LAS
PARTES DE LA ORACIÓN GRAMATICAL
Amadeo
Albuquerque Lara
El
gramático y filósofo alemán, Rodolfo Lenz (1863-1938), escribió un libro sobre
“Categorías en La oración y sus partes” (1920). Lenz menciona a Dionisio
de Tracia, filósofo griego que vivió entre 170 y el 90 a. C. Este gramático nombraba
ocho partes de la oración gramatical; o diez partes, según otros gramáticos
mencionados por Lenz. Sin embargo, estas partes de la oración que
tradicionalmente han sido estudiadas por los gramáticos tradicionales deben
considerarse en la cadena interdiscursiva, y no como partes de la oración
gramatical.
Platón,
filósofo griego, (c. 427 a. C - c. 347 a. C.), nombra dos partes estructurales
de la oración gramatical: ὄνομᾰ y ῥῆμα: onoma y rhema; nombre y
verbo. En realidad, para su época, Platón resulta muy adelantado en cuestiones
de análisis sintáctico y no como los nombrados en el párrafo anterior que
deconstruyen la oración en ocho o diez partes. Basado en la ponencia de Platón,
el nombre o sustativo esencialmente funciona como el núcleo del sujeto de la
oración; y el verbo, como el núcleo del predicado verbal.
Modernamente,
con la aparición de la Gramática generativa-transformativa presentada por Noam
Chomsky en 1957 en su tesis doctoral Syntactic Structures, (“Estructuras
Sintácticas”), tanto el nombre como el verbo Chomsky los presenta como una
proyección (“Principio de Proyección”) en la forma de un sintagma nominal (SN:
det + adj + N + Prop adj, opcional) con el nombre como núcleo, con la opción a
incrustar una proposición adjetiva, o de relativo; el verbo o sintagma verbal
(SV + SN + Sprep + Sprep) como otra proyección que incluye al verbo como el
núcleo, el objeto directo en una oración transitiva y un objeto indirecto, y un
sintagma adverbial; tradicionalmente conocido como el complemento
circunstancial, que otras veces puede ser un complemento benefactivo.
Por otro
lado, el nombre como sujeto ha sido tradicionalmente considerado como
independiente del verbo, dándole la función de agente a la persona, animal o
cosa que ejecuta la acción, y en quien recae la acción del verbo; también el
sujeto ha sido considerado como explícito, omiso, implícito, callado, desinencial
o impersonal . Asimismo, el predicado puede ser verbal o nominal, en palabras
de los gramáticos tradicionales, incluyendo a la Real Academia Española (RAE).
Sin embargo, todo esto ha cambiado con la teoría sintáctica (Syntactic
Structures) introducida por el lingüista estadounidense, Noam Chomsky, a
mediados del siglo pasado. Por ejemplo, no todo sujeto ejecuta la acción;
porque si decimos “el niño duerme”, él no ejecuta la acción, sino que la
experimenta. Si por otro lado, decimos “el terremoto destruyó el edificio”, el
sujeto no es agente de la acción, sino la acausa de la destrucción; entonces
hablamos de un sujeto causativo. Tampoco un animal o cosa puede constituirse en
sujeto agente, porque no es racional ni tiene la intención de ejecutar una determinada
acción. Así pudiera continuar dando características del sujeto de la oración
gramatical, pero prefiero no complicar esta breve nota gramatical.
El sujeto
de la oración pasiva: tradicionalmente, este sujeto ha recibido la designación
de sujeto paciente; pero resulta que esta oración es producto de una
transformación, por la cual el sujeto gramatical se ha convertido en un
complemento preposicional despojándose de la función de sujeto; porque ningún
sujeto puede ir precedido por una preposición; a menos que el OD los constituya
una persona o cosa personificada. Ejemplo: “El atleta ganó la
competencia” es una oración activa que puede transformarse en pasiva: “La
competencia fue ganada por el atleta”. Lo que funcionó como el sujeto de
la oración, ahora se ha transformado en un complemento preposicional causal, (o
complemento agente según la tradición gramatical). Por otro lado, lo que
funcionó como el objeto directo (la competencia) ahora funciona como el sujeto
de la oración pasiva; pero no puede recibir la designación de “paciente”,
porque es un nombre abstracto.
En resumen,
el sujeto puede ser agente, experimentante o causal. También, puede estar
presente léxicamnte en la oración, o dejar una huella (Chomsky: Teoría de la
huella), por estar ausente léxicamente, pero obvio semánticamente. Los
gramáticos tradicionales le han dado diferentes designaciones al sujeto cuando
está ausente léxicamente en la oración gramatical.
Pasando a
la función del verbo como núcleo del predicado verbal, comenzaré por exponer
que el verbo asigna caso abstracto al sujeto como argumento externo (Chomsky:
Caso abstracto), y toma en cuenta la calidad semántica del sujeto si se trata
de un humano, un animal o un objeto de la naturaleza, como en el caso del
terremoto que destruyó el edificio. Por ejemplo, no podemos decir que “el “tigre”
cometió un asesinato” (gramaticalmente correcta, pero semánticamente rechazada)
porque no es humano; si la palabra “terremoto” funciona como el sujeto de una
oración gramatical, no le damos la función de agente, porque no es humano. La
acción en este caso no es intencional, mucho menos planificada, sino causal.
Siguiendo
con la función del verbo como el núcleo del predicado, la asignación de los
elementos que dependen de él, deben llenar ciertos requisitos como la
transitividad real, la transitividad aparente, la doble transitividad o la
intransitividad. Pero “Las partes de la oración” se dan solamente en la
estructura de la cadena discursiva; no como partes de la oración gramatical. Fuera
de ella son elementos aislados con funciones potenciales. En cuanto a la
transitividad, hay verbos de transitividad aparente, como “Bernabé me dio la
mano”. Esta oración no puede ser transformada en pasiva: “*La mano me fue dada
por Bernabé”. El asterisco al comienzo de la oración indica que no es gramatical,
y semánticamente rechasada.
Sabemos que una oración con verbo de
transitividad real, puede ser transformada en una oración pasiva, por ejemplo: “Jacinto
pateó la pelota”; gramaticalmente puede ser transformada en pasiva: “la pelota
fue pateada por Jacinto”. Pero la
transitividad real no para ahí. Por ejemplo: “El profesor entregó varios libros
a sus estudiantes, para el presente curso”. Esta oración es susceptible de
sufrir varias transformaciones sintácticas, porque cuantos más nodos haya en la
estructura oracional, más posibilidades se presentan en la transformación.
Por
ejemplo: primera transformación, “Él entregó varios libros a sus
estudiantes, para el presente curso”. Segunda transformación: “Él los
entregó a sus estudiantes, para el presente curso”. Tercera transformación: Él
se los entregó, para el presente curso”. Cuarta
transformación: “Él se los entregó, para este curso”.
Al
analizar sintácticamente la oración: “El profesor entregó varios libros a sus
estudiantes, para el presente curso”, notamos que la oración tiene varios nodos
o puntos de conexión en la cadena de troncos dominantes, tales como núcleo de
un sintagma nominal, núcleo de un sintagma verbal que domina un núcleo de
objeto directo (SN) y un sintagma preposicional (Sprep) encabezado por una
preposición y un sintama nominal (SN), más otro sintagma nominal (SN). Veamos
el análisis estructural de la citada oración:
El
profesor (Det + N): Determinante (El) profesor (N) núcleo del
sintagma nominal.
Entregó
(Vtr) varios libros (OD) a sus estudiantes (OI): Entregó, verbo
como núcleo del predicado, con dominio sobre un objeto directo (varios libros)
y un objeto indirecto (a sus estudiantes)
Volvamos
al sujeto: El profesor, puede ser sustituido por un pronombre personal (Él), ya
que este pronombre se proyecta en la cadena oracional como un sintagma nominal:
el profesor (Él primer nodo).
Entregó:
verbo que no puede ser sustituido por ningún otro elemento léxico por ser el
núcleo o nodo más importante de cualquier oración gramaatical. De hecho, el verbo
es el único elemento de la oración gramatical que puede constituir una oración
completa. Ejemplo: Tembló (No necesita sujeto ni demás argumentos internos).
Además,
según la gramática generativa, el verbo asigna caso abstracto a un argumento
externo que funciona como el sujeto, proyectable como un sintagma nominal (SN);
y a un argumento interno que funciona como objeto directo (OD), proyectable
como un sintagma nominal (SN) o sintagma preposicional (Sprep) si se trata de
una persona o cosa personificada (varios libros), más un sintagma preposicional
(Sprep) con función de objeto indirecto (a los estudiantes); y además le puede
asignar caso a otro sintagma preposicional con función adverbial (SAdv), o como
se conoce también como complemento circunstancial: (para el presente curso); o
puede haber un complemento benefactivo en otros casos.
Como se
nota por el análisis sintáctico, el verbo, como asignador de caso abstracto, es
el nodo principal que pueden depender de él varios otros nodos con distintas
funciones sintácticas, como se ha demostrado en la oración que nos ocupa.
De manera
que las ocho partes de la oración gramatical que señalaba Dionisio de Tracia, y
otros gramáticos tradicionales, sólo pueden ser consideradas en la cadena interdiscursiva,
como queda dicho, pero no como los elementos principales de la oración
gramatical; porque no son elementos constituyentes inmediatos de la oración
gramatical. En el análisis sintáctico practicado a la oración referida en este
escrito, ha quedado demostrado cuáles son los dos núcleos medulares que
constituyen la oración gramatical: SN + SV). También ha quedado demostrado que
ambos núcleos tienen la propiedad sintáctica de proyectarse para formar sintagmas
con distintas funciones. Si no fuera así, no se podrían construir oraciones
complejas para formar párrafos en la cadena discursiva.
Por lo
tanto, Platón es el filósofo griego que ha formulado los núcleos principales de
cualquier oración gramátical: el nombre y el verbo; aunque Platón los considera
elementos principales para la comunicación. Sin embargo, la gramática
generativa-transformativa adelanta la propiedad de estos dos núcleos de
proyectarse (“Principio de Proyección”) como sintagmas con sus respectivas
ramificaciones (nodos) con funciones sintácticas asignadas por el verbo,
elemento indispensable para constituir oraciones gramaticales.
REFERENCIAS
Chomsky,
Noam, Syntactic Structures, 1957
Chomsky,
Aspects of the Theory of Syntax, 1965
Chomsky, The
Minimalist Program, 1995
Dionisio
de Tracia, Las partes de la oración
Lenz,
Rodolfo, Categorías en La oración y sus partes, (1920)
Platón (428
a.C. - 348 o 347 a.C.), Onoma y Rhema: El nombre y el Verbo, Crátilo;
la base de la Comunicación
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