viernes, 7 de marzo de 2025

 

LAS PARTES DE LA ORACIÓN GRAMATICAL

Amadeo Albuquerque Lara

El gramático y filósofo alemán, Rodolfo Lenz (1863-1938), escribió un libro sobre “Categorías en La oración y sus partes” (1920). Lenz menciona a Dionisio de Tracia, filósofo griego que vivió entre 170 y el 90 a. C. Este gramático nombraba ocho partes de la oración gramatical; o diez partes, según otros gramáticos mencionados por Lenz. Sin embargo, estas partes de la oración que tradicionalmente han sido estudiadas por los gramáticos tradicionales deben considerarse en la cadena interdiscursiva, y no como partes de la oración gramatical.

Platón, filósofo griego, (c. 427 a. C - c. 347 a. C.), nombra dos partes estructurales de la oración gramatical: ὄνομᾰ y ῥῆμα: onoma y rhema; nombre y verbo. En realidad, para su época, Platón resulta muy adelantado en cuestiones de análisis sintáctico y no como los nombrados en el párrafo anterior que deconstruyen la oración en ocho o diez partes. Basado en la ponencia de Platón, el nombre o sustativo esencialmente funciona como el núcleo del sujeto de la oración; y el verbo, como el núcleo del predicado verbal.

Modernamente, con la aparición de la Gramática generativa-transformativa presentada por Noam Chomsky en 1957 en su tesis doctoral Syntactic Structures, (“Estructuras Sintácticas”), tanto el nombre como el verbo Chomsky los presenta como una proyección (“Principio de Proyección”) en la forma de un sintagma nominal (SN: det + adj + N + Prop adj, opcional) con el nombre como núcleo, con la opción a incrustar una proposición adjetiva, o de relativo; el verbo o sintagma verbal (SV + SN + Sprep + Sprep) como otra proyección que incluye al verbo como el núcleo, el objeto directo en una oración transitiva y un objeto indirecto, y un sintagma adverbial; tradicionalmente conocido como el complemento circunstancial, que otras veces puede ser un complemento benefactivo.

Por otro lado, el nombre como sujeto ha sido tradicionalmente considerado como independiente del verbo, dándole la función de agente a la persona, animal o cosa que ejecuta la acción, y en quien recae la acción del verbo; también el sujeto ha sido considerado como explícito, omiso, implícito, callado, desinencial o impersonal . Asimismo, el predicado puede ser verbal o nominal, en palabras de los gramáticos tradicionales, incluyendo a la Real Academia Española (RAE). Sin embargo, todo esto ha cambiado con la teoría sintáctica (Syntactic Structures) introducida por el lingüista estadounidense, Noam Chomsky, a mediados del siglo pasado. Por ejemplo, no todo sujeto ejecuta la acción; porque si decimos “el niño duerme”, él no ejecuta la acción, sino que la experimenta. Si por otro lado, decimos “el terremoto destruyó el edificio”, el sujeto no es agente de la acción, sino la acausa de la destrucción; entonces hablamos de un sujeto causativo. Tampoco un animal o cosa puede constituirse en sujeto agente, porque no es racional ni tiene la intención de ejecutar una determinada acción. Así pudiera continuar dando características del sujeto de la oración gramatical, pero prefiero no complicar esta breve nota gramatical.

El sujeto de la oración pasiva: tradicionalmente, este sujeto ha recibido la designación de sujeto paciente; pero resulta que esta oración es producto de una transformación, por la cual el sujeto gramatical se ha convertido en un complemento preposicional despojándose de la función de sujeto; porque ningún sujeto puede ir precedido por una preposición; a menos que el OD los constituya una persona o cosa personificada. Ejemplo: “El atleta ganó la competencia” es una oración activa que puede transformarse en pasiva: “La competencia fue ganada por el atleta”. Lo que funcionó como el sujeto de la oración, ahora se ha transformado en un complemento preposicional causal, (o complemento agente según la tradición gramatical). Por otro lado, lo que funcionó como el objeto directo (la competencia) ahora funciona como el sujeto de la oración pasiva; pero no puede recibir la designación de “paciente”, porque es un nombre abstracto.

En resumen, el sujeto puede ser agente, experimentante o causal. También, puede estar presente léxicamnte en la oración, o dejar una huella (Chomsky: Teoría de la huella), por estar ausente léxicamente, pero obvio semánticamente. Los gramáticos tradicionales le han dado diferentes designaciones al sujeto cuando está ausente léxicamente en la oración gramatical.

Pasando a la función del verbo como núcleo del predicado verbal, comenzaré por exponer que el verbo asigna caso abstracto al sujeto como argumento externo (Chomsky: Caso abstracto), y toma en cuenta la calidad semántica del sujeto si se trata de un humano, un animal o un objeto de la naturaleza, como en el caso del terremoto que destruyó el edificio. Por ejemplo, no podemos decir que “el “tigre” cometió un asesinato” (gramaticalmente correcta, pero semánticamente rechazada) porque no es humano; si la palabra “terremoto” funciona como el sujeto de una oración gramatical, no le damos la función de agente, porque no es humano. La acción en este caso no es intencional, mucho menos planificada, sino causal.

Siguiendo con la función del verbo como el núcleo del predicado, la asignación de los elementos que dependen de él, deben llenar ciertos requisitos como la transitividad real, la transitividad aparente, la doble transitividad o la intransitividad. Pero “Las partes de la oración” se dan solamente en la estructura de la cadena discursiva; no como partes de la oración gramatical. Fuera de ella son elementos aislados con funciones potenciales. En cuanto a la transitividad, hay verbos de transitividad aparente, como “Bernabé me dio la mano”. Esta oración no puede ser transformada en pasiva: “*La mano me fue dada por Bernabé”. El asterisco al comienzo de la oración indica que no es gramatical, y semánticamente rechasada.

 Sabemos que una oración con verbo de transitividad real, puede ser transformada en una oración pasiva, por ejemplo: “Jacinto pateó la pelota”; gramaticalmente puede ser transformada en pasiva: “la pelota fue pateada por Jacinto”.  Pero la transitividad real no para ahí. Por ejemplo: “El profesor entregó varios libros a sus estudiantes, para el presente curso”. Esta oración es susceptible de sufrir varias transformaciones sintácticas, porque cuantos más nodos haya en la estructura oracional, más posibilidades se presentan en la transformación.

Por ejemplo: primera transformación, “Él entregó varios libros a sus estudiantes, para el presente curso”. Segunda transformación: “Él los entregó a sus estudiantes, para el presente curso”. Tercera transformación: Él se los entregó, para el presente curso”. Cuarta transformación: “Él se los entregó, para este curso”.

Al analizar sintácticamente la oración: “El profesor entregó varios libros a sus estudiantes, para el presente curso”, notamos que la oración tiene varios nodos o puntos de conexión en la cadena de troncos dominantes, tales como núcleo de un sintagma nominal, núcleo de un sintagma verbal que domina un núcleo de objeto directo (SN) y un sintagma preposicional (Sprep) encabezado por una preposición y un sintama nominal (SN), más otro sintagma nominal (SN). Veamos el análisis estructural de la citada oración:

El profesor (Det + N): Determinante (El) profesor (N) núcleo del sintagma nominal.

Entregó (Vtr) varios libros (OD) a sus estudiantes (OI): Entregó, verbo como núcleo del predicado, con dominio sobre un objeto directo (varios libros) y un objeto indirecto (a sus estudiantes)

Volvamos al sujeto: El profesor, puede ser sustituido por un pronombre personal (Él), ya que este pronombre se proyecta en la cadena oracional como un sintagma nominal: el profesor (Él primer nodo).

Entregó: verbo que no puede ser sustituido por ningún otro elemento léxico por ser el núcleo o nodo más importante de cualquier oración gramaatical. De hecho, el verbo es el único elemento de la oración gramatical que puede constituir una oración completa. Ejemplo: Tembló (No necesita sujeto ni demás argumentos internos).

Además, según la gramática generativa, el verbo asigna caso abstracto a un argumento externo que funciona como el sujeto, proyectable como un sintagma nominal (SN); y a un argumento interno que funciona como objeto directo (OD), proyectable como un sintagma nominal (SN) o sintagma preposicional (Sprep) si se trata de una persona o cosa personificada (varios libros), más un sintagma preposicional (Sprep) con función de objeto indirecto (a los estudiantes); y además le puede asignar caso a otro sintagma preposicional con función adverbial (SAdv), o como se conoce también como complemento circunstancial: (para el presente curso); o puede haber un complemento benefactivo en otros casos.

Como se nota por el análisis sintáctico, el verbo, como asignador de caso abstracto, es el nodo principal que pueden depender de él varios otros nodos con distintas funciones sintácticas, como se ha demostrado en la oración que nos ocupa.

De manera que las ocho partes de la oración gramatical que señalaba Dionisio de Tracia, y otros gramáticos tradicionales, sólo pueden ser consideradas en la cadena interdiscursiva, como queda dicho, pero no como los elementos principales de la oración gramatical; porque no son elementos constituyentes inmediatos de la oración gramatical. En el análisis sintáctico practicado a la oración referida en este escrito, ha quedado demostrado cuáles son los dos núcleos medulares que constituyen la oración gramatical: SN + SV). También ha quedado demostrado que ambos núcleos tienen la propiedad sintáctica de proyectarse para formar sintagmas con distintas funciones. Si no fuera así, no se podrían construir oraciones complejas para formar párrafos en la cadena discursiva.

Por lo tanto, Platón es el filósofo griego que ha formulado los núcleos principales de cualquier oración gramátical: el nombre y el verbo; aunque Platón los considera elementos principales para la comunicación. Sin embargo, la gramática generativa-transformativa adelanta la propiedad de estos dos núcleos de proyectarse (“Principio de Proyección”) como sintagmas con sus respectivas ramificaciones (nodos) con funciones sintácticas asignadas por el verbo, elemento indispensable para constituir oraciones gramaticales.

REFERENCIAS

Chomsky, Noam, Syntactic Structures, 1957

Chomsky, Aspects of the Theory of Syntax, 1965

Chomsky, The Minimalist Program, 1995

Dionisio de Tracia, Las partes de la oración

Lenz, Rodolfo, Categorías en La oración y sus partes, (1920)

Platón (428 a.C. - 348 o 347 a.C.), Onoma y Rhema: El nombre y el Verbo, Crátilo; la base de la Comunicación

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