martes, 20 de junio de 2023

 

ESAÚ Y EL MONTE SEIR

Gén 25:30; Gén 36:1-8; 1 Crón 1:28-53

Amadeo Albuquerque Lara

Esaú fue quien le vendió su primogenitura a Jacob su hermano menor, por un guiso rojo; pero fue Rebeca, la madre de ambos, quien disfrazó a Jacob para que engañara a su padre Isaac haciéndose pasar por Esaú, para recibir la bendición de primogénito. Esaú se conoce en la Biblia como Edom; mientras que a Jacob Dios le cambia el nombre por Israel. Por Gén 25:30 sabemos cómo Esaú recibió el sobrenombre de Edom, el rojo:

(Esaú) “dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por tanto fue llamado su nombre Edom (Gén 25:30).

Esaú era velludo, rubio pelirrojo, y el color del guiso era rojo, por eso recibió el sobrenombre de Edom, que significa rojo.

La historia complicada de dos hermanos

Isaac y Rebeca tuvieron dos hijos gemelos: Esaú y Jacob, pero la madre de ellos comenzó una vida de engaños por los cuales sus hijos tuvieron que vivir separados por diferentes destinos. Mientras Jacob huye buscando protección donde su tío Labán, por el engaño contra su hermano, para recibir la bendición de su padre Isaac, robada a Esaú, a Esaú Dios le dio en posesión el Monte Seir, al sur de Canaán (Gén 36:8); mientras que los descendientes de Jacob tuvieron que vivir como esclavos en Egipto por cuatrocientos años.

“A Isaac le di a Jacob y a Esaú. Y a Esaú le di el monte de Seir, para que lo poseyese; pero Jacob y sus hijos descendieron a Egipto” (Josué 24:4).

Mientras Dios le dio por posesión el monte Seir a Esaú, del cual tomó posesión después de expulsar a los horeos, a Jacob le prometió la tierra de Canaán; pero primero tuvo que destruir a los pueblos cananeos. Mientras que Esaú toma por esposas a mujeres cananeas, Dios le ordena a Israel que sus descendientes no se mezclen con mujeres cananeas. Esaú toma por mujer a Ada, hija de Elón heteo o hitita, también toma a una hija de Aná heveo, y a una ismaelita (Gén 36:1-5). Mientras tanto, Dios le ordena a Israel que destruya a los heteos, a los heveos y demás pueblos cananeos. Ambos hermanos llevan una vida de contradicción y descontento que también heredan sus descendientes para siempre.

Ubicación del Monte Seir y sus pobladores

Este monte pertenece a una cordillera de montañas al sur del mar Salado, y al noreste del reino de Moab, y al este del Négueb o Neguev. Según fuentes bíblicas, los primeros pobladores de este monte fueron los horeos o hurritas; pero en tiempos de Abrahán fueron desalojados por Quedorlaomer, rey de Elam, y los reyes que estaban de su parte (Gén 14:5). Posteriormente, los horeos fueron desalojados por los hijos de Esaú para establecer el reino de Edom.

“Y en Seir habitaron antes los horeos, a los cuales echaron los hijos de Esaú; y los arrojaron de su presencia, y habitaron en lugar de ellos, como hizo Israel en la tierra que les dio Jehová por posesión” (Deut 2:12).

Es decir, tanto Esaú como Jacob tuvieron que luchar en contra de los pueblos que primero habitaron la tierra que Dios les dio en posesión. Mientras los hijos de Esaú luchan contra los horeos para establecer el reino de Edom, los hijos de Jacob reciben la orden de Dios de destruir a los pueblos cananeos, los cuales eran muchos y más fortificados, para establecer el reino de Israel. Obviamente, son dos historias paralelas que aunque tuvieron un principio de engaños y mentiras, al final ambos se establecen al sureste del mar Mediterráneo, y muy cerca de la frontera con Egipto, muy cerca del Neguev y del desierto de Arabia.

Quiénes eran los hurritas

Según fuentes extrabíblicas, los hurritas estaban establecidos al oriente de la península de Anatolia, ahora conocida como Asia Menor. Tanto los hurritas como como los hititas formaron sus respectivos reinos en este territorio. Los hurritas, más tarde conocidos como horeos, crearon el imperio Mitanio en Mesopotamia cerca del año 1,500 a.C. Sin embargo, debo aclarar que los hurritas no pertenecían a los pueblos semitas; es decir, no descendían de Sem, hijo de Noé.

Posteriormente, se sabe que los hurritas migraron hacia el sur del mar Mediterráneo, en territorio cananeo. Según las mismas fuentes extrabíblicas, los hurritas al llegar a territorio cananeo forman parte de los heveos. Pero aquí voy a referirme a los hurritas como los horeos que poblaron el monte Seir, para seguir el relato bíblico.

Seir es un personaje bastante desconocido. La Biblia no menciona a sus padres, ni a otros parientes, sino sólo a su descendencia. En el libro de Génesis se menciona la descendencia de Seir, en conexión con la descendencia de Esaú. Entre los hijos de Seir la Reina Valera mencina a Zibeón el heveo; mientras que la versión Dios Habla Hoy, lo menciona como Sibón el heveo. Dos grafías diferentes que se dan al mismo personaje (Gén 36:2). Por lo tanto, la Biblia ubica a los horeos en Canaán como heveos, entre los pueblos cananeos.

Del territorio de Canaán, parece que los horeos pasaron a pelear contra los pueblos primitivos que vivían en cuevas en el monte Seir. El relato bíblico de Génesis se refiere a los horeos como los pobladores que fueron desplazados primeramente por Quedorlaomer, rey de Elam; y posteriormente, fueron desplazados y destruidos por los descendientes de Esaú, conocidos como edomitas.

Por esa razón, cuando los hijos de Israel vienen de Egipto, después de haber servido como esclavos de los egipcios, y después de ser liberados por Moisés, los edomitas o hijos de Esaú, no les permiten pasar por su territorio para ingresar a la tierra de Canaán. El pueblo de Israel había rodeado la península del Sinaí, y tuvo que cruzar el mar Rojo.  Si los edomitas hubieran permitido el pase a Israel, no habrían tenido que tomar una ruta más larga hacia Canaán. La península del Sinaí forma una especie de triángulo invertido, con el lado menor hacia arriba en la península. Luego, Edom está situado en la franja oriental del triángulo invertido.

El territorio compartido entre los dos hermanos

Sin embargo, ya cuando los hijos de Israel han tomado posesión de la tierra prometida y queda repartida la tierra a las doce tribus, el reino de Edom limita con la parte sur del reino de Judá. Recordemos que la tribu de Judá se vuelve muy importante, porque en ella está la ciudad de Jerusalén, la ciudad de David, y el lugar del Templo judío. Además, las diez tribus del norte se conocen como las tribus perdidas de Israel.

Fue tan representativo este Templo, que fue blanco de los enemigos de Israel. El templo que fue construido por el rey Salomón fue destruido por los babilonios durante la segunda invasión a Jerusalén, por Nabucodonosor II en 587 a.C.

El segundo Templo era una construcción más modesta que el salomónico. Fue completado y consagrado por Zorobabel en 515 a. C. Fue vuelto a consagrar por Judas Macabeo en 165 a. C. Pero fue reconstruido y ampliado con más lujos por Herodes I El Grande. Este Templo fue admirado por los apóstoles de Jesús (Mateo 24), pero fue a su vez destruido por los soldados romanos al mando de Tito en el año 70 d.C. Sin embargo, todavía no se ha construido un tercer Templo; porque esto sería la causa de una gran guerra entre las dos principales religiones: judía y musulmana.

CONCLUSIÓN

Hemos sido testigos de la vida de dos hermanos, hijos de un mismo padre y de una misma madre; pero la ambición de obtener la primogenitura en la familia, ambos se convierten en enemigos. Le tomaron más de veinte años a Jacob para volver a ver a su hermano Esaú, quien ya se encontraba establecido en el monte Seir, al sur de la tierra que su hermano Jacob, ya con el nombre de Israel, poseería como heredad; una heredad prometida a Abrahán, reforzada a Isaac, y posteriormente hecha realidad a Israel. Dos hermanos enemigos por el mal consejo de su madre; pero posteriormente dueños de territorios vecinos y contiguos: los hijos de Esaú en el monte Seir; y los hijos de Israel en la tierra de Canaán.

La Biblia se centra en la historia del pueblo de Israel, sus jueces, sus reyes, su idolatría y desobediencia en contra de su Dios, pero muy poco sabemos de la vida y conducta de los edomitas. Lo último que sabemos es que a raíz de “la conquista babilónica de Judea, los edomitas se asentaron cada vez más al norte, desplazados por los nabateos al sur, que tomaron el control de buena parte del antiguo reino de Edom” (Wikipedia) Los nabateos eran una tribu nómada de beduinos que recorrían el desierto de Arabia en busca de mejores pastizales para sus ganados.

Por último, el profeta Ezequiel profetiza acerca del final de Seir, o Edom, así: 

“Y convertiré al monte de Seir en desierto y en soledad, y cortaré de él al que vaya y al que venga. 8 Y llenaré sus montes de sus muertos; en tus collados, en tus valles y en todos tus arroyos, caerán muertos a espada. 9 Yo te pondré en asolamiento perpetuo, y tus ciudades nunca más se restaurarán; y sabréis que yo soy Jehová” (Ezequiel 35:7).

Hasta aquí la historia de dos hermanos gemelos: Esaú y Jacob; o Edom e Israel. El Israel bíblico nos ha heredado la fe de los patriarcas, Abrahán, Isaac y Jacob; especialmente, la fe de Abrahán, citada en el Nuevo Testamento. Pero en cambio, la profecía de Ezequiel contra Seir o contra Edom es de exterminio total.

 BIBLIOGRAFÍA

Diccionario de la Biblia

Diccionario Bíblico Digital

Diccionario Bíblico Evangélico

Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado

Diccionario Bíblico Mundo Hispano

Diccionario Enciclopédico de Biblia y Teología

Wikcionario - Horeos

 

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