jueves, 17 de abril de 2025

 

PABLO EN LA ISLA DE MALTA

Amadeo Albuquerque Lara

Este escrito tratará de la Isla de Malta, isla ubicada en el archipiélago maltés en el Mar Mediterráneo, a 90 kilómetros al sur de Cicilia, Italia. El nombre “Malta” proviene del cananeo “Melita”. Los marineros fenicios, cuya lengua también es semítica de origen cananeo, llamaron Melita a la isla, con el significado de “refugio”. Sin duda, la Isla Melita era el lugar favorito para los navegantes que sufrían las furiosas tempestades que hacían zozobrar a las pequeñas embarcaciones. Esta isla sirvió de refugio al apóstol Pablo cuando en una nave capitaneada por un centurión de la compañía Augusta se dirigía a Roma.

La pequeña isla de Malta abriga ciertas características únicas. Primeramente, habla una lengua de raíces semíticas, la única que utiliza en su escritura el alfabeto latino, debido a la influencia cristiana de la isla. Como lengua semítica, está también cercanamente relacionada con un dialecto árabe hablado alguna vez en Cicilia, y es profundamente influenciada por las lenguas romances, como el italiano. Junto con el inglés, que también es lengua oficial del país, han contribuido con el vocabulario y la estructura gramatical. Anteriormente, la isla de Malta perteneció al Commonwealth de naciones británicas, razón por la cual tiene la lengua inglesa como co-oficial con el idioma maltés, desde 1936.

Las otras características político-geográficas es que no pertenece a Italia a pesar de estar tan cerca geográficamente, al sur de Cicilia. Otra importante característica es que pertenece como país independiente a la Unión Europea. También es característico que el maltés es el único idioma semítico oficial dentro de la Unión. “Desde los primeros asentamientos prehistóricos en el año 5,000 a.C. hasta su entrada en la Unión Europea en el año 2004, Malta ha sufrido la ocupación de diferentes pueblos que han moldeado su arquitectura, su idioma y su cultura” (Crédito: disfrutamalta.com).

En cuanto a la arquitectura, se destaca la construcción de los templos megalíticos y los gigantescos bloques de piedra con que fueron construidos. Estas construcciones reflejan la cultura y las creencias de los antiguos habitantes de Malta. Los templos fueron construidos muchos años antes de las pirámides de Egipto, entre los años 3,600 a.C. – 2,500 a. C. (Crédito: Search Labs/AI Overview)

La Isla de Malta es también muy importante en los relatos de Lucas, en el libro de los Hechos de los Apóstoles, especialmente el capítulo 28. El apóstol Pablo, acusado como hereje de la religión judía por sacerdotes y ancianos de Jerusalén, fue sometido a Juicio en Cesarea ante el rey Agripa II, el procurador de Judea Porcio Festo, y Berenice, la princesa hija del rey Agripa I. Ante la falsedad de las acusaciones y ante las amenazas de su asesinato, Pablo apeló ser enviado al Emperador romano, César.

Aproximadamente, en el año 60 d.C., según disfrutamalta.com, el apóstol Pablo emprendió su viaje a Roma, en una nave cargada de trigo y de pasajeros. Fue un viaje sumamente azaroso, con muchos riesgos por el mal tiempo, la furiosa tempestad que puso en peligro la vida de Pablo y de las 276 personas que iban en el barco. Acercándose a las costas de la Isla de Malta, la embarcación sufrió un naufragio; y Pablo y demás personas que lo acompañaban tuvieron que refugiarse en Malta durante tres meses esperando ser trasladados a otra embarcación que continuara su viaje a Roma, en donde Pablo sería juzgado y posteriormente, decapitado junto con el apóstol Pedro, según la tradición cristiana.

En la estadía de tres meses en Malta, Pablo y demás pasajeros fueron acogidos con gran solidaridad y hospitalidad por los habitantes de la Isla. Debido a la lluvia copiosa y al intenso frío, los isleños encendieron una fogata para que se calentaran. Pablo decidió cooperar echando ramas secas para avivar el fuego; pero entre las ramas había una víbora venenosa que se prendió de la mano de Pablo. Las personas que observaban esperaban la muerte repentina del Apóstol. Cuando vieron que él seguía vivo, lo declararon un dios. También Pablo aprovechó la estadía para predicarles el evangelio de Jesucristo; además, cuando visitó la casa del gobernador Publio, se dio cuenta que el padre de éste sufría de fiebre y disentería, oportunidad que aprovechó Pablo para rogar por él y sanarlo. Después de este milagro, muchos enfermos de la isla vinieron donde Pablo para recibir sanidad de sus enfermedades.

Después de estar tres meses en la Isla de Malta, Pablo y compañeros continuaron su viaje con destino a Roma, no sin antes detenerse en varios lugares mencionados por Lucas, quien también acompañaba al Apóstol, junto con Aristarco. El relato de Lucas en primera persona indica claramente que él también iba con el Apóstol. He aquí la cita que transcribo.

Pasados tres meses, nos hicimos a la vela en una nave alejandrina que había invernado en la isla, la cual tenía por enseña a Cástor y Pólux. 12 Y llegados a Siracusa, estuvimos allí tres días. 13 De allí, costeando alrededor, llegamos a Regio; y otro día después, soplando el viento sur, llegamos al segundo día a Puteoli, 14 donde habiendo hallado hermanos, nos rogaron que nos quedásemos con ellos siete días; y luego fuimos a Roma” (Hechos 28:11-14), 

CONCLUSIÓN

Como este escrito ha tenido el objetivo de destacar las características lingüísticas y geopolíticas de la Isla de Malta, así como los hechos acontecidos en la isla narrados por el escritor y evangelista Lucas; así como la predicación del evangelio por Pablo y la sanidad de muchos enfermos, no incluirá el arribo a la ciudad de Roma y demás hechos del apóstol Pablo y sus acompañantes Lucas y Aristarco, macedonio de Tesalónica (Hechos 27:2).

Según las varias fuentes consultadas y documentadas en este escrito, la Isla de Malta recibió el evangelio por la predicación del apóstol Pablo, cuando después del naufragio, estuvo tres meses en la isla en su último viaje con destino a Roma. La historia atestigua que después de la prédica de Pablo, se inició el cristianismo en Malta. En la isla construyeron una gruta en conmemoración del apóstol Pablo, a quien nombraron “San Pablo Náufrago”. Según la tradición, la gruta es un lugar de culto en donde el apóstol Pablo predicó el evangelio, sanó al padre del gobernador Publio, y a muchos otros enfermos; y posteriormente se inició el cristianismo en la isla.

REFERENCIAS

BibleRef.com

Biblia Reina Valera 1960, Hechos de los Apóstoles, capítulos 25-28

BBC – languages > maltese a semitic language

Disfrutamalta.com

PoliLingua Translation Agency – What makes the Maltese Language Special?

Quora – Is Maltese the only semitic language in Latin Alphabet?

You Tube – Rome reports en español > La gruta donde vivió San Pablo tras naufragar en Malta

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