miércoles, 3 de junio de 2015



EL ESPAÑOL UNIVERSAL
Amadeo Albuquerque Lara

Hace pocos días, la Maestra María Liliana Vargas, entrañable amiga, me envió un correo con la información de que está en pie un proyecto de elaborar un Diccionario del español universal. El documento comienza con esta tesis: “El idioma español es la suma de las maneras de hablarlo, como dejó escrito el filólogo mexicano Antonio Alatorre. Pero ¿conocemos todas sus variedades? La inmensidad del léxico hispano y su distribución por zonas tiene pendiente todavía un trabajo enciclopédico: el ‘Diccionario del español universal’. Algunos están ya en ello”

Esto significa que ya hay lexicógrafos y otros estudiosos de la lengua y sus dialectos empeñados en emprender este gigantesco trabajo de recopilar algunas variedades del español universal. Como se enuncia en la tesis y en los objetivos, se trata de un diccionario enciclopédico, se trata de un mega proyecto, para utilizar la palabra “mega” tan en boga actualmente: un Diccionario del español universal. El proyecto consiste en registrar todas las variantes del español que se habla alrededor del mundo hispánico; es decir, las variantes regionales, tales como los argentinismos, los chilenismos, los nicaragüensismos, los hondureñismos, etc. En una palabra, se incluiría en este proyecto las diferentes variantes que se hablan en España, en América (o en las Américas, como prefieren otros) y en los países en donde se habla el español aun como segunda lengua.

Demás está decir, que esta empresa sería imposible de lograr si se incluyeran todas las variantes que utilizan los hablantes en cada país y si no se contara con una legion de personas interesadas y dedicadas a esta obra. Por esta razón, se habla de incluir las variantes que se utilizan en los diarios, emisiones radiales y televisivas. Aun así, el proyecto resulta gigantesco y sin duda, tomaría muchos años para que una edición completa estuviera finalizada.

Para ilustrar la magnitud de esta obra, expondré unas cuantas variantes del español que se habla en Nicaragua en el nivel popular. Para los que quieran ampliar esta lista, los remito a algunas obras como El lenguaje del pandillero del académico Róger Matus Lazo, Folklore Médico Nicaragüense del Dr. Ernesto Miranda, Vocabulario Popular Nicaragüense de Joaquím Rabella y Chantal Pallais, El Español de Nicaragua y Palabras y Modismos de la Lengua Castellana, según se habla en Nicaragua (1874) de C. H. Berent, solo para citar unos cuantos.

Si juntáramos todas estas variantes en un solo volumen, obtendríamos un diccionario muy amplio y se necesitaría un esfuerzo mayúsculo de parte de varios lexicógrafos, filólogos, nahualistas y americanistas. Tomemos, por ejemplo, la palabra cabeza y lograremos las diferentes maneras de nombrarla en el nivel popular: coco, jícara, nambira, chipote, jupa, maceta, entre otros términos. En las diferentes regiones de Nicaragua, la palabra riachuelo recibe los siguentes nombres: quebrada, crique y chuisle (en Matagalpa). Para testículos se conocen las siguientes designaciones: cojombros, aguacates (en realidad, eso significa esta palabra en nahuatl), bolas, huevos, alforjas, gemelos, compañones, compañeros, cojones, entre otros. El verbo carretear adquiere los significados siguientes: se dice de un avión cuando se desplaza sobre la pista durante el despegue o el aterrizaje; se dice de alguien que trabaja con carreta; se dice de alguien que dice mentiras con el fin de beneficiarse, o de alguien que trata de seducir o convencer a una mujer mediante la oferta de cosas o propuestas falsas.

Nuestra computadora toma el nombre de ordenador en España y computador en otros países. Esta y las palabras que siguen, serían buenas candidatas para el proyecto del Diccionario del español universal. La palabra refrigeradora, refrigerador, refri y nevera es otro buen ejemplo. Nuestro inodoro lo conocen como excusado o retrete en otros países; el excusado o letrina es el pon pon nicaragüense;  el carro se conoce como coche, automóvil o auto; el autobús u ómnibús, bus, en México se conoce como camión, en Cuba, como guagua, por ejemplo. El fontanero se conoce también como plomero. Un cornudo en España, es un cabrón o chivo en nuestro léxico. La infidelidad del hombre, recibe los epítetos de mujeriego, mujerero, puto, don juan, pica flor, etc.

La palabra chirola en Nicaragua significa cárcel, las chirolas son los ojos también; otras variantes son:  un chirolazo es un trago de licor, chirolear es retozar o jugar;  chirotear es cortar mal el pelo, también se dice chincorotear. Comer es merolear, manducar, tragar, engullir, yantar, devorar, zampar, jamar, masticar, mascar, hartarse, entre otros. En Argentina el maíz tierno se conoce como choclo; en Nicaragua, como elote. En Cuba, la papaya es fruta bomba, y el órgano genital de la mujer; la yuca es la raíz del cerro. En España, la canilla es cada uno de los huesos de las piernas; en Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay, es un grifo; el grifo, en Nicaragua se conoce como paja o llave de chorro. En Venezuela, una canilla es un pan de forma cilíndrica y delgada; en Nicaragua este pan se llama bolillo.     

En Nicaragua, una llovizna es una brisa, una cilampa o unos ‘pelos de gato’; un niño es un cipote, un chigüín o un mono; en Costa Rica, es un güila; en Ecuador es un ñañito, pero un ñañito es también un hermanito; en México usan en forma despectiva la palabra escuincle (que significa perro pelado, en nahuatl). Hoy es muy común escuchar que alguien es gay (en España, gai) por influencia del inglés, si la persona ‘ha salido del closet’, si se declara que le gustan personas del mismo sexo; pero también el vulgo le da el nombre de cochón. Sin embargo, esta misma palabra: cochón, se le da a una persona cobarde, miedosa sin que tenga nada que ver con una tendencia sexual.


Así, podría continuar con un sin fin de variantes propias de América, sin incluir las variantes habladas en España, para no cansar al lector o lectora. Por eso digo que emprender un proyecto de tal envergadura de recoger las principales variantes del español universal, resulta una tarea digna de llamarse colosal. Esperemos que este Diccionario del español universal lo podamos ver impreso o en forma electronica dentro de algunos años. Desde ahora rindo honores a quienes ya se dedican a recopilar el léxico que formará parte de esta obra maestra. 

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