sábado, 15 de marzo de 2025

 

ISAÍAS, EL PROFETA MÁS CITADO EN EL NUEVO TESTAMENTO

Amadeo Albuquerque Lara

El profeta Isaías ejerció su ministerio profético en el siglo octavo antes de Jesucristo, durante los reinados de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías en el Reino de Judá. Isaías está contemplado como uno de los Profetas Mayores del Antiguo Testamento y sus profecías son citadas por lo menos 57 veces en el Nuevo Testamento (Crédito: Estudio Inductivo de la Biblia). El libro de Isaías en el Antiguo Testamento es el más extenso entre los libros de los profetas Jeremías y Ezequiel, con 66 capítulos y un total de 1,292 versículos. Entre los Rollos del Mar Muerto, el Gran Rollo de Isaías es el más completo, y más cercano al Texto Masorético o Biblia hebrea, y ha sido digitalizado por completo. Los especialistas le han aplicado la prueba de carbono 14 más de una vez y ha sido datado entre los años 150 y 100 a.C., lo cual lo califica como el manuscrito más antiguo del Antiguo Testamento. (Crédito: Britannica).

“Este libro fue escrito en una época agitada. El pueblo se había alejado de la religión y se había corrompido. El profeta Isaías predijo la cautividad babilónica tanto para Israel como para Judá. Pero también profetizó el regreso de los exiliados y la venida del Mesías” (Crédito: Estudio Inductivo de la Biblia).

El Señor Jesús citó al Profeta Isaías en varias ocasiones. Lucas narra la ocasión cuando el jefe de la sinagoga de Nazaret lo invitó a participar en la lectura de las Escrituras y Jesús escogió el pasaje de Isaías en donde dice: “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro…” (Isaías 61:1-2; Lucas 4:18-19). Y fue cuando Jesús dijo que en ese día se cumplía esa Escritura, respecto a su autoridad mesiánica.

El llamamiento del Profeta Isaías en el capítulo 6, es una fuente de inspiración para el trabajo misionero para proclamar el Evangelio de Jesucristo.

“Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí. Y dijo: Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis. 10 Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos, para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se convierta, y haya para él sanidad” (Isaías 6:8-10).

El mensaje de Dios a Isaías lo hizo propio el Señor Jesús en el Discurso de las Parábolas, cuando sus discípulos le preguntaron por qué a las personas del público les hablaba en parábolas y no a ellos. Fue en esta ocasión cuando Jesús les contestó que esas personas no creerán a su mensaje; y para reforzar su respuesta, citó las palabras del Profeta Isaías “Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden. 14 De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías” […] (Mateo 13:13-14; Isaías 6:8-10).

Los eruditos en el estudio del Profeta Isaías lo han llamado “El Profeta Evangélico”, porque es el profeta que profetiza el nacimiento del Mesías, su divinidad, y como el Siervo Sufriente, en el capítulo 53; en donde profetiza Isaías de qué muerte moriría el Mesías por ser rechazado por su propio pueblo. Así que el Profeta Isaías incluye en su profecía el nacimiento del Mesías hasta su muerte, su resurrección, y su reinado sempiterno.

Entre los capítulos en que Isaías profetiza el nacimiento, la vida y padecimientos del Mesías, se encuentran 7:14: El Mesías nacería de una virgen; Isaías 9:6: El Mesías sería llamado "Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz". Los primeros cuatro versículos del capítulo 42 está dedicado al Siervo y su misión divina. En el capítulo 49 Isaías se refiere al Mesías como el restaurador del remanente de Israel, la luz de las naciones, y que llevaría el mensaje de salvación hasta lo último de la Tierra (Isaías 49:6-7).  Esta profecía la reforzó el Señor Jesús cuando mandó a sus discípulos a que anunciaran el Evangelio comenzando desde Jerusalén hasta lo último de la Tierra. Y hoy con las diferentes plataformas y sitios en Internet, el mensaje de Jesucristo lo reciben millones de personas a cada momento por medios digitales, computadoras, tabletas y teléfonos celulares.

En el capítulo 52 Isaías profetiza el engrandecimiento y exaltación del Mesías; pero también profetiza su martirio, la desfiguración de su parecer por los azotes y por la corona de espinas, y los escupitazos de sus burladores, narrados en el Nuevo Testamento; pero aun así asombrará a muchas naciones y sus reyes; porque jamás habrán escuchado ni entendido lo que han oído (Isaías 52:13-15).

Los eruditos han nombrado el capítulo 53 como el primer evangelio: “El capítulo 53 de Isaías es a menudo considerado como un "primer evangelio" o profecía mesiánica que prefigura el sufrimiento, muerte y resurrección de Jesucristo como el Mesías, quien llevaría los pecados de la humanidad” (Crédito: churchofjesuschrist.org.).

Isaías en el capítulo 53 presenta al Mesías como ignorado, sin que nadie crea en su mensaje, como raíz de tierra sea, sin hermosura o atractivo; despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; menospreciado y sin estimación. Sin embargo, todo lo anterior lo tomó el Mesías como parte de su misión salvadora; porque él llevó nuestras enfermedades, nuestros dolores; pero en cambio, las autoridades religiosas y políticas lo azotaron; fue herido, abatido y quebrantado por nuestros pecados. Él llevó nuestro castigo y por su llaga fuimos curados. Pero como pago por sus sufrimientos, nos descarriamos como ovejas sin pastor; cada cual tomó su propio camino; pero Dios cargó sobre él nuestro pecado. En su sufrimiento no abrió su boca para defenders, fue llevado al matadero como cordero y como oveja delante de sus trasquiladores.

No obstante su sufrimiento y de haber sido contado con pecadores e intercambiado por un delincuente, Dios le dio parte con los los grandes y los fuertes; porque entre sus discípulos tuvo seguidores adinerados y aun miembros del tenebroso Sanedrín, quienes pidieron su cuerpo para ser sepultado en una tumba prestada. Pero el Siervo Sufriente oró por sus transgresores, pidiéndole a su Padre que no les imputara ese pecado.

Todo esto lo profetizó Isaías ochocientos años antes de que el Mesías naciera de una virgen, que el Mesías cumpliera esta profecía y que además quedara cumplida en los hechos narrados por sus discípulos y apóstoles, en el Nuevo Testamento. Quienes no aprecien el contenido profético del Antiguo Testamento, tampoco apreciarán su cumplimiento en la persona del Mesías, Jesús de Nazaret, cuando dijo a sus discípulos que en él se cumplía lo que estaba escrito de él en la Ley, los Profetas y los Salmos: “Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos” (Lucas 24:44).

CONCLUSIÓN

Este escrito ha tenido la intención de presentar las profecías de Isaías como las más citadas en el Nuevo Testamento. Estadísticamente, el libro de Isaías es citado en el Nuevo Testamento más de 57 veces, según los estudiosos de este libro. El libro de Isaías es el más extenso en capítulos y contenido profético. El Gran Rollo de Isaías se ha conservado casi intacto, y ha sido puesto a prueba por carbono 14 y ha sido datado 150 o 100 a.C., lo que lo constituye en el texto más antiguo y más cercano al Texto Masorético o Biblia hebrea. Además, este rollo de Isaías ha sido completamente digitalizado y exhibido para investigaciones de los eruditos de los Rollos del Mar Muerto.

Por último, este escrito ha documentado las profecías de Isaías referidas al Mesías a partir desde su nacimiento sufrimientos expiatorios y hasta su muerte entre transgresores, su resurrección y reino sempiterno (Isaías 53:10-11); pero sin obviar la profecía que dice que fue contado con los grandes y fuertes de su época.

REFERENCIAS

Biblia Reina Valera 1960, Libro de Isaías, capítulos citados

Churchofchrist.org.

Encyclopedia Britannica, The Suffering Servant

Evangelios de Mateo y de Lucas, Reina Valera 1960

Estudio Inductivo de la Biblia, ISAÍAS

 

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