BULAS, INDULGENCIAS Y PURGATORIO: EL DETONANTE DE LA REFORMA PROTESTANTE
Amadeo Albuquerque Lara
La Reforma Protestante se inicia por la rampante corrupción
de las máximas autoridades de la Iglesia católica romana, incluyendo el papado.
Una de esas preocupaciones era la desesperada economía que se imponía ante la
fe evangélica. Por tal motivo, la solución económica era el arzobispado de
Maguncia y la venta de indulgencias.
El arzobispado de Maguncia era muy codiciado por el
porcentaje económico a favor del Arzobispo, el porcentaje a favor del Emperador
Maximiliano, más el 50% que recibiría el Papa León X, como resultado de las
recaudaciones por las ventas de indulgencias, las cuales utilizaría para la
conclusión de la construcción de la Basílica de San Pedro en Roma, cuya primera
piedra la había colocado el Papa Julio II (1443-1513).
El Papa León X (1475-1521) emitió una Bula que le
concedía a Alberto de Brandeburgo (1490-1545), el nombramiento como arzobispo
de Maguncia, más el derecho de vender indulgencias para sacar del purgatorio a
las ánimas en pena, lo cual generó grandes ganancias económicas para la sede de
Maguncia, para el Emperador Maximiliano, así como para el Papa. Para tal
efecto, el arzobispo Alberto de Brandeburgo nombró al monje dominico y teólogo
alemán, Johann Tetzel (1465–1519), para que se encargara de la venta de
indulgencias. Tetzel resultó ser un magnífico propagandista de indulgencias,
las cuales se volvieron muy productivas para la Iglesia católica. Tetzel decía
que tan pronto sonara la moneda en el plato, salía el alma del purgatorio.
Muchos ciudadanos pudientes compraban las indulgencias, o perdón de pecados,
para todos sus familiares vivos, así como para los que habían fallecido; de
manera que las ganancias crecían enormemente y por muchos años.
La corrupción por las ventas de indulgencias, más el
engaño de librar almas del purgatorio, hizo que Martín Lutero (1483-1546),
sacerdote, monje agustino y teólogo alemán, clavara las 95 tesis en la puerta
del Castillo de Wittemberg, el 31 de octubre de 1517, denunciando cuánto se
había apartado la Iglesia católica de las enseñanzas de las Escrituras; además,
el mismo Lutero dijo que había enviado cartas al arzobispo Alberto de Maguncia
y al obispo de Brandeburgo, Hieronymus Scultetus, en las que condenaba
explícitamente el abuso que suponía la venta de indulgencias papales y a las
que adjuntaba sus tesis. Sin duda, las 95 tesis, más las cartas al arzobispo y
al obispo, han de haber levantado gran revuelo dentro de la Iglesia católica
Sin embargo, la bula, o documento papal, que más enojó
a Martín Lutero fue la llamada Taxa
Camarae, “en la que el papa fijaba los estipendios que entregar a la corte
papal en función de los diversos pecados posibles, en vistas a su absolución.
Según esto, se podría obtener el perdón por los pecados cometidos, o comprarlo
anticipadamente para los pecados por cometer, a modo de licencia, mediante un
pago en dinero” (Crédito: Wikipedia).
La publicación en alemán de las 95 tesis fue el
detonante del movimiento de Reforma, conocido como la Reforma Protestante de
Martín Lutero. Aunque antes de Martín Lutero, hubo otros pre-reformadores con
iguales puntos de vista ante la corrupción de la Iglesia católica romana,
Lutero con su carisma y el dominio del idioma alemán, más la invención de la
imprenta en 1440, se dio a conocer ampliamente por toda Alemania y en otras
naciones de Europa. Lutero escribió sus tesis en latín, pero sus amigos y
seguidores las tradujeron al alemán, lo cual resultó muy favorable para su
difusión.
Otra obra que ayudó al movimiento de Reforma de Lutero
fue la traducción del Nuevo Testamento del idioma griego al alemán popular o
vernáculo. Para la traducción al alemán del Nuevo Testamento, Lutero utilizó la
segunda edición del Nuevo Testamento griego de Erasmo de Rótterdam (de 1519),
conocido como el Texto Recibido. También Lutero buscó el respaldo de la Biblia
Vulgata Latina de Jerónimo de Estridón, porque no se consideraba tan experto en
el idioma griego, como Erasmo de Rótterdam o Philip Melanchthon.
Martín Lutero no hubiera sobrevivido a la persecución
de la Inquisición de la Iglesia católica, si no hubiera sido por el apoyo de
parte de sus amigos y protectores de gran influencia política, como
“El elector de Sajonia Federico III el Sabio hizo que
secuestraran a su protegido Lutero en el camino de regreso de Worms y lo
llevasen al castillo de Wartburg para evitar su detención por orden del edicto
de Worms. Lutero aprovechó este cómodo y prudente aislamiento en el invierno de
1521 a 1522 para traducir el Nuevo Testamento griego al alemán en solo once
semanas” (Crédito: Wikipedia).
Pero Lutero tuvo que utilizar el pseudónimo de “caballero
Jorge / Junker Jörg”, para evitar su detención de parte de las autoridades
católicas, las cuales lo quemarían en la hoguera, como mandaba la llamada
“Santa Inquisición” o “Santo Oficio”. Pues el Papa León X ya había emitido una
Bula en 1520 con el título Exsurge Domine, que exigía que Martín Lutero se retractara,
pero en respuesta, Lutero la quemó en público. Por tanto, el Papa emitió otra
bula en 1521 con el título Decet Romanum
Pontificem, con la cual excomulgaba a Lutero, a sus seguidores y
colaboradores. Coincidentemente, esta fue la última bula de León X, porque en
ese año (1521) falleció, supuestamente por envenenamiento, como lo habían sido
otros papas.
Para concluir, reafirmaré que el detonante de la
Reforma Protestante fue la corrupción de la corte papal; la emisión de Bulas
pontificias que autorizaban las ventas de indulgencias para sacar las almas del
Purgatorio, doctrina que se volvió dogma de la Iglesia en el siglo XV. El Papa
Julio II comenzó con la serie de bulas papales para beneficio de la
construcción de la Basílica de San Pedro; luego las bulas de León X para
nombrar al arzobispo de Maguncia, seguida por las demás bulas de autorización
de las ventas de indulgencias con el pretexto de sacar las almas del
purgatorio, pero que en realidad eran la fuente de ingresos para la
construcción de la Basílica de San Pedro y para beneficio papal. Pero la que
rebasó el vaso de la ira de Lutero fue la bula llamada Taxa Camarae, con la cual el Papa perdonaba los pecados presentes y
futuros por una jugosa suma de dinero. Finalmente, dos bulas más en contra de
Martín Lutero: una para que se arrepintiera, y la segunda para excomulgarlo y
dejarlo desprotegido para enfrentar la hoguera.
Por otro lado, los hechos que favorecieron la Reforma
Protestante fue la publicación de las 95 tesis en alemán, así como la
traducción del Nuevo Testamento al alemán de uso común, gracias al invento de
la imprenta en 1440. Por último, Martín Lutero contó con la protección de
autoridades de importancia política, como el Elector de Sajonia, Federico III,
quien lo mantuvo oculto en el Castillo de Wartburg, durante los años 1521 a
1522, tiempo que le sirvió a Lutero para traducir el Nuevo Testamento. Estos
son los principales hechos y motivos que iniciaron la Reforma Protestante, el
31 de octubre de 1517; de no haber sido así, Lutero hubiera muerto quemado vivo
en la hoguera.
Nosotros los bautistas reconocemos la obra reformista
de Martín Lutero, pero no somos seguidores de él. Somos seguidores de
Jesucristo, quien por su gracia nos concede la salvación. 1] Creemos que la
Biblia es la única norma de fe y conducta, 2] creemos que somos salvos por la
gracia de Dios, y en la justificación por la fe; 3] creemos que Jesucristo es
el Señor; 4] creemos en el sacerdocio de todos los creyentes; y 5] que sólo
Dios merece toda la gloria.
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