domingo, 3 de junio de 2018


LOS MEDIOS SOCIALES, FACEBOOK Y LA VIOLENCIA
Amadeo Albuquerque Lara
El diario estadounidense The New York Times, en un artículo escrito por Amanda Taub y Max Fisher el 21 de abril de este año, publicó la noticia siguiente. La traducción del inglés es personal.
Falsos rumores predisponen a budistas contra musulmanes en Sri Lanka, muy recientemente en una espiral de violencia instigada por los medios sociales.
Los medios de comunicación masiva han servido para movilizar a la gente a la violencia, pero Facebook le dio a todo mundo que tiene un teléfono inteligente la habilidad de difundir el odio, especialmente en áreas en donde las instituciones son débiles o subdesarrolladas.
Se dice que al final de un remoto camino montañoso, en un camino de tierra y en una casa de concreto que carecía de agua potable instalada, pero que estaban equipados con teléfonos inteligentes, trece miembros de una familia extendida estaban “pegados” a Facebook, muy furiosos.
Un miembro de la familia, de oficio camionero, había muerto después de recibir una golpiza el mes anterior. Se trató de una disputa de tráfico que se había tornado violenta, según las autoridades. Pero en Facebook, los rumores difundidos eran que sus asaltantes eran parte de un complot musulmán para exterminar a la mayoría budista del país.
H.M. Lal, primo de la víctima, dijo: “No queremos verlo así porque es doloroso” mientras los demás miembros de la familia asentían con su cabeza. “Pero en nuestros corazones hay un deseo de venganza acumulada”.
Ellos creían que los rumores eran verdaderos. Sin embargo, la familia, la cual es budista, no se unió cuando los grupos de habla sinhalese en Facebook, provocados por extremistas que contaban con amplio número de seguidores en la plataforma, planeaban ataques contra los musulmanes y quemaron totalmente a un hombre.
Hasta aquí mi traducción del artículo, pero es una muestra de cómo las redes sociales predisponen a las personas con noticias falsas que fomentan el odio, la venganza, la vendeta, la destrucción de la propiedad pública y privada, cuando primero debieron comprobar los verdaderos hechos. Como el artículo del diario citado, una simple disputa por un accidente de tráfico fue motivo para que dos grupos religiosos se atacaran hasta el exterminio. Facebook nos comunica con los amigos, pero también puede ser un peligroso instrumento de propagación de odio y violencia. Un ejemplo muy claro lo tenemos en Estados Unidos, cómo las redes sociales han despertado el racismo violento hasta el extremo de prohibir hablar español en lugares públicos y hasta matar a los que no son blancos. Busquemos la paz y la armonía, no nos destruyamos nosotros mismos.

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