miércoles, 22 de mayo de 2024

 

INCONGRUENCIAS DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA (RAE)

En relación con las grafías de nombres de países de otras latitudes, la Real Academia Española, en su afán de someter a reglas de escritura las grafías de nombres de países, se pregunta: “¿Se escribe «Qatar» o «Catar»?”  Naturalmente, el nombre del país es Qatar, no es un nombre de origen español, ni siquiera se origina en el latín ni en el griego, para que la RAE quiera imponer su criterio de lengua española. Qatar pertenece al árabe del Golfo, y el nombre del país es “Estado de Qatar”. ¿Podrá la RAE cambiar el nombre a un país extranjero que nada tiene que ver con el idioma español? La palabra “Catar” proviene del latín “captare”: mirar, ver, observar. Sin embargo, la RAE le ha impuesto al país árabe un verbo transitivo que tiene otro significado en español moderno: “Probar, gustar algo para examinar su sabor o sazón” (RAE).  En tanto que en árabe es un sustantivo propio que sirve de nombre oficial de un país.

Nombres de origen árabe encabezados por la letra “Q” no necesitan la letra “U” muda que le han introducido los españoles para formar las palabras “que”, “quien”, “queso”, Quito, etc. Pero no sólo el idioma árabe tiene esta característica gráfica. El idioma incaico tenía palabras iniciales con la letra “Q”. como “qiro”, palabra que en Perú la transcriben como “quero”, qiro, kiro, kero: “Vaso coloreado de madera que usaban en sus ceremonias los incas en el sur del Perú” (Crédito: RAE). Sin embargo, la RAE no legisla que en vez de “quero” se escriba “cuero”. ¿Por qué será? Porque cuero es una palabra que nada tiene que ver con “vaso ceremonial inca”.  Pero tampoco “Catar” tiene nada que ver con el nombre del país del Golfo, Qatar. No obstante, en su incongruencia, la RAE ha dejado en nuestro alfabeto español la letra “K”, sin ninguna otra regla de escritura, que justifique que nuestro español no contiene palabras que inicien con esa letra, sino que dicha letra se utiliza en palabras de origen griego y de otras nacionalidades, como “Kyrgyzstan”, que ante la difícil escritura la RAE recomienda escribirlo “Kirguistán”, dejando la letra “K” que no pertenece a nuestro español. Incongruencias, ¿verdad? Pero ninguno de nuestros afamados académicos que ocupan insignes sillones en la Real Academia en España opina ante semejantes incongruencias.

Podría continuar dando claros ejemplos de usos de letras ajenas a nuestro idioma español, y de las raras reglas que dicta nuestra Academia Española, pero bastan estos pocos casos para demostrar cuan ajena se muestra nuestra Corporación (RAE) de la realidad fonológica y ortográfica, en un mundo en el que la Lingüística ya es una ciencia y que la Gramática ya no es “arte”, sino ciencia. Y por tanto, letra, /fonema/ y [sonido] son completamente diferentes el uno del otro.

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