ASÍ QUE, ¿NO HAY NINGÚN JUSTO?
Amadeo Albuquerque Lara
Desde que visité una iglesia evangélica por primera
vez, he escuchado esta frase: “No hay justo, ni aun uno” y lo generalizan para
creyentes e impíos. El apóstol Pablo en Rom 3:10b después de discutir que tanto
judíos como gentiles están en iguales condiciones: “que todos están bajo
pecado”, llega a esta conclusión: “No hay justo, ni aun uno”. Ahora pregunto:
los que hemos entregado nuestra vida a Jesucristo, ¿también estamos bajo
pecado? Entonces, ¿no dice el mismo apóstol Pablo que el justo por la fe vivirá? (Rom 1:17) y lo repite el
escritor a los Hebreos, citando una promesa: “Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi
alma” (10:38). Y el profeta Habacuc 2:4: 4 lo había afirmado: “He aquí que aquel cuya alma no es recta, se
enorgullece; mas el justo por
su fe vivirá”. Y Pablo lo confirma en Gálatas 3:11: “Y que por la ley ninguno
se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá”. ¿Nota usted el paralelo “ley” y
“fe”?
Por tanto, en todos estos pasajes citados, no somos justificados por la ley, sino por
la fe en Jesucristo; y eso es lo que el apóstol Pablo arguye en Romanos capítulo
3.
Entonces preguntémonos: ¿Se contradice la Biblia, o
somos nosotros los que la interpretamos erróneamente? Evidentemente, la Biblia
no se contradice jamás. Más bien, el salmista dice que “La suma de tu palabra
es verdad, Y eterno es todo juicio de tu justicia” (Salmo 119:160). Esto quiere
decir que no debemos basarnos en un solo versículo, sin tomar en cuenta el
contexto mismo en donde aparece. Si
no hubiera ningún justo, la Biblia no mencionara la palabra “justo” 206 veces, en el Antiguo
Testamento; y 81 veces, en el Nuevo Testamento.
Por tanto, revisemos el contexto en que Pablo afirma
que no hay ningún justo:
No hay justo, ni aun uno; ¿Por qué? ¿Cuál es la razón?
1] “No hay quien entienda” (verso 11a), (Usted lector
que ha sido justificado por la fe, ¿no entiende la justificación por la fe?
2] “No hay quien busque a Dios” (verso 11b). Usted que
ya es creyente, ¿no busca a Dios? Entonces, no es justo.
3] “Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles”
(verso 12a); Hermanos, ustedes se han desviado de la fe en Cristo y se
consideran inútiles? ¿Por eso no se consideran justos?
4] “No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera
uno” (verso 12b). Hermanos: ustedes siguen cometiendo pecado voluntariamente,
igual que antes que se arrepintieran? Entonces, no son justos.
Queridos lectores creyentes: todos los que hemos
confesado nuestros pecados y nos hemos arrepentido, según la Palabra de Dios,
somos considerados “justos”.
¿Cree eso? Así es, no lo dudemos.
Concluimos entonces que el apóstol Pablo se refiere a
todos los que están “bajo pecado”, tanto judíos como gentiles. No hay
diferencia si por la ley fuera la justificación.
El salmista asegura: “Joven fui, y he envejecido, Y no
he visto justo desamparado,
Ni su descendencia que mendigue pan” (Salmo 37:25).
“El justo
florecerá como la palmera; crecerá como cedro en el Líbano. Plantados en la casa de Jehová, en los
atrios de nuestro Dios florecerán. Aun en la vejez fructificarán; estarán
vigorosos y verdes, para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto, y que en Él
no hay injusticia.” (Salmo 92:12-14)
“Los justos siempre prestan con
generosidad y sus hijos son una bendición. Aléjate
del mal y haz el bien, y vivirás en la tierra para siempre. Pues el SEÑOR
ama la justicia y nunca abandonará a
los justos. Los mantendrá a salvo para siempre, pero los hijos de los perversos morirán” (Salmo 37:23
y siguientes).
Véase la oposición o antítesis entre justos y perversos. Esta oposición corre paralela en toda la Biblia;
pero en el Nuevo Testamento, somos hechos “justos” por la fe en Jesucristo; el
mismo apóstol Pablo declara en Gálatas 2:21: “No desecho la agracia de Dios,
porque si por la ley viene la
justicia, entonces en vano murió Cristo”. Por tanto, son a los que
están bajo la ley y bajo el pecado; y a los perversos a quienes se refiere
Pablo: “No hay justo, ni aun uno”. Son los que no están bajo la gracia, sino
bajo la ley.
Por tanto, ¿Quién es justo según la Biblia? Los
que no necesitan arrepentimiento, porque ya se han arrepentido: “7 Os
digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que
por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento”
(Lucas 15:7). Son palabras del Señor Jesús, en sus parábolas de la misericordia:
1) la oveja perdida; 2) la dracma o moneda perdida; y 3) el hijo pródigo.
(Todos los destacados en negrita y subrayados son míos)
Si como lectores no se sienten convencidos, busquen en
la Biblia todos los 206 versículos en el Antiguo Testamento y los 81 versículos
en el Nuevo Testamento en donde aparece la palabra justo o justos,
refiriéndose a quienes nos hemos arrepentido de nuestros pecados, quienes
estamos bajo la gracia y quienes somos mantenidos firmes por el Señor.
Es muy peligroso mantener una interpretación errónea
de la doctrina de la justificación por la fe, porque entonces estaríamos
desechando el sacrificio de Cristo. Él vino a rescatarnos del pecado y a
cumplir toda justicia, y a presentarnos ante Dios justificados por la fe en él. Porque el pecado es la
separación de Dios que sufre el ser humano.
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