HIPÓTESIS LINGÜÍSTICO-GENÉTICA
SOBRE ORIGEN DEL INDOEUROPEO
Amadeo Albuquerque Lara
Las lenguas indoeuropeas han despertado el interés de
gramáticos comparatistas, filólogos clásicos, genetistas, expertos en ADN
antiguo, y otras especialidades, como veremos adelante. Les ha llamado la
atención las similitudes de determinadas palabras (cognados) de estos idiomas,
así como el origen y expansión de estas lenguas.
El primero que se interesó en comparar palabras de
lenguas indoeuropeas fue el misionero jesuita francés Gaston-Laurent Coeurdoux
(1691-1779) hace 250 años. A este estudioso le siguieron los gramáticos comparatistas, Franz Bopp (1791-1867) y Rasmus Rask (1787–1832) cofundadores de
la Gramática Comparada y de la fonología y morfología comparadas. Sin embargo,
estos estudiosos se basaban en la etimología, morfología y fonología para
comparar palabras similares o cognados de las lenguas europeas procedentes del
sánscrito védico, del latín clásico, y del griego clásico. La tarea de ellos
era llegar al origen del protoindoeuropeo por métodos de análisis comparativos retrospectivos.
Ilustraré este sistema un poco más adelante. Antes, me enfocaré en tres etapas
de estos estudios relacionados con las lenguas indoeuropeas.
La primera etapa de la investigación se refiere a la Gramática
Comparada, en su enfoque con la etimología de cognados o palabras similares,
desde hace unos doscientos o doscientos cincuenta años. La segunda etapa de las indagaciones de las lenguas indoeuropeas
tiene que ver con el origen del protoindoeuropeo y las familias de lenguas que
se originaron de él. Estos estudiosos llegaron a la conclusión que había dos
hipótesis en cuanto al origen: la
primera hipótesis era conocida como la “Hipótesis de la Estepa”; la segunda, se conocía como la “Hipótesis
Agrícola o de Anatolia. En párrafos posteriores explicaré cada una de ellas.
La tercera etapa de la investigación lingüístico-genética es la más
reciente y la que ha involucrado a ochenta científicos, lingüistas,
especialistas en genética, de ADN antiguo, arqueólogos, antropólogos, filólogos
clásicos, y analistas de computación avanzada. Este estudio ha encontrado que
las dos hipótesis citadas anteriormente, están equivocadas. La nueva hipótesis
de estos 80 científicos involucrados en el estudio del origen y expansión de
las lenguas indoeuropeas la han llamado la “Hipótesis
híbrida”.
Las lenguas indoeuropeas son importantes porque a
ellas pertenecen la mayoría de las lenguas de Europa, Gran Irán y Asia
meridional Las lenguas indoeuropeas, unas 161 (446 lenguas, según el
Ethnologue), son habladas por alrededor de 3,200 millones de personas. Por esta
razón, ha habido tanto interés de parte de filólogos clásicos y gramáticos
comparatistas; y modernamente, innumerables especialistas han incluido en sus
estudios las técnicas genetistas y del ADN de lenguas indoeuropeas antiguas,
incluyendo las llamadas “lenguas muertas”.
La primera etapa utilizó la Gramática Comparada, a cargo del gramático
comparatista alemán, Franz Bopp (Sept. 14, 1791, Oct. 23, 1867) y el danés,
Rasmus Rask (22 Noviembre 1787 – 14 Noviembre 1832). Ambos se basaron en el sánscrito
védico y el latín clásico. Ellos llegaron a la conclusión que ambos idiomas se
originaban de un idioma común, al que llamaron “protoindoeuropeo” y que éste originó
los siguientes grupos:
Griego: aqueo y jonio, Itálico:
latín, Celta y Germánico
Bopp desarrolló una invaluable técnica de análisis comparativo.
Bopp procuraba trazar los orígenes comunes del sánscrito, del persa, del
griego, del latín y el germánico; lo cual era una tarea jamás emprendida.
El otro comparatista es el danés Rasmus Christian
Nielsen Rasch, más conocido como Rasmus Kristian Rask , Rask fue cofundador con
Bopp de la gramática comparada y fundador de la Fonología y Morfología
comparadas. Estos filólogos clásicos
iniciaron sus investigaciones con el Latín Clásico, el Griego Clásico, y el
Sánscrito, la lengua sagrada de India. Naturalmente, estos investigadores no
contaban con computadoras, ni con estudios de ADN de lenguas más antiguas. El
indoeuropeo es tan importante, porque casi la mitad de la población mundial
habla una de estas lenguas provenientes del indoeuropeo.
Los primeros estudiosos de lenguas antiguas se
interesaron en comparar cognados (parentesco
léxico) de las lenguas, comenzando con el sánscrito védico, el latín clásico, y
el griego clásico. Ellos utilizaban la gramática comparada, la lingüística
histórica comparada o filología comparada. Por ejemplo, les llamaba la atención
que ciertas palabras tenían una morfología bastante parecida. La técnica
utilizada era la de análisis retrospectivo hacia la palabra primigenia.
Por ejemplo, la palabra “pater” en latín y en griego,
la comparaban por el significado y forma con la palabra “pā” del sánscrito, o
del protoindoeuropeo “*ph̥₂tḗr”.
Ambas palabras significaban “protector” o “proteger”. Entonces, comparaban la palabra con el
italiano, “padre”, el español, “padre”, el francés, “père”, alemán, “pater”, persa antiguo, “pitā”, y el
inglés, “father”. Al comparar todas las formas de una misma palabra, los
comparatistas observaron que en la mayoría de los idiomas, la palabra “pater”
conservaba las formas similares; especialmente, la “p” inicial. Mientras que en
el protoindoeuropeo, la palabra se iniciaba con “ph” y en inglés, con “f”. Por tanto, los comparatistas concluyeron que
el fonema “p” de la palabra “pater” compartía los fonemas “ph” y “f”. Este es
sólo un ejemplo sencillo de lo que trata la gramática comparada, o filología
comparada. Como queda dicho, ellos se basaban en la observación y comparación
retrospectiva. Sin embargo, “Uno de los primeros en detectar que todos estos
idiomas podrían tener un origen común fue el jesuita francés Gaston-Laurent
Coeurdoux hace 250 años” fue el primero en notar las similitudes entre el
sánscrito, el latín y el griego, e incluso entre el alemán y el ruso. (Crédito:
Diario español El País)
La segunda etapa de la
investigación se interesó
además en el origen y desplazamientos poblacionales de los hablantes de las
lenguas indoeuropeas. Estos estudiosos propusieron dos hipótesis: “La hipótesis de la estepa póntica”,
suponía que se produjeron una serie de movimientos de poblaciones de las
estepas, entre los años 6,000 y 4,500. Esta hipótesis afirmaba que los
“yamnaya” llevaron sus lenguas a Europa, y que dieron origen a las ramas
itálica, germánica y celta, procedentes del árbol indoeuropeo. La estepa
póntica se extiende desde el norte del mar Negro y del Cáucaso hasta la
frontera entre Rusia y Kazajistán, en el sur de los montes Urales (Créditos: Wikipedia).
La segunda hipótesis agrícola o de
Anatolia, suponía el origen de
la expansión de estas lenguas indoeuropeas desde Anatolia hasta Europa, hace
unos 9,000 años. Pero ninguna de ellas ha sido aceptada por los recientes
estudios de diferentes disciplinas. Aunque esta hipótesis ha recibido el apoyo
de recientes estudios de ADN antiguo, con modificaciones importantes de fechas
y lugares de origen. Los especialistas afirman que estos agricultores de la
región caucásica, entre el mar Negro y el Caspio, se extendieron hacia la
región de Anatolia, hace unos 8,120 años. Entre estas lenguas antiguas de
origen indoeuropeo estaba el hitita, la lengua de Anatolia; y afirman que esta
lengua constituye la rama mayor de las lenguas indoeuropeas, pero actualmente
extinta. (Créditos: Diario El País)
La tercera etapa de los orígenes y expansión de las lenguas indoeuropeas,
involucra a un grupo de 80 especialistas de lenguas antiguas, incluyendo al Investigador
de Antropología Evolutiva del Instituto Max Planck de la Universidad de
Leipzig, Alemania, a los Profesores PhD, Kim Schulte, Universitat Jaume I de
Castelló y Russell D. Gray, jefe del Departamento de Evolución Lingüística y
Cultural y autor principal del estudio, así como de expertos en genética, y de
ADN antiguo; además de especialistas en etimología, antropología, arqueología, más
el uso de computación avanzada. Estos ochenta especialistas “han analizado 161
lenguas indoeuropeas, 52 de ellas antiguas o ya muertas”, para ver cuál es el
ancestro común a todas (Créditos: El País, Ciencia/Materia). Según la base de
datos de Glottolog, actualmente se hablan unas 400 lenguas indoeuropeas,
incluyendo algunas variaciones dialectales.
Esta hipótesis híbrida afirma que hay dos ramas que se
diferenciaron hace unos 7,000 años; pero que estas ramas se iniciaron hace unos
8,120 años, en vez de los 9,000 que calculaban los primeros estudiosos de las
lenguas indoeuropeas. Estos investigadores han “creado una base de datos con
5.013 cognados, palabras que etimológicamente comparten un origen común”
(Idem). De este estudio han llegado a la conclusión que la rama primaria tuvo
su asiento en la parte sur del Cáucaso, y al norte de la Creciente Fértil,
Para finalizar este breve resumen de las tres etapas
de estudios de las lenguas indoeuropeas, voy a citar al escritor Miguel Ángel
Criado, cofundador de “Materia”, en un artículo del diario digital “El País
Ciencia/Materia”. Criado afirma que “Las lenguas indoeuropeas se expandieron
por Eurasia en oleadas y desde orígenes diferentes”.
Nota: El artículo publicado el 27 de julio de 2023,
por el Diario Español El País, pertenece al escritor Miguel Ángel Criado.
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