ISAÍAS, EL PROFETA
MESIÁNICO
El Profeta más
citado en el Nuevo Testamento, por Jesús y sus apóstoles:
desde el Evangelio
de Mateo, hasta el Apocalipsis
Amadeo Albuquerque Lara
El capítulo 53 del libro del profeta Isaías ha sido
llamado el “Primer Evangelio” y la historia de la Redención por Jesucristo, el
Mesías esperado por Israel, y confirmado por el Nuevo Testamento. El libro del
Profeta Isaías contiene 66 capítulos, los cuales sobresalen de entre los demás
profetas del Antiguo Testamento; pero un libro no es importante por el número
de sus páginas, sino por la calidad de su contenido. El Profeta Isaías
profetizó desde el nacimiento hasta la muerte y redención del Señor Jesucristo.
Por tal razón, el libro de Isaías es el más citado en el Nuevo Testamento. “Isaías
probablemente contiene el capítulo más importante y de largo alcance en el
entero Antiguo Testamento: el capítulo 53. Sólo este maravilloso capítulo es
citado o aludido unas 85 veces en el Nuevo Testamento”; además, “la palabra salvación
aparece 26 veces en el libro de Isaías” (Crédito: Willmington, Harold L.)
En el siguiente párrafo me voy a referir al
interesante estudio de Jaime Mazuret B.: “Isaías en el Nuevo Testamento”.
Este erudito biblista afirma que Isaías es citado desde el Evangelio de Mateo,
hasta el libro de Apocalipsis. Mazuret afirma que Isaías es citado en los
Evangelios, en el libro de los Hechos, en las trece cartas del apóstol Pablo,
en la epístola a los Hebreos, en las epístolas universales, (Santiago, las
epístolas de Pedro, de Juan y Judas), y el libro de Apocalipsis. Mazuret ha
analizado minuciosamente las citas y referencias al profeta Isaías en el entero
Nuevo Testamento y a su estudio me refiero en este párrafo, de manera especial.
En cuanto al capítulo 53 del libro de Isaías, el cual
se ha llamado el “primer Evangelio”, muchos críticos textuales han brindado sus
opiniones apartadas del contexto bíblico, y sin reconocer la inspiración divina
del libro completo. Algunos han dicho que este capítulo no lo escribió Isaías,
porque está contenido en la sección de los capítulos 40 al 55, mal llamado el
“deutero Isaías”, o “segundo Isaías”. Sin embargo, este punto de vista ha sido
expresado en la literatura rabínica judía, más que todo. Y además, esta
literatura rabínica considera que el Siervo Sufriente no se refiere a Jesús
como Mesías, sino que se refiere al pueblo de Israel. Afortunadamente, son más
los estudios, artículos y libros que valoran la importancia de todo el libro,
sin discriminar parte de él.
“Hay citas de
Isaías por todo el Nuevo Testamento, desde el primer capítulo de Mateo, hasta
el último capítulo del Apocalipsis.
Jesús mismo citó al profeta Isaías.
Al reconocer como Cristo era el cumplimiento de tantas de las profecías
de ese libro, los apóstoles lo hicieron uno de sus fuentes preferidas para
demostrar que Jesús era en verdad el Mesías esperado. Es muy obvio que los escritores del Nuevo
Testamento conocían de manera profunda e íntima a este texto profético, y que
el Espíritu Santo numerosas veces trajo a su recuerdo palabras de aquel
profeta, al inspirarles en su santa escritura” (Mazuret).
Jesús se refirió muchas veces al profeta Isaías. En
una ocasión que hizo muchos milagros, pero que no creían en él, el apóstol Juan
se expresó así del profeta Isaías, en los capítulos 53 y 6:10:
“para que se cumpliese la palabra
del profeta Isaías, que dijo: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y a
quién se ha revelado el brazo del Señor? 39 Por esto no podían creer, porque
también dijo Isaías: 40 Cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón; Para
que no vean con los ojos, y entiendan con el corazón, Y se conviertan, y yo los
sane. 41 Isaías dijo esto cuando vio su gloria, y habló acerca de él. 42 Con
todo eso, aun de los gobernantes, muchos creyeron en él; pero a causa de los
fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga. 43 Porque
amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios” (Juan 12:38-43).
Nótese que el apóstol Juan ha leído y estudiado a
profundidad el libro del profeta Isaías y reconoce que el profeta vio la gloria
de Dios (verso 41). Sin duda, el apóstol se refería al pasaje de Isaías
capítulo 6: “En el año que murió el rey
Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas
llenaban el templo. 2 Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis
alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban.
3 Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los
ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria” (Isaías 6:1-3).
Pero también los apóstoles Mateo y Pablo de Tarso,
entre otros, citan al profeta Isaías: Mateo 3:3 y 4:14-16; y Romanos 9:27-29 y
10:16; solamente para mencionar estos textos. Sin embargo, estas citas no son
las únicas. El mismo Señor Jesús cita al profeta Isaías, cuando en la sinagoga
de los judíos lee el pasaje: “El Espíritu
del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los
pobres; Me ha enviado a sanar a los
quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los
ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; 19 A predicar el año agradable del
Señor. 20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de
todos en la sinagoga estaban fijos en él. 21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha
cumplido esta Escritura delante de vosotros” (Lucas 4:18-21).
Este pasaje de Lucas 4 es una cita directa de Isaías
61:1: “El Espíritu de Jehová el Señor
está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a
los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los
cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;”
Es obvio que el Señor Jesús sabía de memoria en qué
capítulo y versículo del libro de Isaías se encontraba la referencia a su
investidura divina profetizada por Isaías 700 años antes del ministerio de
Jesucristo. Jesús asume el papel del Siervo Sufriente, porque además de la
profecía de Isaías, conocía los Cantos del Siervo Sufriente:
“La lectura de los cantos del Siervo nos permite
meditar en profundidad sobre la vida de Jesús, hasta el punto de que resulta
posible recorrer a través de ellos la narración evangélica en su conjunto. Lo
que el profeta escribió a mediados del siglo VI a.C. se realizó plenamente en
la existencia de Jesucristo, Mesías crucificado, «vencedor porque fue víctima».
Es muy probable que Jesús entendiera su vocación más profunda a la luz de estos
cantos, asumiéndolos como profecía de su vida, hasta interpretar por medio de
ellos su propio fin. Y también las primeras comunidades cristianas descubrieron
en los cantos del Siervo del Señor la clave para comprender la existencia de
Jesús, y para superar el escándalo de su pasión y muerte en cruz” (Los
Cantos del Siervo del Señor, Enzo Bianchi (Autor), José Pérez Escobar
(Traductor).
El hecho de que el libro de Isaías haya sido
encontrado en los rollos del Mar Muerto, casi intacto, significa el enorme
cuidado que tuvieron en su preservación quienes depositaron estos rollos en los tinacos de barro en las cuevas de Qumrán.
Además, sobre la importancia de este libro se han escrito comentarios, estudios
bíblicos, y libros enteros acerca de su elocuente mensaje en el Antiguo
Testamento.
“El Gran Rollo de Isaías (1QIsaa) es uno de los primeros
siete manuscritos descubiertos en Qumrán en 1947. Con una longitud de 7,34 m es
el manuscrito bíblico más largo y mejor conservado de todos y el único que ha
llegado a nosotros prácticamente completo. Consta de 54 columnas que contienen
los 66 capítulos de la versión hebrea del libro de Isaías y es uno de los
manuscritos más antiguos encontrados en el desierto de Judea. Datado
aproximadamente del 125 antes de era común, es por tanto mil años más antiguo
que los primeros manuscritos de la Biblia hebrea conocidos hasta el
descubrimiento de Qumrán” (Los manuscritos del Mar Muerto. El Proyecto
Digital).
CONCLUSIÓN
Este artículo se ha propuesto demostrar la enorme
importancia que ha tenido el libro del Profeta Isaías, tanto en tiempos del
Antiguo Testamento (Siglo II a.C.), así como para el mismo Señor Jesús, los
cuatro Evangelios, la literatura paulina, las epístolas generales, así como el
libro de Apocalipsis. Se ha demostrado con abundantes textos, referencias en el
Nuevo Testamento, así como análisis y comentarios de estudiosos de la Biblia;
más las pruebas de carbono que se han aplicado a la autenticidad de los Rollos
del Mar Muerto, en los cuales se destaca la autenticidad y fiel conservación
del Gran Rollo de Isaías, catalogado por los investigadores como 1QIsaa, código
que significa que Isaías fue uno de los primeros rollos encontrados en las
cuevas de Qumrán, en las cercanías del Mar Muerto en 1947.
Por tanto, si no existieran otros estudios,
comentarios, análisis del texto, y libros completos sobre la importancia del
libro de Isaías, bastaría con las referencias que el mismo Señor Jesús hizo a
este libro, así como sus apóstoles, en el Nuevo Testamento.
BIBLIOGRAFÍA
Isaías en el Nuevo Testamento, Jaime Mazuret B., Revista CONOZCA (https://conozca.org)
Isaías en el Nuevo Testamento, Scrib, https://es.scrib.com
What You Need to Know
About the Book of Isaiah, Harold L. Willmington. Liberty
University, hwillmington@liberty.edu
No hay comentarios:
Publicar un comentario