PARÁBOLA
DEL TRIGO Y LA CIZAÑA
Amadeo
Albuquerque Lara
Los
estudiosos del evangelio de Mateo han identificado siete secciones de
principio a fin: 1] El nacimiento de
Jesucristo y ministerio de Juan el Bautista; los 5] discursos de Jesús; y 7] el
discurso del final del siglo (Crédito: “El Evangelio de Mateo”, Verbo Divino). Además,
los estudiosos del evangelio de Mateo han titulado el capítulo 13, “El discurso
de las parábolas” (Crédito: Enciclopedia Mercabá). Este artículo se concentra
en el capítulo trece, que entre las siete parábolas, Jesús narra la del trigo
y la cizaña. Esta parábola contiene una mina de enseñanzas para creyentes y
estudiosos de los Evangelios, mina que no podré explorar en este corto espacio.
En este
capítulo Jesús sale de la casa donde se hospeda, probablemente en la casa de
Pedro, en Capernaum o Cafarnaún junto con algunos de sus discípulos. La ciudad de Capernaum o Cafarnaún
estaba junto al mar de Galilea, según lo confirma la Encyclopedia Britannica: “during
the period of Jesus’ ministry Peter lived in Capernaum, at the northwest end of
the Sea of Galilee, where he and his brother St. Andrew were in partnership as
fishermen with St. James and St. John, the sons of Zebedee (Gospel According to
Luke 5:10)” (Crédito: Encyclopedia Britannica, Capharnaum the Town of
Jesus).
Por otra parte, según descubrimientos
arqueológicos en 1968 por los franciscanos, se cree que era la casa del apóstol
Pedro, de acuerdo con las ruinas encontradas. Jesús se dirige a la multitud
junto a la playa, narra las parábolas sin brindar interpretación de ellas a la multitud.
Jesús despide a la audiencia en la playa; sus discípulos le preguntan por qué
enseña por parábolas. Él les explica por qué y entra de regreso a la casa. La
razón que Jesús les da a sus discípulos de por qué enseña por parábolas, es porque
esos oyentes nunca creerán en sus enseñanzas: “Porque el corazón de este
pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyen pesadamente, Y han cerrado sus
ojos; Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y con el corazón
entiendan, Y se conviertan, Y yo los sane” (Mateo 13:15).
No es que
Dios discrimine a quiénes salvará y a quiénes no. La causa está en el corazón
empedernido de quienes se cierran a recibir y obedecer las enseñanzas de su
Palabra. Hay quienes oyen, pero no escuchan. Ven, pero no aceptan lo que ven. Pero, volvamos a la parábola del trigo y la
cizaña.
Ya en la
casa donde Jesús posaba, sus discípulos le piden la interpretación de la
parábola de la cizaña, referida en los versículos 24-30 del capítulo 13. La
explicación se encuentra en la segunda parte comprendida en los versículos 36-43.
Como se
ha dicho, el capítulo trece de Mateo es “el Discurso de las Parábolas”. En este
capítulo hay siete parábolas: 1) La parábola del sembrador, 2) la
parábola de la cizaña, 3) la parábola de la semilla de mostaza, 4) la parábola
de la levadura, 5) la parábola del tesoro escondido, 6) la parábola de la perla
de gran precio; y 7) la parábola de la red que recoge toda clase de peces.
Todas ellas están repletas de ricas lecciones para quienes lean y escudriñen
las Escrituras.
En este
estudio, voy a destacar y analizar la segunda de las siete parábolas: la que se
refiere al “trigo y la cizaña”. Las otras seis parábolas requieren un estudio
separado de cada una de ellas. Esta parábola de la cizaña se encuentra dividida
en dos secciones, como se detallará a continuación:
La
primera parte comprende los versículos 24 al 30; en esta sección
Jesús relata que a) “un hombre”; en este caso, el dueño del campo, sembró la
buena semilla, b) los trabajadores se duermen (el peligro del descuido); c) “un
enemigo” siembra semillas de cizaña, d) los siervos le preguntan si arrancan la
cizaña, pero el dueño del campo les dice que no, por el peligro de arrancar
también el trigo; e) La cizaña será quemada “al final de la siega”. Todos estos
elementos comprendidos en la primera parte de la parábola, tendrán su
interpretación en la segunda parte, a la cual este estudio le dedica mucha
atención debido a su interpretación escatológica.
La
segunda parte de la parábola, en la cual Jesús se la interpreta a
sus discípulos, se encuentra en los versículos 36-43. Jesús despide a la
multitud, entra en la casa en donde vive en Capernaum y sus discípulos le piden
que les explique la parábola de la cizaña. Jesús les enumera las siete
partes en que se divide la parábola y su respectivo significado. Obsérvese el
significado bíblico del número 7 en este evangelio de Mateo y en otros
escritos del Nuevo Testamento. A continuación, el Señor Jesús les interpreta la
parábola en estudio.
1] El que
siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre. 2] 38 El
campo es el mundo; 3] la buena semilla son los hijos del reino, 4] la cizaña
son “los hijos del malo”. 5] 39 El
enemigo que la sembró es el diablo; 6] la siega es “el fin del siglo”;
y 7] los segadores son los ángeles.
Entre las
siete partes de la parábola voy a destacar la del “Hijo del Hombre” y la del
“fin del siglo”, porque ambas contienen ricas interpretaciones que se extienden
desde el Antiguo hasta el Nuevo Testamento. Es notorio que Jesús se identifica
como “el Hijo del Hombre”. Esta designación no está dicha al azar. El Hijo
del Hombre tiene un significado teológico y escatológico que se revela desde
el libro de Daniel, hasta el libro de Apocalipsis. Es un título que Jesús
utilizó para referirse a sí mismo; porque él sabía la referencia que Daniel
hace de él en su libro en el Antiguo Testamento, y lo que será en el “fin del
siglo”. A continuación, transcribo las palabras de Daniel en su libro.
“Seguí
mirando en las visiones nocturnas, y he aquí, con las nubes del cielo venía uno
como un Hijo de Hombre, que se dirigió al Anciano de Días y fue
presentado ante Él. 14 Y le fue dado dominio, gloria y
reino[h],
para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran. Su dominio es
un dominio eterno que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido”
(Daniel 7:13-14 LBLA). Las restantes citas son tomadas de la versión Reina
Valera 1960. Destacado es mío.
En el
libro de Daniel el "Hijo del Hombre" se refiere a Jesucristo, como
representante de la humanidad que también representa características divinas. El
título sólo le cabe a la persona Dios-Hombre: el Dios hecho carne. Es Dios con
nosotros. Es el cumplimiento del Tabernáculo entre el pueblo de Dios. La persona
del Hijo del Hombre en el libro de Daniel es escatológica y una prefigura de la
persona de Jesucristo descrita en el libro de Apocalipsis, en 1:13 y 14:14.
“ y
en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido
de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de
oro” (Apocalipsis 1:13).
“Miré,
y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del
Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz
aguda” (Apocalipsis 14:14). Destacado es mío.
El Hijo
del Hombre es una persona que se le aparece al apóstol Juan, en el libro de
Apocalipsis, según ya se ha citado en este escrito. Juan describe la visión que
está viendo; pero esta vez es la misma persona la que habla: “17 Cuando
le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome:
No temas; yo soy el primero y el último; 18 y el
que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos,
amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades” (Apoc 1:17-18). Destacado
es mio.
Claramente,
el Hijo del Hombre es el mismo Señor Jesús, quien es el primero y el último, el
que vive, que estuvo muerto; pero vive por los siglos de los siglos. Además, él
tiene las llaves de la muerte y del Hades. Quien quiera dar otra interpretación
a la figura del Hijo del Hombre, estará torciendo las Sagradas Escrituras.
Tanto en el libro de Daniel, como en el libro de Apocalipsis, la persona es la
misma. Es el Hijo del Hombre que vive por los siglos de los siglos. Nadie más
que el mismo Señor Jesucristo, que en la parábola de la Cizaña es quien siembra
la buena semilla.
Los otros
cinco elementos de la parábola merecen un estudio profundo de cada una. Debido
al espacio al que me he limitado, profundizaré sólo en el primero que se
refiere al Hijo del Hombre, y el sexto que se refiere a la “siega del
fin del siglo”.
Hay otros
elementos que necesitarían un amplio espacio cado uno. Por eso, queda dicho que
no hay espacio en este escrito para analizarlos todos. Por ejemplo: 1) el
descuido de los trabajadores que se duermen es correferencia con la diez
vírgenes fatuas; 2) el mandato de no arrancar las matitas de cizaña; 3) el campo es el mundo; 4) la buena semilla
son los hijos del reino; 5) el castigo que ejecutarán sus ángeles a los que
sirven de tropiezo y a los que hacen iniquidad para echarlos en el horno de
fuego; 6) los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre (Mateo
13:40-43).
“De
manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el
fin de este siglo. 41 Enviará el Hijo del Hombre
a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a
los que hacen iniquidad, 42 y los echarán en el
horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. 43 Entonces
los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene
oídos para oír, oiga” (Mateo 13:40-43).
En el
pasaje anterior, el propio Señor Jesús cita al Hijo del Hombre que envía a sus
ángeles para recoger a todos los que sirven de tropiezo y a los que hacen
iniquidad para echarlos en el horno de fuego. Es el castigo para los “hijos del
malo”.
El tema
del “fin de este siglo” llamó la atención de los discípulos, tema contenido en
el último discurso de Jesús registrado por el evangelista y apóstol Mateo, en
el capítulo 24. A este discurso los estudiosos de este evangelio han titulado
“el discurso del Olivar” o “del monte de los olivos”, el cual comienza en el
verso 3 y termina en el verso 51. Mateo le dedica todo el capítulo 24 al tema
del “fin del siglo”, porque obviamente es un capítulo escatológico que también
cita el libro de Daniel en el versículo 15. Obsérvese que Jesús y sus discípulos
están en el monte de los Olivos, y ellos le preguntan tres cosas que les
inquietan: 1) ¿Cuándo serán estas cosas?
2) ¿Qué señal habrá de su venida? y 3) ¿cuándo será el fin del siglo?
“Y estando él sentado en el monte de los
Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán
estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo?
(Mateo 24:3). Destacado es mío.
El fin
del siglo, o el fin del mundo, o el fin del universo son temas escatológicos
que llaman la atención de creyentes e investigadores científicos. Los
científicos se refieren al final del universo con la hipótesis del “gran
desgarro” o “Big Rip”, entre otras hipótesis. La descripción que brindan ellos
es muy semejante a la que registra el apóstol Pedro en su segunda epístola.
“10 Pero
el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos
pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la
tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. 11 Puesto
que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en
santa y piadosa manera de vivir, 12 esperando y
apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos,
encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! 13 Pero
nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los
cuales mora la justicia” (2 Pedro 3:10-13). Destacado es mío.
Si comparamos
el texto bíblico con la hipótesis del “gran desgarro”, veremos que hay bastante
semejanza. La hipótesis la sostiene el astrónomo ya fallecido, Edwin
Hubble. Él asegura que debido a la expansión acelerada del universo, éste
sufrirá un gran desgarramiento de todos los elementos. Hubble asegura que el
universo se romperá en pedazos. La teoría del Big Rip plantea que la energía
oscura superará la fuerza de la gravedad, separando las galaxias, los planetas,
las estrellas y todo lo demás. Esto hará que el universo se estire hasta
romperse, acabando con el espacio-tiempo tal y como lo conocemos.
Es la
interpretación de la ciencia acerca del fin del universo; no es sólo el final
de este siglo, ni el final del planeta Tierra. Es el final del universo, algo
más catastrófico, según los científicos. Pero es el “fin del siglo”, en la
enseñanza de Jesús a sus discípulos. Muchos estudiosos del Nuevo Testamento se
han ocupado de la interpretación de la palabra “siglo”; pero no se trata de un
período de cien años; se trata de la segunda venida de Cristo para dar juicio a
los malos y recompensa a quienes habrán creído en las enseñanzas contenidas en
su Palabra escrita. La segunda venida de Cristo será un momento en el que Jesús
regresará a la Tierra con poder y gloria. Y según el libro de Apocalipsis,
será el final de esta Tierra y de este cielo, porque habrá una nueva tierra y
un nuevo cielo; que no habrá necesidad de la luz del Sol.
“ No
habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del
sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los
siglos” (Apocalipsis 22:5).
CONCLUSIÓN
Este
estudio se ha basado en el capítulo 13 del Evangelio de Mateo. El autor de este
estudio ha procurado brindar un contexto amplio de todo el libro de Mateo, para
luego ubicar la parábola del trigo y la cizaña. Se ha explicado que el capítulo
13 se titula el “Discurso de las Parábolas”, según los estudiosos de Mateo. Se
ha dicho que el Evangelio de Mateo se divide en siete partes, y que además,
contiene siete parábolas. Se ha dicho también que la parábola del trigo y la
cizaña se divide en dos partes; la primera sin la debida interpretación, y la
segunda, con la interpretación de Jesús, en la intimidad de la casa en donde
probablemente posa en la ciudad de Capernaum.
Por otra
parte, este estudio se ha concentrado en la explicación de la persona del Hijo
del Hombre, y el fin del siglo. La visión del Hijo del Hombre está basada en el
libro de Daniel, clasificado entre los Escritos, por la Biblia hebrea. Las
características en el libro de Daniel cobran autoridad en las visiones del
apóstol Juan, en el libro de Apocalipsis, como se ha documentado en este
escrito.
En cuanto
al “fin del siglo”, este estudio se ha basado en el Evangelio de Mateo capítulo
24, siguiendo la referencia que el mismo Señor Jesús hace a sus discípulos en
la Parábola del trigo y la cizaña, en el capítulo 13 de Mateo. En tanto que
Mateo refiere que la cizaña será recolectada y quemada, más claramente cita las
palabras de Jesús con el significado de la “cizaña”: “Enviará el Hijo del
Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de
tropiezo, y a los que hacen iniquidad, 42 y los echarán en el horno de fuego;
allí será el lloro y el crujir de dientes”.
Dadas las
verdades expresadas tanto por el Señor Jesús en la Parábola del trigo y la
cizaña, así como por las visiones relatadas por el apóstol Juan en el libro de
Apocalipsis, los miembros de las iglesias cristianas debemos estar conscientes que
no nos debe sorprender que tengamos que aceptar a “los que sirven de tropiezo y
a los que hacen iniquidad”, muchas veces en contra de los que luchan por ser
fieles a las enseñanzas de Jesús. Pero debemos cuidarnos de los falsos maestros
de los que advirtieron los apóstoles Pablo, Pedro y Judas. Claramente
advirtieron que estos falsos maestros tratarán de desviar a muchos de la verdad
del Evangelio de Jesucristo predicado por ellos.
Por último, el estudio enfatiza en la unidad
que hay entre la persona del Hijo del Hombre y “el fin del siglo”;
pues el Hijo del Hombre es el que echará en el horno de fuego a los que sirven
de tropiezo, en alusión a la cizaña, y a los que hacen iniquidad, en alusión a
“los malos de este mundo”, en la Parábola del trigo y la cizaña.
REFERENCIAS
Apocalipsis, RVR 1960
Editorial Verbo Divino: “El evangelio de Mateo”
El evangelio de Mateo, RVR 1960
“El evangelio de Mateo”, LECTIO DIVINA para
la vida diaria -Verbo Divino
Encyclopedia
Britannica: “Capharnaum the Town of Jesus”
Encyclopedia Britannica: “Peter’s house”
Enciclopedia Mercabá: “El Evangelio de Mateo”
Enciclopedia Mercabá: “Libro de Daniel”
La Biblia de las Américas, Libro de Daniel
Libro de Daniel, Reina Valera 1960
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