Errores
gramaticales comunes en los periódicos
Los errores más comunes en la prensa escrita y otros
medios de comunicación tienen su origen en la imitación léxico-sintáctica de
otros periódicos a nivel local o internacional, aunque al hacerlo se caiga en
errores. El periodista debe mantenerse al día no sólo en la técnica
periodística como tal, sino con la redacción; para lo cual la sintaxis y el
léxico son imprescindibles. He detectado algunas faltas léxico-sintácticas, pero
quiero hacer énfasis en las referidas al uso del pronombre “mismo” y las
preposiciones.
Uno de los casos que observé es la incoherencia
sintáctico-semántica debido a la impropiedad del pronombre “mismo”. En una
noticia de sucesos, apareció el párrafo que sigue, el cual es totalmente
incoherente: “‘Al momento de los hechos la niña tenía 12 años y no se puede
hablar de consentimiento o voluntad de la menor para sostener relaciones
sexuales con el acusado, al punto de quedar embarazada’, señala en la sentencia
condenatoria el judicial, misma que fue tomada como agravante”. Al respecto,
hay que señalar dos cosas.
La primera es que, según el pronombre “misma”, es la
sentencia condenatoria del judicial la que fue tomada como agravante, pues la
frase “sentencia condenatoria” está dentro del dominio sintáctico de la palabra
“misma”. Como buenos lectores, sabemos que la agravante es que el violador dejó
embarazada a la menor y no la sentencia del judicial. La otra incoherencia se
produce después de la coma, en donde el periodista inserta la frase, al punto
de quedar embarazada. La oración inicial debe escribirse así: “Al momento de
los hechos, la niña tenía 12 años; por lo cual no se puede hablar de
consentimiento o voluntad de la menor para sostener relaciones sexuales con el
acusado. La situación se complica, al quedar la menor embarazada, lo cual tomó
como agravante la sentencia judicial”.
Estos errores suceden cuando algunos periodistas toman
ciertas palabras, nuevas o anticuadas, como comodines. Una de estas palabras
anticuadas es la forma “misma”. El uso de este pronombre exige el artículo
definido en sus diferentes formas. De manera que siempre debe escribirse o
decirse: “El mismo, la misma, los mismos, las mismas”. Digo que la forma
“misma” es anticuada, porque actualmente se usa el pronombre relativo “que” y
no mismo o misma y sus plurales. La misma, y sus plurales, funcionan como anáforas
y no como pronombres relativos; por lo tanto, mismo, misma y sus plurales,
están fuera de uso. Ejemplos de anáforas: yo mismo, ellos mismos, ella misma,
etc.
Otro ejemplo de redundancia pronominal, por cuanto se
duplica la función al poner juntos los pronombres mismo y que, pronombres que
ejercen la misma función en ese contexto es -copio el párrafo completo para que
se note la incoherencia-: “El lema de la campaña será 25 aniversario al
servicio de la comunidad. Cada día un acto de heroísmo. La ley está siempre de
tu lado”, mismo que ayer fue dado a conocer en un acto al cual asistieron jefes
policiales y representantes de diferentes sectores de la sociedad, así como
Miss Nicaragua, Marifely Argüello”.
El pronombre “mismo” en sintaxis generativa se conoce
como anafórico; es decir, se refiere a un antecedente que debe estar dentro del
mismo dominio sintáctico; sin embargo, el pronombre mismo debe ser actualizado
por el artículo “el” y sus variantes. Por lo tanto, el antecedente “lema” no
debe estar separado por punto. En este caso, la palabra “mismo” está después de
dos oraciones independientes, lejos del dominio sintáctico. Es decir, la
palabra “mismo” no pertenece a la oración en que aparece su antecedente. Por lo
tanto, el periodista debió haber iniciado una nueva oración, al terminar la
cita del lema. Esto hubiera evitado el error que señalo. La nueva oración debió
ser: “El lema fue dado a conocer ayer en un acto al cual asistieron jefes
policiales....”
Otro párrafo que contiene el mismo error es el siguiente:
“A pesar de esta rivalidad, Mayorga reconoció que existe cierta amistad entre
ambos, misma que pasa a un segundo plano de cara al compromiso del 2 de
octubre”. En este ejemplo, lo único que cabe es “la cual” en vez de misma, y
suprimir “que”. Hubiera sido mejor escribir: “A pesar de esta rivalidad,
Mayorga reconoció que existe cierta amistad entre ambos, la cual pasa a un
segundo plano en vista del compromiso...”
Debo aclarar que la palabreja “mismo”, sin el artículo
sustantivador o nominalizador, no se usa en ningún caso. Se trata de una
sintaxis arcaizante. En su lugar deben utilizarse cualesquiera de las variantes
del pronombre relativo: que, cual, el cual, la cual, etc. El error al emplear “mismo”
es tan grande, como sería “cual” en vez de “el cual” o “la cual” y sus plurales.
No menos común es la utilización de la preposición
impropia, según el régimen preposicional. El uso de preposiciones es propio de
las lenguas naturales. En el idioma español las preposiciones tomaron mayor
fuerza al desaparecer el sistema de casos del latín. Sin embargo, su empleo
resulta complicado para la mayoría de profesionales, ya no digamos de los menos
escolarizados. Hay verbos y también sustantivos que deben emplearse con
determinadas preposiciones. Por ejemplo: “basarse en”, “arrepentirse de”,
“investigar a”, “estar de acuerdo con alguien”, “en conmemoración de un
acontecimiento”, “con base en”, etc. Ignorar este régimen preposicional es
vergonzoso para quienes el escribir es su profesión. Veamos algunos casos.
En las siguientes noticias hay violaciones del régimen
preposicional. En la primera se lee lo siguiente: “Ésta es una de las
principales actividades que la Policía Nacional emprenderá, en conmemoración al
25 aniversario de su fundación...” El régimen preposicional nos obliga a
utilizar la preposición “de” después del sustantivo “conmemoración”, máxime si
éste está precedido de la preposición “en”. El titular debe leerse: “... en
conmemoración del 25 aniversario...”
En otra noticia, encontramos la sustitución de una
preposición por otra errónea. “Tras señalar que “estamos investigando (a) todos
los niveles y hemos separado de nuestra institución policial también a policías
de alto nivel”. El periodista o el corrector de pruebas insertó la preposición
“a” entre paréntesis; sin embargo, en este caso debió ser la preposición “en”,
pues no se investigan los niveles, sino a los culpables. La oración debe
interpretarse como que “estamos investigando a los culpables en todos los
niveles...”
Una tercera noticia contiene otra violación frecuente
entre periodistas y otros profesionales: “A su criterio, la relación con la
comunidad es uno de los logros más importantes de los 25 años, lo que les ha
permitido alcanzar una mayor efectividad en relación a otras policías de la
región”. El régimen de las preposiciones debe observarse fielmente. Cuando se
forma la frase: “en relación con”, no hay otra alternativa. No debe escribirse
“en relación a”; pues las personas y las cosas se relacionan “con” otras
personas u otras cosas. Las personas no se relacionan “a” las otras personas ni
las cosas se relacionan “a” las otras cosas.
Así, podría continuar señalando ejemplos, pero me
bastan estos pocos para demostrar que existen problemas de redacción entre
profesionales que debieran sentar ejemplos de buen uso de nuestra lengua. La
mayoría de estos errores se dan al poner los relativos muy alejados de su
antecedente, al no emplear las preposiciones adecuadas, al utilizar el gerundio
como adjetivo y al emplear palabras arcaicas o que van en contra del régimen
sintáctico. Las radioemisoras, televisoras y diarios nacionales debieran
preocuparse por mantener actualizados a sus presentadores y a los periodistas
que colaboran en la redacción de noticias, reportajes o artículos de opinión.
La organización de seminarios o talleres es una manera de prepararlos en el
campo de la gramática y la semántica.
El escritor utiliza el lenguaje para expresar la
belleza. El periodista se concentra en la información, aunque a veces se le
escapan errores por la premura del tiempo. Sin embargo, hay casos en que no se
trata de un lapsus calami, sino de una imitación léxico-sintáctica de otros
colegas a nivel local o internacional, aunque al hacerlo caiga en errores. El
periodista debe mantenerse al día no sólo en sus técnicas de cómo presentar la
noticia, sino con la redacción; pero para esto, la sintaxis y el léxico son
imprescindibles.
Soy lector asiduo de los principales diarios
nacionales. Sin tener que realizar un escrutinio para detectar errores, me
encuentro con algunas faltas léxico–sintácticas como las que señalo a
continuación. Me reservo el nombre del diario y del periodista para que mis
observaciones sean una contribución y no un desprestigio para nadie. Por otro
lado, destacaré con negrilla los errores pertinentes y las palabras
relacionadas.
Modificadores o especificadores alejados del sustantivo afectado.
En un titular sobre negocios, en letras destacadas,
leí lo siguiente: : “Trámites de
exportación para quesos más estrictos” El titular enfatiza sintácticamente un
especificador «más estrictos» que modifica a quesos y no a trámites, como era la intención del
periodista. El especificador debe escribirse junto al sustantivo que
corresponde. En este caso, “trámites” y no el sustantivo “quesos”. Por lo
tanto, debió haberse escrito: “Trámites más estrictos para la exportación de
quesos”.
Incoherencia sintáctico-semántica debido a la impropiedad del pronombre
«mismo»
En
una noticia de sucesos, apareció el párrafo que sigue, el cual es totalmente
incoherente. « “Al momento de los hechos la niña tenía 12 años y no se puede
hablar de consentimiento o voluntad de la menor para sostener relaciones
sexuales con el acusado, al punto de quedar embarazada”, señala en la sentencia
condenatoria el judicial, misma que fue tomada como agravante.»
A) Según el pronombre «misma», es la sentencia
condenatoria del judicial la que fue tomada como agravante, pues la frase
«sentencia condenatoria» está dentro del dominio sintáctico de la palabra
«misma». Como buenos lectores, sabemos que la agravante es que el violador dejó
embarazada a la menor y no la sentencia del judicial.
B) La otra incoherencia se produce después de la coma,
en donde el periodista inserta la frase: «al punto de quedar embarazada».
La oración inicial debe escribirse así: «Al momento de
los hechos, la niña tenía 12 años; por lo cual no se puede hablar de
consentimiento o voluntad de la menor para sostener relaciones sexuales con el
acusado. La situación se complica, al quedar la menor embarazada, lo cual tomó como agravante la sentencia judicial.».
C) A algunos periodistas les gusta tomar ciertas
palabras, nuevas o anticuadas, como comodines. Una de estas palabras anticuadas
es la forma «misma». El uso de este pronombre exige el artículo definido «el».
De manera que siempre debe escribirse o decirse: «el mismo, la misma, los
mismos, las mismas». Digo que la forma «misma» es anticuada, porque actualmente
se usa el pronombre relativo «que» como sucedente y no mismo o misma y sus
plurales., LA MISMA, y sus plurales, funcionan como anáforas y no como
pronombres relativos; por lo tanto, MISMO, MISMA y sus plurales, están fuera de
uso.
Otro ejemplo de redundancia pronominal por cuanto se
duplica la función al poner juntos los pronombre MISMO y QUE, pronombres que ejercen
la misma función en ese contexto. Copio el párrafo completo para que se note la
incoherencia: «El lema de la campaña será “25 aniversario al servicio de la
comunidad. Cada día un acto de heroísmo. La ley está siempre de tu lado”, mismo
que ayer fue dado a conocer en un acto al cual asistieron jefes policiales y
representantes de diferentes sectores de la sociedad, así como Miss Nicaragua
Marifely Argüello.» Negrilla es nuestra. Obsérvese que las formas léxicas mismo
y que tienen como antecedente la palabra “lema” que encabeza el párrafo,
alejada completamente del dominio sintáctico de mismo y que.
La palabra
“mismo” o “misma se conoce como
anafórica en sintaxis generativa; por ejemplo yo mismo, ella misma; es decir,
se refiere a un antecedente que debe estar dentro del mismo dominio sintáctico;
sin embargo, el pronombre mismo debe ser actualizado por el artículo «el». Por
lo tanto, el antecedente «lema» no debe estar separado por punto. En este caso,
la palabra «mismo» está después de dos oraciones independientes, lejos del
dominio sintáctico. Es decir, no pertenece a la oración en que aparece su
antecedente. Por lo tanto, el periodista debió haber iniciado una nueva
oración, al terminar la cita del lema. Esto hubiera evitado el error que
señalamos. La nueva oración debió ser: “El lema fue dado a conocer ayer en un
acto al cual asistieron jefes policiales ....”
Otro párrafo que contiene el mismo error es el
siguiente: “A pesar de esta rivalidad, Mayorga reconoció que existe cierta
amistad entre ambos, misma que pasa a un segundo plano de cara al compromiso
del dos de octubre.”En este ejemplo, lo único que cabe es “la cual” en vez de
misma, y suprimir “que”. Hubiera sido mejor escribir: “A pesar de esta
rivalidad, Mayorga reconoció que existe cierta amistad entre ambos, la cual
pasa a un segundo plano en vista del compromiso...”
Debo aclarar que la palabreja MISMO, sin el artículo
sustantivador o nominalizador, no se usa en ningún caso. Se trata de una
sintaxis arcaizante. En su lugar deben utilizarse cualesquiera de las variantes
del pronombre relativo: que, cual, el cual, la cual, etc. El error al emplear
MISMO es tan grande, como sería CUAL en vez de EL CUAL o LA CUAL.
Cualquier relativo, alejado de su antecedente, produce incoherencia
sintáctica.
Para el siguiente ejemplo, cito el párrafo completo.
“La occisa era originaria del municipio de El Sauce y deja en la orfandad a dos
niños, mientras el autor del delito se dio a la fuga, llevando consigo el arma
homicida, quien se encuentra circulado por las autoridades policiales.”Aunque
sepamos que el pronombre relativo “quien” se refiere a una persona, la cercanía
del sustantivo “arma” nos hace preguntarnos qué es lo que está circulado: “El
autor del delito” o “el arma homicida”. Casos como este producen ambigüedad
sintáctico-semántica en otros contextos menos claros. En otras palabras, el
error consiste en poner el relativo muy alejado de su antecedente.
Gerundio con función de adjetivo
Generalmente, el gerundio funciona como adverbio o
como verbo en forma no personal, pero raras veces en la literatura, como
adjetivo. El siguiente ejemplo contiene un gerundio con función de adjetivo.
«Si nosotros logramos este año que nuestra Policía
sobresalga y se imponga sobre todas las cosas contra la corrupción y que podamos
tener policías denunciando a los
corruptos...» Como que los policías van estar día y noche denunciando.
En este caso debió haberse escrito: «y que podamos
tener policías que denuncien a los corruptos...». Esta construcción sintáctica
es un calco del idioma inglés, en el cual el gerundio funciona como adjetivo.
Lo recomendable es emplear oraciones adjetivas en vez del gerundio cuando su
uso produce ambigüedades.
Preposición impropia, según el régimen preposicional
El uso de preposiciones es propio de las lenguas
naturales. En el idioma español las preposiciones tomaron mayor fuerza al
desaparecer el sistema de casos del latín. Sin embargo, su empleo resulta
complicado para la mayoría de profesionales, ya no digamos de los menos
escolarizados. Hay verbos y también sustantivos que deben emplearse con
determinadas preposiciones. Por ejemplo: “Basarse en”, “arrepentirse de”,
“investigar a”, “estar de acuerdo con alguien”, “en conmemoración de un
acontecimiento”, “con base en”, etc. Ignorar este régimen preposicional es
vergonzoso para quienes el escribir es su profesión.
A) En las
siguientes noticias hay violaciones del régimen preposicional. «Ésta es una de
las principales actividades que la Policía Nacional emprenderá, en
conmemoración al 25 aniversario de fundación...». El régimen preposicional nos
obliga a utilizar la preposición “de” después del sustantivo «conmemoración»,
máxime si éste está precedido de la preposición en. El titular debe leerse:
«... en conmemoración del 25 aniversario...».
B) La otra noticia contiene la sustitución de una
preposición por otra errónea. «Tras señalar que “estamos investigando (a) todos
los niveles y hemos separado de nuestra institución policial también a policías
de alto nivel”.». El periodista o el corrector de pruebas insertó la
preposición «a» entre paréntesis; sin embargo, en este caso debió ser la
preposición «en», pues no se investigan los niveles, sino a los culpables. La
oración debe interpretarse como que «estamos investigando a los culpables en
todos los niveles...» .
C) La tercera
noticia contiene otra violación frecuente entre periodistas y otros
profesionales. «A su criterio, la relación con la comunidad es uno de los
logros más importantes de los 25 años, lo que les ha permitido alcanzar una
mayor efectividad en relación a otras policías de la región.». El régimen de
las preposiciones debe observarse fielmente. Cuando se forma la frase: «en
relación con», no hay otra alternativa. No debe escribirse en relación a; pues
las personas y las cosas se relacionan CON otras personas u otras cosas. Las
personas no se relacionan A las otras personas ni las cosas se relacionan A las
otras cosas.
Así
podríamos continuar señalando ejemplos, pero nos bastan estos pocos para
demostrar que existen problemas de redacción entre profesionales que debieran
sentar ejemplos de buen uso de nuestra lengua. La mayoría de estos errores se
dan al poner los relativos muy alejados de su antecedente, al no emplear las
preposiciones adecuadas, al utilizar el gerundio como adjetivo y al emplear
palabras arcaicas o que van en contra del régimen sintáctico. Las
radioemisoras, televisoras y diarios nacionales debieran preocuparse por
mantener actualizados a sus presentadores y a los periodistas que colaboran en
la redacción de noticias, reportajes o artículos de opinión. La organización de
seminarios o talleres es una manera de prepararlos en el campo de la gramática
y la semántica.
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