miércoles, 10 de noviembre de 2021

 

PALABRAS OPACAS O TRANSPARENTES

Amadeo Albuquerque Lara

En lingüística, se llaman palabras motivadas o  transparentes a las que les captamos el significado al escucharlas o leerlas. Generalmente, estas palabras son de uso en la vida diaria, o provienen de la tecnología, de la ciencia, de la medicina, o de las disciplinas del pensamiento o del saber humano. La mayoría de estas palabras provienen del latín o del griego, y son parecidas a las palabras de nuestro idioma y, generalmente, tienen el mismo significado en ambos idiomas. Por ejemplo, amor, caridad, gracia, espíritu, pan, oreja, boca, ortografía, filosofía, geografía, auditorio, escritorio, etc. En general, son transparentes, porque las hemos aprendido desde que empezamos a hablar, o porque nos las han enseñado en la escuela.

Pero hay palabras sin motivación semántica; es decir, no captamos el significado cuando las escuchamos o cuando las leemos. Estas palabras se llaman opacas. Si estas palabras pertenecen al idioma español, podemos buscar su significado en un diccionario de la lengua española; pero existen palabras que han sido deformadas de otras lenguas. Por ejemplo, nuestra lengua se ha ido llenando de anglicismos y de espanglish. Los anglicismos tienen la característica de ser adaptados a la morfología y fonética del español; pero lo que la RAE llama espanglish es diferente. La RAE  define el espanglish, así: “Modalidad del habla de algunos grupos hispanos de los Estados Unidos en la que se mezclan elementos léxicos y gramaticales del español y del inglés”.

Aunque la RAE define el espanglish como fenómeno lingüístico de grupos de los Estados Unidos, la realidad es que el espanglish se practica por hablantes de distintas nacionalidades. Por ejemplo, en los colegios bilingües, es común escuchar el intercambio de códigos inglés/español, en sus conversaciones diarias. También los venezolanos, chilenos y otros suramericanos practican el espanglish, increíblemente.

Actualmente, (Fernanda Paúl, 3 de noviembre, 2021) ha publicado una información en internet, por BBC News/Mundo, de palabras que han ingresado al español. Entre ellas, están: “Gásfiter", esta forma viene del inglés “gas fitter”, o sea, reparador de tuberías de gas o fontanero;  "cotufa", proviene del inglés “corn to fry” o sea, maíz para palomitas; y "escortei”, viene del inglés “scotchtape”. Ahora pregunto: ¿se parecen estas palabras al inglés? Nooo. ¿se parecen al español? Tampoco. Entonces, ¿qué son? Simplemente, espanglish. Forman un híbrido léxico: inglés/español.

Según “Fernando Zúñiga, experto en tipología lingüística y lenguas indoamericanas, existen diferentes tipos de préstamos lingüísticos” y que algunos de estos préstamos pueden tener diferente significado que el que tienen en la lengua original. Para que una palabra sea transparente, debe contener un referente u objeto físico de nuestro conocimiento; significante o imagen mental con la cual se relaciona el objeto físico; y el concepto o significado que sabemos de esa palabra. Por ejemplo, el referente de la palabra PUERTA es la estructura que se abre para entrar a una casa o edificio, y que se cierra, para salir. La imagen mental es la representación que el hablante u oyente tiene al escuchar o leer la palabra “puerta”. El concepto o significado es cómo se define el objeto que se ha representado en nuestra mente.

Ahora bien, si el hablante nunca ha escuchado ni leído qué es “gásfiter”, ¿puede el oyente saber cuál es el referente de esta palabra? O ¿cómo se la representa mentalmente? O ¿cómo la define? Claro que no. Tampoco se puede imaginar (imagen mental) lo que es “gásfiter”. Por tanto, estas palabras que los lingüistas han calificado como “espanglish” y que la RAE ha registrado en su Diccionario, son ejemplos claros de palabras opacas; es decir, carecen de motivación semántica para el oyente que desconoce el código de donde provienen.

BBC Mundo publica una lista bien ampia de estos híbridos léxicos, citados por Fernanda Paúl, en consulta con varios hablantes. Entre estas palabras sólo cito algunas para ilustrar a mis lectores. Por ejemplo:

Camarón: un trabajo temporal en Panamá, probablemente del inglés "come around" (pásate por aquí) ganar un dinero extra. No se refiere al crustáceo marino de diez pies, de tamaño pequeño.

Cachifa: en Venezuela, empleada doméstica; probablemente del inglés, "K-Chief" o "kitchen chef" (jefe de cocina). Pero también es una forma despectiva para el oficio de doméstica.

Changüí: "dame un changüí" significa "dame una oportunidad" en Uruguay. Viene de la expresión "chance to win" (oportunidad para ganar dinero).

Charcot: en Panamá significa atajo y viene del inglés "shortcut".

En conclusión, para que una palabra sea entendible, o transparente, el hablante/oyente debe manejar el código de su lengua o los códigos de la lengua de origen y el de la lengua de entrada; pero en el caso del anglicismo, es un vocablo del inglés usado en español, en nuestro caso. En muchos casos, el anglicismo es innecesario cuando existe equivalente en español. Naturalmente, con el auge de la tecnología y la ciencia, el inglés ha ejercido una influencia incontenible sobre el idioma español. Pero usar palabras, como las que he citado como espanglish: gásfiter, cotufa o escortei  es completamente innecesario. ¿Para qué usar “charcot”, si en español tenemos la palabra atajo o desvío? Sin embargo, estas deformaciones de palabras de ambos idiomas están registrados como léxico nuevo; pero me resisto a llamarlos neologismos o anglicismos, porque no cumplen con esas definiciones.

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