EL SHEOL Y EL HADES: EL LUGAR DE LOS MUERTOS
Y el Infierno, como lugar de
castigo eterno
Amadeo Albuquerque Lara
“En el Hades (la
región de los muertos) el rico alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio a
Abraham a lo lejos, y a Lázaro en su seno” (Lucas 16:23 NBLA).
“Y se levantaron
todos sus hijos y todas sus hijas para consolarlo; mas él no quiso recibir
consuelo, y dijo: Descenderé enlutado a mi hijo hasta el Seol” (Gén 37:35
RVR 1960 )
El primer pasaje bíblico hace referencia a la parábola
que les relató Jesús a los fariseos que confiaban en las riquezas, quienes “eran
avaros”. El capítulo 16 de Lucas comienza con la parábola del mayordomo infiel,
las enseñanzas sobre el Reino de Dios y el divorcio; y luego, les relata la
parábola del rico y Lázaro (versos 19-31) El propósito de la parábola es
enseñarles a los fariseos avaros que el dinero sólo da placeres en la vida
terrenal, pero del tormento en el Hades no los salva. Mientras Lázaro, el
mendigo, se regocija en el “seno de Abrahán”, el rico se lamenta en el Hades,
que es el lugar de los muertos. Como el
Nuevo Testamento fue escrito en griego, Lucas cita a Jesús que usa la palabra griega Hades;
o tal vez el evangelista Lucas traduce Sheol por Hades, pues el griego era el
idioma hablado entonces, el hebreo era sólo un idioma litúrgico.
Dice la parábola que existe un abismo entre ambos personajes, de manera que los de un lado
no pueden pasar al otro; con lo cual Jesús concuerda con el concepto hebreo del
Sheol, en el cual hay separación de dos lugares, en el mismo Sheol. Sin
embargo, no perdamos de vista que en esta parábola Jesús está más interesado en
darles una lección a los fariseos ricos que confían en las riquezas, antes que
describir el “seno de Abrahán”, Sheol o Hades, porque según documentación sobre
el Antiguo Testamento, el Sheol es un lugar adonde van los que mueren, sin
distinción.
Ahora, volvamos a la segunda cita en Génesis 37. El
capítulo comienza con el relato de Jacob, los hijos de “Bilha y los hijos de
Zilpa, mujeres de su padre;” y José, el hijo predilecto de Jacob. José era hijo de Raquel y Jacob, por lo cual
había rivalidades entre los medio hermanos. El verso citado arriba se refiere
al momento en que Jacob recibe la falsa noticia que le dan a su padre los medio
hermanos de José, acerca de la muerte de su hijo José, a quien tanto amaba
Jacob. Y aunque todos sus hijos y todas sus hijas trataron de consolarlo, Jacob
exclamó que descendería “enlutado a mi hijo hasta el Seol”. Jacob está seguro
que su hijo José permanece en el Seol y no en ningún otro lugar, hasta donde
descendería enlutado para reunirse con él, a la hora de su muerte. Hay muchos
lugares en el Antiguo Testamento en donde encontramos referencias al Seol, el
lugar en donde están los muertos, y el lugar en donde el que muere se reúne con
sus padres. Citaré esos pasajes de la Biblia, un poco más adelante. La palabra
Seol la cita el Antiguo Testamento 64 veces, según (StudyBible).
Algunos pasajes referidos a
Sheol/Hades:
Deuteronomio 32:22 y Salmo 86:13, Job 11:8, Salmo 16:10 y Hechos 2:27. En Lucas , en el libro de Hechos de los apóstoles, Jesús no descendió a un lugar de tormento, sino al Hades. Lucas cita el Salmo 16:10, con las siguientes palabras: “porque no dejarás mi alma en el Hades, ni permitirás que tu Santo vea corrupción” (Hechos 2:27), refiriéndose a Jesús, en el Nuevo Testamento. Obsérvese que según Lucas, Jesús estuvo en el Hades entre su muerte y su resurrección. El apóstol Pablo escribiéndole a los Efesios, lo expresa con estas palabras: “(Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra…”? (Efesios 4:9). Claramente, esto es el concepto del Hades, en el Nuevo Testamento. El Hades no es el infierno; por tanto, Jesús entre su muerte y la resurrección, no descendió a los infiernos, tal como lo declara el Credo niceno.
Evidentemente, se trata de un concepto equivocado de
quienes redactaron el Credo de Nicea, en el siglo IV. El concepto del Hades que tiene el apóstol
Pablo es: “las partes más bajas de la tierra”; igual que el concepto de
infierno que tenían los griegos. También
el apóstol Mateo se refiere al corazón de la Tierra: “Porque como estuvo Jonás
en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del
Hombre en el corazón de la tierra
tres días y tres noches” (Mateo 12:40). La palabra latina para infierno es
“infernum”, lugar más bajo de la tierra, o subterráneo (Cfr. RAE). De manera
que para un estudio bien fundado en la Biblia, no se puede asegurar que Jesús
descendió a los infiernos, sino al Hades, el lugar de los muertos, esperando la
mañana de su resurrección.
Todos estos pasajes de la Biblia nos aseguran que el
hecho de que Jesús haya estado en el Hades esperando su resurrección, es una prefigura para nosotros los
creyentes. La enseñanza es que, al morir, iremos al lugar de los muertos,
esperando que Jesús en su segunda venida, nos lleve con él a la casa del Padre,
adonde él fue a preparar morada.
“En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no
fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3 Y
si me fuere y os preparare lugar, vendré
otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros
también estéis. 4 Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino” (Juan 14:2-3).
Nótese que estaremos con Cristo, hasta cuando él venga otra vez. Destacado es
mío.
Luego, el apóstol Pablo en su primera carta a los
Tesalonicenses, los instruye de la siguiente manera, en cuanto a los que mueren
en Cristo y su posterior resurrección:
“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de
arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá
del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero” (1 Tes.4:16).
Debo aclarar aquí que la palabra hebrea “שאול (Sheol)”nunca se usa en plural, en
referencia al lugar a donde van los muertos, o los que duermen. En cambio, la
palabra hebrea “קֵבֶר (Kever)”, se
encuentra 51 veces traducida como sepulcro, y 15 veces como sepultura. Los
traductores del Antiguo Testamento la usan en plural 29 veces, porque “Kever” significa sepulcro, lugar de podredumbre. El Seol es el lugar de los
muertos. Por ejemplo, en Ëxodo 14:11 los israelitas le protestan a Moisés en el
desierto que si no había sepulcros
(קְבָרִים, en plural) en Egipto, porque sienten y creen que morirán en el
desierto. Los traductores del Antiguo Testamento a veces traducen la palabra
hebrea Sheol o Seol como infierno,
como sepulcro o como abismo. Esto puede producir
confusión entre los lectores de la Biblia. El comentarista de Middletown Bible Church alerta que “En
el Antiguo Testamento, Seol es traducido 31
veces como infierno, 31 veces como
sepulcro y tres veces como abismo.
En el Nuevo Testamento, Hades es
traducido 10 veces como infierno y una vez como sepulcro” Sin embargo, no
hay que confundir estos términos, pues Sheol, sepulcro y abismo, tiene cada uno
un significado diferente en la Biblia hebrea. A veces los traductores asignan
significados que no se corresponden con el original.
En este pasaje se cita la palabra “sepulcro” en
plural: “Y dijeron a
Moisés, ¿no había sepulcros קְבָרִים (plural de “Kever”)
en Egipto? (Éxodo 14:11). Pero la palabra Seol nunca se usa de esa manera. Kever se usa en plural 29 veces, en el
Antiguo Testamento, según los estudiosos del Antiguo Testamento.
El profeta Isaías en el capítulo 14, verso 11
profetiza contra Nabucodonosor, el rey de Babilonia, cuando en su pedantería, anhelaba subir al
cielo y ser semejante al Altísimo. Por eso, el profeta Isaías compara su
derrota como si hubiera caído del cielo, hasta donde Nabucodonosor quería
escalar. El Profeta lo compara igual que Lucifer cuando se creyó igual a Dios.
El profeta se burla de Nabucodonosor con
las siguientes palabras:
“¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana!
Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. 13 Tú que decías
en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios,
levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del
norte; 14 sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo”
(Isaías 14:13-14).
Pero, en vez de eso, Isaías lo reprende con las
palabras del versículo 9, del capítulo 14: “El Seol abajo se espantó de ti”,
porque Nabucodonosor no es digno del Seol, sino más bien
irá al sepulcro (Kever), en donde su cama serán los
gusanos. El profeta Isaías presenta un contraste entre lo que aspiraba el rey
de Babilonia de subir a las alturas de las nubes y de ser “semejante al
Altísimo”, con el sepulcro (Kever),
comido de gusanos. Esta lección del Profeta, Nabucodonosor la entendió
perfectamente. “Descendió al Seol tu
soberbia, y el sonido de tus arpas; gusanos serán tu cama, y gusanos te
cubrirán” (Isaías 14:11). En este pasaje hay una clara distinción entre el
sepulcro en donde los cuerpos se pudren, comidos de gusano, y el Sheol, adonde van los muertos; o más bien,
los que duermen (Daniel 12:2, 1ra Tesalonicenses 4:13-17 RVR1960).
En el Antiguo Testamento, el concepto de Sheol es el lugar adonde van los muertos
malos y buenos, sin ninguna distinción (Isaías 5:14). Pero en el Nuevo
Testamento, el concepto corroborado por la parábola de Jesús acerca del rico y
Lázaro es de dos divisiones. Según la parábola, el “seno de Abrahán” representa
el Sheol/Hades. Allí se encuentran
tanto el rico como el mendigo Lázaro, pero en el Hades, el cual concuerda con el
concepto de Sheol, del Antiguo Testamento. Este nuevo concepto introducido por
Jesús, incluye una división: dos lugares separados por un abismo, concepto que
encontramos en el Nuevo Testamento, con la parábola del rico y Lázaro.
El comentarista de Middletown Bible Church concuerda
con este concepto: “El Seol/Hades estaba dividido en dos compartimientos, uno
para los justos y el otro para los malos (Lucas 16:26)” (The Middletown Bible
Church). Sin embargo, no es que hubiera dos “seoles”, porque como dijimos, la
palabra hebrea Sheol no tiene plural;
sino que ya en el Nuevo Testamento, el Hades tiene dos divisiones. Sin embargo,
no olvidemos que este concepto de divisiones en el Hades está basado en la
parábola del rico y Lázaro, la cual tenía la intención de darles una lección a
los fariseos avaros que confiaban más en sus riquezas que en la vida eterna.
El Salmo 18:5 y 2 Samuel 22:6, contienen un bello
paralelismo sinónimo compuesto por los conceptos de Seol y muerte: “Ligaduras
del Seol me rodearon; Tendieron sobre mí lazos de muerte”. Ante el salmista y el profeta Samuel, se
alzan ante ellos “las ligaduras del Seol” y “los lazos de muerte”. Sin embargo,
ambos personajes bíblicos están conscientes del lugar que los espera a la hora
de la muerte. Nótese que no hay referencias al infierno, ni a un lugar que se
llame cielo. Esto es el concepto de la muerte y el lugar adonde se reunirían
con sus antepasados.
El Salmo escrito por los hijos de Coré asegura que el
Seol es el lugar adonde van los muertos, tanto de los que confían en sus
riquezas, como de los rectos; pero allí no ven la luz, porque el Sheol para los hebreos es un lugar de
oscuridad y de silencio; es el lugar de los que duermen:
Según el Salmo 49:14, el Seol es la morada de los que
se jactan de sus riquezas: “Y los rectos se enseñorearán de ellos por la
mañana; Se consumirá su buen parecer, y el Seol será su morada” (Salmo 49:14). Esto
indica que los rectos tendrán un lugar especial en el Seol; mientras que los
que se jactan de la buena vida en la Tierra, en el Seol se consume tanto su
buen parecer, así como sus riquezas. Sin duda, Jesús usó la enseñanza de los
Salmos (49:14), para ilustrar la parábola del rico y Lázaro, en donde aparece
el rico en un lugar de tormento; mientras Lázaro se encuentra en el “seno de
Abrahán”.
Y en los versículos 16-19, el Salmo, alienta al
lector: “No temas cuando se enriquece alguno, Cuando aumenta la gloria de su
casa; 17 Porque cuando muera no llevará nada, Ni descenderá tras él su gloria. 18
Aunque mientras viva, llame dichosa a su alma, Y sea loado cuando prospere, 19
Entrará en la generación de sus padres, Y nunca más verá la luz” (Salmo
49:16-19).
Sin embargo, en el Salmo 116:3 el salmista anónimo se
refiere a los temores de la muerte
y del sepulcro, no menciona
el Sheol, según la Nueva Versión
Internacional: “Los lazos de la muerte me enredaron; me sorprendió la angustia
del sepulcro y caí en la
ansiedad y la aflicción” (NVI). Evidentemente, los traductores de la Nueva
Versión Internacional, equiparan los términos hebreos “sheol”, lugar donde van los muertos; con “Kever” que significa sepulcro. Porque, era el sepulcro tan temido por los hebreos; porque era el
lugar en donde los cuerpos eran devorados por los gusanos.
Pero si
comparamos este mismo versículo con la traducción Reina Valera 1960, notaremos
una diferencia: “Me rodearon ligaduras de muerte,
Me encontraron las angustias del Seol”.
La versión Reina Valera concuerda con la
versión en español de la Septuaginta: “Me rodearon los lazos de la Muerte, Me atraparon los
terrores del Seol”. Ambos
traductores citan la palabra hebrea “Sheol”
o Seol, en vez de “sepulcro”. Además, la Biblia Septuaginta es una versión
griega traducida directamente de la Biblia hebrea, llamada también Texto
Masorético. Fue una traducción por parte de 72 rabinos hebreos expertos en las
lenguas originales. Según esta traducción de la NVI, al salmista lo angustia el
Seol; pero hemos dicho que al Seol van tanto justos como injustos, en secciones
separadas, esperando la resurrección del día final, cuando sí habrá un destino
diferente para justos e injustos. Por tanto, este concepto fue corroborado por
la parábola del rico y Lázaro dicha por Jesús a los fariseos que confiaban en
las riquezas. Según la parábola, a un lado estaba el rico, y al otro, el
mendigo Lázaro; ambos separados por un abismo
(Lucas 16:19-31). Destacado es mío.
A continuación, cito varios versículos del Antiguo
Testamento acerca del lugar adonde van los muertos o Sheol, tanto justos como injustos: “Y tú vendrás a tus padres en
paz, y serás sepultado en buena vejez”: Abrahán ( Gén 15:15. “y murió Abraham en buena vejez, anciano y
lleno de años, y fue unido a su pueblo” (Gén 25:8); “Y exhaló Isaac el
espíritu, y murió, y fue recogido a su pueblo” (Gén 35:29), “Mas cuando duerma con mis padres, me llevarás de Egipto y me sepultarás
en el sepulcro de ellos”: Israel; (Gén 47:30),
(Isaac: “Yo voy a ser reunido con mi pueblo. Sepultadme con mis padres en la
cueva que está en el campo de Efrón el heteo” (Gén 49:29,31). “Aarón será reunido a su pueblo, pues
no entrará en la tierra que yo di a los hijos de Israel” (Núm 20:24), (“Y toda
aquella generación también fue reunida a sus padres” (Jueces 2:10). “He aquí que yo te recogeré con tus padres, y
serás recogido en tu sepulcro en paz”: rey de Judá; (2 Crón 34:28), El rico: “Entrará
en la generación de sus padres, Y nunca más verá la luz”, (Salmo 49:19), “Porque
a la verdad David, habiendo servido a su propia generación según la voluntad de
Dios, durmió, y fue reunido con sus padres, y vio corrupción” (Hechos 13:36).
Todos estos pasajes de la Biblia son una prueba que en
el Antiguo Testamento, las personas al morir, van a reunirse con sus
antepasados, en el Sheol, adonde van
tanto los buenos, como los malos; pero también hay libros del Antiguo
Testamento que dejan ver que existía el concepto en el Antiguo Testamento de un
lugar eterno, un fuego que no se
apaga, un lugar donde Dios derrama su ira, y un reino de maldad, donde
el gusano no muere. Destacado
es mío.
“Se ha
encendido el fuego de mi ira, que quema hasta lo profundo del abismo. Devorará la tierra y sus cosechas, y
consumirá la raíz de las montañas” (Deuteronomio 32:22) .“Y del polvo de la
tierra se levantarán las multitudes de los
que duermen, algunos de ellos para vivir por siempre, pero otros para
quedar en la vergüenza y en la confusión perpetuas (Daniel 12:2”). “Entonces
saldrán y contemplarán los cadáveres de los que se rebelaron contra mí. ‘Porque
no morirá el gusano que los
devora, ni se apagará el fuego
que los consume:¡repulsivos serán a toda la humanidad!” (Isaías 66:24). “¡Que
sorprenda la muerte a mis enemigos! ¡Que caigan vivos al *sepulcro, pues en ellos habita la maldad!” (Salmos 55:15).
Destacado es mío.
La enseñanza de Jesús acerca
del infierno
Jesús enseña la doctrina del infierno con mucha
claridad en el evangelio de Marcos capítulo 9, versos 42-50, Mateo 10:28 y
23:33. En la sección del evangelio de Marcos Jesús introduce tres conceptos
vitales para la vida cristiana: vida, Reino de los cielos, e infierno. En esos
versos Jesús dice que es mejor entrar en
la vida manco, cojo o ciego, antes que “ser echado en el infierno, al fuego que no puede
ser apagado, 46 donde el gusano
de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga”; pero para ilustrar el concepto
de infierno él usa dos figuras: 1] fuego
que nunca se apaga, y 2] gusano
que no muere. Es obvio que Jesús tomó estas figuras del Antiguo Testamento para
aplicarlos a su doctrina acerca de un lugar de castigo para los malvados, e
incrédulos.
Pero para que sus oyentes entendieran mejor estas dos
figuras literarias, Jesús hace referencia a otra imagen muy familiar. La imagen
que usa Jesús para ilustrar el concepto de infierno es la palabra hebrea “Gehenna”. La palabra hebrea “gehena” tiene como etimología “gehinnom”;
clara referencia al Valle de Hinon, un lugar maldito por causa de los ritos
paganos. Pero también la “gehena” era el lugar en donde incineraban la basura
de la ciudad de Jerusalén, cuyo fuego se mantenía ardiendo día y noche (Mateo
23:33) “¿Cómo podrán escapar al castigo
de la gehena? RVA-2015. “¡Serpientes! ¡Generación de víboras! ¿Cómo se
escaparán de la condenación del infierno?”
(Mateo 23:33 RVA-2015). Así que, ante la visualización del fuego del Valle de
Hinón, crematorio cercano a la ciudad de Jerusalén, el concepto del infierno
debería quedar muy claro en la mente de sus oyentes. Destacado es mío.
El Valle de Hinón: el valle de
Hinón se convirtió en el lugar utilizado para incinerar los desperdicios de
Jerusalén. La palabra gehena (Gehenem,
Yahannam) también aparece en el libro musulmán, el Corán, como lugar del
tormento para los pecadores, el equivalente islámico del infierno cristiano (Crédito:
Bibliatodo Diccionario). El término Gehenna
proviene del latín tardío “gehena”,
y éste del hebreo “gē hinnōm”: 'valle
de Hinón', topónimo maldito a causa de los ritos paganos; también la palabra
gehena se usaba en la lengua siriaca: “gihannā”.
De manera que Jesús, sabiendo que este vocablo era muy común, lo utilizó para
ilustrar el concepto de infierno en el sentido neotestamentario y cristiano,
con base en el Antiguo Testamento. La
gehena es un lugar en donde la persona se puede condenar (Mateo 10:28) en un
fuego inapagable (Marcos 9:43). En Mateo 23:33 Jesús dice: Vosotros,
serpientes, generación de víboras, ¿cómo podréis escapar al castigo del Gehena? ( RVA-2015)
Y para finalizar, leamos el versículo en el evangelio
de Mateo, el cual expresa las amonestaciones de Jesús: “Y no temáis a los que
matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede
destruir el alma y el cuerpo en el infierno (. Mateo 10:28)
CONCLUSIÓN
En este artículo he documentado los vocablos, Sheol o Seol, Hades,
“Kever”: sepulcro, e Infierno. He
afirmado que el vocablo “Sheol” es de
origen hebreo, y es el lugar adonde van todos los que mueren, buenos y malos;
pero que también existe el sepulcro o kever, al cual los hebreos temían, por
ser lugar de putrefacción, infestado por gusanos. En tanto que el Hades es de
origen griego, propio del Nuevo Testamento. Además, he documentado que este
concepto de Hades Jesús lo ilustró con la parábola del rico y Lázaro, en donde
ambos están en el mismo Hades, pero separados por un abismo. Este concepto de
“abismo” Jesús lo tomó del Antiguo Testamento, en Deuteronomia 32:22. Por
tanto, ninguno tiene acceso al otro, pero están en distintas condiciones: el
rico había gozado de sus riquezas, en tanto que el mendigo Lázaro, sólo había
experimentado pobreza, desprecios, y sufrimientos. He dicho que Jesús opone
estas dos situaciones ante los fariseos quienes se jactaban de sus riquezas,
pero que tampoco se preocupaban por los pobres. Y que además, se burlaban de
las enseñanzas de Jesús.
En cuanto al Infierno, he documentado que Jesús
introdujo este concepto, tomado del Antiguo Testamento, y con imágenes cercanas
y familiares para sus oyentes; especialmente, para los fariseos amantes de las
riquezas. Las imágenes mencionadas son: fuego,
ilustrado con la realidad del crematorio de desperdicios en el Valle de Hinón,
en donde el fuego nunca se apaga; por otro lado, Jesús usa la figura del gusano que nunca muere, aunque
sufra la intensidad del fuego que nunca se apaga. En tanto que Antiguo
Testamento, la ira de Dios se presenta con varias figuras: “furor de Dios como
fuego’, (Naún 1:6), Dios es “fuego consumidor”(Deut 4:24), “el fuego que no se apaga” (Jerem 4:4),
Dios es “fuego de fundidor” (Malaquías 3:2).
El castigo eterno tiene varios nombres, en el Nuevo
Testamento: “el horno de fuego” (Mateo 13:42), “fosos de tinieblas” (2 Pedro
2:4), “el lago de fuego” Apocalipsis (20:14). El fuego representa la ira de
Dios, en el Antiguo Testamento; y en el Nuevo Testamento, el fuego es el
castigo eterno. En el Antiguo Testamento, el gusano es el que devora los
cuerpos, en el sepulcro. Mientras que en el Nuevo Testamento, el gusano
representa a los malvados que desoyen las enseñanzas del Maestro, Jesucristo.
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