PABLO EN LA
ISLA DE MALTA
Amadeo
Albuquerque Lara
Este
escrito tratará de la Isla de Malta, isla ubicada en el archipiélago maltés en
el Mar Mediterráneo, a 90 kilómetros al sur de Cicilia, Italia. El nombre
“Malta” proviene del cananeo “Melita”. Los marineros fenicios, cuya lengua también
es semítica de origen cananeo, llamaron Melita a la isla, con el significado de
“refugio”. Sin duda, la Isla Melita era el lugar favorito para los navegantes
que sufrían las furiosas tempestades que hacían zozobrar a las pequeñas
embarcaciones. Esta isla sirvió de refugio al apóstol Pablo cuando en una nave
capitaneada por un centurión de la compañía Augusta se dirigía a Roma.
La pequeña
isla de Malta abriga ciertas características únicas. Primeramente, habla una
lengua de raíces semíticas, la única que utiliza en su escritura el alfabeto
latino, debido a la influencia cristiana de la isla. Como lengua semítica, está
también cercanamente relacionada con un dialecto árabe hablado alguna vez en
Cicilia, y es profundamente influenciada por las lenguas romances, como el
italiano. Junto con el inglés, que también es lengua oficial del país, han
contribuido con el vocabulario y la estructura gramatical. Anteriormente, la
isla de Malta perteneció al Commonwealth de naciones británicas, razón
por la cual tiene la lengua inglesa como co-oficial con el idioma maltés, desde
1936.
Las otras
características político-geográficas es que no pertenece a Italia a pesar de
estar tan cerca geográficamente, al sur de Cicilia. Otra importante
característica es que pertenece como país independiente a la Unión Europea.
También es característico que el maltés es el único idioma semítico oficial
dentro de la Unión. “Desde los primeros asentamientos prehistóricos en el año
5,000 a.C. hasta su entrada en la Unión Europea en el año 2004, Malta ha
sufrido la ocupación de diferentes pueblos que han moldeado su arquitectura, su
idioma y su cultura” (Crédito: disfrutamalta.com).
En cuanto a
la arquitectura, se destaca la construcción de los templos megalíticos y los gigantescos
bloques de piedra con que fueron construidos. Estas construcciones reflejan la
cultura y las creencias de los antiguos habitantes de Malta. Los templos
fueron construidos muchos años antes de las pirámides de Egipto, entre los años
3,600 a.C. – 2,500 a. C. (Crédito: Search Labs/AI Overview)
La Isla de
Malta es también muy importante en los relatos de Lucas, en el libro de los
Hechos de los Apóstoles, especialmente el capítulo 28. El apóstol Pablo,
acusado como hereje de la religión judía por sacerdotes y ancianos de
Jerusalén, fue sometido a Juicio en Cesarea ante el rey Agripa II, el
procurador de Judea Porcio Festo, y Berenice, la princesa hija del rey Agripa I.
Ante la falsedad de las acusaciones y ante las amenazas de su asesinato, Pablo apeló
ser enviado al Emperador romano, César.
Aproximadamente,
en el año 60 d.C., según disfrutamalta.com, el apóstol Pablo emprendió su
viaje a Roma, en una nave cargada de trigo y de pasajeros. Fue un viaje sumamente
azaroso, con muchos riesgos por el mal tiempo, la furiosa tempestad que puso en
peligro la vida de Pablo y de las 276 personas que iban en el barco. Acercándose
a las costas de la Isla de Malta, la embarcación sufrió un naufragio; y Pablo y
demás personas que lo acompañaban tuvieron que refugiarse en Malta durante tres
meses esperando ser trasladados a otra embarcación que continuara su viaje a
Roma, en donde Pablo sería juzgado y posteriormente, decapitado junto con el
apóstol Pedro, según la tradición cristiana.
En la
estadía de tres meses en Malta, Pablo y demás pasajeros fueron acogidos con
gran solidaridad y hospitalidad por los habitantes de la Isla. Debido a la
lluvia copiosa y al intenso frío, los isleños encendieron una fogata para que
se calentaran. Pablo decidió cooperar echando ramas secas para avivar el fuego;
pero entre las ramas había una víbora venenosa que se prendió de la mano de Pablo.
Las personas que observaban esperaban la muerte repentina del Apóstol. Cuando
vieron que él seguía vivo, lo declararon un dios. También Pablo aprovechó la
estadía para predicarles el evangelio de Jesucristo; además, cuando visitó la
casa del gobernador Publio, se dio cuenta que el padre de éste sufría de fiebre
y disentería, oportunidad que aprovechó Pablo para rogar por él y sanarlo.
Después de este milagro, muchos enfermos de la isla vinieron donde Pablo para
recibir sanidad de sus enfermedades.
Después de
estar tres meses en la Isla de Malta, Pablo y compañeros continuaron su viaje
con destino a Roma, no sin antes detenerse en varios lugares mencionados por
Lucas, quien también acompañaba al Apóstol, junto con Aristarco. El relato de
Lucas en primera persona indica claramente que él también iba con el Apóstol.
He aquí la cita que transcribo.
“Pasados
tres meses, nos hicimos a la vela en una nave alejandrina que había invernado
en la isla, la cual tenía por enseña a Cástor y Pólux. 12 Y
llegados a Siracusa, estuvimos allí tres días. 13 De
allí, costeando alrededor, llegamos a Regio; y otro día después, soplando el
viento sur, llegamos al segundo día a Puteoli, 14 donde
habiendo hallado hermanos, nos rogaron que nos quedásemos con ellos siete días;
y luego fuimos a Roma” (Hechos 28:11-14),
CONCLUSIÓN
Como
este escrito ha tenido el objetivo de destacar las características lingüísticas
y geopolíticas de la Isla de Malta, así como los hechos acontecidos en la isla
narrados por el escritor y evangelista Lucas; así como la predicación del
evangelio por Pablo y la sanidad de muchos enfermos, no incluirá el arribo a la
ciudad de Roma y demás hechos del apóstol Pablo y sus acompañantes Lucas y
Aristarco, macedonio de Tesalónica (Hechos 27:2).
Según
las varias fuentes consultadas y documentadas en este escrito, la Isla de Malta
recibió el evangelio por la predicación del apóstol Pablo, cuando después del
naufragio, estuvo tres meses en la isla en su último viaje con destino a Roma.
La historia atestigua que después de la prédica de Pablo, se inició el
cristianismo en Malta. En la isla construyeron una gruta en conmemoración del
apóstol Pablo, a quien nombraron “San Pablo Náufrago”. Según la tradición, la
gruta es un lugar de culto en donde el apóstol Pablo predicó el evangelio, sanó
al padre del gobernador Publio, y a muchos otros enfermos; y posteriormente se
inició el cristianismo en la isla.
REFERENCIAS
BibleRef.com
Biblia
Reina Valera 1960, Hechos de los Apóstoles, capítulos 25-28
BBC – languages > maltese a
semitic language
Disfrutamalta.com
PoliLingua Translation Agency – What
makes the Maltese Language Special?
Quora – Is Maltese the only semitic
language in Latin Alphabet?
You
Tube – Rome reports en español > La gruta donde vivió San Pablo tras
naufragar en Malta
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