César  Izquierdo, Universidad de Navarra).

CONCLUSIÓN

El motivo y propósito de este estudio ha sido magnificar y ponderar la gloria de Dios; en ningún momento ha sido denigrar la letra de un canto religioso. La referencia principal que ha guiado cada argumento ha sido la letra equivocada de un canto que invita o presume “tocar” la gloria de Dios. El argumento principal de este estudio es que la gloria de Dios no es un objeto físico ni concreto que se equipare con la palabra “algo”, que se pueda tocar con las manos. También se ha enfatizado en que ni el mismo Moisés ni los sacerdotes lavados y limpliados para la ceremonia se jactaron que habían tocado la gloria de Dios. Es más no se atrevieron a entrar a la casa de Dios mientras la casa estaba llena de la gloria de Dios representada por la nube.

Las letras de los cantos e himnos cristianos deben estar a tono con la enseñanza de la sana doctrina para no cometer errores doctrinales ni teológicos. Ni tampoco para obligar a los creyentes a reproducir las letras de los cantos que no están de acuerdo con la sana doctrina, lo cual fue una preocupación del apóstol Pablo en su recomendación a los jóvenes líderes Tito yTimoteo.

Sirva este estudio para hacer reflexionar a los pastores y líderes religiosos de nuestras iglesias para corregir o no permitir cantos que atentan contra la sana doctrina. El Espíritu Santo se manifestó en diferentes ocasiones en el Nuevo Testamento, como en el bautismo de Jesús que descendió sobre él en forma de paloma; el día de Pentecostés cayó en forma de lenguas de fuego sobre los que permanecía en oración esperando su descenso; en Hechos 8, el Espíritu Santo cayó sobre los creyentes gentiles en Samaria; en la casa de Cornelio para demostrarle a Pedro que también los gentiles recibían el Espíritu Santo (Hechos 10:24-48); y así en otras ocasiones para el mismo fin. Sin embargo, el Espíritu Santo no es “algo” que cae sobre los creyentes, ni “algo” que se pueda tocar. Es una experiencia única que no se usa para presumir santidad ni privilegios especiales; sino el sello de la manifestación de la presencia de Dios en la vida de los creyentes en Cristo.

REFERENCIAS

Biblestudytools – “Los cielos cuentan la gloria de Dios”

Biblia Reina Valera 1960

Crosstalk.ai – “La gloria de Dios se refiere a su grandeza, poder, majestad y esplendor divino”.

Izquierdo, César. Universidad de Navarra - “La revelación de Dios es su autocomunicación a los hombres”

Reddit r/TrueChristian – “Todos nos quedamos cortos de la gloria de Dios”

Reyes, José Luis – “Algo está cayendo aquí”