sábado, 15 de junio de 2024

 

“CREER” Y “CONFIAR” EN EL NUEVO TESTAMENTO

Amadeo Albuquerque Lara

Al examinar el significado de los verbos “creer” y “confiar” en el Nuevo Testamento, en el idioma griego del Novum Testamentum Graece de Constantine Tishendorf (1869), se constata que tanto el verbo “creer” (πιστεύων, pisteuon en Juan 3:16) como el verbo “confiar”, en Marcos 9:23: “pero Jesús dijo a él, si estás siendo capaz, todas las cosas (son) posible(s) a el (que esté) confiando (πιστεύοντι, pisteuonti”. Esta forma verbal en griego se usa en participio presente (gerundio en español), indistintamente. En español, el gerundio indica una acción continua y en proceso de realización; esta es la razón por qué los escritores del Nuevo Testamento en griego, enfatizan en el participio de presente. Pero los traductores prefieren el uso del verbo “creer” en presente de indicativo, para conservar el significado del tiempo presente en español. Debo hacer notar que el presente de indicativo marca una acción que se efectúa en el momento en que se enuncia o se realiza. Por ejemplo, cuando el apóstol Juan les dice a sus oyentes: “Hijitos míos, os escribo” (1 Juan 2:1), equivale a decir: les estoy escribiendo en este momento. Por esta razón, el idioma inglés traduce: “My dear children, I am writing this to you so that you will not sin” (1 John 2:1, New Living Translation)

Obsérvese que en ambos textos se conserva la misma raíz (πιστ: Pist) Es por eso que me he dispuesto a investigar el significado de ambos verbos. Además, debo aclarar que estoy citando la versión griega de Constantine von Tishendorf (1815 – 1874), Manuscrito antiguo del siglo IV, marcado con la letra hebrea alef (Crédito parcial: Historia/National Geographic). Este manuscrito griego es el texto que actualmente prefieren para su traducción al español, las versiones modernas, en vez de la versión tradicional del Nuevo Testamento griego de Desiderius Erasmus de Rotterdam (1516), conocido también como Textus Receptus. También se debe saber que el investigador Constantine von Tishendorf descubrió unas cuantas hojas del ahora conocido Códice Sinaítico, (en una cesta de basura) en el Monasterio de Santa Catalina al pie del Monte Sinaí, en 1844. Tishendorf reconstruyó los fragmentos de pergamino, y posteriormente, editó el Novum Testamentum Graece que lleva su nombre, publicado en edición facsimilar en 1862  (Crédito parcial: Universidad La Salle, México, texto editado).

El verbo creer o confiar en griego (πιστεύω: pisteuō), va siempre acompañado de las preposiciones eis, en, epi, hoti, que imprimen el significado de creer desde dentro o desde las entrañas, creer en, creer sobre, y creer que, respectivamente. Según se ha observado en los textos griegos, no hay diferencia entre creer y confiar; sin embargo, los traductores prefieren usar el verbo creer en presente de indicativo, porque éste contiene los significados de confiar, tener fe, certeza, convicción, poner el corazón en (Jesucristo). El Señor Jesús cuando comenzó su ministerio público, cuando recorría todas las regiones de Galilea (Marcos 1:14-15), utilizaba los términos “creer” con las funciones gramaticales de verbo (πιστεύω: pisteuō), sustantivo (πίστις: pistis) y adjetivo (πιστός: pistos) (Crédito parcial: Free Bible Commentary, texto editado).

“Después que Juan fue encarcelado, Jesús fue a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios. 15 Decía: «El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado. ¡Arrepentíos y creed en el evangelio!»” (Marcos 1:14-15). Por este texto constatamos que el mensaje de Jesús desde el principio de su ministerio público anunciaba como requisito para entrar en el Reino de Dios el arrepentirse y creer en el Evangelio. También en el Antiguo Testamento se enfatiza en el verbo “creer”: “Y creyó Abraham a Jehová, y le fue contado por justicia” (Génesis 15:6, Romanos 4:3 RVR1960): creer para ser justificado. Este mismo verbo “creer” no sólo fue enfatizado por Jesucristo, sino que sus apóstoles lo hicieron el centro de su predicación: Juan, “todo aquel que en él cree”; Pablo, “cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa”: creer para ser salvo.

Por otro lado, para extraer los significados de los verbos creer y confiar, en español, he citado dos fuentes confiables y fidedignas, como son la Real Academia Española (RAE) y el Diccionario Etimológico Castellano, en línea.

CREER: (Del lat. credĕre). 1. tr. Tener por cierto algo que el entendimiento no alcanza o que no está comprobado o demostrado (Crédito: RAE). Este concepto concuerda con la definición que da el escritor del libro de los Hebreos 11:1: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve (RVR 1960) Es evidente en este versículo que el escritor sabe muy bien el significado de fe, certeza y convicción de creer en algo que no se ve, no se palpa, ni se puede demostrar. Tanto en el Antiguo, como en el Nuevo Testamento la fe y la justificación son requisitos indispensables. Destacado es mío.

 CONFIAR: Según la Real Academia Española (RAE), el verbo “confiar” etimológicamente contiene los siguientes significados: “encomendar, encargar, dar. creer, esperar, fiarse, entregarse, abandonarse, ilusionarse”. He destacado los verbos con negrita y bastardilla, porque contienen el significado de “confiar”, según las versiones griegas en Juan 3:16, y en muchísimas otras partes. Su significado es tan amplio que implica también el verbo “creer, esperar, fiarse, entregarse, abandonarse, según el Nuevo Testamento Griego que he citado arriba. Por tanto, el que cree en Jesucristo se entrega y se abandona en sus brazos de amor, para alcanzar la vida eterna. En consecuencia, tanto la Real Academia Española, como el texto griego del Nuevo Testamento editado por Constantine von Tishendorf (1869), concuerdan en que ambos verbos, creer y confiar, encierran los mismos significados aplicados por Jesucristo y por sus apóstoles como requisito para alcanzar la vida eterna.

Un buen ejemplo del verbo confiar (πιστεῦσαι, pisteusai) lo encontramos en Juan 5:44 Reina Valera 1960: ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único? Como es obvio, los traductores al español de la Reina Valera  y la Nueva Traducción Viviente traducen “creer” así en infinitivo; aunque la Nueva Versión Internacional prefiere el verbo creer en subjuntivo: (¿Cómo va a ser posible que ustedes crean…”), en vez de la traducción de la versión de Tishendorf vertida al español como “confiar”. En consecuencia, es fácil notar que el tiempo del verbo queda a criterio del traductor al español; así como la preferencia de ellos en el uso de “creer” o “confiar”, según la versión griega que utilicen. Recordemos que la Biblia Reina Valera 1960 es la única que se apega al Nuevo Testamento griego editado por Erasmo de Róterdam en 1516. Destacado es mío.

La frase griega que incluye el verbo “confiar”, según el Novum Testamentum Graece de Tishendorf es: Πιστεύων εἰς, (pisteuon eis) cuyo significado es “confiando hacia dentro”; o sea, “confiando desde las entrañas”. De manera que las traducciones que ofrecen las versiones españolas con el verbo creer, este verbo implica “Tener por cierto algo que el entendimiento no alcanza”, que a su vez contiene el significado de “fe”, según el escritor de los Hebreos; y que también abarca el significado de “confiar desde las entrañas”; también implica el significado del gerundio cuya acción indica un proceso que se está efectuando en las profundidades de nuestro ser, tanto en nuestras facultades cognoscitivas de nuestro intelecto, como en lo más profundo de nuestra fe en el poder salvador de nuestro Señor Jesucristo, en el momento en que se cree. “Para que todo aquel que cree en Jesucristo (ahora mismo, en este instante), no se pierda” (no se esté destruyendo espiritualmente, “ἀλλ’ ἔχῃ”, (sino que esté teniendo) vida eterna en este momento (Véase Biblia Interlineal de Nuevo Testamento Griego-español).

Finalmente, anoto algunos pasajes del texto griego de Tishendorf, en donde los traductores al español utilizan el verbo “creer”, tanto en presente de indicativo, como en el modo imperativo (pisteuson), (Hechos 16:31: “cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa”). A continuación, otros pasajes:

Juan 6:35, 7:38, 11:24-26, 14:12; Lucas 8:50, Hechos 16:31, Romanos 1:16, 10:4, 10; 1ra Corintios 13:7, Santiago 1:26, 1ra Juan 5:1, 5, 10, 13, y otros. En todos estos textos se utiliza el verbo “creer”, generalmente en presente de indicativo. Sin duda, los traductores juzgan que el verbo “confiar” en español no tiene la fuerza semántica que contiene el verbo “creer”; además, es el verbo que usa nuestro Señor Jesucristo, desde el principio de su ministerio terrenal; y porque además, el verbo creer encierra otros importantes significados relativos a la fe, la esperanza, la entrega, el abandonarse y el poner el corazón en Jesucristo. Obsérvese la fuerza y el énfasis que le imprime el apóstol Pablo, cuando afirma: “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa” (Hechos 16:31). ¿Y el que no cree?

“El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, (una acción acabada en el pasado, sin ninguna otra posibilidad) porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios” (Juan 3:18). Destacado es mío.

CONCLUSIÓN

Ha sido mi mejor intención comunicar o dar a conocer el verdadero significado del verbo creer, en el presente del modo indicativo, así como lo expresan la versión Reina Valera 1960, y la Nueva Versión Internacional: “para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga (que en este momento esté teniendo fe) vida eterna”. “El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído (en este momento o instante) en el nombre del unigénito Hijo de Dios” (Juan 3:18).

“Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo” (1 Juan 2:1). El apóstol Juan al dirigirse a los creyentes usa el verbo “escribir” en presente de indicativo (os escribo), porque los escritores de la Biblia enfatizan en que la salvación es ahora. Nadie es salvo hasta que se arrepiente y cree en Jesucristo como el Salvador. Este es el mensaje que todo predicador debe entregar a los oyentes, como fiel discípulo de Jesucristo y profeta de Dios. Destacado y subrayado es mío.

Finalmente, dedico este escrito a los hermanos pastores de la Convención Bautista de Nicaragua como una contribución a la sana doctrina bíblica y teológica, en la predicación del Evangelio, y en la edificación de la Iglesia de Jesucristo.

BIBLIOGRAFÍA

Bible Lessons International

Biblia Interlineal de Nuevo Testamento Griego-español - Versión griega de K. Tishendorf

Biblia Reina Valera Revisada 1960

Diccionario Etimológico Castellano, en línea.

Free Bible Commentary

ministeriosencontacto.org.

Real Academia Española (RAE)

The Interlinear Greek-English New Testament

 

 

domingo, 2 de junio de 2024

 

DIFERENCIA ENTRE LA FORMA VERBAL “CREE” Y “CREA” EN JUAN 3:16

Amadeo Albuquerque Lara

Cuando un predicador o maestro de la Biblia escoge un texto de la Biblia debe juzgar el significado teológico que imprime. Si uno no sabe el idioma griego, existen versiones interlineales griego-inglés o griego-español. O por lo menos, debe comparar el texto con otras versiones o consultar un estudio bíblico sobre el texto o versículo que uno va a citar. Pero sobre todo, se debe estar seguro que no está torciendo el significado original.

Me refiero al versículo en Juan 3:16: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (RVR 1960) Subrayo el verbo “cree” en presente de indicativo, porque marca la gran diferencia con el presente de subjuntivo “crea”, que utilizan otras versiones modernas. He comparado el versículo en referencia también con la versión griega de Tishendorf, y la versión griega interlineal griego-inglés, los cuales he traducido textual y literalmente.

Me he asegurado que en las versiones originales, el énfasis del verbo “creer” en el idioma griego está en gerundio con significado de presente respaldado por otras formas verbales conjugadas, como “esté confiando”, “esté teniendo vida eterna”, en el caso de la versión griega de Tishendorf; o la versión griega de “Interlinear Bible”: “todo el que creyendo en él” “debe tener vida eterna”. Como es evidente, las dos versiones griegas enfatizan el presente de indicativo, no el presente de subjuntivo. La razón es que el creer no es futuro, sino ahora, con la seguridad de tener la vida eterna.

He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación” (2 Corintios 6:2b).

“El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios” (Juan 3:18).

Como el énfasis de los escritores de la Biblia es en el presente, copio Juan 3:16 en la versión Reina Valera, 1960, la Nueva Traducción Viviente, la Nueva Versión Internacional, la Traducción en Lenguaje Actual, la versión griega de Tishendorf, y la versión interlineal griego-inglés, con mi traducción literal al español. Nótese que las versiones NTV y la Traducción en Lenguaje Actual usan el presente de subjuntivo “crea” en vez del presente de indicativo. Lo cual quiere decir que estas versiones se apartan del significado original. He destacado con negrita y bastardilla las formas verbales del verbo creer, para que se note la diferencia en las distintas versiones.

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (RVR 1960)

“Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna” (NTV)

“Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna” (NVI)

“Dios amó tanto a la gente de este mundo, que me entregó a mí, que soy su único Hijo, para que todo el que crea en mí no muera, sino que tenga vida eterna” (Traducción en Lenguaje Actual).

Así porque el Dios amó a el mundo de modo que a el Hijo el unigénito dio para que todo el que esté confiando en él no sea destruido, sino que esté teniendo vida eterna.(versión griega Tishendorf)

“Así amó el Dios a el mundo que al Hijo el unigénito dio para que todo el que creyendo en él no se pierda sino que debe tener vida eterna” (Interlinear Bible, griego inglés)

Por tanto, nótese que la salvación debe tenerse ya, en el presente, no en el futuro. Dios amó al mundo de una manera inmensa; pero el acto de creer en Jesucristo es en el presente de indicativo: ahora. No en presente de subjuntivo que indica un tiempo futuro. La salvación es ahora, no mañana, ni en un tiempo indefinido. De manera que quien utilice el versículo de Juan 3:16, debe también atender al verbo que usa el versículo 18, el cual está en presente de indicativo, no en subjuntivo. Sin embargo, los que tradujeron el verbo creer en subjuntivo, no tomaron en cuenta que el verso 18 de Juan 3, usa el presente de indicativo, con lo cual hay contradicción: “El que cree en mí, que soy el Hijo de Dios, no será condenado por Dios. Pero el que no cree ya ha sido condenado, precisamente por no haber creído” (Juan 3:18 TLA)

sábado, 1 de junio de 2024

 

PRIMER TRATADO DE PAZ

MISTERIOS Y CURIOSIDADES DEL ANTIGUO EGIPTO

(HISTORIA/ NATIONAL GEOGRAPHIC)

 

Fragmentos tomados por Amadeo Albuquerque Lara

El Primer Tratado de Paz o Tratado de Qadesh se firmó entre egipcios e hititas, en Qadesh, muchos años después de la batalla de Qadesh entre “el faraón Ramsés II y el rey hitita Hattusili III”, el año 1274 a.C. Este tratado de paz tiene gran importancia, porque además de la intervención de dos reyes: Ramsés II de Egipto y Hattusili III del Imperio Hitita, estos reyes pusieron como testigos a los dos dioses principales: Re, el dios solar de Egipto, y Teshub, dios de las tormentas de Hattusa, la capital del reino hitita. Por razón de que ambos imperios eran entonces las grandes potencias del Mediterráneo, decidieron limar las asperezas para establecer la paz en la región. ¡Qué digno ejemplo para los tiempos modernos!

“El tratado se plasmó en relieves en el templo de Karnak y en el Ramesseum, y sus términos también se inscribieron en tablillas de plata. Una se quedó en Egipto y fue depositada a los pies del dios solar Re en Heliópolis. Y la otra se llevó a Hattusa, donde fue dispuesta en el templo de Teshub, el dios de las tormentas y divinidad principal del panteón hitita. Asimismo, se hicieron copias en papiro para conservar en los archivos egipcios y en arcilla para guardar en los archivos reales de Hattusa. Finalmente, para asegurarse de que el tratado era respetado en su totalidad, se puso como testigo a los dioses y diosas de cada nación” (Crédito: Historia/National Geographic).

El centro e importancia de este tratado de paz es que ninguna de las partes se declaraba vencedora de la batalla de Qadesh, sino que cada uno aceptó los términos del acuerdo hecho por diplomáticos de ambos imperios. “El faraón renunció a sus pretensiones sobre Qadesh y Amurru, y a cambio obtuvo el control de las costas mediterráneas orientales y el acceso a puertos lejanos” y Hattusili III se comprometía a no violar las tierras de Egipto. (NatGeo).

Es más, los firmantes acordaron no agredirse el uno al otro; y que en caso otro imperio agrediera a uno de ellos, se defenderían juntos de ese tercer agresor. “Pero tal vez lo más novedoso y "moderno" a nuestros ojos sea la cláusula que contemplaba la extradición de fugitivos. Se acordó que aquellos de menor rango pudiesen regresar a su país sin sufrir represalias. Aunque eso no era aplicable a los oficiales de alto rango. Y como colofón, el contenido del tratado comprometía, no solo a Ramsés y Hattusili, sino también a sus descendientes”. Por tanto, este tratado de paz no sólo es el primero, sino que sirve de ejemplo para los imperios modernos que empiezan guerras y agresiones, pero nunca llegan a un acuerdo verdadero cuyos testigos sean tan fidedignos como los que pusieron los egipcios y los hititas. Eso demuestra la entereza de los líderes imperiales y el respeto y fe que guardaban en la representación de sus respectivas creencias religiosas.

Finalmente, el análisis que debemos hacer de este Primer Tratado de Paz o Tratado de Qadesh es el siguiente:

1] Los reyes respetan el acuerdo firmado por sus respectivos representantes diplomáticos

2] Ninguno de los reyes se atribuye la victoria, como consecuencia de la batalla de Qadesh

3] Ambos firmantes acuerdan no agredirse el uno al otro; y además defenderse mutuamente de un tercer agresor en el futuro

4] El tratado de paz es escrito en tablillas de plata, en papiro, para los archivos de Egipto; y en arcilla para los archivos hititas

5] Las tablillas de plata fueron guardadas una en Egipto y depositada a los pies del dios sol, Re; la otra fue llevada a Hattusa y depositada en el templo del dios Teshub hitita de las tormentas

6] De esta manera, el tratado sería respetado en su totalidad, por la dignidad de sus testigos