martes, 16 de julio de 2024

 

LA FORMA SUBJUNTIVA “SEA” COMO MANDATO O DESEO

Amadeo Albuquerque Lara

La forma “sea” es de presente de subjuntivo: que yo sea, que tú seas, que vos seás, que nosotros seamos y que ellos sean. Los gramáticos le llaman a esta estructura gramatical, desiderativa, porque expresa un deseo. Pero también la misma forma “sea” se usa como mandato en el relato bíblico de la creación; de hecho, es el primer mandato de la creación: “Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz” (Génesis 1:3). Ahora comparemos la frase desiderativa que expresa el apóstol Pablo: “antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito: “Para que seas justificado en tus palabras, Y venzas cuando fueres juzgado” (Romanos 3:4). La versión Latino Americana traduce: “sea hallado Dios veraz”; lo cual es lo mismo que decir: Dios es veraz y todo hombre es mentiroso. Sin embargo, cuando Pablo dice: “sea Dios veraz”, o “sea hallado Dios veraz”, expresa un deseo, no un mandato.

La traducción en lenguaje actual lo dice de manera clara: “Aunque todo el mundo miente, Dios siempre dice la verdad. Así lo dice la Biblia: Todos reconocerán que siempre dices la verdad. Por eso ganarás el pleito cuando te acusen ante los jueces” (Romanos 3:4 TLA)

Ahora voy al grano. Muchas personas suelen expresar una forma de deseo que más bien se convierte en mandato, cuando dicen o escriben: “Sea Dios bendiciendo a alguien”, o “sea Dios sanando al enfermo”. Si alguien dice “Sea Dios” es igual que cuando Dios dijo: “sea la luz”. Es como que si Dios no existiera en la mentalidad de la persona y lo “crea”, bendiciendo o sanando.  Comprendo que las personas no lo dicen a conciencia, pero es una blasfemia. Nosotros no podemos crear a Dios. Entonces, lo que se debe decir es “que Dios bendiga a alguien”, o “que Dios sane al enfermo, etc., lo cual es la forma correcta de deseo.

Ojalá los oyentes o lectores de esta breve nota gramatical cambien la forma de expresar el deseo y no sigan cometiendo el grave error de convertir la forma “sea” en mandato; como que si nosotros pudiéramos crear a Dios, igual que él creó la luz; y que le estamos mandando que haga lo que queremos.

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