BURGOS Y LA RIOJA, CUNA DE NUESTRA LENGUA
EL CANTAR DE MIO CID (Siglos XI-XII)
GONZALO DE
BERCEO Y LOS MILAGROS DE NUESTRA SEÑORA (S.XIII)
Amadeo
Albuquerque Lara
A continuación,
cito algunos datos tomados de Wikipedia y posteriormente, escribo mis
comentarios con fundamentos histórico-lingüísticos.
“Milagros de
Nuestra Señora es la obra capital de Gonzalo de Berceo, clérigo secular que sin
embargo pertenecía a la órbita del monasterio de San Millán, entre 1246 y 1252
aproximadamente, trata de una compilación de exempla que relatan veinticinco
milagros de la Virgen María, escritos en Riojano”.
“Las colecciones
de milagros marianos aparecieron a lo largo del siglo XI, pero será a partir de
los siglos XII y XIII cuando se producirá un considerable aumento de estas
colecciones y habrá incluso autores especializados en el mismo, como Gautier de
Coincy, Jean Le Marchant, Adgar, Bonvesin de la Riva o Alfonso X el Sabio. Hay
de dos tipos: las de los milagros locales, vinculadas a los grandes centros de
peregrinación (Laon, Rocamadour, Chartres, etc.), y las generales. Berceo
aprovechó una de estas colecciones de milagros generales para componer la suya
en un periodo de divulgación de las lenguas románicas y de difusión de las
tradiciones marianas. La devoción a María se expandió en el siglo XIII por toda
la geografía europea, pues ofrecía una imagen maternal más amable y cercana del
cristianismo”. Hasta aquí las citas de Wikipedia.
Gonzalo de
Berceo nació en la Rioja, al norte de España y es el primer poeta que escribe
en lengua romance riojano del siglo trece. Recordemos que el Castellano se hizo
oficial hasta en el año 1492, con la unión de las coronas de Castilla y Aragón,
debido al matrimonio de don Fernando de Aragón y doña Isabel de Castilla. Cabe
mencionar que el Cantar de Mio Cid es
del siglo anterior, pertenece al Mester de Juglaría, de tradición oral y
anónimo, narrado en lugares públicos por juglares, quienes recitaban sus versos
de memoria; aunque los expertos opinan que la obra de Mio Cid la escribió un
mozárabe.
Berceo pertenece
al Mester de Clerecía, una escuela de escritores muy escrupulosos en cuanto a
la métrica, una literatura llena de cultismos y apegados a la ortografía de la
época. Sus autores se jactaban de ajustarse al meticuloso conteo de las sílabas
de sus poemas, como es el caso del manifiesto de esta escuela literaria:
Mester trago
fermoso, non es de ioglaría
mester es sen pecado, ca es de clerezía fablar curso rimado por la cuaderna vía a sílabas cuntadas, ca es grant maestría.
(Siglo XIII, Libro
de Alexandre)
|
Hermoso oficio os traigo,
no es de juglaría
oficio es sin pecado, porque es de clerecía mis versos riman como en la cuaderna vía contando bien las sílabas, esto es gran maestría. |
El Libro de
Alexandre es una obra en verso del primer tercio del siglo XIII. Mientras
Berceo narra milagros de la virgen, El Libro
de Alexandre narra muchos elementos fabulosos de la vida de Alejandro
Magno. Está escrito utilizando la cuaderna vía o tetrástrofo monorrimo
alejandrino, lo cual es una estrofa de cuatro versos de catorce sílabas, con la
misma rima, en el ejemplo anterior la rima termina en –ía, en cada verso. Por
eso este tipo de poema se conoce como tetrástrofo monorrimo, perteneciente a la
escuela poética del Mester de Clerecía.
La obra representativa y mejor conocida de Gonzalo de
Berceo es Milagros de Nuestra Señora.
Son 25 milagros que él toma de la tradición oral y escrita que existía desde el
siglo once, de amplio conocimiento entre los escritores de la época. Como es de
suponer, el grupo de clérigos pertenecientes al Mester de Clerecía no eran
todos sacerdotes, pero se clasificaban como clérigos dado el alto grado de
preparación intelectual y porque estuvieron dedicados a la propagación de la
devoción mariana, debido a la influencia del Monasterio de San Millan de la
Cogolla (proclamado por la UNESCO como patrimonio universal, en 1997); esta
tendencia mariana que prevalece hasta hoy, se manifiesta mayormente en el
ámbito popular y religioso.
Pablo Esparza, refiriéndose al lenguaje riojano,
afirma: “Los primeros textos en castellano se encontraron en el Monasterio de
Suso, en La Rioja. Debemos recordar que los monasterios guardaban importantes
obras literarias y religiosas, debido a la dedicación de sus monjes. Eran
también los que poseían los “Scriptorium” o escritorios en donde se reproducían
las copias de manuscritos originales para su conservación. Por esa razón,
Esparza afirma que la Rioja es la cuna del castellano; aunque como dije antes y
lo confirma la Real Academia Española de la Lengua, la Rioja todavía habla un
lenguaje bastante diferente que el resto de España. Ese lenguaje se conoce como
riojano y sus variantes dialectales se clasifican como riojanismos.
Por último, debo aclarar que el relato registrado en
el libro los Cantares del Cid, El Cantar de Mio Cid y las Gestas del Cid, son
todos nombres referidos al mismo libro que data del año de su composición de
finales del siglo doce o principios del trece. Las gestas del Cid que se narran
en el libro se llevan a cabo en la región de Burgos, también norte de España.
Su primer destierro se registra en 1081 y su muerte, en 1099. Por lo tanto, la
verdadera cuna de la lengua que se habla en España y América hispana se sitúa
en el norte de España, en una zona compartida entre Burgos y la Rioja. Y como
último dato, nuestra lengua recibió el nombre de castellano, como dije antes,
por la unión de las coronas de Castilla y Aragón; pero actualmente, nuestra
lengua se llama español; porque es la lengua oficial de España y América; por
tanto, es un error creer que hablar castellano es más correcto que hablar
español. El castellano pasó de ser un dialecto a una lengua en carácter
temporal, mientras se unificaban los demás dialectos de la Península Ibérica,
en una sola lengua que hoy hablamos españoles peninsulares y no españoles a nivel
mundial: el español.