jueves, 5 de agosto de 2021

 

MUJERES EN LA GENEALOGÍA DE JESÚS

Parte 4. Libro de Rut y Mateo 1:5

RUT Y SU SUEGRA NOEMÍ

Amadeo Albuquerque Lara

El libro de Rut es uno de los dos únicos libros del Antiguo Testamento que llevan el nombre de mujer, y presenta un ejemplo de mujer de fe, fortaleza y bondad. El libro lleva las características de la esperanza y del optimismo, y describe el trayecto de Rut y de Noemí al pasar de la tristeza a la felicidad, así como del vacío a la abundancia. La historia de Rut es lo contrario de las experiencias de Tamar y Rahab, ya que el amor entre ella y Booz es limpio y digno de imitar.

Mientras Tamar y Rahab tuvieron un pasado de pecaminosidad y de conducta controversial, Rut es el ejemplo de una mujer dócil, dispuesta a aceptar la fe de la familia a la cual se unió. También es ejemplo del comportamiento con su suegra Noemí, quien es una mujer de fe y de fidelidad en la promesa de Dios, por eso, Rut deposita toda su confianza en su suegra, como si fuera su propia madre; a tal punto que está dispuesta a seguirla sin condiciones, y a aceptar la fe que su suegra profesa en el Dios de Israel. Debido a su conversión genuina a un Dios que no forma parte de su pasado, Rut es el prototipo de los gentiles que dejando su paganismo, se convierten a la fe verdadera de un Dios creador y redentor...

Al emprender la lectura del libro de Rut en la Biblia, nos llena de intriga la historia de esta joven moabita que se une en matrimonio con un joven de otra fe y de distinta nacionalidad; pero lejos de desviarlo de su Dios, se convierte a él. El pueblo de Rut es Moab, una nación pagana, adoradora del dios abominable, Quemos, según Jueces 11:24; 1ro Reyes 11:7; 2do Reyes 23:13; Jeremías 43:7; 48:13 y 48:46; y además, Moab es enemiga del pueblo de Israel. Nos impresiona el apego que existe entre nuera y suegra, relación que muy pocas veces se da en nuestra cultura. Por eso, es imperioso también reconocer el carácter y fe de su suegra Noemí, que más que suegra, desempeña el papel de madre.

¿Qué habría sido de Rut si no hubiera tenido como mentora espiritual a su suegra Noemí? ¿Y qué habría sido de Rut si el dueño de la era de cebada no se hubiera fijado en ella, y que, además, estuviera dispuesto a redimirla, mediante el matrimonio? Y más nos llena de admiración que de esta unión naciera Obed, quien sería el abuelo del rey David y continuador de la genealogía de Jesús.

Algunos estudiosos de la Biblia han calificado el género literario del libro de Rut, de la siguiente manera:

“El género literario del libro de Rut es etiológico, porque explica el porqué del cómo de algo. El porqué es que siendo Rut una persona humilde y gentil; fue elegida por la gracia de Dios para ser parte de la genealogía de Jesucristo”. (Oscar Joel Contreras, Monografías.com).

También la historia de Rut ha inspirado a productores de cine, al crear las películas, como “LA VIDA DE RUT HD”, Español, y “The Story of Rut”, 1960; “La Historia de Rut”, 1960. Y producciones críticas, como: “Críticas a la Historia de Rut”, Elana Eden, Tom Tryon, Stuart Whitman, Peggy Wood, Filmaffinity.

La historia de Rut comienza con el matrimonio de Elimelec y Noemí. Elimelec vive en Belén de Judá, pero debido a una hambruna en tierra de Judá, emigra a Moab con su esposa y sus dos hijos, a unos 128 kilómetros de distancia. Al morir Elimelec en Moab, Noemí queda viuda, con sus hijos Malón y Quelión. Cuando ellos alcanzan la edad de contraer matrimonio, escogen para esposas a jóvenes de Moab. Malón se casa con Rut, pero murió sin dejar descendencia. Mientras que Quelión se casa con Orfa, pero también murió sin dejar heredero. Entonces Noemí, al verse viuda, de edad madura, y sin hijos, decide regresar a su tierra natal, Belén de Judá.

Sin un futuro a la vista, Noemí les plantea a sus dos nueras que regresen a casa de sus padres respectivos, ya que ella no podrá tener más hijos. Rut decide seguirla, aunque su suegra insiste en que se vuelva a su pueblo a casa de sus padres.  Orfa, por el contrario, se regresa a casa de sus padres, por la petición insistente que les plantea Noemí, y no se habla más de ella.

La respuesta de Rut a la petición de su suegra, han quedado como demostración de amor a Noemí, y de fe en el Dios de su suegra, quien le ha servido de mentora espiritual. Su confesión de fe se ha convertido en una declaración clásica en la literatura bíblica.

“Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. 17 Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos”. (Rut 1:16-17)

Cuando Noemí y Rut regresan a Belén, es tiempo de cosecha de la cebada; y Rut, al darse cuenta de la amargura, por la situación económica de su suegra, le pide que le permita ir a los campos de cebada a recoger espigas de las que vayan quedando, después de la recolección por los segadores. El campo es de Booz, pariente cercano de Elimelec, el marido fallecido de Noemí.

El dueño del campo y jefe de los segadores se llama Booz, hijo de Salmón y Rahab; y por tanto, pariente cercano de Elimelec. Al ver a la joven que recoge las espigas que han quedado después de que los segadores han recogido, Booz le pregunta al mayordomo de los segadores que quién es la joven. El mayordomo le responde a Booz que es la joven moabita que ha regresado con su suegra Noemí, viuda de Elimelec. Booz siente atracción por la joven y les indica a los segadores que no la molesten y que más bien vayan dejando más espigas para que ella recoja más (Rut 3:1-18). Rut se extraña porque ha hallado tanto favor de parte de Booz y él le conesta:

Y respondiendo Booz, le dijo: He sabido todo lo que has hecho con tu suegra después de la muerte de tu marido, y que dejando a tu padre y a tu madre y la tierra donde naciste, has venido a un pueblo que no conociste antes”. (Rut 2:11)

Al llegar a casa de Noemí, Rut le cuenta lo que ha pasado en el campo de cebada y que el nombre del dueño es Booz. Entonces Noemí exclama:

“Sea él bendito de Jehová, pues que no ha rehusado a los vivos la benevolencia que tuvo para con los que han muerto. Después le dijo Noemí: Nuestro pariente es aquel varón, y uno de los que pueden redimirnos”. (Rut 2:20)

Desde ese momento, y por tales palabras, Noemí está pensando que Booz es el pariente cercano que puede cumplir con la ley del levirato; por tanto, Rut debe procurar acercarse más a Booz, para que la haga su esposa. Noemí le indica que esa noche, en que Booz va a dormir en el campo, Rut duerma a los pies de Booz, tal como era la costumbre entre los hebreos; y así lo hizo ella. A la medianoche, Booz se da cuenta que una mujer duerme a sus pies y le pregunta:

“Entonces él dijo: ¿Quién eres? Y ella respondió: Yo soy Rut tu sierva; extiende el borde de tu capa sobre tu sierva, por cuanto eres pariente cercano”. (Rut 3:9)

Cualquiera pensaría que esa misma noche Booz tomaría a Rut por su mujer, pero Booz no estaba ebrio, como lo estaba Lot, cuando se acostó con sus dos hijas, por turno; ni Rut se disfrazó de prostituta, como lo fingió Tamar con su suegro Judá, para lograr descendencia. Por tanto, Rut, al acostarse a los pies de Booz sólo esperaba el consentimiento de él, para ver si estaba dispuesto a cumplir con la ley de levirato, como pariente cercano.

Sin embargo, Booz le explica a Rut que hay otro pariente cercano y que le va a proponer si estaría dispuesto a redimir a Rut; pero el otro pariente cercano, que la Biblia no menciona su nombre, rechazó la oferta de Booz; y como era de esperar, Booz acepta encantado contraer matrimonio con Rut. Prodigiosamente, de esta unión nace Obed, quien es el abuelo de David y ascendiente de Cristo.

Por eso, cuando nace Obed, nieto de Noemí, las mujeres del pueblo le dijeron a Noemí:

—Bendito sea el SEÑOR que te ha dado un nieto. Que su nombre sea famoso en Israel. 15 Él te cuidará y se ocupará de ti cuando seas vieja. Porque fue tu nuera que te quería quien lo dio a luz. Ella es mejor para ti que siete hijos. (Ru 4:14-15)

El testimonio de Rut entre el pueblo es tan limpio y ejemplar, que las mujeres le dicen a Noemí que su nuera es “mejor que siete hijos”. La fe de Noemí era tan fuerte, y sin fingimiento, que se puede igualar a la de Eunice, madre de Timoteo, y la de su abuela Loida (2da Timoteo 1:5).

CONCLUSIÓN

El matrimonio de Elimelec y Noemí introduce una historia interesante, con ciertos rasgos románticos, como es el caso del enamoramiento entre Booz y Rut y de una relación ejemplar, única tal vez, entre una suegra consagrada a su Dios, y una nuera que toma el ejemplo de su mentora espiritual. Como he mencionado antes, Rut es un personaje ejemplar en la historia del Antiguo Testamento. Mientras Ester, una joven judía, se convierte en la reina de Persia y Media, países paganos, cuando se casa con el rey Asuero o Jerjes, ejerce su influencia para salvar a su pueblo, el pueblo judío, Rut, una joven moabita, de un pueblo pagano, se convierte en el vaso escogido por el Dios de Abrahán, Isaac y Jacob, para que por la unión con Booz, naciera Obed, el continuador de la genealogía de Jesús. Ambas mujeres, Ruth y Ester, adquieren un lugar digno de encomio en la historia de Israel, y son un ejemplo de fe en Dios.

Esta historia de Rut demuestra que Dios no nos escoge por lo que somos, ni tiene prioridades basadas en nacionalidades, ni de méritos culturales.  Rut es un ejemplo de quienes están dispuestos a seguir los pasos de personas de fe, como era el caso de su suegra Noemí; y además, un ejemplo de confesión de fe en un Dios que no conocía antes, sino mediante el testimonio de su mentora espiritual, su suegra Noemí.

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